Hildur, la reina de los Elfos y otras leyendas de Islandia

Hace muchos años, en la tierra donde habitan los elfos, vivía una niña de origen mortal. Sucedió que el rey de los elfos se enamoró de ella y la desposó, a pesar de la oposición de la reina madre. Tras la ceremonia, la madre maldijo su unión: «Esta mujer que amas se convertirá en sirvienta en el mundo superior. Sólo la verás una vez al año, en Nochebuena, pero tendrá que pagar un alto precio». Hildur, la reina de los Elfos, uno de los mitos y leyendas de Islandia más típicas. 

Gnomos, hadas, elfos y trolls son los seres mitológicos de Islandia más comunes. En el folklore popular, habitan gargantas, simas y montañas, invisibles a los ojos de los mortales. El folklore de Islandia bebe de la tradición nórdica y muchos de los cuentos islandeses son herencia cultural de los vikingos. Aquellos legendarios navegantes y guerreros que cruzaron las aguas del Atlántico Norte, conquistando y habitando las islas más remotas. Hoy te propongo una selección de relatos mágicos para viajar a Islandia, la Isla del Hielo y el Fuego. Tierra de volcanes, naturaleza brutal y fascinante, no es difícil imaginar a estas criaturas fantásticas campando a sus anchas por las playas de lava vírgenes, nevadas colinas y verdes pastos. ¿No es Islandia uno de los escenarios más épicos del mundo?

Drakkar vikingo, leyendas de Islandia
Drakkar vikingo, los navegantes que se instalaron en Islandia

Leyendas y mitos de Islandia

Procedentes de Escandinavia, los vikingos se instalaron en Islandia a partir del siglo X. Las historias de estos primeros colonizadores se cuenta en el museo de las Sagas de Reikiavik, una visita imprescindible donde cobran vida las crónicas de Garðar Svavarsson, Raven-Floki o el mítico Erik el Rojo. Las Sagas son la principal muestra de literatura islandesa antigua, con grandes posos de realidad. Pero las leyendas de Islandia van más allá de la Historia. Los «seres ocultos» o huldufólk y los elfos ocupan principal relevancia como guardianes protectores de la isla y sus habitantes. Tanto es así, que aún en el siglo XXI muchos islandeses afirman creer en la existencia de estos seres invisibles, oponiéndose a la construcción de carreteras que cruce lugares sagrados. Incluso en Reikiavik existe una escuela de elfos desde hace 35 años.

Seres mitológicos de Islandia
Seres mitológicos de Islandia, fuente: Pixabay

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Hildur, la reina de los elfos.

En una región montañosa del norte de Islandia habitaba un granjero trabajador y gentil. No estaba casado pero su ama de llaves, llamada Hildur, era amable y bondadosa. Aunque un misterio rodeaba su existencia: el granjero no sabía nada de su vida anterior. El granjero tenía un grave problema: le costaba encontrar pastores que cuidaran de su rebaño ya que todos los que contrataba, aparecían la mañana de Navidad muertos en extrañas circunstancias, sin heridas ni ninguna señal que explicara su muerte. Desmoralizado, el granjero dejó de contratar pastores y que las ovejas se cuidaran solas. Hasta que un día llegó un joven buscando trabajo y le pidió ser su pastor. «De ninguna manera, todos acaban muertos». «Yo no tengo miedo a la muerte», respondió el joven. Y así fue como consiguió el empleo.

La víspera de Nochebuena, como cada año, el granjero y sus mozos marcharon a la iglesia. Todos excepto el pastor, que no podía dejar al rebaño e Hildur, encargada de preparar la fiesta de Navidad del día siguiente. Cuando esa noche el pastor regresó a su cabaña recordó el destino de sus antecesores, por lo que se dispuso a permanecer alerta y despierto. Escuchó los pasos de Hildur aproximarse a la cama y fingió dormir. La ama de llaves le introdujo una brida mágica en la boca y lo arrastró fuera de la cabaña, subiéndose sobre él y usándolo de corcel para volar por los aires. Aterrizaron en un acantilado y el pastor quedó supuestamente inconsciente en el suelo mientras la mujer se alejaba. El muchacho decidió seguirla, aún a riesgo de su vida, a través del hielo hasta un suntuoso palacio. Allí el rey de los elfos y sus hijos se inclinaron ante Hildur. Una gran fiesta se celebró en el castillo, ante los ojos incrédulos del pastor que permaneció escondido.

