Baltanás, el pueblo del Cerrato que inspiró a Gaudí

El río Pisuega, sus arroyos y afluentes recorren Castilla regando un paisaje salpicado de cerros, suaves ondulaciones, campos de cereales y bosques de ribera. También viñas que en otoño se colorean de tonos ocres y amarillos. Hoy seguimos ese fresco caudal por el sur de Palencia hasta la que es considerada capital del Cerrato palentino. A quién se pregunte qué ver en Baltanás le sorprenderá un pequeño pueblo -de unos 1200 habitantes- pero con un gran patrimonio. Su tesoro: el barrio de bodegas subterráneas, declaradas como Bien de Interés Cultural. Sus chimeneas inspiraron al mismo Gaudí para el diseño de La Pedrera, uno de los emblemas del artista y edificios más representativos del Modernismo en Barcelona

El paisaje del Cerrato desde Baltanás

Nos encontramos a 28 kilómetros de Palencia capital. Se sabe que este fértil rincón está habitado desde antaño: era casa de la tribu de los vacceos, pueblo prerromano asentado en la parte central de la cuenca del Duero. En el antiguo valle de Atanasio fundaron la ciudad de Eldana, origen de Baltanás. Los siglos fueron pasando, la urbe creció; durante la Edad Media un castillo vigilaba desde el altozano las llanuras. En este mismo cerro del Castillo sus habitantes comenzaron a excavar agujeros en la tierra para usar de lagar y producir vino. La apariencia hoy de este monte hueco, con puertas y chimeneas sobresaliendo de la hierba, recuerda a un escenario de fantasía: el “Hobbiton” del Señor de los Anillos. Ciertamente, una estampa muy peculiar.

Baltanás desde el cerro del Castillo

Lugares que ver en Baltanás, capital del Cerrato. 

Pongamos que estamos haciendo una ruta por el Cerrato palentino. Ya hemos visitado la monumental Dueñas; Palenzuela, “ciudad gastada de Castilla” a orillas del Arlanza o Torquemada, histórica villa que también posee un barrio de bodegas. Baltanás no puede faltar en este itinerario no solo por el mítico cerro del Castillo. En la parte baja del pueblo se ubica el Museo del Cerrato, donde acercarse a la historia, la cultura y la vida rural de esta comarca geográfica que traspasa los límites de Palencia.

Centro histórico de Baltanás, capital del Cerrato palentino

Visitar el Museo del Cerrato.

Instalado en dos edificios: uno modernista -el antiguo colegio de la Milagrosa- y el Palacio-Hospital de Santo Tomás, del siglo XVIII, son más de mil seiscientos metros cuadrados para una visita didáctica a los entresijos de esta comarca.

Museo del Cerrato

Así, en el Museo del Cerrato se integra un Centro de Interpretación, donde aprender sobre el paisaje, la arquitectura popular o las tradiciones locales. Alberga a su vez una Sala de Exposiciones Temporales donde artistas contemporáneos exhiben sus obras… Y hasta la oficina de Turismo de la comarca tiene cabida en la parte modernista del museo. Merece también la pena recorrer las salas del Palacio, tanto por el continente -la arquitectura del Patio Barroco es una maravilla- como por el contenido: está la Pinacoteca del Museo, dedicada a pintores de Castilla y León; una muestra de objetos arqueológicos fruto de excavaciones realizadas en El Cerrato. Y una colección de Arte Sacro con piezas procedentes de la ermita de Revilla y la iglesia parroquial de San Millán.

Patio barroco, Museo del Cerrato en Baltanás

Iglesia de San Millán.

La torre del campanario domina los tejados del pueblo. Edificada con tres naves de estilo renacentista, el interior conserva un retablo barroco. La Cilla -típica construcción destinada a granero-, el palacio de los Hermanos Calvo y el antiguo convento de San Francisco, donde aún hoy se interpretan conciertos de música clásica, son otros de los lugares del patrimonio histórico – artístico que ver en Baltanás, capital del Cerrato.

Iglesia renacentista de Baltanás, Palencia

Si hay tiempo suficiente -por ejemplo, si se pasa un fin de semana en este municipio- otro plan que hacer en Baltanás es acercarse hasta los yacimientos arqueológicos del poblado de la Poza, una aldea medieval con restos de una necrópolis con más de cinco siglos de historia.

El barrio de bodegas de Baltanás.

Un total de 374 bodegas subterráneas excavadas hasta seis niveles se extienden por el cerro del Castillo. Muchas de ellas siguen en uso, por lo que es frecuente ver a los vecinos con las puertas abiertas, faenando en ellas o sentados degustando un Arlanza con amigos y familia. Y es que estas tierras son feudo de la D.O. Arlanza, una denominación de origen de vinos con mucha personalidad que también se elabora en la vecina provincia de Burgos. ¡Hay que probarlos! Acompañado de productos locales, como un rico queso de la Quesería Cerrato.

Bodegas subterráneas de Baltanás

Y qué mejor lugar que saborear estos caldos con carácter que su propio origen, con vistas al verde mar de Castilla, donde bailan las espigas del trigo al compás del viento.

Un vino en Baltanás

Dormir en Baltanás.

En la zona del Cerrato palentino no se estilan las grandes cadenas hoteleras. Lo que hay son casas rurales, pequeñas posadas u hospederías locales donde estar en contacto con la tranquilidad del entorno en la pura naturaleza. Te recomiendo que eches un vistazo para tu estancia a la Finca el Cerrato o a la Villa Ferrera Posada Rural en Herrera de Valdecañas, a 23 kilómetros de Baltanás.

Finca El Cerrato, Palencia

Más información en la web oficial de Palencia Turismo.

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