Palmeras en A Coruña
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¿Por qué hay palmeras en A Coruña?

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29 marzo, 2016
Parque, palmeras en A Coruña

Parque, palmeras en A Coruña

Palmeras en A Coruña.

El Atlántico abraza el istmo sobre el que se asienta la capital de las Rías Altas, observo desde las alturas antes de aterrizar en el aeropuerto. Es la primera vez que vengo a A Coruña, sola y de paso, por trabajo. No es tan bonita como Santiago de Compostela, me han dicho. Pero nada más poner el pie huelo a mar y a tierra mojada. Se nubla y sale el sol a cada instante. Galicia, cuánto me gustas, pienso mientras cojo el bus al centro. Desde el cristal mojado pasan sus calles. De pronto, veo una iglesia moderna y blanca, a cuya entrada posa una palmera.

Iglesia, A Coruña

Iglesia, A Coruña

¿Palmeras en A Coruña?

El autobús sigue y me bajo junto al parque de la estación. Tengo unas horas libres y a pesar del tiempo inestable aprovecho para dar un paseo. Ahí están de nuevo. Frente al puerto hileras de esbeltas palmeras. Como si en lugar de una ciudad del norte estuviera en una soleada urbe mediterránea. Tengo la sensación de que desentonan. Simplemente, no me las esperaba en este clima lluvioso. En mi imaginario asocio Galicia con prados de vacas. Esos paisajes que he ido descubriendo en mis viajes, cuando he hecho una ruta por Galicia en coche. Aquí, los troncos están cubiertos de verde y de gotas, pero palmeras al fin y al cabo.

Palmeras en A Coruña

Palmeras en A Coruña

Entre divagaciones se cuela el chillido de las gaviotas, mezclado con el tráfico tranquilo de capital de provincias, mucho menos estresante que el de Madrid. Continuo por el sendero sorteando los charcos. Los jardines son una delicia. Saludo a la condesa de Pardo Bazán, novelista, periodista, ensayista, crítica literaria y otros tantos títulos, además de introductora del naturalismo en España.

Condesa de Pardo Bazán, Jardines de Méndez Núñez

Condesa de Pardo Bazán, Jardines de Méndez Núñez

¡Cuidado con las fieras aladas que protegen este vergel encantado!

Jardines de Méndez Núñez

Jardines de Méndez Núñez

Ante mí se abren amplias explanadas con señoriales edificios, reflejando en sus vidrieras las ramas finas y puntiagudas.

Palmeras en A Coruña

Palmeras en A Coruña

Un poco más adelante, me deslumbran las fachadas acristaladas modernistas, blancas y luminosas. Estas son casas de principios del siglo XX, pertenecientes a la burguesía coruñesa más acomodada, con negocios en ultramar.

Fachadas modernistas

Fachadas modernistas, A Coruña

De nuevo me sorprende una palmera solitaria, que parece saludar a la vecina del tercero, obstaculizando la vista al mar. ¿Le importará de algún modo? ¿Quién vivirá tras esa ventana?

Paseo, palmeras en A Coruña

Paseo, palmeras en A Coruña

Veleros, puerto de A Coruña

Veleros, puerto de A Coruña

Las callejas se abren a la plaza de María Pita, el corazón de A Coruña. La heroína de la ciudad sostiene sobre su mano una lanza. A sus pies yace el alférez de la Armada Inglesa al que se enfrentó en el asalto de 1589, desmoralizando a las tropas enemigas que emprendieron la retirada.

Plaza de María Pita

Plaza de María Pita

«Quen teña honra, que me siga»

Plaza de María Pita, A Coruña

Plaza de María Pita, A Coruña

En un lateral pasa casi desapercibida la iglesia de San Jorge, pequeña y solemne. Con un cruceiro en la placita, su estilo barroco compostelano no deja duda de que sí, estoy en tierras galleguiñas.

Iglesia de San Jorge

Iglesia de San Jorge

El paseo sin rumbo me devuelve a mar abierto. Más palmeras en A Coruña, despeinadas por el azote del viento, enmarcan el castillo de San Antón, una de las baterías del S.XVI que servían de defensa a la ciudad, situado en un islote de la bahía.

