Enero en la playa. Y no en una cualquiera. Le ponemos palmeras color verde tropical pegadas al acantilado. El agua turquesa y transparente; la arena, dorada resplandeciente bajo la luz del atardecer. ¿Calor? 26 grados. Así es el invierno en el Caribe. Así, es el cuadro perfecto para un retiro de ensueño en una isla de colores. Pero no sólo hay playas. Te puedo dibujar cascadas en la espesura, montañas, bailes de máscaras, bosques de luciérnagas y hasta ballenas en la bahía. ¿Me lo compras? El pasaje al paraíso sólo demora 8 horas de vuelo desde Madrid. Din don. Ha aterrizado usted en Punta Cana. Pero no nos quedaremos acá. Hay mucho para explorar: sube al coche. Te muestro qué ver en República Dominicana en 15 días que pasarán al recuerdo como una de las mejores vacaciones de tu vida. Te lo prometo.

La verdad es que viajar a República Dominicana por libre es una gran idea, ¡a mí me encantó la experiencia! Con momentos muy emocionantes como ver a las ballenas en Samaná o conducir hasta la lejana Bahía de las Águilas en Cabo Rojo. Un paraíso en la frontera con Haití.

Playas de República Dominicana

Más allá de Punta Cana: qué ver en República Dominicana en 15 días. Diez lugares imprescindibles. 

¿Dije ballenas? Sí, leíste bien. En la bahía de Samaná se congregan más de tres mil cada invierno. Una de las zonas que me enamoró, sin duda de lo más bonito de República Dominicana. Aunque también en este repaso de imprescindibles te voy a hablar de un lugar llamado Paraíso; Jarabacoa en el corazón de la isla; la lejana y virgen Bahía de las Águilas o la alegría de Santo Domingo. Sí, definitivamente, República Dominicana es mucho más que Punta Cana.

Avistamiento de ballenas en Samaná, clic en el momento del salto. República Dominicana

¡No viajes a República Dominicana sin seguro!

Por lo que pueda pasar yo recomiendo Mondo Seguros de viajes: tienen coberturas COVID-19 (cancelación en caso de positivo), coberturas por incidencias en el viaje (retrasos, pérdida de equipaje, cancelaciones, robos…) Y asistencia médica en caso de necesidad o urgencia. Hay un chat médico 24 horas para consultas y las llamadas son gratuitas desde el extranjero. Si lo compras a través de mi web tienes un 5% de descuento. Puedes comprarlo pinchando aquí:

1 – Punta Cana, donde empieza la aventura. 

Hagamos una apuesta. Si pregunto a una española media a qué le suena República Dominicana estoy segura de me contestará «Punta Cana». La postal de playa Bávaro, con esas palmeras bordeando su costa, franqueada de resorts «todo incluido» es un viaje típico -y barato- que se vende como churros. Restaurantes, salas de fiesta, bailes al aire libre, excursiones a isla Saona… El extremo este de la isla es la cara más turística y, también hay que decirlo, más divertida de Dominicana. Para mí Punta Cana fue el aeropuerto de entrada y salida de este maravilloso país, gracias a un vuelo de la compañía Evelop que ofrece billetes de bajo coste directos desde Madrid. Pero no sólo hay resorts de cinco estrella en Punta Cana, también hay albergues de mochileros. Al aterrizar por la tarde, reservé una noche en el White Sand, Bávaro, para comenzar al día siguiente nuestra ruta de 15 días por República Dominicana.

Playa Bávaro, Punta Cana. Qué ver en República Dominicana

Recogemos el coche que previamente alquilamos en el aeropuerto de Punta Cana con Rentalcars y ¡listas para recorrer toda la isla!

Te puede interesar: en este artículo te cuento mi experiencia, con recomendaciones, sobre si es seguro viajar a República Dominicana por libre.

2 – Samaná y las Terrenas, la perla de Dominicana.

En Samaná fui consciente de que posee República Dominicana paisajes de ensueño. Esta pequeña península de la costa Atlántica concentra la esencia de un país en su pequeño centro de casitas de colores, algunas de las playas más bellas de la isla y cascadas deliciosas. Exploramos Samaná durante 4 días; me hubiera quedado un mes. Playa Rincón, una maravilla a la que se accede en barca desde las Terrenas, ha sido votada en varias ocasiones entre las diez mejores del mundo. Otras playas vírgenes como playa Grande, el Valle o Cayo Levantado -llamada la isla Bacardí-, de increíbles aguas turquesas, convierten a Samaná en un destino top del ecoturismo. En esta completa guía te cuento todos los maravillosos rincones que descubrir en Samaná

Playa Frontón, Samaná, qué ver en República Dominicana
Casas de colores de Samaná, qué ver en República Dominicana
Cayo Levantado, Samaná ¡el color del agua no lleva filtros, es tal cual!

