Visita al castillo de Malbork, la fortaleza de los caballeros teutones

Año 1274. A orillas del río Nogat, norte de Polonia, los caballeros de la orden Teutónica construyeron una recia fortaleza militar, destinada a cuartel general y sede. Consagrado a su patrona, la Virgen María, el nombre inicial Marienburg se transformó más tarde en Malbork. Una pequeña ciudad medieval floreció al amparo del castillo. Con el paso de los siglos, ha sido residencia real, atacado y asedidado por tropas enemigas. Hoy el castillo de Malbork además de ser el más famoso de Polonia es el más grande del mundo construido en ladrillo. Sin duda la mejor excursión que hacer en Gdansk, la ciudad del ámbar, a tan solo una hora y muy ligado a su historia por el comercio de tan preciado material.

Por su gigantesca extensión, la gran cantidad de salas y espacios que abarca, repleto de detalles, te recomiendo que planifiques la visita al castillo de Malbork con calma, dedicándole al menos una mañana. A continuación, te cuento cuál es la historia de tan imponente fortaleza en sus ocho siglos de existencia y cuáles son los rincones que no te puedes perder.

Patio Central, castillo de Malbork

Cómo llegar al castillo de Malbork.

La bonita Gdansk -Danzing en alemán- a orillas del Báltico, es la ciudad más próxima al castillo de Malbork, situada a 62 kilómetros de distancia. Se tarda una hora aproximadamente en coche, en caso de que hayas alquilado uno para tu ruta por Polonia. Otra opción es el transporte público: hay trenes con bastante frecuencia que unen ambas ciudades, dependiendo de la categoría y el número de paradas pueden tardar entre 28 minutos y 55 en hacer el trayecto. De hecho, la línea ferroviaria que une Varsovia, la capital polaca con Gdansk, pasa por Malbork, por lo que si te desplazas en tren verás los muros del imponente castillo desde la ventanilla. La estación de tren de Malbork ciudad queda a 2 kilómetros -unos 20 minutos caminando- del acceso a esta fortaleza medieval.

Importante: otra opción más cómoda, si no quieres ir por tu cuenta, es reservar una excursión de un día al castillo de Malbork desde Gdansk. Lo puedes hacer en este enlace.

Entrada al castillo de Malbork en Polonia

Historia del castillo de los teutones.

El origen de esta fortaleza medieval –el castillo gótico más grande del mundo– se remonta al siglo XIII. Época en la que los caballeros teutones -orden medieval religiosa y militar fundada en Palestina durante la Tercera Cruzada- se asientan en la orilla derecha del río Nogat. A comienzos del siglo XIV convierten a Malbork en sede de la orden y la comunidad prosperó gracias al comercio del ámbar, ya que impusieron un peaje a todos los barcos que pasaban por el río.

Los caballeros teutónicos

Asediado y codiciado emplazamiento, el castillo fue conquistado durante la guerra de los Trece Años que enfrentó al reino de Polonia con los propios caballeros teutones, pasando a formar parte de la Prusia polaca o Real en 1466. Así, en los siglos siguientes fue usado como residencia de la familia real polaca, hasta la primera partición del país en el siglo XVIII, pasando a manos germanas. El mismo emperador de Alemania, Guillermo II, eligió el castillo de Malbork en 1910 como sede de la Academia Naval, dándole un uso militar. Durante la Segunda Guerra Mundial, el castillo fue ocupado por el ejército nazi y acabó bombardeado, quedando prácticamente en ruinas.

El castillo fue también residencia real de los reyes polacos

Hoy, restaurado, es uno de los monumentos polacos más eminentes, formando parte del listado de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.

Visita al castillo de Malbork, el más grande del mundo.

Una estatua de la Virgen María de más de 3 metros de altura, protectora de los caballeros teutones, da la bienvenida a la fortaleza gótica más extensa jamás construida: algo más de 20 hectáreas de superficie.