Castillo de San Antón, palmeras en A Coruña

Castillo de San Antón, palmeras en A Coruña

Construido por orden de Felipe II, el interior de la fortaleza hoy es el Museo Arqueológico e Histórico de A Coruña. En él se exponen interesantes piezas de la Historia de Galicia, desde la Prehistoria a la época romana o el medievo, procedentes de restos arqueológicos hallados en excavaciones por toda la provincia.

Reloj de sol romano

Reloj de sol romano

Estelas funerarias del S.III

Estelas funerarias del S.III

Fuente de piedra en el patio, castillo de San Antón

Fuente de piedra en el patio, castillo de San Antón

Hora de reponer fuerzas a base de caldo gallego en una tasca del casco antiguo.  ¿Por qué hay palmeras en A Coruña? Le pregunto al camarero. «No sé», me responde encogiéndose de hombros, «siempre estuvieron ahí…»

Parque, palmeras en A Coruña

Parque, palmeras en A Coruña

Trabajar hasta la noche cerrada. Dormir en un hotel cualquiera, frío e impersonal, soñando con las olas furiosas. Me despierto escuchando el diálogo histérico de las gaviotas. Entonces recuerdo que estoy en A Coruña y que tengo toda la mañana para andar a mi aire.  Me pierdo por las callejas de la Ciudad Vieja, buscando esas palmeras en lugares insólitos. Las encuentro en cualquier plaza. Decorando un edificio institucional. Junto a una escuela infantil o en San Amaro, el cementerio del mar.

San Amaro, A Coruña

San Amaro, A Coruña

Mis pies me conducen hasta los confines, a las colinas verdes que terminan en un abrupto y rocoso acantilado sobre el Atlántico. Aquí ya no hay palmeras, no hay árboles. Sólo piedra esculpida por las olas del océano salvaje.

Océano Atlántico, A Coruña

Océano Atlántico, A Coruña

De repente me he trasladado a la Edad Antigua, a los tiempos de la mitología y los héroes ancestrales. Me encuentro en un verde prado de menhires apuntando al cielo. Esta es la colina destinada a los rituales paganos.

Paseo dos Menhires, A Coruña

Paseo dos Menhires, A Coruña

Con la nave de los Argonautas conducida por Hércules, en busca del Vellocino de Oro. Según la leyenda, las naves griegas eran tan ligeras que podían cargarlas sobre su espalda. Detrás la Copa del Sol, con el bálsamo de la inmortalidad. Una caracola que recoge y amplifica el sonido marino. O Caronte, el navegante del submundo.

La nave de los Argonáutas

La nave de los Argonáutas

La Torre de Hércules destaca al fondo, gloriosa. Es el único faro romano y el más antiguo en funcionamiento del mundo, ligado al mito fundacional de A Coruña. Cuenta la leyenda que se eleva sobre los restos del cruel gigante Gerión, rey de Brigantium, a quien derrotó Hércules a petición de sus súbditos. Para señalar el lugar edificó un túmulo con una antorcha y fundó una ciudad cuya primera habitante fue una mujer llamada Cruña.

Torre de Hércules

Torre de Hércules

En este paisaje siento libertad absoluta, armonía, paz. Las olas se estrellan contra la pared en una danza de viento y espuma. Estoy tan fascinada que tengo que hacer un esfuerzo enorme para retomar mis obligaciones laborales.

Mar bravo de A Coruña

Mar bravo de A Coruña

La tarde se acaba y tengo que volar a Madrid. Retorna la lluvia. El taxista es muy dicharachero y me pregunta de dónde soy, si he visitado más veces Galicia. Le cuento que hace poquito estuve en Finisterre, el fin del mundo gallego. Se entusiasma. Decido probar suerte de nuevo: ¿Por qué hay palmeras en A Coruña? Se sorprende: «No lo sé, a algún alcalde le gustarían y se dedicó a plantarlas. Están bien, hacen la ciudad más alegre ¿no? Aunque es cierto que no van mucho con lo que es el clima gallego…»

Palmeras en A Coruña, Galicia

Palmeras en A Coruña, Galicia

Palmeras de allende los mares…

Creo que habla consigo mismo, que por vez primera hace esta reflexión. Una vez en casa no puedo reprimir la curiosidad y busco en Internet la respuesta: las palmeras las trajeron los indianos a principios del S.XX. Palmeras que ya están totalmente aclimatadas al tiempo atlántico. Palmeras de aquellos intrépidos que se marcharon a hacer fortuna a Las Indias, en recuerdo de la tierra que habían descubierto allende los mares…

