El Señorío de Bertiz: un jardín histórico a orillas del Baztan

Abrazar una gigantesca secuoya, pasear junto a un ginkgo japonés o atravesar un bosque de bambú atentas al sonido del pájaro carpintero es posible en un mismo espacio: el Parque Natural del Señorío de Bertiz. ¿Su ubicación? A orillas del río Baztan, en el Pirineo de Navarra. Un pequeño paraíso remanso de paz en Oronoz – Mugaire, a tan solo 49 kilómetros de Pamplona y al sur del literario valle del Baztan. Un parque natural de 2.040 hectáreas que integra un jardín botánico con más de un siglo, declarado Jardín Histórico – Artístico. ¿Nos internamos por sus senderos?

El mágico río Baztán es la cabecera del Bidasoa, cuna de leyendas y mitos navarros desde su nacimiento en Errazu, bajo el monte Autza. Atraviesa el valle de Baztán pasando por Oronoz – Mugaire y Oyeregui, donde se ubica el Señorío de Bertiz, entrando en el valle de Bertizarana -donde ya toma el nombre de Bidasoa- hasta su desembocadura en el mar Cantábrico.

Jardín Botánico, Señorío de Bertiz en Navarra

Visita al Señorío de Bertiz, un maravilloso rincón al norte de Navarra. 

Salimos desde Pamplona, la cosmopolita capital navarra. En un corto paseo en coche de 45 minutos ya estamos inmersas en un paisaje frondoso, cubierto de densa niebla en las primeras horas del día. Bruma que se disipa al hacerse patente el sol, mostrando el verde esplendor del Pirineo atlántico. Así, el pequeño pueblo de Oronoz -con apenas 420 habitantes- se despierta.

Oronoz, Navarra

Caseríos, prados de vacas y casas de piedras adornadas con flores son el idílico escenario que retrató Dolores Redondo en la famosa Trilogía del Baztan, ambientada en Elizondo, a unos pocos kilómetros de aquí. Al otro lado del río que estructura la sombría trama policíaca, se elevan las copas de los árboles apretujados. Estamos ante bosque mixto: el Parque Natural de Bertiz. El enclave perfecto para historias de seres mitológicos y cuentos de hadas.

Río Baztan, Navarra

Nota: si no tienes coche para desplazarte desde Pamplona, te recomiendo esta excursión de un día al valle del Baztan, Zugarramurdi y el Señorío de Bertiz.

El Jardín Histórico – Artístico.

Dos espacios se diferencian en este parque natural que pertenece a la Comunidad Foral de Navarra. Por un lado el bosque, un hayedo – robledal de libre acceso, en el que hay varios caminos señalizados para hacer senderismo. La gran masa forestal cubre todo el monte Aizkolegi, de 842 metros de altura. En la base de esta montaña, cercado por una verja, se encuentra el palacio modernista de los nobles a los que perteneció durante siglos la finca o el Señorío, rodeado de un jardín botánico con especies arbóreas de todo el mundo. Para visitar la casa y el jardín histórico, hay que acceder en horario de visita y adquirir la entrada.

Entrada al Señorío de Bertiz

Horarios de visita del Señorío de Bertiz: de 10 a 14 y de 16 a 19h (verano) hasta las 17.30 en invierno. Lunes permanece cerrado. El precio de la entrada para adultos es de 3€.

Historia de la finca.

Ya en la Edad Media hay constancia de la existencia de esta finca perteneciente a la nobleza local. Desde 1392 la propiedad del Señorío fue pasando de generación en generación hasta finales del siglo XIX. En 1884 lo adquirió un industrial de la madera, Pedro Andrés de Oteiza, quien lo dejó a su hijo en herencia. Sin embargo, debido a las deudas se vio obligado a vender la finca: en el año 1898 la compran el matrimonio formado por Pedro Ciga y Dorotea Fernández, quienes transformarían el Señorío de forma definitiva. Comprometidos con la conservación de la naturaleza, recuperaron el bosque de Bertiz y remodelaron el antiguo palacio de verano, convirtiéndolo en una obra de arte.

