Comarca del Vallés Oriental. A media hora de Barcelona se ubica la Garriga, villa de manantiales termales ya conocidos en los tiempos de los romanos. Ubicada en un valle atravesado por el río Congost, a los pies del Parque Natural del Montseny, son muchos los planes que hacer en la Garriga. Senderismo -rutas a pie o en bici-, balnearios y patrimonio modernista son algunas de las propuestas para una escapada de relax y naturaleza perfecta para desconectar de la ciudad en un fin de semana. ¿Te subes conmigo al tren?
De todas las escapadas en tren desde Barcelona, esta sin duda ofrece la sorprendente sensación de unos días de turismo rural apenas a unos kilómetros de una metrópoli frenética como es la capital catalana.
Viejo Molino, qué hacer en la Garriga, Barcelona
Sitios que ver en la Garriga.
- Refugios antiaéreos de la Estación.
- Parroquia de Sant Esteve.
- Can Raspall.
- Manzana Raspall: ruta del Modernismo.
- El paseo de la Garriga.
- Villa romana de Can Terrers.
- Ermita de Santa María del Camino.
- Iglesia de la Doma.
- Paseo fluvial del Congost.
- Poblado Ibérico del Puig del Castell.
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Contenido del artículo
Cómo llegar a la Garriga desde Barcelona.
Situada a tan solo 40 kilómetros de la ciudad de Barcelona, la Garriga se convierte en un destino fácil y asequible tanto en coche –30 minutos por la C-17– como en tren de cercanías. Desde Barcelona – Sants o Plaza Catalunya se puede coger el rodalies, línea R3 que sale desde Hospitalet en sentido Ripoll con parada en la Garriga. Tarda una hora aproximadamente y hay frecuencias cada media hora o una hora dependiendo del día de la semana.
Alojamiento en la Garriga.
El turismo termal se puso de moda entre la alta burguería catalana a mediados del siglo XIX. El primer centro moderno en aprovechar las propiedades medicinales de sus fuentes termales fue el hotel balneario Blancafort, inaugurado en 1840. Hoy está reformado como un hotel de cuatro estrellas con circuito spa y diferentes salas temáticas en pleno centro urbano. Sin duda, el plan más relajante que hacer en la Garriga, siguiendo la moda de nuestros ancestros.
Otra opción para una escapada romántica son los apartamentos Sono & Spa con piscina termal privada para los huéspedes. Ubicado a las afueras, en la urbanización Els Tremolencs, son pura tranquilidad rodeado de naturaleza.
Hotel Sono & Spa en la Garriga
Planes que hacer en la Garriga.
Pongamos que llegamos en tren a la Garriga. Junto a la estación encontramos los refugios antiáreos, excavados bajo una colina para proteger a la población de los bombardeos del ejército franquista durante la Guerra Civil. Con más de 100 kilómetros de galerías, los túneles se conservan en muy buen estado, organizando visitas guiadas cada segundo sábado del mes. Es necesario reservar en la web del Refugio antiaéreo de la estación.
Refugios antiaéreos la Estación, qué hacer en la Garriga, Barcelona
Un paseo por el Centro Histórico.
El corazón de la villa es la iglesia de Sant Esteve, un modesto templo en la plaza principal donde se ubica el Ayuntamiento del municipio además de varios bares y cafeterías. Cada sábado por la mañana montan un mercadillo con puestos de frutas, verduras o prendas textiles, dándole mucha vida y animación. También es escenario de las celebraciones locales: la feria de la butifarra, en febrero y las fiestas del Corpus en junio, cuando la localidad se cubre de coloridas alfombras de flores.
Sant Esteve, qué ver y qué hacer en la Garriga, Barcelona
Callejeando por el centro de la Garriga se descubre una arquitectura ecléctica, muestra de un pasado rural, palacetes modernistas y otros monumentos históricos catalogados -hay un total de 220 en todo el municipio-. El llamado Can Raspall es la primera obra del arquitecto Manuel J. Raspall, quien transformó la casa medieval donde había nacido su madre. Hoy es un edificio de titularidad pública abierto al público, con una exposición sobre este arquitecto modernista fundamental para la historia urbanística de la Garriga.
Can Raspall, la Garriga
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La fuente caliente.
A unos pasos de este edificio emblemático de la Garriga hay un punto curioso en el que hacer una parada: el Pozo Caliente, fuente termal donde sale el agua a más de 60 grados. Y es que gracias a estos manantiales con propiedades terapéuticas el pueblo floreció y se desarrolló turísticamente.
Pozo caliente, la Garriga
La Ruta del Modernismo: la manzana Raspall y el paseo de la Garriga.
