Cáñar, la Alpujarra de Granada
Andalucía España

Verde y blanco en la Alpujarra granadina

Escrito por la
el
12 noviembre, 2014

Tras relatar mis aventuras por parajes tan lejanos como Brasil, Bali o Islandia, creo que es hora de romper con aquello de que “nadie es profeta en su tierra” y atreverme a escribir sobre mi Granada. Ardua tarea la de mirar con ojos de viajero y contar lo sustancial, intentando despojarse del barniz subjetivo de quien ha crecido amando sus lares, a la par que echándolos de menos desde el tiempo y la distancia… Así pues, con mis mejores propósitos, comienzo un primer capítulo sobre uno de los lugares paraísos para mí, a donde intento escapar al menos una vez al año. Y es que me da vida cada vez que planeo una ruta por la Alpujarra granadina.

Capileira, la Alpujarra granadina

Capileira, la Alpujarra granadina

La Alpujarra, pequeño paraíso, es uno de esos lugares imprescindibles que ver en Granada provincia.

Mi Alpujarra granadina…

Al pensar en la Alpujarra lo primero que me viene a la mente es refugio de paz y naturaleza, donde el tiempo se dilata y el silencio sólo se quiebra por el tañido de la iglesia de sus pueblos blancos suspendidos en la montaña. O el gorgoteo al deslizarse las aguas de los riachuelos que nacen en las lagunas glaciares en las alturas de Sierra Nevada, hasta perderse en el cercano mar Mediterráneo. Pueblos mágicos como Pampaneira o Soportújar, donde viven las brujas

Nacimiento del río Poqueira

Nacimiento del río Poqueira

Toma nota: desde Granada, la ciudad de la Alhambra, puedes reservar un tour para visitar las localidades históricas de la Alpujarra granadina.

Un pequeño preámbulo:

Sirva de introducción lo que escribiera uno de nuestros visitantes más ilustres: el escritor y trotamundos inglés Gerald Brenan, quien a principios del S.XX quedara impactado por la belleza agreste del paisaje: “ya supe entonces que jamás había visto país más hermoso que aquella España”.

Gerald Brenan

Gerald Brenan

Localización de la Alpujarra granadina.

La Alpujarra es una comarca situada a unos 50 kms de la capital granadina, en la cara más meridional de Sierra Nevada, mirando hacia el azul del mar. En el borde mismo de los barrancos, a más de mil metros de altitud, crecen un conjunto de pueblitos de cal blancos, típicos andaluces. En ellos se aprecia la arquitectura con reminiscencias bereberes: estrechas y empinadas calles, donde florecen coloridos geranios en puertas y ventanas. Las terrazas donde se asientan las casas, con sus tejados planos (“los terraos”), están coronadas por chimeneas redondas con forma de “sombrero”, seña de identidad de los municipios alpujarreños.

Chimeneas de la Alpujarra

Chimeneas de la Alpujarra

El entorno de la Alpujarra granadina.

El ámbito que los adorna no permanece inalterable si no que muda con los colores de las estaciones, mostrando grandes contrastes: del estival verde y rojo- cereza de sus árboles frutales, a los dorados ocres de sus bosques de castaños en otoño. Blanco níveo en los meses más fríos para renacer de nuevo la frondosidad en la primavera.

Flores silvestres, la Alpujarra en primavera

Flores silvestres, la Alpujarra en primavera

Un enclave privilegiado e inaccesible durante siglos, hizo de ella uno de los últimos baluartes de los moriscos en España: fue donde se refugió el Rey Chico Boabdil tras perder Granada, – se instaló en Laujar de Andarax, ya Alpujarra almeriense. Fue la última comarca en someterse al Reino de Castilla. Los moriscos protagonizaron varias revueltas hasta que fueron definitivamente expulsados por Felipe III en el S.XVII. Estas batallas de moros y cristianos han dejado una huella perceptible en lugares míticos como el barranco de la Sangre, en Pitres, o en las numerosas fiestas populares que recrean con disfraces el ritual de la conquista, en honor a los patrones de los pueblos.