Hildur, la Reina de los Elfos, leyendas de Islandia
Hildur, la Reina de los Elfos, leyendas de Islandia. Fuente: Pixabay

La maldición de Hildur.

Al amanecer, Hildur se despidió entre lloros del rey y sus hijos, quienes suplicaban que se quedase. El niño, enfadado, tiró el anillo de su madre, con el que había estado jugando durante la noche, al suelo. El pastor aprovechó para cogerlo y esconderlo en su bolsillo. «La maldición de tu madre me obliga a marchar. Puede que esta sea mi última visita, pues pronto me descubrirán y tendré que responder por las muertes que he cometido contra mi voluntad en el mundo superior». El pastor regresó rápidamente al acantilado y fingió estar dormido mientras Hildur le volvía a colocar la brida mágica y cabalgaba de vuelta a la granja. La mujer lo acostó sobre la cama y se marchó. Al poco apareció el granjero, azorado, temiendo por su vida. «¿Sucedió algo anoche? » Le preguntó. «Tuve un sueño muy extraño», le dijo, y relató lo ocurrido delante de todos los trabajadores de la granja.

«Todo lo que dices es mentira, a no ser que puedas demostrarlo con pruebas fehacientes», dijo Hildur. «¿Acaso no es este tu anillo, reina de los elfos?» Le mostró el pastor, sacándolo del bolsillo. «El anillo es mío. Eres un hombre afortunado, prosperarás en todo lo que emprendas. Ese es mi regalo para ti». Hildur entonces contó su historia: sólo un hombre valiente que la siguiera hasta el reino de los elfos y regresara para contarlo con vida podía romper la maldición. La reina de los elfos desapareció para siempre, volviendo a su hogar. Y el pastor construyó una granja que fue la más próspera de la región. Nunca dejó de agradecer su abundancia a Hildur.

El reino de los elfos en Islandia.

Muchos islandeses creen que la reina de los elfos vive en Álfaborg, una montaña rocosa que protege la aldea de Bakkagerði, en los fiordos del este de Islandia. Uno de los pueblos de Islandia más bonitos. Además, en los alrededores de este enclave hay varias granjas históricas como la de Lindarbakki. Y una de las iglesias de madera más antiguas de Islandia, Kirkjubaejarkirkja, datada en el siglo XVI. A este remoto rincón de la isla merece la pena llegar, no sólo por la belleza salvaje de su paisaje: en verano es el mejor lugar donde ver frailecillos en Islandia.

Granjas tradicionales en el Este de Islandia
Granjas tradicionales, leyendas de Islandia para viajar por la isla

La tragedia del cañón de Rauðfeldar.

La península de Snaefellsnes es uno de los lugares más míticos de la isla. En ella se situán algunas de las leyendas de Islandia más famosas. Empezando por su cumbre, el volcán Snaefellsjökull: es donde comienzan los exploradores su Viaje al Centro de la Tierra, una de las novelas más aclamadas de Julio Verne.

El nombre de esta lejana región del oeste de Islandia proviene de uno de los seres mitológicos de Islandia: Bárður Snæfellsás, mitad hombre, mitad troll, quien vivió bajo a los pies del volcán anteriormente citado allá por el siglo IX. Entre el pequeño pueblo de Arnarstapi y la Budakirkja  más conocida como «la iglesia negra», en la pared de la montaña se abre una profunda y estrecha grieta. Es el Cañón de Rauðfeldar, donde según cuenta reposa el alma del medio troll, atormentada por una injusticia. La tragedia se desató cuando la hija mayor de Bardur, Helga, estaba jugando en la playa con Rauðfeldur, su primo e hijo del hermanastro de Bárður, enteramente mortal. Rauðfeldur empujó a Helga sobre un iceberg que se adentró al mar, sin que ella pudiera zafarse y fue arrastrada por la corriente. Se cuenta que la niña no murió, si no que llegó hasta las costas de Groenlandia y allí comenzó una nueva vida. Pero cuando su padre se enteró, dándola por muerta, en un ataque de furia lanzó a Rauðfeldur por el hueco de la garganta, como venganza.

Durante el invierno la entrada al cañón está totalmente bloqueada por el hielo y la nieve. Sin embargo, en verano es posible penetrar a su interior, donde el sonido del agua y las oscuras paredes volcánicas impresionan. Un imprescindible en una Ruta por Islandia.

