Contemplar el pico del Everest, el techo del mundo, arañando el cielo desde el campo base. Avistar rinocerontes asiáticos y otras especies salvajes en su hábitat en el Parque Nacional de Chitwan, en la frontera india. Visitar la casa de Buda, cuna de esta religión y otros templos milenarios. Vivir el festival del Teej -la fiesta de la mujer-, el Indra Jatra -final del Monzón- o la Luna Llena en Bodhnath, la estupa más grande del continente… Son alguno de los mejores planes que hacer en Nepal en un fascinante viaje al país del Himalaya. A mí me cautivó por completo y eso que en 20 días ni por asomo pude disfrutar de todo lo que tiene que ofrecer. Nepal es el perfecto destino donde naturaleza y espiritualidad son una. Es de esos lugares donde se quedó un cachito de mi corazón: estoy segura de que volveré algún día.
Los amantes de la montaña aman Nepal. Y no es de extrañar porque no hay nada como hacer senderismo en el Himalaya. Despertar al amanecer y tener en el horizonte las cumbres de los Annapurnas vuela la cabeza. Tanto como el reto de alcanzar su campo base. Una de las aventuras más increíbles de mi vida. Si a esto sumamos que resulta sumamente fácil viajar a Nepal por libre, es barato, seguro y su gente, amable y acogedora… ¿Cómo no voy a querer volver? Eso sí, en mi Ruta por Nepal en 20 días tuve que escoger qué lugares visitar y dejar otros muchos en el tintero. No fue fácil. Así que a continuación enumero los lugares que ver en Nepal imprescindibles, según mi experiencia. Y otros tantos que me hubiera gustado incluir en el itinerario, por si te queda tiempo disponible. ¡Sigue leyendo!
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¿Cuál es la mejor época para viajar a Nepal? Mi experiencia.
La temporada alta, de mayor afluencia de visitantes, es desde finales de septiembre -cuando termina la época de lluvias- a finales de noviembre. El Monzón se produce desde junio hasta mediados de septiembre: no son los mejores meses para ir a Nepal por razones obvias, especialmente para hacer trekking por el Himalaya. Durante el invierno, de diciembre a marzo, hay que tener en cuenta que las temperaturas son frías y la nieve está baja; en primavera, de marzo a junio es temporada seca pero hay riesgo de aludes, por lo que a veces se producen desalojos de los campos bases o no se permite la subida por motivos de seguridad. Ahora bien, todo es relativo.
Mi viaje a Nepal fue a finales de agosto – mediados de septiembre. Hubo días de lluvia, sí, pero tampoco nada dramático, aunque el sur de país sí que estaba sufriendo inundaciones y no era posible viajar a esa zona. El mayor fastidio, que por la abundancia de nubosidad resulta más complicado ver la cima de las montañas -al amanecer y al atardecer suele despejarse-. Bueno, y que si llueve mucho salen las sanguijuelas… Pero no son venenosas y con un poquito de sal mueren. La ventaja: encontrar la mayoría de alojamientos libres, cosa que en octubre suele ser complicado. Mi consejo es mantenerse al día de la información metereológica y esperars a los días menos lluviosos para hacer el trekking. Otra opción si sólo puedes viajar a Nepal en agosto es hacer senderismo en el norte del país: el valle prohibido de Mustang, donde no llega el Monzón.
Cómo llegar a Nepal.
Desde España no hay vuelos directos a Katmandú, la capital nepalí. Hay que hacer escala en algún país intermedio. Te recomiendo mirar en buscadores como Kayak o Skyscanner la mejor opción de horarios y precios. En mi caso fue con la compañía Qatar Airways, haciendo escala en el aeropuerto de Doha.
Desplazamientos: cómo moverse por Nepal.
Una vez en Nepal la mejor forma de moverse es en transporte público: hay taxis al centro de la ciudad, autobuses entre las principales urbes. En los alojamientos y agencias de viajes locales, ubicadas en el turístico barrio de Thamel, se pueden conseguir los billetes para ir a Pokhara, la puerta al Annapurna, al pueblo newar de Bandipur o la avioneta a Lukla, donde comienza el trekking al Campo Base del Everest. Si no te quieres complicar, siempre es una buena opción reservar un tour desde Katmandú. Por ejemplo, una visita guiada de la mano de una persona local, una excursión a la pintoresca ciudad de Patan, o incluso ¡un vuelo en avioneta sobre el Himalaya! De esas experiencias inolvidables en la vida.