Palacio del Señorío de Bertiz en Navarra

La gran casa solariega fue transformada en un palacio modernista, con porches, terrazas, enredaderas, añadiendo una capilla romántica con vidrieras estilo art-decó, inspiradas en la mitología y el paisaje navarro. Tal cual se conserva, siendo hoy el Señorío de Bertiz y su palacio uno de los sitios más bonitos que ver en Navarra.

Capilla romántica en el Señorío de Bertiz

Vidrieras modernistas en el Señorío de Bertiz

La zona del jardín del palacete se amplió considerablemente, dotándola de senderos entre parterres de flores, fuentes y estanques aprovechando manantiales naturales. Además de cenadores, pérgolas, miradores y un acceso al río Baztan.

Pérgola, jardín histórico – artístico del Señorío de Bertiz

No faltan los toques exóticos, inspirados en el lejano Oriente o las alusiones a los jardines paisajistas ingleses, de moda en esta época. Y este pequeño paraíso en la tierra de los Ciga – Fernández, fue donado a Navarra tras la muerte de don Pedro Ciga, en 1949.

Pérgola de inspiración japonesa

El palacio de Bertiz.

Las salas del palacio de Bertiz hoy se destinan a exposiciones de arte y museo. En el edificio llamado Tenientetxea (la casa del teniente de la finca) se ubica el Centro de Interpretación de la Naturaleza. Las antiguas cocheras, donde se guardaban los carruajes de la familia, acoge una maqueta del Parque Natural y una proyección audiovisual sobre este espacio protegido.

Exposición en el palacio

Árboles del mundo.

Dar un paseo por los caminos del jardín botánico es aprender sobre la botánica del mundo. Raros ejemplares de la otra parte del planeta crecen al amparo de unas condiciones de humedad y clima templado exhibiendo toda su exuberancia y verdor. Tonos que se transforman en ocres y dorados durante el otoño, en muchos casos. Algunos de estos «habitantes» extranjeros son el ciprés de los pantanos, originaria del sudeste americano. Bambú verde procedente de Asia. El Ginkgo, árbol de China y Japón donde se considera una planta sagrada y forma parte de los templos y cementerios. Los tejos son los árboles más antiguos del jardín: una especie autóctona, personaje que cobra vida en las leyendas y la mitología de Navarra.

Abrazando una secuoya en Bertiz

También en el Señorío de Bertiz se pueden observar ejemplares de liquidámbar, naturales de Norteamérica, esbeltos y amarillos en otoño. Protagonista indiscutible es la secuoya californiana, uno de los árboles más grandes de todo el parque. El frondoso paseo de los Tilos regala sombra en los pocos días en los que el calor aprieta y un aroma a tila al florecer en junio. Todo un despertar de los sentidos que no solo alegra la vista y el olfato; también es posible escuchar el toc – toc de algún pájaro – carpintero que anida en esta finca, junto con mirlos, trepadores azules o carboneros, entre otras especies autóctonas.

Senderismo en el Parque de Bertiz.

Las rutas señalizadas para hacer senderismo en el Parque Natural, el bosque de Bertiz, son varias: desde las más largas y empinadas que pueden llevar toda una jornada a rutas más cortas, ideales para familias con niños. Algunas de ellas:

• Cumbre del Aizkolegi: para disfrutar de las vistas al bosque y el valle del Baztan. Se salva un desnivel de 680 metros (el monte está a 830m sobre el nivel del mar) en unos 22 kilómetros de ida y vuelta desde el aparcamiento del parque hasta la cumbre. Tiempo estimado: entre 6 – 7 horas.
• Plazazelai: desde el aparcamiento al portillo de Plazazelai, en el límite ya del valle del Baztan, ida y vuelta. 16 km; 390m de desnivel; 5 horas. .
• Irretarazu: la senda parte desde la carbonera y finaliza en la pista del Aizkolegi. Distancia: 11 kilómetros; desnivel: 200 metros; tiempo estimado: 3 a 4 horas.
• Sendero Erreparatzea: 1,5 km desde el aparcamiento al puente de Reparazea por un sendero llano. Media hora de recorrido.

puente de Reparazea, Parque Natural Señorío de Bertiz

Descubre cuáles son los pueblos más bonitos del valle del Baztán.

• TURISMO RURAL