Cañón de Rauðfeldar, Islandia
Cañón de Rauðfeldar, leyendas de Islandia más míticas

Nota: puedes reservar una excursión a la península de Snaefellsnes en este enlace.

Los trolls de Reynisfjara.

Nos trasladamos ahora a Vík í Mýrdal, el pueblo más al sur de Islandia, fundado a orillas del Atlántico Norte por los vikingos en el siglo IX. De guijarros negros y columnas de basalto, la playa de Reynisfjara es uno de los lugares más típicos que visitar en Islandia. Especialmente desde que se convirtió en escenario de Juego de Tronos, la serie de fantasía más vista de la historia de la televisión.

Frente a los acantilados de Reynisdrangar se alzan tres puntiagudas rocas azotadas por las olas: SkessudrangarLanddrangar y Langhamrar. De nuevo aparecen los malvados trolls como protagonistas de una de las leyendas de Islandia más conocidas. Durante una noche de tormenta, un barco zozobraba a la deriva, tratando de llegar a Vík. Los tres trolls salieron de su cueva para tirar del barco, no buscando salvarlo si no comerse a sus tripulantes. Sin embargo, no fueron demasiado rápidos: los primeros rayos del sol hicieron acto de presencia y quedaron petrificados, convertidos en piedra. Si el barco consiguió salvarse o no, es un misterio.

Rocas troll en la playa de Vík
Rocas troll en la playa de Vík, leyendas de Islandia más típicas

Godafoss, la catarata de los dioses.

Una de las cascadas más bonitas de Islandia se encuentra en la región norte, entre Húsavík y Akureyri. El río Skjálfandi se precipita en un salto de 12 metros de alto y 30 de ancho antes de fundir sus aguas en el océano Ártico. Su nombre hace referencia a una de las leyendas de Islandia más fabulosas. Cuentan que en este punto fue donde Thorgeir Thorkelsson, el portavoz del parlamento islandés, mandó arrojar las estatuas de los dioses paganos tras dedicir por votación que los habitantes de la isla aportarían al Cristianismo como religión única. Corría el año 1000 de nuestra era y muchos islandeses piensan que las figuras siguen estando bajo las aguas. O tal vez acabaron en la bahía de Skjálfandi, hechas pedazos.

Godafoss, la catarata de los dioses al norte de Islandia
Godafoss, la catarata de los dioses, leyendas de Islandia

La huella del caballo de Odín.

Pero antes de abrazar al Cristianismo, los habitantes de Islandia rendían pleitesía a los dioses escandinavos, cuyo pódium ocupaba Odín, el más poderoso. A lomos de su caballo de ocho patas llamado Sleipnir, el dios surcaba el firmamento islandés, asombrado de la belleza de esta isla de hielo y fuego bajo la fulgurante luz de la Aurora Boreal. Tal era el júbilo de Odín que en una de las cabriolas de su caballo se acercó demasiado a la superficie, llegando su corcel a posar la pata. El terreno se hundió en un cañón con forma de herradura: el de Ásbyrgi, hoy cubierto por uno de los pocos bosques que existen en el país. Para llegar a este fascinante paraje al este del pueblo de Húsavík, en el norte de Islandia, sólo hay que seguir la carretera 85 hasta este lugar legendario señalado en las leyendas de Islandia de mayor tradición.

Aurora Boreal en Islandia
La Aurora Boreal es fuente de varias leyendas de Islandia

Hvítserkur, la roca – troll.

Una de las postales más típicas que ver en el norte de Islandia es esta roca varada en una extensa playa de arena negra. Su nombre es Hvítserkur aunque es más conocida como la roca – troll. Este farallón de basalto de 15 metros de altura, en la península de Vatnsnes, fue fruto de una violenta erupción volcánica hace miles de años, según los geológicos. Según las leyendas islandesas, no es más que otra criatura petrificada, un troll, castigado por la luz solar tras cometer sacrilegio: destruyó la campana de una iglesia en las inmediaciones.

La roca troll en Islandia
La roca troll, leyendas de Islandia para viajar por la isla

El monstruo del lago Lagarfljót.