¡No viajes a Nepal sin seguro médico!
En Nepal no estamos cubiertos por las prestaciones de la Seguridad Social como en España, por lo que si enfermamos es necesario tener un buen seguro de viaje a Nepal. Indispensable para hacer trekking por el Himalaya, ya que es obligatorio a la hora de gestionar los permisos. Por los imprevistos que puedan pasar, yo confío en Heymondo. Tiene coberturas médicas en el extranjero con la opción de añadir deportes de aventuras. Y un chat médico activo 24 horas en la app en español que funciona genial (he hecho uso). Además, las llamadas desde el extranjero son gratuitas también desde la aplicación. Si lo compras a través de mi web tienes un 5% de descuento. Lo puedes conseguir aquí:
Ahora sí, una vez aclarado el tema de la logística y otras cuestiones prácticas -si tienes dudas déjame un comentario, trataré de responder lo antes posible-… Vamos con la lista de cosas imprescindibles que hacer en Nepal.
1 – Recorrer el valle de Katmandú.
La puerta de entrada y corazón del país es la caótica Katmandú, la principal metrópoli que ver en Nepal y que a nadie deja indiferente. Destartalada y ruidosa, puede generar cierta saturación, pero tiene un toque de entrañable. Casi todos los turistas que llegan a Katmandú se alojan en el turístico barrio de Thamel, repleto de bazares, tiendas de souvenirs, restaurantes con comida muy rica y barata y cerveza prohibitiva -como en la mayoría de países de Asia-… Yo reservé un par de noches en un hostel muy agradable y limpio: el Yala Peak, donde el simpático recepcionista nos consiguió el billete de bus para Bandipur y nos acompañó de madrugada a la estación, previa bendición hindú en el vestíbulo. Toda una experiencia.
Katmandú, la capital de Nepal.
Hay muchos lugares que visitar en el valle de Katmandú, algunos de ellos declarados Patrimonio de la Humanidad. Haciendo base en la capital o incluso reservando alojamiento en las ciudades aledañas (Patán y Bhaktapur) no hay que perderse el casco antiguo de Katmandú, ubicado alrededor de la histórica plaza Durbar. Un despliegue de olores, colores y sonidos en torno a la cultura hinduista que resulta chocante para las personas occidentales. Subir al icónico templo de Swayambhunath -conocido como el templo de los Monos, puedes imaginar por qué-. Ir al barrio tibetano de Bodhnath, donde está la estupa más grande de Asia ¡si es en luna llena la decoran preciosa y verás a mucha gente rezando al atardecer! Y siempre con mucho respecto, acercarte hasta Pashupatinath, el santuario hindú más importante del país. Aquí están los Holy Men y es donde se realizan las cremaciones -funerales- en el río Bagmati. A mí me impactó mucho.
Consejo: para empaparte de toda su cultura e historia de la mano de una persona local, te recomiendo hacer una Visita guiada por Katmandú.
La ciudad – estado de Patan.
En la ruta de ciudades imperiales que ver en Nepal, Patan se localiza al sur de Katmandú, al otro lado del río Bagmati. Su casco histórico es una joya: talleres y tiendas de artesanos, templos centenarios, un palacio real -hoy museo- y el maravilloso monasterio budista fundado en el siglo XII: el Templo Dorado.
Bhaktapur, la Ciudad de los Devotos.
La ciudad medieval más increíble de todo el valle de Katmandú ¡imprescindible! En su corazón se alza el templo de Nyatapola: con 30 metros de altura y cinco plantas ¡es el más alto de Nepal! Milagroso que sobreviviera al terrible terremoto que asoló Nepal en 2015. Por suerte, el país se recupera… Aviso: no te vayas de Bhaktapur sin probar su famosos yogur natural ¡una delicia!
2 – Hacer trekking en el Himalaya.
Adentrarnos por los senderos del Himalaya y contemplar las cumbres más altas del mundo es lo mejor que hacer en Nepal sin duda alguna. Ahora bien, la pregunta más complicada: ¿qué ruta de trekking en Nepal escoger? Porque hay muchas… Mi consejo: depende de los días disponibles y tu condición física, así de simple. Yo me decidí por hacer uno de los más típicos: el Trekking al Campo Base del Annapurna. ¡Y me flipó la experiencia! A continuación, desgloso algunas de las opciones para hacer senderismo en Nepal para ayudarte en la elección:
Trekking en el Annapurna.