En el interior de la península de Samaná, aguardan saltos de agua cristalinos, en los que también es posible darse un chapuzón, como El Limón. Sólo cuarenta minutos a pie por un sendero, dan acceso a tres fotogénicas cascadas. Y si encimas añades que es febrero, el mes en el que las ballenas jorobadas se instalan en la bahía para aparearse… Samaná se convierte en un auténtico pedacito de cielo en la tierra

 

Salto Limón, foto de Viajar Lo Cura Todo

Toma nota: las mejores excursiones que hacer en República Dominicana están en Samaná:

En cuanto al alojamiento en Samaná.

¿Nuestras dos «casas» en Samaná? La primera, el proyecto ecológico Hacienda Cocuyo, con vistas a la bahía y Cayo Levantado. Cocuyo significa «luciérnaga», quienes fueron nuestras compañeras junto a las estrellas por la noche. Con Cocuyo también navegamos en velero por la bahía para avistar a las ballenas. Experiencia tan emocionante como inolvidable.

Piscina de la Hacienda Cocuyo, alojamientos en República Dominicana

La segunda, otro alojamiento sostenible en medio de la naturaleza: el Valle Lodge, a diez minutos de la cascada Lulu y la playa. Comida orgánica y sana, meditación y silencio absoluto en cabañas de madera para una experiencia regeneradora. El Valle es de esos lugares en los que te quedarías a vivir…

Cabaña El Valle Logde

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3 – Cabarete, capital del kitesurf. 

Seguimos en el norte de la isla. Otro esencial que ver en República Dominicana en una ruta de dos semanas es Cabarete. Un pequeño municipio bohemio en la costa Atlántica, frecuentado por surferos ávidos de coger olas. Sin embargo, si el surf no es lo tuyo, próximas a Cabarete hay playas más tranquilas como playa Diamante y playa Grande. ¿Un baño en agua dulce? También es posible, en la laguna Dudú. Un lago natural rodeado de cuevas donde se ha instalado una tirolina que permite zambullirse tras una caída libre de diez metros. Pura diversión y adrenalina.

Laguna Dudu, qué ver en República Dominicana
Playa Grande, Cabarete

4 – Puerto Plata, corazón victoriano.

El fuerte de San Felipe, construido por los españoles en el S.XVII, vigila los arrecifes coralinos que bordean el que llamó Cristóbal Colón Monte de Plata, por el color del árbol grayumbo que habita en la montaña. Puerto Plata fue el primer puerto comercial y el más importante en los primeros años de la colonia. Hoy, centro turístico e industrial que se puede contemplar desde las alturas subiendo en funicular a la Montaña Isabel de Torres, de 855 metros de altura. Lo pintoresco de su colorido núcleo es un barrio de casas de arquitectura victorianas en torno a la plaza Independencia y su catedral.

Puerto Plata, casas Victorianas

Su mercado también es conocido por las factorías de ámbar, donde los artesanos crean piezas únicas que los turistas adquieren a precio de ganga si se tiene la suficiente paciencia para el regateo. En Puerto Plata nos despedimos del norte de la isla para dirigirnos al interior, tras descansar en la paz del Tubagua Ecologde.

Tubagua Ecologde, alojamiento ecológico en República Dominicana

5 – La Vega, el mejor carnaval del Caribe. 

Cada febrero, los Diablos vuelven a La Vega por carnaval. Una explosión de creatividad, máscaras, música y diversión que tiene su origen en el año 1520. Cuando el cura sacaba a «pasear» por la ciudad a un Diablo medieval encadenado, dando comienzo a la Cuaresma. La fiesta evolucionó siendo hoy el carnaval más animado y multitudinario de las Antillas, en el que durante todos los domingos de febrero más de mil diablos cojuelos toman las calles amenazando a los transeúntes con su vejiga de toro. ¡Que comience la fiesta!

Diablos cojuelos, el Carnaval de La Vega en República Dominicana

6 – Las cascadas de Jarabacoa.

