Lugares que ver en Río Dulce y Lívingston Guatemala
América Guatemala

Río Dulce y Lívingston: en barco por el Caribe guatemalteco

Escrito por la
el
23 febrero, 2023

El verde intenso y luminoso propio del trópico se mete por los ojos a orillas del lago de Izabal. Hemos dejado atrás las quebradas montañas cubiertas de bosque nuboso en Lanquín, Alta Verapaz, y llegado a Río Dulce, la puerta al Caribe de Guatemala. Un Parque Nacional paraíso de cayos y manglares donde habitan manatíes, caimanes, monos aulladores y muchas especies de aves acuáticas como garzas y pelícanos. Vamos a pasar un par de días descubriendo qué ver en Río Dulce y Lívingston, pueblo garífuna cuyos habitantes son descendientes de los esclavos africanos durante la era colonial.

Visitar Río Dulce y Lívingston no puede faltar en un Viaje a Guatelama. Si bien Lívingston nos causó un poco de decepción porque no se ajusta a la postal caribeña que tenemos en la mente de palmeras y playas turquesas -el agua estaba más bien color marrón- la belleza salvaje de Río Dulce, su fauna y su entorno no deja indiferente. Es un sitio perfecto para relajarse tomando un cóctel en una terraza escuchando a los monos aulladores y el revoloteo de los colibríes. Aperitivo de lo que nos esperaba al norte en la fantástica ciudad maya de Tikal.

Sitios que ver en Río Dulce y Lívingston, Guatemala

Sitios que ver en Río Dulce y Lívingston, Guatemala

Cómo llegar a Río Dulce y Lívingston. 

Este enclave caribeño fue nuestra penúltima parada del viaje de 2 semanas por Guatemala. Nos desplazamos en transporte privado desde Lanquín, tras disfrutar de las cascadas y pozas de Semuc Champey, en un vehículo que nos gestionó la agencia local Río Dulce. De normal hay shuttles turísticos que hacen ese trayecto trasladando a viajeros de un enclave a otro. Pero nosotras tuvimos la mala suerte de vivir una huelga de transportistas con «tapadas» y cortes en las principales vías: nos cancelaron el colectivo y tuvimos que buscar esta alternativa para poder salir de Lanquín y continuar en ruta. Otra opción es moverse hasta Coban, ciudad grande y con buenas conexiones, y desde ahí tomar un bus a Río Dulce de la compañía Litegua. La misma que hace el trayecto de Antigua Guatemala a Río Dulce. En nuestro caso, también gestionamos  con la agencia Río Dulce Travel el traslado de Río Dulce a Flores, último destino antes de volver a Cancún.

Una vez en Río Dulce, hay varios embarcaderos donde coger las barcas a los alojamientos -los que tienen más encanto están repartidos por las islas del lago-. También salen lanchas públicas o barcos a Lívingston, en el otro extremo del río, ya a orillas del Caribe guatemalteco. Una excursión que nosotras la reservamos en nuestro mismo alojamiento y merece mucho la pena, por lo agradable del paseo.

Lívingston, Guatemala

Lívingston, Guatemala

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Alojamiento en Río Dulce.

Una recomendación: quedamos encantadas con el Boatique Hotel and Marina, en plena naturaleza. Un proyecto sostenible de una pareja canadiense que ha construido un hotel ecológico con cabañas de madera, terraza y piscina. Además tienen restaurante con buenas opciones de comida local, incluyendo platos vegetarianos. Reservamos tres noches pero, el segundo día decidimos salir antes a la isla de Flores y cancelamos la reserva, sin que nos la cobraran. Un detalle que agradecimos mucho. 

Alojamiento en Río Dulce, Guatemala

Alojamiento en Río Dulce, Guatemala

Cosas que hacer y que ver en Río Dulce y Lívingston. 

Paseo en barca por el lago Izabal. 

Sentir la naturaleza y navegar por los manglares. Eso es lo mejor que hacer en Río Dulce: disfrutar de su bello entorno. Tanto la agencia local Río Dulce Travel como los propios alojamientos ofrecen tours en barca para adentrarse por este frondoso paisaje de agua y selva en busca de su fauna más auténtica. Lo ideal es reservar un día para ir hasta Lívingston (el trayecto es una hora y media aproximadamente, en barco) y otro para explorar los alrededores de Río Dulce. Por su riqueza natural es, sin duda, uno de los mejores sitios que ver en Guatemala que no deja indiferente.

Paseo en barca por el cañón de Río Dulce

Paseo en barca por el cañón de Río Dulce

El fuerte de San Felipe.