Virgen María, castillo de Malbork en Polonia

Edificada en ladrillo, con torreones, fosos, puentes y galerías visitar el castillo de Malbork es toda una experiencia inmersiva en el pasado medieval de Polonia, especialmente con las explicaciones de la audioguía que se puede coger en la entrada. Con un pasado glorioso, sus muros aguantaron el fuego enemigo y dieron cobijo a más de 3000 soldados.

Grandes maeses de la orden de los Teutones

El castillo se divide en tres secciones: el castillo alto, medio y bajo. El acceso se hace por la parte trasera, de espaldas al río, por el llamado Castillo Bajo cruzando el puente levadizo de madera techado.

Varios grandes maeses de la Orden de los Teutones esculpidos en bronce presiden el gran patio del castillo Medio. En las estancias laterales se pueden visitar varios espacios como el museo del Ámbar, con piezas de incalculable valor, muestra de lo poderosos que llegaron a ser estos caballeros gracias a los peajes. Y es que la orden misma llegó a formar parte de la Liga Hanseática, federación comercial de los comerciantes alemanes en el norte de Europa y mar Báltico.

Museo del Ámbar, castillo de Malbork

También es esta parte del recinto se encuentran las estancias que pertenecieron al Palacio del Gran Maese, las alcobas privadas de uso y disfrute del líder de los Teutones.

Palacio del Gran Maese de la Orden Teutónica

El castillo Alto.

Jardines con las lápidas de los antiguos maeses y un doble amurallamiento protegen el castillo Alto -una fortaleza dentro de otra-. La parte más antigua para la que hay que cruzar otro puente levadizo. El sistema de defensa lo convertía en un búnker casi inexpugnable: al final fue conquistado por las tropas polacas. La orden fue perdiendo tierras y poder en toda Europa hasta su disolución en 1809, por orden de Napoleón.

Tumbas de los caballeros teutónicos

El patio de armas o central es una explanada cuadrada en cuyo centro aún se conserva el pozo que construyeron los teutones para tener acceso al agua. Las cocinas, bodega o despensas se ubican en las habitaciones de la planta baja, ofreciendo un atisbo de cómo era la vida de los religiosos caballeros en esta parte del mundo.

Patio del castillo Alto

Las escalinatas conducen a galerías con ventanas góticas que conservan parte de las pinturas murales al fresco que un día decoraban el palacio. Una auténtica maravilla. A los lados se distruyen espléndidas habitaciones como la Sala Capitular, donde se llevaban a cabo las ceremonias de la orden, o la iglesia del palacio, espacio de luz tenue para conservar el recogimiento y la solemnidad de la estancia.

Iglesia de Santa María, castillo de Malbork

Almuerzo a orillas del Nogat.

Al salir del castillo podemos caminar sobre el río por el largo puente hasta la otra orilla, donde se obtienen bonitas fotografías de la silueta frontal del castillo. Un buen sitio para almorzar o tomar algo es el U Flisaka: comida local a buen precio frente al castillo, ideal especialmente si hace buen tiempo.

Comida con vistas al castillo

Consejos para visitar el castillo de Malbork.

Ten en cuenta que se trata del castillo más famoso de Polonia, por lo que cada día acuden cientos de turistas a visitarlo, especialmente en temporada alta o verano. Te recomiendo que, a poder ser, vayas fuera del fin de semana. Otro consejo es llegar temprano (abren a las 9h) para no esperar mucha cola en la taquilla y evitar las aglomeraciones. Recomendación: comprar la entrada previamente por Internet en la web oficial: Museo del Castillo de Malbork.

Patio Central del castillo Medio

Horario y precio del museo – castillo de Malbork.

• Horario del castillo de Malbork: de 9 a 19h en verano; 10 a 16 h es el horario de invierno.
• Precio de la entrada: 50 zlotis (10€ aproximadamente).

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Visita al castillo de Malbork

Nota: Más información sobre otros destinos del país en la web oficial de Turismo de Polonia.

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Código ético: este artículo ha sido posible gracias a la invitación de Turismo de Polonia para conocer esta zona del Báltico. Todo lo que he escrito sobre la visita al castillo de Malbork está basado en mi propia experiencia y mi percepción real del viaje.