Rodeada de montañas que rozan los 3000 metros de altura y en la raya con Francia encontramos Puigcerdà. Una pequeña ciudad de casi 10 mil habitantes a orillas de un lago artificial construido en el siglo XIII. Idílica y animada, su ubicación a sólo 2 horas de la ciudad de Barcelona la convirtió hace un siglo en uno de los destinos favoritos de veraneo de la burguesía catalana, legado de palacetes modernistas con vistas a los Pirineos orientales. Te cuento los lugares que ver en Puigcerdà, para que no te pierdas nada y exprimas al máximo una escapada rural en la montaña de Girona. Relax, aguas termales, patrimonio y naturaleza son la oferta de la capital de la Cerdanya.
En invierno el esquí -con las pistas de La Molina y Masella en Alp- y en verano el senderismo de alta montaña. Estos son las actividades más habituales que hacer en la Cerdanya. Región natural situada en un angosto valle del Pirineo y dividida por razones históricas entre Francia y España. Territorio fronterizo, ha sido testigo de numerosas guerras y escaramuzas por su posesión. El Tratado de los Pirineos puso fin a la sangrienta Guerra de los Treinta Años a mediados del S.XVII. Quedó la Alta Cerdanya en Francia y la Baja Cerdanya en España, con Llívia por medio. Hoy, por suerte, corren tiempos más pacíficos y la frontera entre ambos países es inexistente. Por lo que alguno de las propuestas de planes que hacer en Puigcerdá y alrededores pasan por terreno galo. Ya verás cuáles.
Lago de Puigcerdà, la Cerdanya
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Cómo llegar a Puigcerdà desde Barcelona.
La forma más rápida de llegar a Puigcerdà es en coche: está a unos 150 km de Barcelona capital, unas dos horas por autopista -hay que pagar peaje-. Además, el coche es la mejor manera de movernos por la Cerdanya. Ahora bien, si no tienes vehículo propio también se puede llegar en transporte público. Desde la estación de autobuses Barcelona Norte la compañía ALSA ofrece dos conexiones diarias (una por la mañana y otra por la tarde) con Puigcerdà. Eso sí, son 13 paradas en total. Tarda unas 3 horas.
Alojamiento recomendado en Puigcerdà.
En toda la zona de la Cerdanya hay muchas casas rurales y hoteles, ya que es una comarca muy turística para amantes de la montaña. Yo reservé dos noches en el Hotel del Lago, a 5 minutos caminando del centro histórico y a unos pasos del lago de Puigcerdà. Un hotel con zona de spa incluido en el precio -piscina, jacuzzi y sauna- ideal para un fin de semana romántico.
Zona spa del hotel del Lago en Puigcerdà
Una vez instalados en el alojamiento, ya estamos listos para explorar los mejores sitios que ver en Puigcerdà:
Lago de Puigcerdà.
Corría el año 1177 cuando el rey Alfonso II de Aragón decidió trasladar la capital de la Cerdanya desde Bourg – Madame (antiguo Hix) al otro lado del río Reür y fundar así Puigcerdà. Fortificada y amurallada en los siguientes siglos, sufrió grandes incendios y terremotos, quedando medio destruida. Fue otro rey el que mandó construir un estanque artificial para el regadío de los pastos de la comarca y también para la prevención de incendios. Hablamos de Sancho I de Mallorca, quien poseía los títulos de conde de Rosellón y de la Cerdaña, en el año 1260. Para suministrar agua al estanque procedente del río Querol se construyó una larga acequia de piedra.
Cisnes y patos en el lago de Puigcerdà
El lago de Puigcerdà hoy es un idílico paraje rodeado de los árboles del Parc Schierbeck, con numerosas aves acuáticas que surcan las aguas con animado parloteo. Principal sitio de reunión de vecinos y turistas, es el lugar más agradable que ver en Puigcerdà por sus palacios modernistas; de fondo, las montañas nevadas de los Pirineos.
Casas modernistas del lago de Puigcerdà.
