Decía Gaudí que «Los habitantes de los países que baña el Mediterráneo sentimos la belleza con más intensidad». El gran genio del Modernismo catalán, obsesionado con la luz y la recreación de la naturaleza a través de la arquitectura, dejó un gran legado en una ciudad intensamente mediterránea: Barcelona. Una urbe cosmopolita y moderna atrapada entre el mar y la montaña. Millones de turistas la visitan cada año recorriendo los senderos del mágico Park Güell. Se asoman a la terraza de sugerentes curvas en la terraza de La Pedrera, en pleno Paseo de Gracia. O abren los ojos de par en par bajo el resplandor de la Sagrada Familia. Hacer una Ruta del Modernismo en Barcelona ciudad es hablar de Gaudí pero también de otros maestros: Lluís Domènech i Montaner o Josep Puig i Cadafalch. Si me acompañas, te muestro 13 edificios imprescindibles que no te puedes perder en la ciudad condal.
Visitar Barcelona en 3 días o 4 es adentrarse por el mundo Gaudí, con sus arquitectura extravagante y deslumbrante, desafiando las leyes y rayando lo inverosímil. Pero también un legado medieval y romano, que dejó sus huellas en el corazón del barrio Gótico de la ciudad.
Casa Batlló, Barcelona
El Art Noveau surge en Europa a finales del siglo XIX como un movimiento rompedor, nacido al amparo de la Revolución Industrial, buscando un nuevo arte más libre y moderno. En Cataluña pronto adquiere personalidad propia y es por ello que se habla de Modernismo Catalán. Su máximo exponente: Antoni Gaudí. El arquitecto más universal transformó Barcelona para siempre. Sin embargo, no nos podemos olvidar de joyas monumentales que también son Patrimonio de la Humanidad, como el Palau de la Música Catalana o el Hospital de Sant Pau, considerado el recinto modernista más grande del mundo. Ambos de la mano de Domènech i Montaner. Para esta ruta conociendo los principales edificios modernistas te recomiendo, al menos, visitar Barcelona en 2 días ó 3. Sólo la Sagrada Familia nos puede llevar 2 – 3 horas. ¡Es tan maravillosa!
Consejo: si es la primera vez que visitas la ciudad, te recomiendo hacer el Free Tour de Gaudí y la Barcelona Modernista. ¡Imposible mejor comienzo!
Contenido del artículo
1 – La Sagrada Familia.
El Templo Expiatorio de la Sagrada Familia es una basílica -que no catedral, esa es la de Santa Eulalia que está en el barrio gótico de Barcelona– única en el mundo y aún sin finalizar. ¿Motivo? Diseñada por Antoni Gaudí como su obra culmen -está enterrado en la cripta- comenzó a construirse en 1882. A la muerte del arquitecto dejó en su testamento que sólo podía financiarse con donaciones. Nada de dinero público o de otros cauces. La buena noticia es que al comprar la entrada cuenta como una donación: podemos decir que estamos contribuyendo a que se termine.
La Sagrada Familia de Barcelona es el segundo monumento en afluencia que visitar en España, ¡al menos en cuanto a número de personas que entran cada año! Sólo por detrás de la maravillosa Alhambra de Granada, el palacio nazarí.
Tumba de Gaudí en la cripta de la Sagrada Familia
Exterior de la Sagrada Familia.
Orientada a la salida del sol, la fachada del Nacimiento se refleja en el lago de la plaza Gaudí. Esta zona arbolada es sin duda la mejor para sacar fotos del exterior de la Sagrada Familia. De cerca, bajo la escalinata que da acceso al interior del templo, la vista se pierde en los infinitos detalles. Los tres pórticos dedicados a las Virtudes: la Esperanza, la Fe y la Caridad, en el Centro. Las cuatro torres – campanario se elevan majestuosas casi al infinito, rematadas por pináculos. En la parte opuesta, la fachada de la Pasión mira al sol poniente: el sol desaparece justo con la Cruxifición de Jesús. Y es que quien estudia a Gaudí sabe que nada, ni el más pequeño detalle, deja de tener su simbología. Hay esculpidas cestas de fruta, inscripciones en latín, flores como el narciso -símbolo de la vida eterna- o la estrella de María, con doce puntas, en lo más alto de la torre.
