Medio siglo ha pasado desde que Juan Goytisolo, viajero por Almería, describiera en «Campos de Níjar» esta tierra como la más pobre y desértica de España: «solo hay lagartos y piedras». Este ilustre y cosmopolita visitante se aventuró por los soleados caminos entre la fascinación y la pena, como un habitante de otro mundo, dejando un testimonio y una sentencia que ha prevalecido en el imaginario colectivo: son muchas las veces que he escuchado que no hay nada que ver en Almería excepto desierto.
«La calina embruma los campos. La tierra parece calcinada y las nubes coronan los picos de la sierra».
Sin embargo yo a Almería la veo con otro cristal. Para mí es ese lugar sosegado, de aguas azules y campos de pitas. Donde las tardes al sol en el maravilloso Cabo de Gata se prolongan frente a la línea del horizonte dibujada por el Mediterráneo.
Yo creo que hay muchas cosas que ver en Almería. Mucho más que piedras y lagartos. Mucho con lo que deleitarse y razones para querer volver a ella una y otra vez… Son muchos los planes que hacer en Almería provincia.
Contenido del artículo
Qué ver en Almería, la ciudad del sol.
Qué ver en Almería: la Alcazaba árabe.
Estoy en el casco antiguo de la pequeña capital andaluza. Alcanzo por las callejuelas la entrada a la Alcazaba, la fortaleza árabe que vigila sus costa desde hace ya mil años. La entrada es gratuita y por una empedrada cuesta se accede a estas murallas, desde donde se contemplan espectaculares vistas. Abajo se divisa el azul del mar, sereno en la bahía. Las apretujadas casas del barrio de Al-medina me recuerdan a las de Tánger, al otro lado del Mediterráneo.
Sus estanques y torres, fuentes y aljibes nos hablan de un pasado glorioso, de tiempos ya olvidados. De cuando esta alcazaba fue residencia real y capital de un reino taifa, en plena Edad Media, congregando una corte de artistas y eruditos en torno a la figura del mítico Al-Jairán.
Entre estos muros se fraguaron historias de pasión y desengaño, intrigas… Pero las guerras entre reinos y la caída de Granada supusieron el abandono progresivo del recinto, que hoy añora los días en que la música árabe bailaba por los jardines.
«Cuando veáis el castillo de Almería llegáis a un mar de generosidad
Cuya diestra es perla y corales.
Y a cambio de las olas del mar que os afligen
Tendréis otras olas de oro y plata».
Ahmad ibn Muhammed Ibn Darrey (958 – 1030)
La Alcazaba de Almería, escenario de Juego de Tronos.
Hace tan solo unos meses la Alcazaba volvió a brillar, ya que fue empleada como escenario en la Sexta Temporada de «Juego de Tronos». ¿Te suena este estanque? Es la recreación del exótico Reino de Dorne en el que habitan las vengativas «serpientes de arena».
Qué ver en Almería: el centro de la ciudad.
Dejamos atrás la Alcazaba y el paseo continua por el centro de la ciudad. Almería es de esas ciudades pequeñas, calmadas, en la que se puede llegar caminando a todos lados. Una bendición para los que estamos acostumbrados a depender del metro. Aquí se fusiona la modernidad con lo antiguo; su pasado musulmán siempre está presente. Entre palmeras destaca la catedral – fortaleza, austera por fuera y renacentista por dentro.
En la plaza Vieja se sitúa el Ayuntamiento del S.XVIII con un grito a la libertad: el monumento a los Coloraos, liberales fusilados por oponerse al absolutismo de Fernando VII. El sol brilla ya en lo alto, sobre las parroquias y conventos ocupando enclaves que antes fueron mezquitas. Una visita al Museo de la Ciudad de Almería da una clara visión de la historia y del patrimonio de la capital andaluza.
Continúo mi caminar, ¿no oyes una música que habla de la paz mundial? Quizá sea el eco de artistas que pasaron por aquí como Jonh Lennon. Habitó la que hoy se conoce como la Casa del Cine y entre estas paredes compuso «Strawberry Fields Forever».