Ese mar que empieza donde mira la Torre de Hércules… Donde a sus pies, por fin, encontré mi rosa de los vientos, de sal, verde y azul marinero.
Rosa de los vientos

Rosa de los vientos

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22 Comentarios
  1. Responder

    irene

    29 marzo, 2016

    ¡Que buen recorrido por A Coruña!

    yo tengo una súper cuenta pendiente con Galicia y es que tengo parte de familia allí y he ido poquísimo. Me sorprende ver tanta variedad de cosas que ver… pero ya tenía puesto el ojo en la ciudad. Así que espero poder ver pronto todo de lo que hablas con mis propios ojos!!!!

    saludotes,

    Ire

    • Responder

      cosmopolilla

      29 marzo, 2016

      Gracias, Irene. A mí me sorprendió por bonita A Coruña, tengo que volver para conocerla mejor.
      Un besazo

  2. Responder

    Ana

    29 marzo, 2016

    Eso de que Coruña no es tan bonita como Santiago… o lo dijo uno de allí, o alguien que nunca visitó Coruña. En Santiago hay un casco viejo bonito, pero nada más. El paisaje es La Coruña es inigualable, diferente, variopinto… diferentes estilos arquitectónicos por toda la ciudad, antigua y bella arquitectura, su encantadora Ciudad Vieja, el Ensanche, los maravillosos edificios que rodean la Plaza de Lugo, la belleza de las galerías coruñesas, únicas en el mundo… «Ciudad de Cristal»… sus largas «calles de los vinos», donde conviven antiguas tascas de renombre con locales que son el último grito. Su costa, sus numerosas playas urbanas, su paseo marítimo, de los más largos de Europa, y su variado recorrido. Sus antiguos y románticos tranvías, recuperados, aunque actualmente parados. Sus temporales, con los coruñeses asomados a su particular Balcón del Atlántico que es esta ciudad, contemplando ese inigualable espectáculo sin cansarse nunca de verlo, o su mar en calma. Sus enormes parques, como el de Bens y el de San Pedro, donde se conservan unas maravillosas Baterías, convertidas en museo, y desde donde se divisan unas hermosas vistas de la ciudad y la Costa Ártabra. Sus jardines (Cantones, Rosaleda), el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología, Domus, Aquarium Finisterrae, Casa de las Ciencias con su Planetario, Bellas Artes, Delegación del Gobierno, etc., su importante puerto, tanto de carga y descarga como pesquero y de pasajeros, su enorme historia, cuna de tantos y tantos gallegos ilustres, muchos de ellos enterrados en el maravilloso Cementerio de San Amaro. La formación de Picasso como pintor en esta ciudad, donde vivió siendo niño, donde murió su hermana, también enterrrada en San Amaro… Y cómo no, su gente. Coruña está siempre llena de Vida. Llueva o haga sol. De día y de noche. Ya se sabe… «Vigo trabaja, Santiago reza y Coruña se divierte». También «Vivir na Coruña, que bonito é, andar de parranda e dormir de pé», o éste otro: «Si me dieran a escoger, yo no sé qué escogería, si entrar en Coruña de noche o entrar en el cielo de día». Ya lo dice la canción, una de tantas dedicadas a esta hermosa ciudad: «qué más se puede pedir que vivir en La Coruña, que vivir en La Coruña, mi bien, qué más se puede pedir…»

    Coruña es muchísimo más que una ciudad con palmeras. Creo que en las palmeras es en lo que menos se fijan quienes la visitan. Tiene una Historia detrás, tiene mucho que contar y ofrecer. Ah, y no es capital de provincias. Fue la Capital de Galicia, hasta que por motivos políticos se la llevaron. ·»Muy noble y muy leal ciudad de La Coruña, cabeza, guarda y llave, fuerza y antemural del Reino de Galicia».