La Sagrada Familia desde la plaza de Gaudí, ruta del Modernismo en Barcelona
Visitar la Sagrada Familia.
Las formas de la naturaleza están presentes en toda la obra de Gaudí, ya que bebía directamente de ella. En el interior de la Sagrada Familia esbeltas columnas con forma de tronco de árbol recrean un bosque de piedra y color, repleto de armonía. La sensación de caminar bajo la bóveda, iluminada por la luz del sol a través de las vidrieras realmente impresiona, causando un efecto divino. Si de todos los monumentos que hay en la Ruta del Modernismo en Barcelona hubiera que elegir ver sólo uno, no lo dudes: la Sagrada Familia.
Interior de la Sagrada Familia, Barcelona
¿Dónde comprar la entrada a la Sagrada Familia y cuánto cuesta?
El precio de la Sagrada Familia no es barato: 26€ la entrada general. Pero te aseguro que merece la pena: si por fuera es increíble, por dentro es que deja sin palabras. Te recomiendo adquirir la entrada en la web oficial: sagradafamilia.org. Además, en ella viene información actualizada sobre los horarios de visita al templo y próximos eventos. Si quieres reservar una entrada especial, te recomiendo comprar previamente esta entrada con subida a la torre. ¡Vistazas sobre la ciudad de Barcelona!
Extra: si visitas Barcelona en Navidad junto a la Sagrada Familia se instala uno de los mercadillos navideños más genuinos ¡no te lo pierdas al caer el sol!
2 – Recinto Modernista de Sant Pau.
A unos diez minutos caminando de la Sagrada Familia en dirección a la montaña -al fondo están los Bunkers del Carmel- este antiguo hospital pasa desapercibido para la mayoría de turistas que visitan Barcelona y se centran sólo en la obra de Gaudí. ¡Error! El Recinto Modernista de Sant Pau es una joya modernista. Diseñado por Lluís Domènech i Montaner, se construyó entre 1905 y 1930 como una ciudad – jardín para enfermos. Grandes espacios abiertos y diáfanos, pabellones bien iluminados con luz natural… Conforme a las nuevas normas del higienismo que los valores ilustrados habían traído.
Recinto de Sant Pau, Ruta del Modernismo en Barcelona ciudad
La necesidad de este nuevo hospital surgió a finales del siglo XIX, cuando el Hospital de la Santa Creu ubicado en el Raval había quedado pequeño y obsoleto. Se encargó un ambicioso proyecto a uno de los arquitectos más eminentes de la época: Domènech i Montaner. Este ideó un gran recinto tan funcional como bello -esa es la esencia del Modernismo-. Cúpulas, esculturas, vidrieras, cerámicas… En un estilo propio que también se puede apreciar en el increíble Palau de la Música Catalana.
Tras funcionar durante un siglo como hospital público, fue convertido en museo. Hoy es Patrimonio Mundial de la UNESCO y está considerado como el edificio modernista más grande del mundo. La visita al interior es realmente interesante: pasa por los diferentes pabellones donde estaban las camas de los enfermos, otros habilitados como espacio expositivo -con artilugios médicos de la época como una antigua máquina de rayos X-.
Pabellones del hospital de Sant Pau, ruta del Modernismo en Barcelona
Edificios Modernistas en el Born.
Nos trasladamos ahora al centro de Barcelona ciudad: el Born, barrio de moda en la capital catalana. Para ello podemos tomar el metro en Sagrada Familia y bajarnos en la parada de Tetuán o Arco del Triunfo.
3 – Castillo de los Tres Dragones, Parque de la Ciudadela.
