A 2 horas en coche de Barcelona ciudad se ubica un valle pirenáico compartido por dos países: La Cerdaña – Cerdanya en catalán; Cerdagne en francés-. Región natural con picos que rasgan los 3000 metros de altura, tiene pintorescos pueblos de piedra, pistas de esquí, rutas de senderismo, aguas termales y una gastronomía rica en lácteos. Hoy te traigo varios planes que hacer en la Cerdanya para una genial escapada de desconexión y naturaleza a una de las zonas más populares de la montaña catalana.
Rumbo a la Cerdanya.
Tras atravesar el largo túnel del Cadí -ojo, hay peaje- entramos en La Baja Cerdanya, comarca que pertenece a las provincias de Lleida y Girona. Los picos de los Pirineos recortan el paisaje de alta montaña y la carretera se divide: la C-16 sigue a la izquierda, dirección el Principado de Andorra. A la derecha, la C-162 hasta Puigcerdà, en la raya con Francia. La capital de la Cerdanya será la base para esta escapada al Pirineo oriental.
Paisaje de la Cerdanya en otoño
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Alojamiento recomendado en Puigcerdà.
En la Cerdanya hay muchas casas rurales ideales para una escapada de fin de semana. Yo me alojé en el Hotel del Lago, en pleno centro de Puigcerdà, con párking gratuito y un área de spa -genial para un plan romántico-. Puigcerdà está en la misma frontera con Francia y a 6 km de Llívia, uno de los pueblos más curiosos que ver en la Cerdanya -a continuación explicaré por qué-. Además, como capital de comarca tiene muchos comercios, bares y restaurantes donde poder comer, cenar o tomar algo.
Hotel del Lago en Puigcerdà
Planes que hacer en la Cerdanya
Esquiar, senderismo de alta montaña, turismo cultural o relajarse en un balneario… Los planes que hacer en la Cerdanya son muchos y variados y depende de la época en la que nos escapemos. En invierno suele haber nieve y hace mucho frío; la primavera y el verano es ideal para el senderismo. Aunque si me das a elegir ¡como los colores de otoño no hay nada!
El lago de Puigcerdà, qué hacer en la Cerdanya, Cataluña
Descubrir Puigcerdà.
La capital de la comarca es una pequeña ciudad de 9500 habitantes con mucha vida. Especialmente durante puentes y festivos, cuando los bares del centro se ponen a rebosar. A 1200 metros de altitud, rodeada de montañas, la principal atracción que ver en Puigcerdà es el lago artificial donde nadan simpáticos cisnes, ocas y patos. Se mandó a construir por el rey Sancho I de Mallorca -conde de la Cerdanya- en 1260 para el regadío de los campos. Alrededor del lago hay una buena muestra de palacetes modernistas, pertenecientes a la burguesía catalana que empezaron a veranear en la montaña para huir de la ciudad y respirar aire limpio del Pirineo. Algunas de estas mansiones históricas, hoy se han reconvertido en hoteles de lujo como Villa Paulita.
Cisne en el lago de Puigcerdà
El centro histórico conserva algunos monumentos como la torre del campanario de la iglesia románica, del siglo XII, el templo de Sant Tomàs de Ventajola o la iglesia de Santa María de Puigcerdà. El hospital de Puigcerdà mandado a construir por Pedro II de Aragón en el medievo o lo que queda del Convento de Sant Domènec: parte de las pinturas murales góticas fueron trasladadas y se conservan en el Museo Nacional de Arte de Cataluña en Barcelona. Para ver el atardecer: el mirador de Puigcerdà, orientado a poniente; o los reflejos rosas y dorados sobre el lago. ¡Idílico!
Casco histórico de Puigcerdà
Subir al castillo de Llìvia.
Busca Llívia en el mapa y te sorprenderás: se trata de un pueblo español en territorio francés. Es decir, está totalmente rodeado del país galo: aunque Puigcerdà sólo queda a 6 kilómetros de distancia, para llegar a Llívia hay que pasar por Francia sí o sí, sea en coche o caminando. Esta es la curiosidad del municipio de Llívia, establecido así tras el Tratado de los Pirineos, con el objetivo de poner fin a la Guerra de los Treinta Años. La región de la Cerdanya quedó dividida en dos territorios: la Baja Cerdaña dentro de España y la Alta Cerdaña en Francia, cediendo España 33 municipios a los franceses a excepción de Llìvia, que poseía el título de villa otorgado por Carlos V.
Llívia, lugares que ver en la Cerdanya
Merece la pena dedicar una mañana o tarde a visitar Llìvia, antigua capital de la Cerdana. Callejear por sus estrechas travesías con casas de piedra gris y tejados de pizarra -arquitectura pirenáica que también se ve en la Vall de Boì o valle del Bohí, en la vecina provincia de Lleida. Entrar a la iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, del siglo XVI, campanario visible desde todas las partes de la villa. Y subir al castillo de Llìvia, baluarte en ruinas con vistas 360 sobre el angosto valle de la Cerdanya, limitado por las altas cumbres de los Pirineos.