    • Responder

      cosmopolilla

      29 marzo, 2016

      Hola Ana,
      Muchas gracias por leer mi artículo y dejarme tan extenso comentario. Desde el sur hay mucha gente que le encandila Santiago, entiendo la rivalidad entre ambas ciudades. A mí me gustan mucho las dos y creo que tienen cosas inigualables, como la catedral (que para mí es la más bonita de España, siempre lo he dicho) y de Coruña todo lo que dices, su fachada atlántica, la torre de Hércules, sus casas modernistas… He ido dos veces pero quiero volver para verla más a fondo porque me gustó mucho. Obviamente lo importante no son las palmeras, son la excusa o el leitmotiv para dar un paseo por los rincones más emblemáticos de la ciudad: de los jardines de Méndez Núñez a la Torre de Hércules.
      Un saludo

      • Responder

        Ana

        29 marzo, 2016

        Hola! No se trata de rivalidades. Se trata de darle a cada uno lo que le corresponde. Santiago tiene fama por el tema del Camino, y por la promoción que se hace, o se hizo. Coruña (Camino Inglés) afortunadamente también es muy conocida fuera de aquí, ya no solo a nivel estatal, ha sabido promocionarse bien, y la gente que de verdad viaja no se limita a ir al lugar más nombrado, sino que recorre y recorre, busca algo más, y Coruña es uno de los destinos. He leído comentarios sobre Coruña de cantidad de visitantes extranjeros y son para quitarse el sombrero, porque Coruña es una ciudad para caminarla, para olerla, vivirla y sentirla, una ciudad además con una oferta cultural y gastronómica muy buena, y no lo digo yo ni lo dicen los coruñeses. Coruña gusta a todo el que la visita, gusta, y mucho. Todo el que viene queda encantado. También las empresas se establecen aquí, será por algo. La pena es que hay quien visita Galicia y se limita a Santiago, o hacen una pequeña escapada a los alrededores, porque piensan que es lo único bonito que hay en Galicia, cuando lo cierto es que Galicia impresiona de arriba a abajo y de lado a lado: la bravura de las Rías Altas o la Costa da Morte, la tranquilidad de las Rías Baixas… los impresionantes Ancares, O Courel, Monte Pindo, O Cebreiro, Serra de A Capelada y sus impresionantes acantilados, los más altos de Europa, Cañones del Sil y los colores de las viñas y bosques en otoño, Piornedo y sus pallozas, los Castros innumerables, ciudades como Ferrol, con sus calles diseñadas por militares y sus hermosos edificios, la entrada por su ría, flanqueada por dos castillos. Pueblos como Allariz, Ribadavia, Ribadeo, Betanzos, Combarro, Redes, San Andrés, Mondoñedo, Puentedeume, Tui, Ponte Maceira, Muros… Las Fragas del Eume, el Bosque Atlántico mejor conservado de Europa a escasos kilómetros de la ciudad de la Coruña, donde se ubica el impresionante Monasterio de Caaveiro, playas salvajes sin apenas accesos, playas para todos los gustos, limpias… pequeñas, grandes… islas Cíes… playa de Las Catedrales… Ermitas, iglesias, monasterios increíbles en lugares escondidos, historias, floklore, pasado celta y romano… y seguiría horas y horas. No se trata de rivalidades, se trata de conocer y reconocer. Puedo hablar de Galicia porque la conozco bien. Y puedo decir que venir a Galicia, quedarse en Santiago y decir que es lo más bonito, tiene delito. Saludos!

        • Responder

          cosmopolilla

          29 marzo, 2016

          Si fíjate si me gustará a mí Galicia que mi chico es gallego (de Orense). Como te digo Coruña me ha gustado mucho y me sorprendió para bien, a Santiago he ido varias veces y me encanta. Como tú dices Galicia tiene rincones increíbles, como cuento en el post hace poquito hice una ruta hasta Fisterra por la costa, pasando por Noia, Muros, Ézaro y acabando en «el fin del mundo» y fue realmente impresionante. Espero volver a Galicia pronto y seguir escribiendo sobre sus bellos rincones. Un saludo

      • Responder

        Francisco Camino

        4 mayo, 2016

        Querida Ana. Es bueno defender la ciudad de cada uno pero sin darle dentelladas al vecino. Haría una buena capital de Galicia pero lo cierto es que nunca lo fue. Hay leer todas las páginas de la historia correctamente. Nunca lo fue porque se creó tras la autonomía y por decisión unanime del resto de los gallegos. Hay que avanzar.

        Lo que tuvo Coruña fue Real Audiencia lo que no convertia a una ciudad en capital. Mira por donde unos cientos de años antes estuvo en Santiago pero trasladado por lios con la curia como la capital de provincias

        Y creeme. Santiago es mucho más que su casco historico. Lo de echar caquita queda fatal.

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