¿Te gusta el Modernismo? Admirar las fachadas de los palacios modernistas del centro urbano y los que se enmarcan a lo largo del paseo es uno de los mejores planes que hacer en la Garriga. Con la eclosión de los balnearios y el termalismo, además de la cercana ubicación con la ciudad condal, a principios del siglo XX la Garriga ya era una de las zonas favoritas de veraneo y descanso de la alta sociedad barcelonesa. De esta época son las casas señoriales con balconadas y torreones que mandaron a construir los burgueses, concentrándose en una pequeña manzana: la Isla Raspall, con la Casa Barbey, la Torre Iris o La Bombonera. Todas ellas construidas entre 1910 y 1913.
la Casa Barbey, ruta Modernista, qué hacer en la Garriga
A lo largo del paseo de la Garriga se ubican otras casas modernistas de principios del siglo XX, aunque no tan monumentales como las de la Isla Raspall. Y es que los palacios construidos por ese arquitecto -de ahí el nombre de la manzana- fueron declarados Bien Cultural de Interés Nacional. Aunque hay muchos otros distruidos por la villa, rodeados de exhuberantes jardines, como la Casa Pere Serra o la Casa Bosch.
Casas modernistas, qué ver en la Garriga
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El viejo molino de la Garriga.
Caminando todo el paseo en dirección inversa al centro, al final del mismo encontramos un entorno más rural. Masías, parques y bosques como el de Malhivern. Frente a la Casa Narcisa Freixas, una masía histórica, encontramos el que fuera un viejo molino, con el estanque hoy seco.
La villa romana de Can Terrers.
Junto a la riera de Samalús, ya a las afueras de la Garriga, se ubican los vestigios de una rica y próspera villa romana: la de Can Terrers. Dedicada al cultivo de las viña, los vinos de Can Terres se transportaban y bebían en la misma Roma. Las excavaciones arqueológicas han permitido reconstruir esta hacienda del siglo I dotada de varias salas de baños y termas, además de los restos de un horno y otras instalaciones rurales. En ella se encontró un bello mosaico de una mujer con velo que hoy se exhibe en el Museo Episcopal de Vic.
Villa romana de Can Terrers, qué hacer en la Garriga
Las ruinas de la villa son de acceso libre y gratuito, abiertas 24 horas. Por favor, recuerda respetar el patrimonio y caminar solo por la pasarela habilitada.
Ruinas romanas en la Garriga
Ermita de Santa María del Camino.
Muy cerca de la villa romana, al otro lado de la carretera, destacan las palmeras de una masía histórica pintada en blanco, también llamada de Can Terrés. Junto a ella, en un prado por donde corretean los conejos, hay un viejo horno de ladrillo y la ermita románica de Santa María del Camino, del siglo X. Del monasterio que fundó Emma, hija del conde Wifredo el Velloso en el año 921, ya no queda huella.
Ermita de Nuestra Señora del Camí
Otro templo histórico que visitar en la Garriga es la antigua iglesia parroquial de la Doma con su cementerio, bello conjunto románico del siglo XII. La iglesia conserva un retablo gótico del siglo XV dedicado a San Esteban. En cuanto al cementerio, posee varias esculturas de arte fúnebre: aquí está enterrado el arquitecto Manuel J. Raspall, el autor de varios palacetes de la Garriga.
¿Más lugares que ver en los alrededores de la Garriga? Los restos del poblado Ibérico del Puig del Castell, a 11 kilómetros de la Garriga, hogar de la tribu ibérica de los layetanos antes de la conquista romana.
Rutas de senderismo en la Garriga.
Sin duda disfrutar de la naturaleza y el sugerente entorno del Parque Natural del Montseny -Reserva de la Biosfera- es la mejor de las opciones que hacer en la Garriga. Rutas de senderismo hay cientos, con diferentes exigencias técnicas, dificultad y duración. Una ruta llana y sencilla es caminar de la Garriga a Figaró por el camino fluvial del Congost. Son 7 kilómetros de sendero solo ida junto al río: al llegar a Figaró podemos regresar haciendo el camino inverso o bien tomar el cercanías en la estación de Figaró – Montmany.
Río Congost, rutas de senderismo en la Garriga
Otras rutas de senderismo desde la Garriga o Figaró:
- PR-C 33: Sendero circular de la Garriga desde la plaza del Ayuntamiento (29km; 7 horas).
- Subida al santuario y torre del Telègraf del Puiggraciós: 5,7 km – 1 hora y media (ida).
- Parque Natural del Montseny: Itinerario por la riera de Vallcárquera (Figaró) (6,9 km; 2 horas y 15).
- PR-C 213: Del Figaro al Turó del Tagamanent (16 km; 4 horas y media).
Senderismo en la Garriga, Barcelona
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Dónde comer en la Garriga.
Una buena opción en relación calidad – precio con comida local en el centro de la Garriga es el Restaurante la Garrafa. Calçots (en temporada), escalibada, carnes y pescados a la brasa para reponer fuerzas tras la caminata. Y después, sesión de spa. ¿Planazo o no un fin de semana en la Garriga?
Calçots y bacalao en La Garriga
Más información en la web oficial de Turisme Vallés.
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