Fuente: turismodealmeria.org
Las populares Ramblas, el animado Paseo de Almería y el verde del parque de Salmerón me conducen a la luz del puerto y su bahía, donde desemboca el Cable Inglés. Un vestigio de la revolución industrial y el esplendor que vivió la ciudad hace un siglo. Una súbita sirena apaga el chillido de las gaviotas: está a punto de zarpar un barco a tierras africanas.
Esta pequeña capital del este de la península a menudo es ignorada por los turistas que planean una ruta por los lugares más bonitos de Andalucía. Sin embargo, para mí es una ciudad por descubrir, con rincones encantadores y en la que es fácil sentirse pronto como en casa.
Almería subterránea.
Luz que se apaga sin embargo al internarme por lo más oscuro de su subsuelo y de su historia: los Refugios de la Guerra Civil, que como una espina dorsal recorre el paseo a 9 metros bajo tierra.
De vuelta al sol buscando sus playas urbanas, sus chiringuitos en los que saborear el más delicioso pescado: pulpo, migas con sardinas, una sabrosa fritura… Aunque te voy a confesar una cosa: cuando bajé de la Alcazaba y me interné por el centro ya me tomé una cañita en el Casa Puga, con unas gambas rojas de tapa. Aquí mis bares preferidos para tapear en Almería.
Almería provincia, caminos de sol.
Caminos de sol los que se dirigen al este. Cabo de Gata es un paraíso de playas de aguas transparentes y onduladas montañas sobre el que ya he escrito a menudo, desvelando mis rincones secretos. La aridez mística de Los Albaricoques, con duelos del celuloide; la atmósfera trágica del cortijo del Fraile; el pueblo minero de Rodalquilar; el paraje lunar de la duna fósil de Los Escullos… Sin duda este es uno de mis lugares preferidos que ver en Almería, y en toda España.
«Entre el Cabo de Gata y Garrucha media una distancia de costa árida y salvaje, batida por el viento en invierno (…) Hay acantilados, rocas, isletas, calas. La arena se escurre con suavidad entre los dedos y el mar azul invita continuamente al baño».
«Hay viejas minas, abismos en cuyo fondo seco crecen matorrales y hierbas aromáticas, hay una extraña, casi surrealista, arqueología industrial y minera». Juan Goytisolo.
La Alpujarra almeriense.
Hacia el oeste de la ciudad, las montañas van creciendo en altura hasta los picos de Sierra Nevada, en el límite ya con la provincia de Granada. La Alpujarra almeriense, cuya capital es Laujar de Andarax, es un valle de viñedos y pueblos blancos tranquilos. Una bonita zona del interior de Almería por descubrir.
Y quizá después de todo el recorrido el viajero se convenza de que en Almería hay mucho más que «lagartos y piedras»…
Mar Vara
Tengo que confesar que soy una de esas personas que pensaban que en Almería no hay mucho que ver y que es un secarral, pero quizá tenga que replanteármelo, porque por lo que cuentas en el post, parece que si que hay cosas interesantes.
Besos!
cosmopolilla
Pues esto me reafirma en lo que he escuchado tantas veces eso de que en Almería no hay nada que ver y es un desierto. Por lo tanto me alegro mucho de haber escrito el artículo para que la gente se anime a ir y cambie de opinión. Por cierto, en mi canal de Youtube ayer publiqué también un vídeo sobre Almería 🙂
Un besazo
anna
Almería, Cabo de Gata para decir un lugar que me enamoró….la Playa de los Muertos, Carboneras pero tanbien las otras calas que tiene este parque son una maravilla que los españoles no sabéis que tenéis, que no hay que ir a Cancun aqui mismo lo encuentras todo lo que buscas, bucear con peces alado, es que todo lo os cuente es poco No os arrepentiréis si vais a visitar Cabo de Gata cualquier rincón es precioso, eso si hay que andar un poco para descubrir lo mas bello
cosmopolilla
Así es, Cabo de Gata es un paraíso, tengo varios artículos sobre este destino: https://lacosmopolilla.com/25-lugares-que-ver-en-cabo-de-gata/