Es el sitio histórico más importante que ver en Río Dulce, un baluarte del siglo XVII que construyeron los españoles durante la época colonial para defender el comercio de los temidos piratas. Durante más de doscientos cincuenta años cumplió bien su misión, resistiendo, siendo atacado e incendiado en múltiples ocasiones. Situado en un enclave estratégico de acceso al lago, sus murallas se alzan en una colina verde rodeada de agua. El castillo se puede visitar por dentro, ya que ha sido recuperado y restaurado en tiempos recientes.

Castillo de San Felipe, que ver en Río Dulce y Lívingston

Castillo de San Felipe, que ver en Río Dulce y Lívingston

Avistamiento de manatíes.

En Río Dulce, además de las aves acuáticas típicas de este ecosistema, se pueden avistar manatíes en el lago Izabal; después, darse un baño en las cascadas de la finca El Paraíso. Una excursión que nos apetecía mucho pero tuvimos mala suerte con el tiempo (llovió bastante el primer día) y no llegamos a hacerla. Aunque sí pude ver manatíes hace años en Belice -muy cerca de Río Dulce de hecho- y son unos animales acuáticos formidalbes. En lugar de dejar la excursión para el día siguiente, a pesar de que estábamos encantadas en el sitio y el hotel, decidimos adelantar la salida hacia Flores debido a la huelga, para no quedarnos tiradas. Puedes echar un vistazo a este artículo de mi amigo Rubén y el Mundo que pasó más días que yo en Río Dulce.

Paseo en barca por Río Dulce

Paseo en barca por Río Dulce

Excursión a Lívingston, el pueblo garífuna. 

Situado en la desembocadura del río, en la bahía de Amatique, no hay otra manera de llegar a Lívingston que no sea por agua: en lancha pública o privada desde Río Dulce. El trayecto dura una hora y media sin hacer paradas. Más si, como nosotras, aprovechas el paseo para ver los manglares, parar en unas aguas termales y de paso dar una vuelta por el castillo de San Felipe. Vamos, que en lugar de ir directamente al pueblo de Lívingston hicimos un tour 2×1. Y me alegré un montón porque es más bonito el camino en sí que la propia aldea.

Puestos en Lívingston

Puestos en Lívingston

El pueblo de Lívingston es pequeño y humilde. Con un paseo de un par de horas es suficiente para recorrer sus callejuelas que se distribuyen paralelas al mar. Casas de madera pintadas de alegres colores, puestos de artesanías locales, alguna tienda de ultramarinos y los restaurantes del puerto dan una idea de lo que es este curioso enclave en la costa guatemalteca. Una población afrocaribeña habitada por la etnia garífuna, descendientes de los esclavos africanos que fueron obligados a trabajar en las plantaciones durante la época colonial.

Lívingston, el pueblo garífuna

Lívingston, el pueblo garífuna

Con Lívingston nos pegamos un pequeño chasco con respecto a la playa: aunque tiene palmeras, el agua estaba muy revuelta y color marrón. Nada que ver con otros destinos caribeños paradisíacos en los que he estado como San Blas en Panamá o las playas de República Dominicana. Sí que nos hablaron de la posibilidad de negociar un tuc-tuc a playa Blanca, la más popular de la zona a unos 10 minutos en coche de allí. Pero dado que había previsión de lluvia no nos animamos. El pueblo en sí resulta bastante normalito: no tiene mucho encanto y el ambiente nos pareció un poco enrarecido.

Playa de Lívingston

Playa de Lívingston

El tapado, comida típica de Lívingston.

Lo que sí que hicimos y que recomiendo es comer el guiso local a base de marisco y pescado, leche de coco y plátano: el tapado, en uno de los restaurantes del muelle: estaba delicioso. Uno de los platos emblemas de la gastronomía de Guatemala. Tras el almuerzo, la lancha nos recogió de vuelta a nuestro oasis de hotel en Río Dulce. Como ya dije, disfrutar de la belleza de las paredes kársticas del cañón del río Dulce antes de su desembocadura, del paraje de exhuberante belleza tropical, es lo mejor de la ruta. Lo que hace que merezca la pena el viaje. A pesar de que el destino final, Lívingston, carezca en sí de atractivo.

El tapado, comida típica de Lívingston

El tapado, comida típica de Lívingston

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Patricia Rojas
Barcelona

¡Hola! Soy Patri, periodista y apasionada de los viajes. Andaluza de Motril (Granada) desde 2013 escribo en lacosmopolilla.com relatos de lugares y gentes del mundo. En mi web encontrarás completas guías de países y ciudades, consejos para ahorrar viajando, rutas en coche o artículos sobre gastronomía local. ¿Viajamos juntas?

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