Un corto paseo nos dejará en el agradable parque de la Ciudadela. A su entrada, otro edificio modernista con inspiración gótica y fantástica: el castillo de los Tres Dragones. Otro diseño de Domènech i Montaner contruido entre 1887 y 1888 como cafetería para la Exposición Universal de Barcelona -la entrada era el Arco del Triunfo-. Me temo que sólo podemos verlo por fuera, ya que está cerrado al público. Antes de internarnos por las callejuelas del Born, donde nos esperan tesoros como la basílica de Santa María del Mar o el museo de Picasso, te recomiendo que eches un vistazo a la Estación de Francia. Actualmente en funcionamiento desde mediados del XIX, su vestíbulo modernista ha visto pasar a viajeros de todo el mundo, entre ellos a un joven Pablo Ruiz Picasso, cuando se marchó a vivir a París.
4 – El Palau de la Música Catalana.
Pero la auténtica joya modernista en este distrito es otro edificio Patrimonio de la Humanidad que también lleva el sello de Domènech i Montaner. ¡Ya avisé que la Ruta del Modernismo en Barcelona va mucho más allá de Gaudí! La visita al Palau de la Música Catalana no deja indiferente. La sede del Orfeón Catalán es sin duda uno de mis edificios favoritos de Barcelona. Pura fantasía de forja, vidrieras, esculturas, mosáicos, cerámicas… Creando una atmósfera de ensueño, increíble. Inaugurado en 1908, este templo de la cultura es hoy un santuario musical, referente mundial diseñado para y por el pueblo. El disfrute sensorial y estético está asegurado.
El Palau de la Música Catalana, Ruta del Modernismo en Barcelona ciudad
5 – Las farolas de la plaza Real.
Estamos ahora en el corazón de Barcelona: las animadas Ramblas, donde miles de transeúntes se cruzan a cada instante. Turno ahora de Gaudí y sus comienzos. Si al callejear por el barrio Gótico no te has asomado a la plaza Real hazlo: las farolas fueron diseñadas por este entonces joven arquitecto en 1879, sólo un año después de graduarse.
6 – Palau Güell.
Seguimos hasta la calle Nou de la Rambla, número 5-6. Muy cerca del paseo marítimo, en pleno «meollo» de la vida cotidiana, este palacio es fundamental en la trayectoria de Gaudí. Se trata del primer encargo importante de Eusebi Güell al arquitecto (tras los pabellones de la Finca Güell en Pedralbes). Debió quedar encantado con el resultado ya que después el empresario catalán se convirtió en el principal mecenas, encargándole varios proyectos como el Park Güell, la Cripta de la Colonia Güell o las Bodegas del Garraf. Sin duda, aquí podemos hablar del comienzo de una bonita y fructífera amistad.
Interior del Palau Güell, Gaudí
En cuanto a la visita al palacio en sí, destacar que se enmarca en la etapa orientalista de Gaudí, con influencias del arte islámico o el lejano Oriente. Crea una imponente mansión con piedra calcárea del Garraf y ladrillo visto, con arcos mitrales, templetes y cúpulas, donde destaca la decoración con azulejos cerámicos. El recorrido por el Palau Güell se inicia por la planta baja, la cochera, para ir ascendiendo por las estancias más humiles a las salas nobles, incluyendo las estancias privadas de la familia. No faltan las pinturas y frescos, ni los muebles de lujo. Atención en la azotea de casi 500 metros cuadrados: las 20 chimeneas son sin duda precursoras de las de la Casa Milá o La Pedrera.
Chimeneas del Palau Güell, ruta del Modernismo en Barcelona ciudad
Más información sobre entradas y horarios en la web oficial del Palau Güell.
7 – Casa Batlló.
Paseo de Gracia. La Milla de Oro de Barcelona. En la avenida más lujosa e importante de esa nueva Barcelona que se expande en El Eixample, están las dos principales casas que ver en una Ruta del Modernismo en Barcelona: la Casa Batlló y la Casa Milà -también llamada La Pedrera-. Los dos edificios de viviendas más famosos de Gaudí.
