Terraza del Palazzo Rosso, qué ver en Génova

El viento me despeina. El mar de Liguria brilla azul bajo el sol de otoño. Frente a mí, una postal de fachadas pintadas en colores crema con ventanas de postigos verdes. Estoy en Génova, recorriendo la carretera costera hasta Boccadasse en un Fiat 500 descapotable. Sintiéndome como en una de esas películas antiguas de Fellini o Visconti. Paramos a tomar una fresca Moretti en una terraza. Ay, qué bella es la vida en Italia, pienso cada vez que vengo a la bota de Europa. Esta vez ha tocado el norte: Génova, la sexta ciudad del país, mediterránea y pintoresca. Y reconozco que me ha sorprendido gratamente con un patrimonio envidiable de palacios, basílicas renacentistas y barrocas, un centro histórico de callejuelas por las que perderse con comercios antiguos y tradicionales. ¿Le damos una oportunidad a Génova?

Fiat 500, Génova

Qué ver en Génova en dos días, la capital del pesto y la focaccia

Aterrizo en el aeropuerto de Génova tras obtener una panorámica de la ciudad desde las alturas, atrapada entre las montañas de pinos y el mar. Un autobús conecta la estación central de Génova en media hora. Aunque yo me bajo en la siguiente, Brignole, a cinco minutos caminando de mi alojamiento el Palazzo Gropallo. Una bonita y acogedora casa de huéspedes en una antigua mansión señorial. Ducha rápida y ya estoy impaciente para salir a descubrir todo lo que ver en Génova. Además, ¡hace un día espléndido!

Palacio Gropallo, hotel en Génova

¡No viajes a Italia sin seguro de viaje!

Por todos los imprevistos que puedan ocurrir, – necesidad de atención médica, accidente de tráfico, robo o pérdida de equipaje, retrasos o cancelación de vuelos…. – yo recomiendo siempre contratar previamente un seguro de viaje como el de la compañía MONDO. Tendrás coberturas por COVID-19 y un chat médico con atención 24 horas. Si lo compras a través de mi web tienes un 5% de descuento. Lo puedes conseguir aquí:

El Mercado Oriental.

Mi primera parada es el Mercado Oriental de Génova. Tras babear ante la visión de la tarta Paradiso ante el escaparate de una pastelería história, la Tagliafico, me interno por los puestos de productos frescos y flores a la búsqueda de un trozo de parmesano. Me encanta visitar los mercados locales, repletos de vida y gente, con la mejor muestra de productos de la región. En este caso, Liguria.

Tarta Paradiso típica de Génova
Puestos de flores, mercado Oriental, qué ver en Génova

La lista de la compra es sencilla: quesos parmesano y pecorino, albahaca, piñones, ajo, aceite de oliva y sal gruesa. ¿Adivináis qué voy a preparar?

Puestos del mercado Oriental de Génova

La plaza de Ferrari. 

Caminando bajo el paseo abovedado de tiendas de la concurrida Vía XX de Settembre admiro fachadas señoriales de antiguos palacios hasta desembocar en el corazón de Génova: la plaza de Ferrari. El «ombligo» de la ciudad, como dicen los italianos, es la gran ágora principal con una monumental fuente de 1836. Un giro de 360 grados al pie de sus aguas me permite observar nada menos que la fachada lateral del Palacio Ducal, el Palacio de la Región de Liguria, el Palacio de la Nuova Borsa, el Teatro Carlo Felice y el Palacio de la Academia Lingüistica de Bellas Artes.

Plaza de Ferrari, Génova

Nota: echa un vistazo a este artículo sobre TOP 10 lugares que ver en Italia.

El Palacio Ducal de Génova.

Al siempre animado ambiente de la plaza se le suman los focos y la alfombra roja: la inauguración de una exposición dentro del Palacio Ducal. Y es que este edificio, antigua sede del gobierno de la República desde el siglo XVI, con exposiciones de arte, conferencias y actividades educativas es el principal centro de promoción cultural de la ciudad. En su cárcel estuvo preso el famoso compositor genovés Paganini, al que hoy se le rinde homenaje con esta exposición: «Paganini Rockstar. Incandescente como Jimi Hendrix», hasta el 10 de marzo de 2019.

Palacio Ducal, qué ver en Génova

Un pasito más y ya estoy dentro del casco viejo…

Un paseo por el centro histórico.

El tiempo parece haberse congelado en la zona medieval de Génova. Disfruto deambulando entre laberintos de caruggi (callejones) con arcos, escaleras, pequeñas plazas solitarias con tiendas y talleres de artesanos de toda la vida -algunos con más de cien años -. Las farolas, la ropa tendida, los templetes y figuras religiosas le dan un aspecto de ciudad con alma, auténtica. No se trata de un casco viejo perfecto, puede que incluso en algunos rincones resulte descuidado y decadente. A ratos tengo deja-vù con Palermo y Nápoles, la ciudad más poblada del sur de Italia.

