«Infinito» es una palabra que cobra sentido en la provincia de Jaén. Esa tierra andaluza de campos de olivos que se pierden en el horizonte en suaves colinas. Ese cielo azul nítido, casi recién pintado, que se cubre de un manto de estrellas al atardecer. Esas torres y murallas de castillos vetustos que recuerdan cien y una batallas. Ya lo dice su eslogan: «Jaén paraíso interior«. Jáen no tiene mar y no lo necesita. Con el mayor número de espacios naturales protegidos y pueblos encantadores, su oferta cultural, gastronómica y de turismo activo sin duda es el edén de los amantes del ecoturismo.

Cabra montés. Sierra de Cazorla, Jaén. Fuente: Shutterstock
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Respirar naturaleza: los pueblos más bonitos de Jaén.
Frailes, la fábrica de luz.
Próximo a la línea divisoria imaginaria que separa a Jaén del antiguo reino nazarí de Granada, en plena Sierra Sur, un romántico inglés llamado Michael Jacobs encontró en Frailes su rincón exquisito. Se instaló en la parte alta del pueblo, con vistas a los huertos, olivares y campos de cerezos que se cubren de blanco en primavera y escribió «La fábrica de luz». Antiguas casas – cuevas, callejuelas de macetas, los lavaderos, la fiesta del Vino… Y su entrañable gente. Rodeado de verdor, Frailes es descanso, armonía con la madre Tierra en las diversas rutas de senderismo como la que asciende al pico de la Martina, de 1.550 metros de altitud.
Alcaudete, un castillo y la Vía verde del Aceite.
Que Jaén es la capital mundial del aceite de oliva, ese oro líquido, no es ningún secreto. Los muros del que fue castillo de la Orden de Calatrava, monjes guerreros a cuyas espadas el rey Fernando III el Santo encomendó la defensa del reino de Castilla contra el sarraceno coronan la atalaya. Bajo esta fortaleza concluye la ruta de la Vía verde del Aceite, un delicioso trazado para recorrer a pie o bicicleta, disfrutando de los paisajes jienenses por la antigua línea ferroviaria de Jaén a Campo Real.
Alcalá la Real, enclave cultural en la Sierra Sur.
Otro pueblo fronterizo, otro municipio blanco y rebosante de patrimonio. Considerada la cuna del barroco andaluz, adentrarse bajo el arco de su regia fortaleza de la Mota es viajar en el tiempo a los oscuros años de la Edad Media. Por sus túneles subterráneos corren las leyendas como la de la mora Cava y el aljibe de la conquista. Otro bello municipio por descubrir, enmarcado en el corazón de la Subbética.
Acechando al lince en Baños de la Encina.
En la cesta una Sobá, grande y crujiente torta de aceite, o tal vez un hornazo. En la fiesta de Todos los Santos los vecinos se echan al monte, a pasar el día en el campo ya vestido de otoño. Al amparo de Sierra Morena, Baños de la Encina es uno de los pueblos más bonitos de Jaén. No sólo por su castillo de Burgalimar, uno de los más antiguos de Europa: sus iglesias y ermitas están repletas de arte y tradición. Se trata de un punto estratégico para adentrarse en la montaña tras las huellas del lince ibérico. Sólo los afortunados podrán observar su sigiloso paseo. Practicar el Astroturismo en la oscuridad de las dehesas o pasar una deliciosa jornada en la «playa del Tamujoso». Un baño en el embalse del Rumblar o incluso practicar pesca o kayak en sus tranquilas aguas.

Lince ibérico. Los pueblos más bonitos de Jaén. Fuente: Shutterstock
Cazorla y una sierra de película.
Las espectaculares imágenes de «El Hombre y la Tierra» pusieron a Cazorla en el mapa y la hicieron famosa en todo el territorio nacional. La lucha de los venados en la berrea, el majestuoso vuelo del quebrantahuesos… El recuerdo de Felix Rodríguez de la Fuente sigue vivo en este pueblo blanco y tranquilo, en una ruta que recorre los escenarios del parque natural usados en la serie. Pero, además de las rutas a pie por los bellísimos senderos junto al río Borosa, la laguna de Valdeazores avistando rapaces y cabras montesas, la sierra de Cazorla es ideal para subir la adrenalina con deportes de aventura como escalada, barranquismo, o atreverse con una Vía ferrata.