Guerrero musulmán

Guerrero musulmán

Por sus condiciones de aislamiento, sol, sur y sierra, la Alpujarra siempre ha sido un lugar romántico y místico, que ha atraído a numerosos viajeros de diferentes culturas, muchos de los cuales se han asentado, conformando una comunidad pintoresca y cosmopolita . Norteuropeos, hippies y budistas, entre otros, conviven en armonía disfrutando del día a día y de la luz en un espacio donde el tiempo fluye más lentamente.

Tras esta pequeña intro, nos vamos de ruta alpujarreña…

MAPA DE LA ALPUJARRA GRANADINA
Fuente: www.teteria-baraka.com

Fuente: www.teteria-baraka.com

Cómo llegar.

Tanto si se accede desde Granada como desde la costa, están bien indicadas las salidas de la autovía. Lo mejor, ir en coche para mayor libertad de movimiento. El transporte público es irregular e inexacto. Desde Granada hay dos autobuses diarios, que salen por la mañana y por la tarde, haciendo parada en todos los pueblos. Tarda en llegar a Trevélez entre 2,5 y 3 horas. Se pueden consultar los horarios de autobuses en la Web de Alsa.

RUTA POR LA ALPUJARRA DE GRANADA.

La canción del agua en Lanjarón.

Primera parada: la puerta entrada a la Alpujarra si se viene desde Granada es Lanjarón, de famosas aguas y balneario. Estos manantiales de aguas puras y saludables han sido fuente de curación e inspiración para muchos, Federico García Lorca entre otros. 

Qué ver en Lanjarón

Lanjarón

Lanjarón es ideal para relajarse y saborear un chocolate con buñuelos y pestiños, dulces típicos de la repostería árabe. ¡No puedo imaginar mejor merienda! Por su barranco, bordeando el río Lanjarón, discurre el llamado «sendero del agua», donde los amantes de la naturaleza se pueden perder entre la espesura y sorprendentes cascadas. El culto al agua que profesa este pueblo cobra su máxima intensidad en San Juan, donde se celebran las fiestas con ella de protagonista. Uno de esos lugares imprescindibles que ver en la Alpujarra

Órgiva, la capital de la Alpujarra granadina.

Continuamos la marcha y la siguiente parada es Órgiva, la capital administrativa de la Alpujarra. Situada en la hondonada del valle a orillas del río Guadalfeo, rodeada de olivos y vergeles, es lugar de peregrinación de los hippies más auténticos, que buscaron refugio allí tras la invasión turística de otros «santuarios» como Ibiza. Destaca su iglesia de estilo mudéjar, con sus dos torres idénticas.

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Desde Órgiva iniciamos el ascenso a la Alpujarra Alta.

Para no perderse:

El barranco del Poqueira.

Capileira, Bubión y Pampaneira, los pueblos más afamados y con razón, se asientan en las pendientes del techo de la península: el picacho del Veleta, de inconfundible forma (3.396 m.) y el Mulhacen (3.478 m), donde dice la leyenda que está enterrado el Rey Nazarí Muley Hacén. Recorrerlos es un precioso paseo y una de las mejores rutas de senderismo por la Alpujarra granadina.

Barranco del Poqueira

Barranco del Poqueira

Es una gozada pasear por sus angostas calles respirando el aire puro de la montaña. ¡Sin duda son tres de los pueblos más bonitos de la Alpujarra granadina! Tomar un anís con castañas en la fiesta de Todos los Santos que celebran en la plaza de Capileira, el más alto (la Mauraca).  Hacer senderismo por las rutas señaladas que bajan al río o suben al bosque Hoya del Portillo, balcón del Mediterráneo: desde sus claros entre los pinos en los días despejados se divisa África, dibujando el horizonte las siluetas del árido Atlas entre la bruma. Allí en las alturas nos encontramos ya en el Parque Nacional de Sierra Nevada, Patrimonio de la Humanidad y Reserva de la Biosfera de la Unesco, feudo de águilas reales o cabras monteses.