Me gustan las ciudades así, que son «de verdad». Me faltan horas de la tarde para perderme por los rincones del casco histórico, uno de los más amplios de Europa, desde la Puerta Soprana a la iglesia barroca del Gesù, con dos cuadros del maestro Rubens. De la casa – museo donde vivió Colón en su juventud hasta la Loggia dei mercati, ya lindando con el puerto antiguo.

Casco antiguo de Génova
Casas del centro de Génova
Callejeando por Génova

Tiendas con siglos y solera. 

Fruterías, confiterías artesanas, pescaderías y carnicerías, droguerías,… Algo que me llama mucho la atención del casco histórico, y sin duda de las mejores cosas que ver en Génova son sus comercios tradicionales. Entre ellos: la Pasticceria Liquoreria Marescotti, fundada en 1780; la Pietro Romanengo Fu Stefano, también de 1780 conservando la madera de los muebles y el techo pintado en seda originales; la Antica Farmacia Sant´Anna; la fábrica de chocolate Romero Viganotti; la Antica Polleria Aresu, de 1910 o la Cantine Moretti, donde realizan talleres gastronómicos y aprendo a hacer el auténtico pesto genovés. La ruta de las tiendas típicas históricas, con actividades alternativas como el taller de cocina genovesa, se puede consultar en la web Bottegue Storiche Genoa.

Confitería Pietro Romanengo, qué ver en Génova
Confitería de Génova
Taller de pesto

El Doumo de Génova.

Otra parada imprescindible dentro del cascos histórico no es otra que el Duomo de Génova: la catedral de San Lorenzo, construida entre los siglos XII y XIV. Su fachada gótica de mármol alberga unas bellas capillas laterales, la mayor de ellas dedicada a San Juan Bautista, patrón de la ciudad. Es posible subir a la torre y admirar así los tejados de la capital de Liguria, además de visitar el museo del Tesoro de San Lorenzo, con reliquias y arte sacro. Como curiosidad, conserva una bomba que cayó y, por suerte, no explotó nunca, de la Segunda Guerra Mundial.

Duomo de Génova

Tour en triciclo. 

Una de las mejores formas -y más divertidas- de conocer los rincones del casco histórico es con un tour en triciclo. Parten desde la plaza del Palacio Ducal y se reservan con Treecycle Genoa. Así, es ecológico y divertido recorrer las callejuelas, sus iglesias, la Puerta Soprana o sus lindas plazas como la de San Matteo o la Piazza Banchi. Gracias a este paseo en triciclo, descubro rincones tan encantadores como el barrio de la Madalena o la Piazza dei Trogoli di Santa Brigida.

Piazza dei Trogoli

Cena en la Piazza delle Erbe.

Tras un primer día completo conociendo el casco histórico de Génova, no me resisto a cenar un plato de pasta aderezzado con pesto. Aunque también es típico la Focaccia, un pan plano con sal que se puede cubrir de aceitunas o queso y es una delicia. ¿Dónde? En la ambientada Piazza delle Erbre, a rebosar de terrazas y músicos ambulantes interpretando a Paolo Conte a cambio de unas monedas.

Focaccia genovesa

Mirador de Spianata Castelletto.

Segundo día en Génova y, tras un delicioso capuchino subo al mejor mirador de la ciudad: Spianata Castelletto. Desde la plaza de Portello se toma el ascensor Liberty hasta esta terraza de 360 grados sobre el casco histórico. A mis pies, los tejados de Génova con sus cúpulas barrocas y renacentistas; al fondo, el puerto y el mar.

Vistas de Génova desde Spianata Castelleto

Boccadasse, el barrio marinero de Génova.

Corso Italia es el paseo marítimo de Génova, armado de terrazas y cafés, algunos sobre el mar y con pequeñas playas privadas. Desde la iglesia de San Pietro, al comienzo del paseo, la carretera se extiende hasta el barrio marinero de Boccadasse. Esta es sin duda una de las postales más bonitas de la ciudad y lo mejor que ver en Génova. Se trata de un bello conjunto de casas de colores en torno a las que vuelan las gaviotas entre barquitas. Se puede llegar a Boccadasse caminando -en un paseo de unos 45 minutos – o en autobús público desde el centro de la ciudad.

Pero elegimos hacerlo a la «manera italiana»: en un Fiat 500 descapotable con Slow Vintage Tour. La diversión, lo mítico y la sensación de libertad hacen que la experiencia valga la pena… ¡El mejor momento de mi fin de semana en Génova! Para rematar, un exquisito almuerzo a base de pescado y gnocci frutti di mare en uno de los bares de Boccadasse.