Sierra de Cazorla, Jaén. Fuente: Shutterstock
Leyendas templarias en La Iruela.
A pocos kilómetros de Cazorla, La Iruela es otro hermoso pueblo de calles encaladas en el que relajarse y tomar como punto de partida para hacer senderismo por la sierra. Balcón del valle del Alto Guadalquivir, su castillo almohade del S.XII en lo alto del risco pasó por diversas manos después de la Conquista, incluyendo la Orden de los Templarios antes de caer en desgracia y ser condenada a desaparecer.
Baeza, el Nido de Gavilanes.
Más que pueblo Baeza es una ciudad, compartiendo con su vecina Úbeda los títulos de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Su rico patrimonio fue codiciado por reyes de todas las épocas, admirado por poetas como Machado y cantado por los romanceros. Su cercanía con Cazorla hace de Baeza una escapada ideal en la que combinar la visita cultural a sus principales monumentos como su catedral o la Antigua Universidad.
Úbeda, la reina del Renacimiento.
No se puede visitar Baeza y no acercarse a su ciudad hermana, Úbeda, la conocida como «Ciudad de los Cerros». En ella el Renacimiento español brilla con luz propia, en los más de 250 palacios y casas de estilo italiano que se fusionaron al arte mudéjar preponderante en la ciudad medieval, y hoy son joyas del urbanismo: el palacio del Deán Ortega, el de las Cadenas o el palacio del Marqués de Mancera.
Aldeaquemada y la cascada de la Cimbarra.
Encajonada en el Parque Natural de Despeñaperros, abrazada por un bosque de alcornoques y encinas se esconde la pequeña aldea de Aldeaquemada, de quinientos habitantes. Fundada por colonos centroeuropeos traídos por Carlos III, sus primeros habitantes se remontan miles de años atrás en el tiempo, ya que se han encontrado numerosas pinturas rupestres en la zona. Por sus abruptos desfiladeros se derrama el río Guarrizas en saltos de agua. El más bello es conocido como la cascada de la Cimbarra. Silenciosos senderos para andar o hacer en bicicleta hasta los miradores, por uno de los parajes más salvajes y desconocidos de Andalucía. Puede que porque aún flote la leyenda de los bandoleros…
Segura de la Sierra, el pueblo heleno de Jaén.
«Orospeda» llamaron los griegos al monte donde establecieron esta colonia al otro lado del Mediterráneo. A los pies del nacimiento de los dos grandes ríos del sur de la península: el Segura y el Guadalquivir. Hoy Segura de la Sierra es un pintoresco pueblo declarado Conjunto Histórico – Artístico. Destaca su castillo y muralla mudéjar. Otro enclave excelente para conocer esa otra parte de la sierra a montando en bicicleta, a caballo, en 4×4 o desde el aire, haciendo parapente.
Tierra adentro, feria de turismo interior.
Jaén y sus municipios son una muestra de que el turismo andaluz no es sólo de sol y playa. La oferta de actividades de ocio al aire libre y turismo activo crece, en un entorno de pura naturaleza. Para conocer todo lo que esta maravillosa comunidad puede ofrecer asistiré próximamente a Tierra Adentro. La feria de Turismo Interior más importante de Andalucía tiene lugar en el Recinto Provincial de Ferias y Congresos de Jaén (IFEJA). Esta, su decimosexta edición, se celebrará del 27 al 29 de octubre. Seguro que me servirá de inspiración para futuros viajes.
Tierras Insólitas
Vaya! no sabía que Jaén tuviese pueblos tan chulos. Un lugar ideal para un viaje en furgo!!!
Yolanda
Faltan vario. Pero sin duda, Iznatoraf
cosmopolilla
¡Ese no lo conozco! Apuntado, gracias