A 1085 metros de altura sobre el nivel del mar el viento sopla limpio y fresco. El sol brilla con fuerza en una mañana luminosa e invernal en lo más alto de la Table Mountain, la montaña nombrada Maravilla Natural del Mundo que domina Cape Town. A lo lejos, en medio del azul océano, se divisa una isla marrón y plana: no es otra que Robben Island, un cachito de tierra donde estuvo preso Nelson Mandela durante 27 años por luchar contra el fin del apartheid. Navegar hasta ella y visitar la prisión -hoy museo- es de las actividades imprescindibles que hacer en Ciudad del Cabo. Historia viva y contemporánea de un hombre que cambió el destino de su país para siempre. Ojalá más Nelson Mandelas en el mundo.
Vistas de Ciudad del Cabo y Robben Island desde la Table Mountain
Contenido del artículo
Cómo llegar a Robben Island.
Cape Town, 7 de la mañana. Hace frío mientras preparo café en mi apartamento del Three Boutique Hotel en el barrio de Oranjezicht. La noche anterior vimos en el portátil la película de «Invictus» y hemos madrugado para coger el primer ferry a la Robben Island. Durante un par de días, el trayecto estuvo cortado debido al mal tiempo, algo que sucede frecuentemente en las turbulentas aguas si viajamos a Sudáfrica en invierno. Es por ello que recomiendo reservar el barco con antelación, ya que se agotan con facilidad. El punto de embarque está en el Waterfront: Nelson Mandela Gateway. En verano hay cuatro salidas al día (de septiembre a abril); en invierno, sólo tres (mayo a agosto). La única forma de visitar la isla de Nelson Madela es con una visita guiada: el tiquet del barco incluye un viaje en bus y la entrada a la prisión.
Barco a Robben Island
Consejo: te recomiendo reservar la visita a Robben Island con antelación en la web oficial. Precio: 30€ ida y vuelta por persona, duración: unas 4 horas. El recorrido se hace en inglés y el aforo es limitado. Si están agotadas o no lo quieres hacer por tu cuenta, otra opción es hacer un completo tour por Ciudad del Cabo, la Montaña Mesa y Robben Island. ¡Los tres imprescindibles de Cape Town en un día!
Historia de una isla y del líder que lo cambió todo.
Situada a 12 kilómetros de la costa, frente a la Ciudad del Cabo, esta pequeña isla casi en el fin del mundo sólo tiene 5 kilómetros cuadrados de superficie. Durante siglos fue usada por navegantes portugueses -los primeros en llegar a ella- y más tarde holandeses e ingleses como base. Su nombre viene del neerlandés y significa «isla de las focas», así que podemos imaginar qué simpáticos animales encontraron esas primeras expediciones de europeos por estas tierras del sur del continente africano. En el siglo XVII este aislado enclave empezó a utilizarse por los colonos holandeses como prisión, encerrando a personas enfermas con problemas psiquiátricos y leprosos.
Robben Island, al fondo, Ciudad del Cabo
El juicio de Mandela.
Con la independencia de Sudáfrica y durante el régimen del apartheid, Robben Island volvió a retomar su función de cárcel en los años 60. Se construyó una colonia penal de alta seguridad para presos políticos y terroristas. Aquí acabó Nelson Mandela: de los 27 años que duró su condena, 18 los pasó en la cárcel de Robben Island. Por poner un poco de contexto: el activista político fue condenado el 12 de junio de 1964 a cadena perpetua en el llamado Proceso de Rivonia. En éste, se le acusó de dirigir actos de sabotaje contra el apartheid. El líder del movimiento antisegregación racial fue liberado en febrero de 1990. Cuatro años más tarde, se convirtió en presidente de la República Sudafricana, tras haber ganado un Premio Nobel de la Paz en 1993.
Hoy Robben Island es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO; su cárcel, un museo símbolo de la lucha por la libertad y la igualdad de los seres humanos independientemente del color de su piel. Cada año recibe miles de visitantes, interesados en conocer la historia de este singular enclave y visitar la celda donde pasó 18 años Nelson Mandela.
La cárcel de Robben island
Visita a Robben Island, la prisión de Mandela.
El ferry tarda media hora en recorrer los 12 kilómetros que separan a Robben island de la costa. Con un poco de suerte y si es temporada, podremos ver ballenas en su anual viaje a la Antártida. Una vez en tierra, hay que subir al autobús que recorre la isla con un guía en inglés, mostrando el cementerio de los leprosos, la iglesia del Buen Pastor, la cantera de los trabajos forzosos de los presos. Las casas de los trabajadores de la prisión o el colegio a donde iban sus niños pasan tras la ventanilla como en una imagen congelada de siglos pretéritos. Qué extraño debía ser vivir -y sobrevivir- aquí, en este lugar tan apartado del mundo.
Cementerio en Robben Island
La segunda parte de la visita a Robben Island es la Maximum Security Prison: guiados por un ex convicto, encagardo de explicar su experiencia y el día a día en la prisión. Con tour final por las instalaciones: los baños, el comedor, las salas comunes… Incluyendo fotografías de la época. Al final está la celda que ocupó durante casi 20 años Nelson Mandela.
Es importante saber que no está permitida la visita por libre a la isla Robben; es reserva natural y hay una colonia de pingüinos africanos que están protegidos. ¡Uno de los lugares imprescindibles en la historia reciente de Sudáfrica!
Visita a la prisión de Robben Island
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