Fachada de la Casa Batlló
De las dos, mi favorita es la Casa Batlló: Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es absolutamente maravillosa de principio a fin. Desde su fachada de inspiración marina, con formas que simulan caracolas, anémonas o algas, como si fuera el palacio de una sirena bajo el mar. El interior es una sucesión de salas tapizadas de madera con cristaleras de colores, mosaicos… Que cambian de color conforme nos acercamos al desván, cuyos arcos catenarios en blanco inmaculado simulan que nos hemos metido en la tripa de una ballena.
En la azotea, donde se celebran eventos y las Noches Mágicas de Casa Batlló durante el verano, las tejas vidriadas se transforman en la cola del dragón, vinculado al mito de Sant Jordi, patrón de Cataluña. El señor Batlló dejó rienda suelta a la imaginación de Gaudí, en quien confiaba plenamente en el proyecto de crear la casa de sus sueños. ¡Vaya si lo consiguió! Qué lujo tuvo que ser vivir aquí…
Patio interior de la Casa Batlló
Cómo visitar la Casa Batlló.
Puedes reservar la entrada a la Casa Batlló en este enlace. Yo he probado las tres experiencias -la entrada Blue, la Silver y la Gold– y tengo que decir que con la entrada estándar se disfruta prácticamente de toda la casa y sus estancias principales. La Silver da acceso prioritario y Audioguía -la narración es increíble para conocer la historia de la casa-. En cuanto a la entrada más cara, la entrada Gold, ofrece una experiencia de realidad virtual con la tablet y muestra unas estancias privadas de los señores Batlló. Ya depende del interés que tengas.
8 – La Casa Amatller.
A esta zona del Paseo de Gracia se le llama «La manzana de la discordia» y es porque los arquitectos de la época tenían especial competencia por demostrar quién hacía la casa más perfecta. En esa época había burgueses que se habían hecho muy ricos con la industria del textil en Barcelona. Todos recurrieron a los más renombrados para diseñar una vivienda acorde a su nuevo estatus social. Junto a la Casa Batlló se encuentra otro emblema modernista de Josep Puig i Cadafalch: la Casa Amatller. Una opulenta mansión para el principal fabricante de chocolates de la ciudad.
9 – La Pedrera.
Vamos ahora al número 92 del Paseo de Gracia. Ya avisé que esta Ruta del Modernismo en Barcelona es intensa y es mejor hacerla en varios días. Este enorme edificio fue un encargo del abogado y político Pedro Milá y Camps en 1906. En ella nos encontramos a un Gaudí más maduro, en su llamada plenitud artística: la naturaleza es su principal fuente de inspiración, por lo que sus estructuras se flexibilizan, se libran de rigidez cobrando vida propia. Una fachada que simula el oleaje marítimo con sus balcones de hierro forjado. La terraza es simplemente espectacular; sus famosas chimeneas están recubiertas de trozos de cerámica, rematadas por yelmos como si fueran los guardianes de la galaxia. No es de extrañar que esté considerada una de las obras maestras de Gaudí; hoy es uno de los 10 lugares más visitados de Barcelona.
La Pedrera, Ruta del Modernismo en Barcelona ciudad
Consejo: te recomiendo que compres la entrada a La Pedrera con antelación y evites así la larga cola que se forma.
10 y 11 – Edificios modernistas en el barrio de Gracia.
Si seguimos esta Ruta del Modernismo en Barcelona subiendo el Paseo de Gracia llegamos a la Diagonal. Antes de meternos a callejear por Gracia, uno de los barrios más genuinos de Barcelona, en esta gran avenida que atraviesa Barcelona podemos ver algunos de los edificios modernistas más icónicos del Eixample: la Casa Comalat, diseñada por Salvador Valeri gracias al encargo del empresario industrial del textil Joan Comalat Aleñá. Aunque no está permitida la visita al público -es propiedad privada- merece la pena admirar la fachada de ventanas y balcones curvos, mosaicos de colores y cerámica vidriada, inspirada en la obra de Gaudí.
