Venecia. Se ha dicho de ella que es la ciudad más bella del mundo. Que todo viajero que se precie debería visitarla, al menos, una vez en la vida. Inspiradora, elegante, repleta de palacios son sus canales surcados de góndolas lo que la han hecho tan popular que se ha visto amenazada con morir de éxito: 65 millones de turistas al año. Puede que esta fama internacional sea lo que hace que se busque un atisbo de su reflejo en urbes con calles de agua en muchos países del planeta. Aunque Venecia sólo hay una … ¿O no? Vamos a navegar por varias de las llamadas Venecias del mundo. Si se parece razonablemente a la original, que lo juzgue el visitante.

Advertencia: antes de conocer «imitaciones»… Sin duda la mejor idea es visitar Venecia en 2 días o tres, al menos, ¡la auténtica!

El Gran Canal de Venecia

Las “Venecias” del Norte.

Sin duda el título más disputado en el viejo continente. Toda aquella ciudad con más o menos encanto y suficiente número de canales ubicadas al norte de Venecia les acompaña esta coletilla: Brujas en Flandes; la coqueta capital danesa; San Petersburgo la ciudad de los zares son algunas de ellas…

Hennigsvaer, la Venecia polar. 

La más septentrional de las Venecias del mundo está ubicada por encima del Círculo Polar Ártico, en la Noruega Ártica. Su nombre Hennigsvaer, la Venecia de las islas Lofoten. Asentada sobre dos islas Heimøya y Hellandsøya, unidas por puentes y canales, la nieve cubre sus barcas y casas de colores donde cada invierno se hace el tradicional secado del bacalao. En el cielo de esta Venecia polar durante el verano brilla 24 horas la luz solar, mientras que en invierno sus noches infinitas las ilumina el fulgor de la Aurora Boreal. ¿Imaginas sitio más mágico?

La Venecia de las islas Lofoten

Brujas, capital de Flandes Occidental.

“Brug” en neerlandés significa “puente”, siendo Brugge el plural del elemento más abundante en la ciudad: los puentes sobre los canales. El centro histórico medieval de Brujas es de los mejor conservados de toda Europa, reflejo de la época de esplendor de esta bella urbe que llegó a ser de las más ricas del continente gracias al comercio. Conocerla a través del agua, un recorrido tan evocador como imprescindible.

San Petersburgo, la ciudad de los zares.

Los terrenos pantanosos por los que se esparce el gigantesco río Neva justo en la desembocadura del mar Báltico, fueron los elegidos a comienzos del siglo XVIII por el zar Pedro el Grande para construir una gran ciudad. San Petersburgo, destinada a ser la ventana de Rusia al mundo occidental. Para ello encauzó las aguas entre canales y puentes. Construyó jardines y palacios como el famoso Hermitage. Esta fría Venecia del norte compite con la del sur con todas las de la ley.

San Petersburgo, Rusia, la Venecia del norte

Copenhague, hogar de la Sirenita.

Bicicletas, canales y la triste Sirenita mirando al mar tras ser abandonada por su príncipe. Estas son las tres peculiaridades de Copenhague, la capital danesa. Una bonita ciudad a orillas del mar Báltico con sonido de gaviotas y olor a rollo de canela. ¿Y cuál es uno de sus máximos atractivos? Tomar un barco en el puerto de Nyvah, con pintorescas casas de colores, y navegar por sus canales.

Canales de Copenhague

Ámsterdam, la reina de los Países Bajos.

En neerlandés antiguo, Aeme-stelle significa «lugar de agua». Otra “Venecia del Norte” con miles de bicicletas y canales. Monumental, famosa por sus tulipanes y con un toque canalla gracias a los coffee-shop y el sórdido barrio Rojo, la capital de los Países Bajos es una de las capitales europeas más populares para los turistas. Personalmente, me parece más encantadora la ciudad de Utrecht, una Ámsterdam en miniatura más “manejable”.

Canales de Utrecht

Aveiro, la Venecia portuguesa.

A una hora de Oporto se localiza la villa marinera de Aveiro, la “Venecia” de Portugal. Por sus canales navegan los moliceiros, anchas barcazas de colores, antiguamente para el transporte de mercancías, hoy reclamo turístico. Más allá del Gran Canal, Aveiro merece una visita por su pequeña Sé y la Beira Mar, barrio tradicional de pescadores que conserva su esencia.

Aveiro, la Venecia de Portugal

Pequeñas Venecias españolas: Mogan y Empuriabrava. 

En España también tenemos versión propia de la ciudad de los canales italiana. La primera, en la Costa Brava, sería la no tan pequeña Empuriabrava, construida en las marismas del Ampurdán: con 24 kilómetros de canales navegables es la marina residencial más extensa de Europa. Más reducida en tamaño pero con mucho atractivo es el Puerto de Mogan al sur de Gran Canaria, de casas blancas decoradas con buganvillas.

Empuriabrava, Costa Brava

Little Venice en L.A.

Volamos ahora a orillas del Pacífico. En la inmensidad de la mayor ciudad de California, capital del celuloide, encontramos el barrio de Venice. Uno de los más bonitos que ver en Los Ángeles. Palmeras, casitas de colores, tiendas y una extensa playa donde se pasean los surferos lo convierten en un distrito siempre animado y concurrido.

Venice, Los Angeles, las Venecias del mundo

Suzhou, la Venecia de China.

Exóticos canales con farolillos rojos. El propio Marco Polo en sus viajes por Asia nombró a esta ciudad como “la Venecia Oriental”. Tan curiosa ciudad supe de ella gracias a este artículo de Los Viajes de Claudia.

Afirmo: Venecia es única.

Después de este repaso por algunas Venecias del mundo -a buen seguro hay muchas más- afirmo que, a pesar de todo lo “malo” -como los precios exorbitados y el exceso de turismo -La Venecia original, al norte del mar Adriático, es espléndida. Ciudad milenaria, está compuesta de un conjunto de islas en la laguna veneciana. Su historia, belleza, patrimonio monumental y artístico la avalan como Patrimonio de la Humanidad. Pocas vistas pueden competir con un atardecer desde el puente de la Academia o navegar en vaporetto por el Gran Canal hasta las pequeñas islas de Venecia como Burano, Murano y Torcello. A la “verdadera” o primera Venecia sí o sí hay que conocerla.

Venecia, Italia

Publicado por cosmopolilla

La vida es el arte de lo imposible. Licenciada en Comunicación Audiovisual, mi pasión es viajar. Desde 2013 lo cuento en mi blog.

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