Dónde viajar en Navidad: 10 destinos TOP para 2023
Una vela se prende el primer domingo de Adviento. Es la señal de que la Navidad ha llegado al viejo contiente. Huele a tradición, a vino caliente con especias, a delicias callejeras en los puestos de los mercadillos que se instalan en las plazas. En la época más oscura y fría del año en Europa la magia quiere combatir a las sombras con risas, cantos, luces y diversión. Cada año trato de viajar durante el mes de diciembre a un lugar navideño para dejarme llevar por esa ilusión: es la excusa perfecta. Ciudades de cuento como Praga, Budapest o Estrasburgo ¡están más bonitas que nunca! Te cuento cuáles son, para mí, los mejores destinos donde viajar en Navidad ¡fun, fun, fun!
Mi selección de lugares navideños por excelencia incluye sitios icónicos y familiares como una Ruta por la Alsacia o la remota Islandia -sólo para valientes-. Lo que sí recomiendo es reservar con mucha antelación, tanto desplazamientos -vuelos, coche de alquiler o alojamientos- ¡se agotan muy pronto!
Petit Venice en la Alsacia, mejores lugares donde viajar en Navidad
Contenido del artículo
Una Navidad de cuento en la Alsacia.
Recuerdo un puente de diciembre de hace algunos años cuando por fin me decidí a visitar la Alsacia: sin duda es el destino de moda si pensamos donde viajar en Navidad. No defraudó: pueblos de cuento como Eiguisheim o Riquewihr. De tan bonitos que son, con sus casitas de colores y calles empedradas, parecen parte de un decorado más que reales. ¿Problema? La saturación de turistas: desde Estrasburgo a Colmar y su Petite Venice -encantadores canales con barquitas-. Los mercadillos de adviento, los bares y cafeterías… Son pura aglomeración. Lo mejor es ir entre semana, fuera de los días festivos, si es posible. Si no, madrugar mucho. La monumental Estrasburgo, capital de la Alsacia, está algo más descongestionada que los pueblos: al ser más grande la gente se reparte, por lo que resulta un buen lugar para establecer «base» reservando alojamiento y, desde ella, moverse.
Durante el mes de diciembre Estrasburgo se convierte en «La capital de Noel»: nada menos que once mercados de adviento se distribuyen por sus calles y plazas. A lo que se suma la decoración de los canales en la Petite France, la catedral de Notre Dame o la plaza Kléber, donde degustar las delicias alsacianas. Y es que más allá del ambiente navideño que impregna cada esquina de la ciudad, hay mucho que visitar en Estrasburgo, una de las ciudades más bonitas de Francia.
Tiovivo en Estrasburgo, dónde viajar en Navidad
Alojamiento recomendado en Estrasburgo.
Un hotel básico con muy buena ubicación en el centro de la ciudad: el Ibis Strasbourg Centre Historique. En Navidad los precios se disparan ¡hay que reservar con mucha antelación!
Mercadillos navideños del sur de Francia.
Si huyes de las multitudes pero por cercanía o afinidad tienes ganas de vivir la Navidad en el país galo, la región Occitana es una buena opción: quitando Carcassonne no hay tantos turistas como en la Alsacia. Tiene pueblos preciosos como Cordes-sur-Ciel y coquetas ciudades como Albi, capital del Tarn. En esta se instala un gran mercadillo navideño junto a la Mairie, en el Jardín Nacional. Con atracciones, tiovivo, música en directo y puestos de vino caliente y raclette, queso semiduro que se caliente y se extiende en una hogaza. ¡Delicioso!
Mercadillo navideño en Albi
Navidad en la Selva Negra de Alemania.
El país germano es uno de mis sitios preferidos donde viajar en Navidad y es que en todo el país se pueden encontrar animadas ciudades con pistas de hielo al aire libre, mercados de adviento con productos locales. ¡Los alemanes se toman la decoración navideña muy en serio! Desde Colonia a Berlín, pasando por Dresde, cuyo mercadillo navideños es uno de los más antiguos del mundo: ¡se celebra desde 1434! El encantador pueblo de Rotemburgo también tiene un mercado navideño con más de 500 años de tradición. Pero si hay un lugar que me roba el corazón en esta época es la Selva Negra, fronteriza con la Alsacia (se pueden combinar ambos destinos en un sólo viaje).
Una ruta por la Selva Negra en Navidad tiene como paradas imprescindibles Triberg, el pueblo de los relojes de cuco y su cascada de 163 metros de altura -puede haber bastante nieve-. El viaducto de Ravenna, bajo el que se instala uno de los mercadillos navideños más fotogénicos de Alemania. Titisee, lago glaciar y por supuesto la ciudad de Friburgo, decorada en Navidad con estrellas rojas que destellan con luz tenue, dándole un toque mágico y acogedor.
Viaducto de Ravenna, Selva Negra
Una blanca Navidad en Islandia.
Nunca olvidaré cuando pasé aquel fin de año en Reikiavik. La capital más septentrional del mundo, punto de partida de un increíble viaje por la mítica Isla del Hielo y el Fuego: Islandia, me recibió con un despliegue de tradiciones. Los hermanos Yule trepando por las fachadas de las casas como los 13 ogros o duendecillos traviesos que son – dejan los regalos en Navidad, ya que en Islandia no hay Papá Noel-. The Christmas Cat ocupando la plaza central de Reikiavik con su mirada feroz. Estrellas luminosas, renos y otros animales fantásticos forman parte de la decoración de una ciudad que apenas ve el sol en esta época. Con un poco de suerte, brillará la Aurora Boreal…
Reikiavik en Navidad
¿Es una locura viajar a Islandia en invierno? Sin duda, una de las más maravillosas…
Praga en Navidad.