Barrio marinero de Boccadasse, qué ver en Génova
Pasta con frutti di mare

 

Génova, ciudad de palacios. El tour de los «Rolli». 

De vuelta al centro de Génova nos queda una visita imprescindible: la Vía Garibaldi con sus elegantes palacios. En esta calle peatonal se sitúan el Palacio Bianco, el Palacio Rosso y el Tursi, hoy sede del Municipio. Con una visita guiada, el Rolli´s tour, accedo al interior de sus majestuosas salas y colecciones de arte, incluyendo además el Palazzo Reale ubicado en Vía Balbi. Los «Rolli» eran, en tiempos de la antigua República, el «rollo» o lista de palacios y mansiones señoriales de las familias genovesas que aspiraban a acoger, tras un sorteo público, a las personalidades importantes de paso para visitas de Estado. 42 de los más de 150 palacios han sido nombrados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Fachadas de los palacios de Vía Garibaldi
Galería Dorada del Palacio Tobia Pallavicino
Palacio Tursi, qué ver en Génova
Palacios de Génova

No hay que perderse la terraza del séptimo piso del Palazzo Rosso, con unas impresionantes vistas sobre Génova. 

Terraza del Palacio Rosso

Otras atracciones turísticas que ver en Génova.

La ciudad se me hace grande y dos días, muy cortos. Me queda pendiente visitar museos de Génova como el Galata museo del Mare, el castillo neogótico Castello D´Albertis, la Galeria de Arte del Palazzo Spinola o, amante como soy de las necrópolis, el Cementerio Monumental de Staglieno. Considerado uno de los más bonitos de Europa, este museo al aire libre fue diseñado en 1835 conservando un imponente Pantheon o las tumbas de Mazzini y otros héroes de la Unificación Italiana. A las afueras de Génova se puede hacer también una ruta de los fuertes defensivos y el parque de las murallas, un paseo entre naturaleza y cultura.

Rincones encantadores de la ciudad, qué ver en Génova

Cena en Il Genoves.

Como despedida, mi última noche en Génova ceno en un restaurante típico. De esos en los que hay siempre cola si no se ha reservado, especialmente un sábado. Al probar la comida entiendo la popularidad: la pasta es una delicia. Pero, en especial me seduce el tiramisú más rico que he probado nunca. ¡Si es que… La vida es bella en Italia!

Tiramisú en Génova

Qué ver en los alrededores de Génova

Cerca de Génova, ideal para combinar en una excursión de uno o varios días, se ubican Portofino y los preciosos pueblos Cinque Terre con sus casitas de colores amontonadas entre la montaña y el mar.

Vernazza, Cinque Terre

Sigue viajando por Italia en el blog. Te puede interesar:

Agradecimientos: muchas gracias a Visit Genoa por la invitación a conocer la ciudad. Todo lo que he escrito en mi artículo sobre qué ver en Génova en dos días está basado en mi propia experiencia. 

Publicado por cosmopolilla

La vida es el arte de lo imposible. Licenciada en Comunicación Audiovisual, mi pasión es viajar. Desde 2013 lo cuento en mi blog.

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12 comentarios

  1. Conocí poco de Génova cuando viajé a Italia por primera vez. Fue un parada obligada en nuestra ruta en coche desde Madrid, y el primer recuerdo que me viene a la cabeza es el de una ciudad muy oscura al caer la noche y con un marcado aire portuario durante el día. Vi poco de la ciudad en aquella ocasión y leyendo tu artículo tengo claro que esta ciudad italiana merece que se la dedique más tiempo que el de una rápida parada en ruta.
    Un abrazo

  2. A nosotros es que Italia nos puede… ¡Nos ha robado el corazón! No sabíamos que el pesto era famoso de Génova… ¿Lo probaste allí y era diferente el sabor? Conociéndonos la novelería que tenemos… Seguro que lo hubiéramos comido todos los días… Y ver la ciudad desde un coche antiguo descapotable.. ¡Es un planazo!

    1. La verdad es que a mí el pesto en toda Italia me sabe igual de rico pero es especialidad de la región de Liguria, cuya capital es Génova 🙂 el mío me salió muy fuerte ja ja ja me pasé con el ajo 🙂 ¡lo del Fiat 500 es para repetir! Abrazo

  3. Visité Génova el año pasado y no veas, me dejó encantadísimo. Además, a pesar de ser invierno y del frío que había hecho los días anteriores y posteriores a mi viaje por el norte de Italia, en Génova me hizo un tiempo de escándalo. Uno de mis recuerdos más bonitos fue comprarme una focaccia de pesto genovese y coméremla sentado en los escalones de la catedral de San Lorenzo.

    Un artículo fantástico y evocador Patri. As always. 🙂 un abrazo

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