A finales del S.XIX la revolución industrial trajo prosperidad y modernidad a Barcelona, con una floreciente burguesía enriquecida gracias a las fábricas de textil o el chocolate, entre otras. La nueva clase acomodada busca para el verano huir de los humos de la ciudad y buscar aire fresco a pie de mar o en la montaña. Puigcerdà se convierte en un demandado enclave para aquellos primeros turistas. El Doctor Andreu, famoso farmacéutico, propone un nuevo plan urbanístico para albergar ostentosas mansiones, que hoy siguen en pie: Villa Eduardo, la Casa del Reloj, Villa Andreu, Villa María, Villa Dionisia o Villa Paulita, hoy reconvertida en hotel de lujo con spa.
Palacios modernistas en Puigcerdà
Un paseo por el centro histórico de Puigcerdà.
Desde el lago, sólo hay que tomar el Carrer del Dr. Piguillem hasta la plaça de Barcelona para entrar en el casco histórico de Puigcerdà. Pintado en color crema y rosa se alza el Teatro Casino Ceretà, uno de los edificios más emblemáticos que ver en Puigcerdà, construido durante la belle époque para el entretenimiento de los veraneantes. Aún hoy se proyectan películas, obras de teatro, conciertos y otros eventos culturales.
Teatro – Casino de Puigcerdà
A unos pasos encontramos la plaza de los Héroes, la más concurrida de la ciudad gracias a sus bares y restaurantes donde tomar unas tapas. En ella se ubica un obelisco de mármol rojo, en recuerdo de los locales que dieron su vida defendiendo Puigcerdà durante las Guerras Carlistas.
Plaza de los Héroes, qué ver en Puigcerdà, Cataluña
Campanario de la iglesia de Santa María.
El templo religioso -o mejor dicho lo que queda de él- más importante que ver en Puigcerdà es la torre de 30 metros que perteneció a la iglesia gótica de Santa María. Atacada al comienzo de la Guerra Civil Española, en el año 36, sólo quedó en pie el campanario: es posible entrar a su interior y ascender por la escalera de caracol hasta el mirador, con vistas 360 de todo el núcleo urbano.
Campanario de la iglesia de Santa María
Desde aquí comienza un área peatonal repleta de cafeterías y comercios: hay muchas tiendas de ropa técnica y calzado de montaña, ideal para esquiar o hacer largas caminatas. Se nota que la localidad de Puigcerdà, a 1200 metros de altura sobre el nivel del mar, es base ideal para disfrutar de la montaña.
Otros sitios históricos que ver en Puigcerdá se localizan en torno a la plaza de Santa María, con el antiguo hospital de la Vila. La capilla renacentista de Nuestra Señora de Gracia o el antiguo convento Sant Domènec son una muestra del importante pasado de la capital de la Cerdanya como centro neurálgico, cruce de caminos entre Francia y Cataluña.
Museu Cerdà.
En el Carrer Higini de Rivera, al otro lado del centro histórico, está la Casa Cerdana o de Cerdanya, el espacio etnográfico más interesante que visitar en Puigcerdá. Con exposiciones permanentes y temporales, es el mejor lugar para aprender sobre esta pequeña ciudad al pie del Pirineo. En la planta baja se puede conocer cómo era una casa típica de la Cerdanya tanto en arquitectura tradicional como herramientas del campo y otros oficios, vestimenta, muebles… Fundamentalmente orientada a trabajos rurales, en una zona de montaña donde la economía básica, antes del boom de turismo, era la agricultura y la ganadería. La exposición se completa con fotografías de época y pantallas interactivas. En la planta -1 del edificio, la exposición permanente está dedicada a los conventos medievales de Puigcerdà, desaparecidos tras la desamortización de Mendizábal. Puedes consultar los horarios de apertura y la agenda cultural en la web oficial del Museo Cerdà.
El mirador de Puigcerdà.