Una de las rutas más concurridas por su belleza y el buen equipamiento en cuanto a alojamientos -campamentos-. Hay que llegar a la ciudad de Pokhara y tramitar allí los permisos en la oficina gubernamental. El trekking se puede hacer por libre (aunque no en solitario) o con guía y está muy bien señalizado. Hay 2 rutas: el ABC o Campo Base del Annapurna (7 días) y el Poon Hill (4 días), el mirador del macizo del Annapurna. La primera es medianamente dura y maravillosa, empezando en el pueblo de Naya Pul, a 900 metros y terminando en el Campo Base, a más de 4000 metros de altura. La segunda es más corta y menos exigente, ideal para viajeros no muy senderistas o si viajas a Nepal en invierno, ya que llega a tanta altura. El combo total une las dos: el Circuito del Annapurna, sólo para valientes.
Campo Base del Everest.
¿Quién no ha soñado con la montaña más alta del mundo? Mítico y majestuoso, sin duda este es el trekking más famoso que hacer en Nepal. Tengo que confesar que lo estuve valorando pero lo descarté porque iba a ocupar casi todo mi viaje a Nepal. La ruta clásica es de al menos 12 – 15 días saliendo desde Lukla, la ciudad a la que hay que volar en avioneta desde el aeropuerto de Ramechhap, a 5 horas en coche desde Katmandú. El Campo Base del Everest está a 5250 metros de altura, por lo que hay que subir al menos en 7 – 8 días, para aclimatar el cuerpo y tratar de evitar el temido mal de altura. Montañeros más expertos extienden el itinerario hasta el valle de Gokyo, que debido al hielo ya requiere uso de crampones y piolets. Si te decides por esta ruta, te recomiendo planificar el viaje con bastante antelación, especialmente en temporada alta, ya que por lo épico es la más demandada.
Nota: puedes contratar una ruta privada de trekking de 15 días al Campo Base del Everest en este enlace. Incluye el guía, los permisos y los alojamientos, aunque no el seguro de viaje.
Trekking por el valle de Langtang.
Tras el Everest y el Annapurna, el tercer sitio más popular donde hacer trekking en Nepal es el valle de Langtang. Situado a 70 kilómetros de Katmandú, justo en la frontera con el Tíbet, este profundo valle con montañas que superan los 6.000 y 7.000 metros de altura. A la sombra del Langtang Lirung (7.209) y el Ganchempo (6.455) crecen los bosques de bambú, con una fauna endémica espectacular, como los monos del Himalaya, el leopardo de las nieves, osos negros o el panda rojo del Himalaya. Además hay pueblos de casitas de piedra como Langtang y Kyanjin Gompa, con su popular quesería y monasterio budista de cuatrocientos años ¡un planazo! El Langtang son 7 – 9 días de trekking, depende del ritmo que quieras llevar, desde Dhunche hasta Kyanjing Gompa. Para hacer esta ruta, ten en cuenta que antes hay que tramitar los permisos en la oficina de Nepal Tourism Board en Katmandú.
El valle prohibido de Mustang.
Si huyes de las multitudes y estás buscando un lugar menos típico que visitar en Nepal apunta el valle prohibido de Mustang. Su nombre en sí ya resulta evocador y sugerente ¿verdad? Antaño reino independiente, el Mustang es la zona más remota de Nepal, ubicado en la cara norte del macizo del Dhaulagiri, barrera natural para el Monzón con sus ocho mil metros de altura. Un territorio aislado y muy poco turístico, al que hay que llegar en un vuelo doméstico a Jomsom, saliendo desde Pokhara. Desde esta pequeña ciudad se plantean dos trekkings: el Bajo Mustang, por aldeas, cañones, monasterios y miradores a las montañas. Y el Alto Mustang, entre lagos glaciares y paisajes de infarto: para este que se requiere un permiso especial de 500$.
3 – Visitar Pokhara, la puerta al Annapurna.