Lo confieso: siento debilidad por Praga. Me conquistó en mi primer viaje fuera de España, allá por 2002. Después he vuelto tres veces, una de ellas en una ruta de Navidad en República Checa. ¡Qué fantasía! Si la capital checa es una de las urbes más bonitas del mundo, verla con la decoración de esta época incrementa su encanto. La ciudad de las Cien Torres se disfruta con un vaso de ponche o vino caliente en mano bajo el gran árbol que se instala en la plaza de la Ciudad Vieja, el más fotografiado junto al mercado de adviento que se pone en el Castillo. Aunque hay otros mercados más locales en la plaza de la República o junto a la iglesia de Santa Ludmila. Si hay tiempo suficiente, merece la pena escaparse a lugares cercanos como Pilsen, con un espectacular mercadillo navideño en su plaza central o a Cesky Krumlov, el pueblo más bonito de toda la República Checa. ¡Enamora al instante!
Praga en Navidad
Nota: en este artículo te cuento los lugares imprescindibles que visitar en Praga en 2 días. ¡No te los pierdas!
Viena, un clásico por Navidad.
Cuando estudiaba piano en el conservatorio soñaba con un asistir alguna vez en la vida al Concierto de Fin de Año en la Ópera de Viena. Años después, me enteré que son tantas las solicitudes que se realiza por sorteo… ¡Qué pena! Aún así, no quería quedarme sin conocer Viena en Navidad. Y en cuanto pude escaparme ¡lo hice! Palacios imperiales, la elegante catedral de San Esteban o el edificio del Ayuntamiento se decoran con ramas de abetos, flores de pascua y grandes lazos de color rojo. Los mercados de adviento huelen a pan de jengibre y galletas navideñas. Además, hay muchos conciertos de música clásica en teatros e iglesias para sumergirse en la ciudad donde vivió Mozart.
Dónde viajar en Navidad, Viena
Consejo: reserva con antelación una visita a la Sala Dorada. Otra experiencia inolvidable es asistir a un concierto de música clásica en el Musikverein, entre los tres mejores sitios del mundo para escuchar música gracias a su excepcional acústica. Lo puedes hacer pinchando en este enlace.
La magia de Budapest.
A orillas del Danubio la capital húngara brilla más que nunca durante el mes de diciembre. Junto a su majestuoso parlamento se instala un abeto enorme. Por el centro de la ciudad hay mercadillos, pistas de patinaje sobre hielo, una noria gigante y una programación cultural para niños y adultos que incluyen representaciones de marionetas o ballet clásico como el Cascanueces. Si aún estás pensando dónde viajar en Navidad para este año… Visitar Budapest en Navidades es una excelente elección.
Budapest, una de las ciudades más bonitas donde viajar en Navidad
Belenes en Cracovia.
¿Quién dijo miedo al frío? Con un buen abrigo y ropa térmica, pasar una blanca Navidad en Polonia puede sonar sólo para valientes. ¿El premio? Descubrir la maravillosa ciudad de Cracovia sin apenas turistas, con sus tejados manchados de nieve. Disfrutar de un exquisito chocolate caliente en E. Wedel, una de las mejores chocolaterías del mundo. Pasear por el gran mercadillo navideño de la plaza del Mercado, con artesanías y muchos puestos de comida local. En Navidad hay que probar sí o sí la sopa de remolacha, ¡es deliciosa! Atención a los belenes de Cracovia: una tradición con más de 70 años donde los artesanos se vuelcan en crear auténticas obras de arte en miniatura. Los mejores se exhiben en el museo de la plaza, aunque también forman parte de la decoración de hoteles, restaurantes o tiendas.
En este artículo te cuento los mejores lugares que ver en Cracovia en 2 días. ¡Una ciudad preciosa!
Belenes en Cracovia, destinos donde viajar en Navidad
Brujas en Navidad.
Viajar a Flandes en Navidad tampoco decepciona. Amberes, Gante o la medieval Brujas destilan encanto por los cuatro costados en esta época. Desde la torre del Belfort llega el humeante vino caliente especiado y los wafles con chocolate caliente. En la vecina Gante se venden las «narices», gominola típica navideña. Con vuelos baratos a Bruselas y bien conectadas en tren las principales urbes, hacer una ruta de mercadillos navideños por Flandes puede ser un plan genial para esta época.
Gante en Navidad
Luces de Navidad en Barcelona.
El destino menos frío donde viajar en Navidad, al menos comparado con todos los anteriores. Con un clima mediterráneo, Barcelona sufre de saturación de turistas en época veraniega. En cambio, en diciembre se puede disfrutar de la ciudad condal con más calma, de todos sus monumentos modernistas: la Casa Batlló, la Sagrada Familia, la Pedrera… Añadiendo el encanto de las luces de Navidad. El Paseo de Gracia es un pasillo de luz con mariposas y estrellas al caer la noche ¡resulta hipnótico! Y para los más pequeños, hay un bus turístico de las luces de Navidad por la ciudad.
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En la zona del puerto se instala una noria. Qué decir del mercado de Santa Lucía, frente a la catedral, con el simpático Tió de la Navidad -un tronco que «caga» regalos al golpearlo-. Otra de las tradiciones navideñas en Barcelona es tomar un chocolate caliente con melindros en granjas típicas como Dulcinea, en el carrer del Petritxol, a unos pasos de la iglesia del Pi. Eso sí, más vale llegar temprano ¡que hay cola! No hay quien se resista…
Chocolate con melindros en Dulcinea, Navidad en Barcelona