Si buscas dónde ver el atardecer en Puigcerdà, hay dos lugares: el mirador, junto a la plaza del Ayuntamiento. Orientado al oeste, el sol se pone por las montañas de la sierra del Cadí. Otro enclave es el mismo lago de Puigcerdà: si hay nubes rosadas los reflejos en el agua del cielo son increíbles.
El Mirador de Puigcerdà
Camí dels Enamorats.
Una ruta muy sencilla y llana que hacer en Puigcerdà es este camino al aire libre entre árboles y prados de vacas y caballos, junto a la acequia centenaria. La senda comienza en la plaza de Dionís Puig, al norte del lago de Puigcerdà, y tiene 3,5 kilómetros de recorrido en su variante corta; 4,1 km por la iglesia de Sant Jaume de Rigolisa. Dirección Ur, ya en Francia, podemos dar la vuelta al llegar al pequeño Llac Torniquet. ¿Una curiosidad literaria? Esta ruta forma parte de los senderos de la Cerdanya; para lectores del gran escritor Carlos Ruiz Zafón, este corto itinerario aparece en la novela «El Juego del Ángel», segunda parte de «La sombra del viento».
Sant Jaume de Rigolisa, Camino de los Enamorados
Dónde comer en Puigcerdà.
Seguro que con tanto patear se te ha abierto el apetito. Como capital de la Cerdanya, hay muchos lugares donde comer en Puigcerdà. Desde creperías donde sirven sidra normanda y galettes saladas (con trigo sarraceno) o crepes dulces, a restaurantes más sofisticados con gastronomía típica de la montaña. Los lácteos son famosos en la Cerdanya, con muy buenos quesos. Buenas opciones son la Cava Taverna, con platos imaginativos a la par que tradicionales. Si buscas buena relación calidad – precio: Ca la Núria Puigcerdà. Si tu viaje a Puigcerdà es en puente o fin de semana ¡recuerda reservar con antelación!
A unos pocos kilómetros de Puigcerdà recomiendo la Formatgeria de Llivia, precioso restaurante en una antigua fábrica de quesos con cocina de montaña y fondues. Para merendar o desayunar, no te pierdas el chocolate caliente y las tartas de Xocolates Pirineus. ¡Una delicia!
Chocolate caliente en Xocolates Pirineus, Puigcerdà
Qué hacer en los alrededores de Puigcerdà.
Para completar la escapada a Puigcerdà, tras recorrer la ciudad te recomiendo visitar Llìvia, un pueblo catalán dentro de Francia a sólo 6 km de distancia. Merece la pena subir al castillo, con unas vistas excepcionales sobre el valle de la Cerdanya y los picos del Pirineo Oriental. Relajarse una tarde de spa en un balneario de la Alta Cerdanya es otra opción estupenda, ya que esta zona es famosa por sus manantiales de aguas termales: los baños romanos de Dorres quedan a 10 km de Puigcerdà. Otra opción son los Bains de Saint Thomas en Fontpédrouse, unos baños históricos encajados en un frondoso paraje natural. ¡De fábula!
Llívia desde el castillo
¿Más ideas de qué hacer en Puigcerdá? Si visitamos la ciudad en invierno y hace mucho frío como para andar por el campo, a 7 km de Puigcerdá -apenas 10 minutos en coche- se encuentra El Museo de la Cerdaña, espacio etnográfico en el Cal Mateu, una antigua masía del S.XVIII. En cambio si hace bueno, subir al histórico Tren Amarillo, con el techo descubierto, es una de las mejores opciones para disfrutar de los paisajes de la montaña con los más pequeños. ¡63 kilómetros de panorámicas de infarto!
Mapa de lugares que ver en Puigcerdà.
- Lago de Puigcerdà.
- Casa del Reloj.
- Teatro – Casino de Puigcerdà.
- Xocolates Pirineus.
- Plaza de los Héroes.
- Campanario de la iglesia de Santa María.
- Ayuntamiento y Mirador de Puigcerdà.
- Museo Cerdà.
- Camí dels Enamorats.
- Iglesia de Sant Jaume de Rigolisa.
- Llac Torniquet.
Puedes ampliarlo en Google maps.
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