Lo tengo preparado, tengo las maletas…
Vamos juntos hasta Italia, quiero comprarme un jersey a rayas.
Pasaremos de la mafia, nos bañaremos en la playa…(Venezia, Hombres G)
El Coliseo, Roma
Bienvenido verano. Las tardes de sol infinitas. Las risas con helado, las terrazas. ¡Las vacaciones deseadas! ¿Eres más de playa? ¿De montaña? ¿De ciudad? Yo hoy te propongo un destino cultural que nunca pasa de moda, desde que aquella princesa en blanco y negro, Audrey Hepburn, la recorriera en una vespa: la capital de Italia, la Ciudad Eterna. Te cuento sus imprescindibles que visitar y cuál es el equipaje ideal para viajar a Roma en esta época. ¿Estás preparado?
Equipaje para viajar a Roma
Contenido del artículo
Equipaje para viajar a Roma en verano:
La época estival es temporada alta, eso significa mucho turismo. Así que lo primero que hay que echar en la maleta es ¡grandes dosis de paciencia! Para aguantar la espera ante los principales monumentos y los palos selfies intentando hacerse hueco delante del Coliseo. No desesperes, tómate un delicioso gelatto, evita las horas de más afluencia, intentando madrugar o ir poco antes de que cierren. ¡A mí me funcionó!
La Fontana de Trevi mejor verla de madrugada
El casco urbano de Roma es gigante. Para recorrerlo lo mejor es un calzado cómodo y transpirable, así como ropa de tejido ligero y de color claro. ¡Hará calor! El sombrero o gorra nunca está de más para las zonas con poca sombra como el Foro romano o el Circo Máximo. Recuerda llevar protector solar ya que el sol a mediodía puede resultar abrasador.
Sol de verano en el Coliseo
Otro imprescindible para mí es la cámara de fotos y una guía con mapa actualizado que incluya el transporte público. El repelente para los mosquitos también es buena idea ya que en verano pasear por las zonas verdes suele ser una delicia: un atardecer en el río Tíber, la villa Borghese… Por último, un botiquín con ibuprofeno y tiritas para las ampollas de los pies. ¡Si se anda mucho es más que probable que aparezcan!
Cámara de fotos, equipaje para viajar a Roma.
Un viaje cultural. Imprescindibles en Roma:
¡Maleta lista… Volamos a la Ciudad del Amor! Viajar a Roma es viajar en el tiempo, a la época de un gran Imperio que conquistó todo el Mare Nostrum. La capital de Italia es el sueño para todo arqueólogo o amante de la Historia y el Arte: la primera vez que la visité no encontré otra palabra mejor para definirla que un museo a cielo abierto, ¡el museo más grande del mundo!
La Roma romana.
Mi recomendación es comenzar en las huellas de hace dos mil años: los restos de la gran civilización romana. Es imposible no emocionarse ante el monumental Coliseo, el anfiteatro de Flavio y uno de los emblemas de la ciudad y toda la antigüedad clásica. A su lado se abre una gran avenida a través de lo que fue el Foro romano, el centro de la ciudad repleto de templos, edificios gubernamentales o el mercado.
El Foro romano. Equipaje para viajar a Roma en verano: ropa fresca.
La historia de la Roma antigua también se descubre en los museos capitolinos, las termas de Caracalla, el circo Máximo donde se celebraban las famosas carreras de carros. En las columnas de Torre Argentina se señalala escalinata donde fue asesinado Julio César; lugar en el que hoy hay una «guardería de gatos». Otro de los esenciales de la gran Roma: el Panteón de Agripa, erigido por Adriano.
Torre Argentina, Roma, guardería de gatos
La Roma cristiana.
En la oscuridad de las catacumbas de San Calixto se escondían temerosos aquellos primeros cristianos, sucumbiendo muchos a la tortura y el martirio o pereciendo en el Coliseo. Hoy este laberinto subterráneo se puede recorrer acompañado de un guía en la Vía Appia Antica, a las afueras de Roma tomando un autobús en San Giovanni. Este templo también merece una visita: fue la primera sede papal.
Catacumbas de San Calixto
Claro que en Roma cualquier iglesia es bella. Son emblemáticas la de la Vera Cruz o Santa María en Cosmedin, con la Boca de la Veritá, que según la leyenda mordía a los mentirosos. Aunque la madre de todas las catedrales del mundo es San Pedro, en Ciudad del Vatiano. Madrugar para ver sus museos y contemplar la Capilla Sixtina es algo que se debería hacer al menos una vez en la vida. ¡Las vistas de Roma desde su cúpula son impresionantes!
San Pedro, el Vaticano. Equipaje para viajar a Roma.
La Roma del Barroco.
Seguimos viajando en el tiempo sin salir de Roma. Hemos dejado atrás el Renacimiento con su autor más aclamado, Miguel Ángel. El Moisés se encuentra en San Pietro en Vincoli, próximo a la estación de Termini. Ahora vamos tras las huellas del gran Bernini que modeló el centro de Roma con sus fuentes como la del Tritón o la de los Cuatro Ríos en la plaza Navona, además del Baldaquino en San Pedro o la inmortal Dafne huyendo de Apolo.
Plaza Navona en Roma
La Roma de cine.
Llegamos al S. XX donde Roma se convierte en un icono del Séptimo Arte y en una de las ciudades más visitadas del mundo. En la Fontana de Trevi se baña la protagonista de la «Dolce Vita» enfundada en negro satén. Todos soñamos con tener nuestras propias «Vacaciones en Roma»… Y, confíesalo, tú también.
La Fontana de Trevi por la noche
La gastronomía italiana en el Trastevere.
Por último, no nos podemos ir de Roma sin almorzar o cenar en sus deliciosas trattorías la auténtica pasta italiana. Es un auténtico placer sucumbir a una pizza al taglio de cualquier puestecito, un helado de nuttela o sentarse en un restaurante tradicional del barrio del Trastevere, donde acuden los locales.
Pasta italiana en el Trastevere
¡La Ciudad Eterna te espera!
Equipaje para viajar a Roma en verano
Sigue viajando por Italia en el blog:
- La vida es bella en Génova.
- Palermo, de ciudad de la mafia a capital de la cultura.
- El Etna por la ruta del pistacho.
- Catania, la ciudad del Carpe Diem.
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Tu Medio Digital
¡Gracias por el artículo, como siempre muy interesante! Nosotros estuvimos por el norte de Italia hace unos años, pero no llegamos a bajar hasta Roma, así que lo tenemos más que pendiente.
De lo que vimos lo que más nos gustó fue Verona y Turín.
¡Un saludo!
cosmopolilla
¡Gracias! La ciudad de Julieta aún la tengo pendiente ¡siempre hay ganas de volver a Italia!