Los bosques de la Alpujarra

Los bosques de la Alpujarra

Volviendo al Poqueira, cualquier bar de los tres pueblos es bueno para hacer una parada y tomar una cerveza o vino de la tierra, acompañado de una tapa de jamón o de migas (ver más abajo capítulo sobre la gastronomía). El bocado más dulce lo encontramos en la fábrica de chocolate de Pampaneira, donde se puede degustar y adquirir el oro negro con naranja, frambuesas o menta. Numerosas tiendas de artesanía y ropa hecha a mano terminan de animar el ambiente de un fin de semana rural y tranquilo.

tiendas-de-capileira

Tiendas de Capileira, la Alpujarra granadina

Plaza de Capileira

Plaza de Capileira

Un «agrio» trago en la Fuente de Pórtugos.

Dejando atrás Pampaneira, seguimos nuestro camino a Trevélez. Parada ineludible es la Fuente Agria de Pórtugos, a medio camino. Pueblo silencioso y encantador, detrás de la pequeña ermita dedicada a la Virgen de las Angustias encontramos el famoso manantial de aguas rojizas con sabor metálico, cura infalible para la esterilidad, según las ancianas oriundas. Un concurrido merendero, cubierto de hojas anaranjadas en otoño, y la bajada a la pequeña cascada completan uno de los clásicos más alpujarreños.

Fuente Agria, el Chorreón

Fuente Agria, el Chorreón

Pitres y Capilerilla: pueblos con encanto.

Muy cerca encontramos Pitres, apacible y hermoso. Quizá el más auténtico, en cuanto a lo que se espera de un pueblo típicamente alpujarreño: cuestas imposibles, estrechos pasadizos techados de vigas y cal, cuadras con mulas viejas, y gaticos soñolientos tomando el sol entre las flores. Un itinerario corto y muy grato es subir a Capilerilla, en coche o a pie, aldea escondida entre frondosos castaños, donde las gallinas campan a sus anchas. Refugio secreto (bueno, ahora no tanto je je) de famosos como Nacho Cano.

Pitres

Pitres

 

Pitres

Pitres

Un paseo por el río Trevélez.

Trevélez tiene la fama de ser el municipio más alto de España. ¡Y doy fe del frío que suele hacer siempre, sea invierno o verano! Pero lo mejor, sin duda, es su jamón serrano, olor que impregna toda la villa, por donde se reproducen los secaderos de este manjar estandarte de la cultura española. En la misma plaza se puede comprar una pata o una paletilla a buen precio, y llevarnos así el sabor de la Alpujarra a casa.

Tapa de jamón de Trevélez

Tapa de jamón de Trevélez

Trevélez es perfecto para un día de senderismo entre árboles y montaña: un picnic entre el verdor de su río, o una ruta hasta el Alto del Chorrillo, a 2.700 metros de altitud, siguiendo los pasos de la romería de la Virgen de las Nieves, que todas las vísperas del 5 de agosto caminan durante toda la noche, culminando en la cumbre del Mulhacén al amanecer. Desde el pueblo también organizan rutas a caballo por la sierra, para llegar a lugares tan mágicos y escarpados como el Río Culo de Perro o Siete Lagunas, con sus nieves perpetuas.

Laguna de la Caldera

Laguna de la Caldera

O Sel Ling: el pueblo budista

Como ya he descrito, la Alpujarra granadina es un retiro excelente para recuperar la armonía del espíritu con el universo. Eso mismo debieron pensar los monjes budistas cuando fundaron su comunidad un poco más arriba de Soportújar, a 1.600 metros de altitud. Una visita a O Sel Ling, (en tibetano, Lugar de Luz Clara, denominado así en 1982 por el Dalai Lama), equivale a teletransportarse al Tibet por un momento: dejar una ofrenda floral a la estatua de Buda, una oración en la rueda de la fortuna o una breve estancia en una de sus austeras cabañas,  pueden ser tanto una experiencia curiosa como un buen inicio para la meditación en soledad y el reencuentro con uno mismo.

Para llegar, hay que dejar atrás Soportújar hasta la ermita del Padre Eterno. A la izquierda de esta comienza el carril estrecho y mal asfaltado que lleva hasta Puente Palo y al Centro Budista. Se puede reservar la estancia.