No sólo por la fiesta del carnaval merece la pena aventurarse por el interior de República Dominicana. Con la Cordillera Central como escenario, en la provincia de La Vega, encontramos Jarabacoa. Su significado es «Tierra de Fuentes de Agua«, una descripción que no da pie a confusión. Existen varias cascadas en un paisaje de naturaleza salvaje y solitaria: el Baiguate, el salto de Jimenoa I y Jimenoa II. Tres de las cascadas más bonitas de República Dominicana. Para las más aventureras, con ganas de montaña, Jarabacoa es la puerta de acceso al pico Duarte, la cumbre de las Antillas con 3.175 metros de altura. Esta vez no puedo recomendar alojamiento: nos hospedamos en casas de locales que amablemente nos acogieron en La Vega como parte de su familia.

Cascada Jimenoa I
Salto de Baiguate

7 – Las Salinas de Baní, «lugares secretos» de República Dominicana.

Sur de República Dominicana. El paisaje cambia con respecto al norte, pierde frondosidad y se torna árido. En las proximidades de la ciudad de Baní, bahía de las Calderas, se comenzaron a explotar las primeras salinas de las Antillas en 1505. Han pasado 500 años y las Salinas de Baní siguen funcionando, como unas de las principales productoras de sal del Caribe. Sus lagunas color rosa y chocolate, raíles, vagonetas y casetas de maderas las convierten en un lugar insólito pero magnífico para amantes de la fotografía. Cerca, se encuentran las también atractivas Dunas de Baní.

Salinas de Baní, qué ver en República Dominicana

8 – El auténtico Paraíso está en Barahona.

A 200 kilómetros de Santo Domingo, entre un mar Caribe que parece pintado de azul intenso y la Sierra de Barohuco, se ubica un Paraíso tropical. Cafetales, plantaciones de cacao, palmeras y hasta bosques de bambú crecen en las riberas del río que desemboca en playas donde se puede combinar el baño en agua salada y dulce gracias a las presas. La playa de San Rafael es una de ellas. En Paraíso pasamos dos días relajadas del mundo en un alojamiento ecológico entre manantiales de agua, bambú y cascadas naturales, tomando jugos de fruta, montando a caballo o haciendo rafting en el río. Sí, el Platón Ecologde, proyecto 100% dominicano, hace honor al nombre de su ubicación a la perfección.

Paraíso, Barahona, qué ver en República Dominicana
Rafting en el río, una de las cosas más divertidas que hacer en República Dominicana

9 – Cabo Rojo: Bahía de las Águilas.

Lindando con Haití se ubica Pedernales, justo en la frontera. Llegar hasta Cabo Rojo es tedioso; la carretera no acompaña. La tierra calcinada, como si estuviéramos en Marte, un barco abandonado y las bases militares dan una imagen de lugar apocalíptico. Sin embargo, el extremo suroeste de República Dominicana guarda joyas como la laguna Oviedo, donde anidan los flamencos y la Bahía de las Águilas. Una playa virgen a la que se accede tras una caminata de una hora bajo un sol de justicia, entre cactus y pitas desde el camping Rancho Típico Cueva de las Águilas. 15 minutos en bote. El camping en realidad se trata de un «glamping», con tiendas amuebladas y un bonito restaurante a pie de playa donde degustar pescado y marisco fresco. Las noches de Bahía de las Águilas trascurren con la banda sonora de las olas y un cielo de un millón de estrellas.

Playa de Bahía de las Águilas
Camping Rancho Típico Cueva de las Águilas

10 – Santo Domingo, la vibrante capital de República Dominicana.

Una visita, aunque sea fugaz, a Santo Domingo es una de las cosas que hacer en República Dominicana sí o sí. La capital del país puede ser caótica y agresiva, especialmente conduciendo un día de lluvia o con el tráfico infernal de las horas puntas. Pero caminar por su centro colonial, tomar una cerveza Presidente en una de sus terrazas, asomarse a la primera catedral de América… Así como salir a bailar los domingos al Castillo con el son de la orquesta y conversar con los dominicanos, ¡lo compensa todo!

Santo Domingo, zona colonial

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Publicado por cosmopolilla

La vida es el arte de lo imposible. Licenciada en Comunicación Audiovisual, mi pasión es viajar. Desde 2013 lo cuento en mi blog.

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