Hay un icónico lago en los fiordos del este de Islandia: el Lagarfljót, en cuyas orillas se asienta la ciudad de Egilsstaðir y el bosque de coníferas más extenso de toda la isla. Con 53 kilómetros cuadrados de superficie y 25 kilómetros de largo, es el tercer lago más grande de Islandia. Sus aguas beben del río Hengifossá tras desplomarse verticalmente en Hengifoss, la segunda cascada más alta del país. Pero este idílico escenario guarda un oscuro secreto: cuentan que en sus profundas aguas vive el Lagarfljótsormur, una especie de gusano acuático gigante al estilo del mounstruo del lago Ness en la mágica Escocia. Según recogió Jón Árnason en su recopilación de Cuentos Islandeses, la primera vez que fue avistado fue en 1345. Descrito como un dragón espinoso con varias jorobas, el jefe del Servicio Forestal Nacional de Islandia Sigurður Blöndal aseguró haber visto al monstruo en 1963 y, años más tarde, en 1998, también un profesor y los estudiantes de la Escuela Hallormsstaðir.

Hengifoss, este de Islandia
Hengifoss, este de Islandia

Realidad o ficción, la leyenda islandesa que recogió Árnason asegura que que cuando este dragón acuático se deja ver, es un presagio de alguna desgracia próxima. ¿De dónde viene el monstruo del lago Lagarfljót? Cuentan que hace siglos una mujer local regaló a su hija un anillo de oro. La pequeña no se conformó con este y preguntó a su madre cómo podía tener más oro. Esta le respondió que tenía que esconder el anillo bajo el vientre de alguna de las serpientes que habitan entre los brezos, a orillas del río Hengifossá. La niña atrapó una serpiente y la metió en un cofre junto al anillo. Al día siguiente, cuando abrió el cofre, la serpiente había crecido tanto que casi no cabía dentro. Asustada, arrojó el cofre a las aguas. Pronto corrieron las noticias de un mounstruo asesino que habitaba las oscuras aguas del lago.

El tesoro de Skógafoss.

Otra de las cascadas más espectaculares que ver en el sur de Islandia es la de Skógafoss, muy cerca de la carretera 1 o Ring Road que da la vuelta a la isla. Y cómo no, tiene una leyenda. Cuentan que bajo la cortina de agua que forma este salto de 60 metros del río Skógaá, hay oculta una cueva. En ella escondió un tesoro un vikingo llamado Thrasi Thórólfsson, uno de los primeros habitantes de la isla. Eran todas las riquezas acumuladas en una vida de pillaje asaltando las costas de los países vecinos, pero al morir sin descendencia decidió que nadie pudiera disfrutar de su botín.

Nunca nadie ha encontrado este tesoro pero durante siglos, decían que el cofre había terminado bajo las aguas y este podía verse, pero nadie podía alcanzarlo. Varios hombres fuertes lo intentaron, consiguiendo asir una cuerda por la argolla del cofre. Pero al intentar arrastrarlo a la superficie, la argolla se rompió. Es la que dicen hoy se exhibe en el Museo de Skógar, un museo etnográfico con bonitas granjas tradicionales de tejado de césped, a unos metros de la mítica cascada.

Skógafoss, la cascada del tesoro
Skógafoss, la cascada del tesoro

The Yule Cat y otras tradiciones de la Navidad en Islandia.

Nunca olvidaré cuando pasé Fin de año en Reykjavík. Conocí al Yule Cat y otros entrañables personajes ¡y es que los islandeses se toman muy en serio la decoración de sus calles y casas durante esta época! Para empezar, en Islandia no es Papá Noel quien lleva los regalos a los pequeños de la familia. Son 13 ogros o duendes –los hermanos Yule– los encargados de repatir la felicidad en la víspera de la Navidad. En las ventanas, fachadas o chimeneas de muchas de las casas pueden verse a algunos de estos trolls con cara traviesa plagada de verrugas.

Cada Navidad, en la plaza central de Reykjavík se instala un entrañable personaje: the Christmas Cat, también conocido como the Yule Cat. Este gigantesco gato que vive en tierras polares, con afilados dientes y ojos amarillos, se encarga de atemorizar a niños y niñas según las leyendas de Islandia durante el invierno. Y es que en sus garras caen todos los que no se abrigan lo suficiente, siendo devorados sin remedio. Para escapar de este fatal destino, es tradición que durante la Navidad cada familia se regale ropa nueva, ¡mejor si es de auténtica lana de oveja islandesa!

 

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Fuentes para la elaboración del artículo: «Nordic Tales», Chronicle Books. «Leyendas de Islandia», de Jón Árnason.

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