No todo va a ser trekking, visitar la ciudad de Pokhara es otra de las cosas imprescindibles que hacer en Nepal. A orillas del lago Phewa Tal la segunda urbe en población del país se extiende con un caos más ordenado que en Katmandú, donde los montañeros disfrutan de unos días de descanso en el barrio de Lakeside. Restaurantes, tiendas de ropa y equipamiento para el trekking… El ambiente de Pokhara es envidiable. Merece la pena pasar un par de días en esta acogedora urbe explorando sus templos -como la Pagoda de la Paz Mundial– la naturaleza de sus alrededores o el barrio tibetano. Mi alojamiento recomendado, por calidad – precio: estuve muy bien en The North Face Inn. Consejo: no dejes de ir al borde del lago al amanecer, cuando con un poco de suerte y si no hay nubes se puede ver reflejado el macizo del Annapurna, «la reina de las cosechas» según la población local.
4 – Conocer Bandipur, un pueblo newar.
Este pueblo de arquitectura tradicional newar es uno de los más bonitos que ver en Nepal ya que su situación en un alto lo convierte en un mirador a las montañas del Himalaya. Aislado durante siglos, Bandipur conserva intactas sus tradiciones y es pura tranquilidad. Los niños juegan en la calle entre animales domésticos como cabras y gallinas. Las mujeres limpian el maíz en la puerta de sus casas… Aquí pasé un par de días y me encantó.
5 – Probar la gastronomía de Nepal.
Las personas que me leéis desde hace tiempo sabéis que degustar la comida local es una de mis pasiones ¡no puedo entender un viaje sin la parte gastronómica! ¿Y qué se come en Nepal? Mucho arroz, por supuesto. Los momos son el plato nacional: unas empanadillas a base de masa de harina, fritas o al vapor, rellenas de carne o verduras. También es muy típico en la gastronomía de Nepal el Dal Bhat, plato de origen hindú, servido en un plato metálico con diferentes cuencos que incluyen la sopa de lentejas negras, vegetales, carne o pescado. Los platos del Tïbet como la olla caliente tibetana o los Buff Sha Bale -empanadas redondas de carne- también son fáciles de encontrar. Dos países hermanos con los que se comparten los picos más altos del mundo, la religión y otras muchas costumbres.
6 – Parque Nacional de Chitwan.
Si te gusta avistar fauna salvaje, un safari en el Parque Nacional de Chitwan -traducido como «el corazón de la jungla»- es otro de esos planes imprescindibles que hacer en Nepal. Casi 1000 kilómetros cuadrados de selva, marismas y praderas donde viven especies en peligro de extinción. Por ejemplo, el rinoceronte indio -subespecie del asiático- elefantes, leopardos o incluso el escurridizo tigre de Bengala. El parque está declarado por la Unesco como Patrimonio Mundial y es una gran opción para quien viaje a Nepal en invierno (de noviembre a marzo) ya que al estar al sur del país las temperaturas son benignas (media de 25 grados). En verano hay Monzón y mucho calor húmedo. La forma más fácil de visitar el parque desde Katmandú es reservar un tour de 2 días en Chitwan.
7 – Lumbini, la casa de Buda.
En la parte más occidental de Nepal, a 300 km de la capital a sólo 20km de la frontera con India, se encuentra el pueblo donde nació el príncipe Siddhartha Gautama en el año 563 a.C. Lumbini es a los budistas como a los musulmanes La Meca. Patrimonio de la Humanidad por su importancia histórica, a este destino considerado sagrado por los budistas llegan cada año miles de peregrinos para meditar, buscando ese camino a la Iluminación que alcanzó el príncipe, convirtiéndose en Buda, a los 35 años. El templo de Maya Devi es el foco de atracción turística. Considerado el santuario budista más antiguo del mundo, está situado junto a los jardines y el estanque donde nació Siddharta. Hay más de 30 monasterios repartidos por la ciudad; algunos de ellos ofrecen alojamiento a sus visitantes. Sin duda la experiencia más espiritual que hacer en Nepal.
8 – Nepal: puerta a Bután y Tíbet.
¿Por qué no? En Katmandú hay numerosas agencias de viaje locales que ofrecen tours de 3 – 5 días volando desde Katmandú a Bután, el reino del dragón del trueno y el Tíbet, cuyo corazón es Lhasa. Mucho más económico que contratarlo desde España y además, a estos dos países sólo se puede ir con guía. Reconozco que me quedé con las ganas y es algo que espero poder hacer algún día…
Y ahora dime, ¿está viajar a Nepal entre tus sueños viajeros?
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