Vistas desde el castillo de Llívia
Otros pueblos que ver en la Cerdanya son: Alp, el favorito de los esquiadores. Prullans, ya en la provincia de Lleida; Bellver, con la iglesia de Santa Maria de Talló o Lles de Cerdanya, a orillas del río de la Llosa.
Esquiar en la Cerdanya.
Uno de los planes que hacer en la Cerdanya en invierno más populares es disfrutar de la nieve: hay varias estaciones de esquí donde también se puede hacer raquetas o snowboard. La Molina, en Alp, es la más antigua, con más de un siglo de historia. Justo al lado y orientada al norte -suele ser la primera en abrir y cerrar- la estación de esquí de Masella. Guils Fontanera es otra de las más típicas: ofrece 45 km de pistas. La estación de esquí de fondo Aransa, con 32 km esquiables con vistas a la sierra del Cadí. Lles de Cerdanya está ubicada entre Puigcerdà y La Seu d’Urgell, puerta de Andorra, con estación de esquí de fondo entre bosques de abetos y pino negro. ¡Sin duda de las mejores zonas para esquiar en Cataluña!
Esquiar, uno de los planes más típicos que hacer en la Cerdanya
Rutas de senderismo en la Cerdanya.
Hay muchas rutas de senderismo que hacer en la Cerdanya, más o menos complicadas, dependiendo del clima y la estación. Desde subir al pico del Moixeró (2.074 metros) con vistas espectaculares a la Sierra del Cadí y del Pedraforca -ruta moderada de 12,9 km-. El recorrido circular del Prat de Cadí, con 13,3 km es de las más populares. La ruta a los Lagos de la Pera es sencilla: son 5km desde la fuente de Pollineres, sin dificultad técnica. Desde Llívia una de las mejores rutas de senderismo que hacer en la Cerdanya francesa es Los lagos de las Bouilloses -itinerario circular- apta para el verano. Si visitas la Cerdanya en invierno o con niños pequeños, siempre puedes hacer un paseo corto como El Camí dels Enamorats, totalmente llano, siguiendo la acequia histórica de Puigcerdà a Ur, ya en Francia.
Senderismo en la Cerdanya
Nota: te dejo el enlace a las Rutas en Puigcerdà a pie o en bici en Wikiloc.
Una jornada de spa: aguas termales en la Cerdanya.
¡La Cerdanya es una zona famosa por sus aguas termales desde hace siglos! Con diversos manantiales de aguas sulfurosas y con propiedades curativas, hay varios balnearios para pasar unas horas a remojo en plena naturaleza: los baños romanos de Dorres, a sólo 7 km de Llìvia, son pisicinas al aire libre de 38 y 39 grados, con vistas a la montaña. El acceso cuesta 5,5€. Otro balneario de la Alta Cerdaña, atrapado en un frondoso bosque, son los baños de Saint Thomas, en Fontpédrouse.
Baños de Saint Thomas, Alta Cerdanya, Francia
Almorzar en una quesería tradicional.
Al atravesar las carreteras de la Cerdanya se ven prados y prados de caballos y vacas: la ganadería extensiva es el modelo de producción de esta comarca, siendo los lácteos de calidad uno de sus productos estrella. Los quesos de la Cerdanya son una delicia. Un lugar recomendado para darse un homenaje es La Formatgeria de Llívia, con un buen surtido de quesos artesanos para degustar en tabla o versión fondue. De postre: qué mejor combinación que mel i mató. Eso sí: reserva con antelación porque en fines de semanas y festivos se llena.
Almuerzo en la Quesería de Llívia
Un viaje en el Tren Groc (tren amarillo).
Extra plan que hacer en la Cerdanya con niños: subir al tren amarillo de la Cerdaña. Una vieja máquina con vagones descubiertos que atraviesa el Pirineo oriental. De Villefranche-de-Conflent a Latour-de-Carol, subiendo por valles y montañas. ¡Un trayecto de 63 kilómetros por paisajes de postal! El tren Amarillo es un vestigio de los viajes de antaño; ahora podría enmarcarse en el slow travel tan de moda: circula a 30 kilómetros por hora y pasa por Bolquère, la estación más alta de Francia (a 1593 metros). Para subir al tren, hay que ir a la estación de Villefranche de Conflent -una de Les Plus Beaux Villages de France -. Circula desde el 27 de mayo al 9 de diciembre, permaneciendo cerrado todo el invierno.
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Rosa
Hola.
Les he solicitado en muchas ocasiones información sobre distintos destinos para viajar y nunca me contestan.
No sé porque me envían email de viaje si no van a contestarme
cosmopolilla
Hola Rosa, no he recibido ninguno de sus mensajes. Debe ser que está suscrita a mi blog y por eso le llegan al mail cuando publico nuevos artículos. Toda la información y las rutas sobre los lugares a los que viajo la puedes encontrar aquí, en lacosmopolilla.com y si tienes alguna duda sobre algún destino en concreto puedes dejarme un comentario como acabas de hacer, en alguno de mis artículos o puedes escribirme directamente un mail a escribe@lacosmopolilla.com un saludo y feliz lunes