Más Alpujarra granadina…

Otros pueblos más tranquilos, con menor afluencia turística pero no menos encanto, son Busquístar, Cáñar, Carataunas, Mecina Bombarón o Soportújar, cuyos habitantes se apodan “los brujos”, mote proveniente de las repoblaciones con habitantes del norte de la península, asturianos y gallegos, en su mayoría. Su Feria del Embrujo celebrada cada agosto es divertida y auténtica. Aunque para pasar auténtico «terror» nada como pasar un Halloween en Soportújar entre magos, gatos y brujas como la malvada Baba Yaga.

Las brujas de Soportújar

Las brujas de Soportújar, la Alpujarra granadina

Gastronomía de la Alpujarra granadina.

La estrella es el plato alpujarreño,  delicioso y contundente. Consiste en papas a lo pobre, huevo frito, pimientos verdes, morcilla, chorizo y por supuesto jamón serrano. Sí, de nuevo el jamón: el aire frío y seco de la sierra dan como resultado un jamón premium, denominación de origen, de los mejores que tenemos en nuestra península. ¡A disfrutarlo!

Plato Alpujarreño

Plato Alpujarreño

Las migas de pueblo también son una opción rica y calórica para recuperar las fuerzas, así como las gachas o los diversos potajes o pucheros: el de hinojos, el de castañas o la olla gitana de patatas. Por cierto… Éste de la foto, hecho por la mejor cocinera del mundo: ¡mi madre!

Puchero de hinojos

Puchero de hinojos

En verano, las frutas del bosque como las frambuesas, cerezas y moras son un delicioso postre, solas o en tarta, para culminar una comida casera y nutritiva. Otros dulces típicos que animo a probar: los cuajos de almendra o los soplillos, herencia del pasado árabe. Y, en Semana Santa, mi preferido: ¡deliciosa leche frita!

Leche frita

Leche frita

Para degustar los platos alpujarreños, una buena y asequible opción es, por ejemplo, el restaurante del hotel Nuevo Malagueño, en la misma carretera en Pórtugos. Otros que he probado con buen resultado: el mirador de la Taha en Pitres o el mítico Teide, en Bubión, con su confortable chimenea en los glaciares días de invierno. Los restaurantes de la plaza en el barrio bajo de Trevélez también están a la altura.

Alojamiento en la Alpujarra granadina. 

Tanto si es para un fin de semana, una semana completa o un mes, no hay nada más encantador que alquilar una casa de pueblo con cocina de barro y vigas de madera en el techo, en la que encender un fuego y disfrutar de un vino de la tierra al calor de la lumbre. No hay que poner la alarma para el día siguiente: ya se encargará el gallo de algún vecino en su matinal saludo al sol de levantarnos. En webs como Top Rural o Turismo Alpujarra  ofertan casas de dos a veinte personas que suelen salir bastante económicas.

¡Prepárate para recargarte de energía! La montaña te espera…
Cáñar, la Alpujarra granadina

Cáñar, la Alpujarra granadina

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18 Comentarios
  1. Responder

    Tu Hobbie Tu Viaje

    13 septiembre, 2015

    Me ha encantado. Se nota el cariño por tu tierra.
    Un saludo.

    • Responder

      @lacosmopolilla

      14 septiembre, 2015

      Muchas gracias, Tu Hobbie Tu Viaje 🙂 un saludo

  2. Responder

    Susana

    12 marzo, 2016

    En una semana nos vamos para allá, estaremos 10 días entre Almujarras y costa. Me acordé que eras de por allí y he leído todo con mucha atención.
    Muchas gracias

    • Responder

      cosmopolilla

      14 marzo, 2016

      ¡De nada! A disfrutarlo mucho, no dejéis de comer un plato alpujarreño en el Teide y jamón del rico en Trevélez 🙂
      Saludos

  3. Responder

    Estrella

    14 julio, 2016

    Me encanta tu blog, muy ameno e interesante, saludos.

    • Responder

      cosmopolilla

      16 julio, 2016

      Muchas gracias, me alegro de que te guste, me anima a seguir escribiendo 🙂
      Un saludo

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