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Y ya que estás por la zona, no te pierdas tampoco la Casa de les Punxes, con aspecto de palacio neogótico gracias a sus seis torres puntiagudas -lo que le da el nombre- obra de Josep Puig i Cadafalch.
12 – La Casa Vicens
Metro Fontana. Escondida entre las callejuelas de Gracia damos con la primera casa que diseñó Gaudí como arquitecto nada más licenciarse en 1878: la Casa Vicens. Modesta en tamaño, en su conjunto es una obra excepcional por lo original, pudiendo ver los destellos de genialidad del que estaba destinado a ser el más grande de los arquitectos modernistas. Al igual que en el Palau Güell, esta obra pertenece a la etapa oriental por lo que tiene tintes del arte islámico, Japón o China. Es increíble apreciar la evolución del artista siguiendo sus huellas por toda la ciudad.
Casa Vicens, primera casa de Guadí como arquitecto, Barcelona
13 – Park Güell.
Llegamos a la parte alta de Barcelona, con espectaculares vistas al mar y a los tejados de la ciudad. Este parque diseñado por Gaudí con nombre inglés -así lo quiso su mecenas- es uno de los monumentos más emblemáticos de Barcelona ¡obligada visita! Construido entre 1900 y 1914, cuentan que Eusebi estaba cansado de la ajetreada vida en las Ramblas y buscaba un lugar para retirarse y estar en paz. Escogió las estribaciones de la sierra de Collserola para hacer una urbanización residencial de lujo, con varias viviendas, donde supuestamente irían a vivir los más ricos de Barcelona. Erró: el proyecto fracasó ya que los burgueses querían vivir cerca del Liceo, los cabarets y otros pecaminosos lugares.
Abierto como parque público en 1926, Gaudí dejó partes tan espectaculares como la Sala de las Cien Columnas -iba a ser el mercado de la urbanización-. La Escalinata del Dragón o la plaza de la Naturaleza, con bancos ondulados y ergonómicos rematados con mosaicos. Un espectáculo de parque y de mis rincones favoritos para pasear por Barcelona.
Park Güell, Ruta del Modernismo en Barcelona ciudad
Consejo: para conocer todos los detalles del parque más bonito de Barcelona, te recomiendo hacer una visita guiada por el Park Güell.
Mapa de lugares que visitar en la Ruta del Modernismo en Barcelona.
- La Sagrada Familia.
- Recinto Modernista de Sant Pau.
- Castillo de los Tres Dragones.
- Palau de la Música Catalana.
- Plaza Real.
- Palau Güell.
- La Casa Amatller.
- Casa Batlló.
- La Pedrera.
- Casa de les Punxes.
- La Casa Comalat.
- Casa Vicens.
- Park Güell.
Puedes ampliarlo en Google maps.
Ruta del Modernismo en la provincia de Barcelona.
El patrimonio modernista no acaba en la capital catalana. La sombra de Gaudí es alargada y podemos encontrar más obras increíbles como la Cripta Gaudí en la Colonia Güell, donde dicen que ensayó la Sagrada Familia en miniatura. En la ciudad de Mataró está la Nau Gaudí, primera obra del arquitecto, además de un puñado de edificios de Josep Puig i Cadafalch, el arquitecto municipal. Si seguimos la línea de la costa hacia el norte llegaremos hasta Canet de Mar, con la Casa – Museo de Domènech i Montaner o el castillo de Santa Florentina, escenario de «Juego de Tronos». La buena noticia es que no necesitas coche: se puede hacer todo en tren de cercanías. Si tienes tiempo y te interesa, echa un vistazo a esta Ruta Modernista por Barcelona provincia. ¡Un montón de tesoros por descubrir!
Salón, castillo de Santa Florentina, Canet de Mar
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