Castilla y León España

La vida sin sol: visita a las minas de Puras de Villafranca

Escrito por la
el
8 febrero, 2016

De negro carbón en las profundidades de Asturias. Del material más precioso, el oro, en Las Médulas de León. De yeso en Cuenca. De cobre, plata y plomo en Sierra Morena. Una de las mayores productoras del mundo de mercurio, plomo y cobre fue Murcia durante la Revolución Industrial. De manganeso para los navíos en las serranías de Burgos… El hombre lleva excavando y hurgando en el corazón de la tierra de la península ibérica casi desde el principio de los tiempos. Sufriendo, la vida minera sin sol.

Cartel en las minas de Olmos de Atapuerca, Burgos

Cartel en las minas de Olmos de Atapuerca, Burgos

¿Qué tendrán las minas abandonadas? Reconozco que de pequeña más de una vez nos aventurábamos ataviados de cuerdas y linternas a explorar las de mi pueblo, Motril, en el Cerro del Toro.  Las oscuras cavidades, los lagos subterráneos, los silenciosos recovecos… Eran de un atractivo tan tremendo como el disgusto y posterior castigo al que nos arriesgábamos.

Y ahora, muchos años después, me interno en dos minas burgalesas rehabilitadas y sin ningún tipo de peligro. Con casco y candil en mano, esta vez acompañada de un guía, me dispongo a asomarme a la dura vida de los mineros, a aquellos a los que cantaba Antonio Molina, que pasaban sus días en la tenebrosidad del interior de la montaña. ¿No te da curiosidad? Pues agarra el farol y entra conmigo, despacito y no te separes…

¡Vamos a la mina!

Candil y ¡vamos a la mina!

Toma nota: te puede interesar este artículo sobre una ruta en coche por Las Merindades de Burgos.

La vida minera: visita a las minas de Puras de Villafranca.

Complejo minero de Puras de Villafranca

Complejo minero de Puras de Villafranca, la vida minera

Bajo las lomas de la sierra de la Demanda se ubica el complejo minero de Puras de Villafranca, con más de 200 años de antigüedad en sus boquetes. Son éstas una minas de manganeso que cargan con la leyenda Titanic, ya que el preciado mineral iba directo a los astilleros de Francia e Inglaterra para la construcción de barcos. Nos adentramos en la hendidura de la montaña, húmeda y fría como la mañana de invierno.

Minas de Puras de Villafranca, Burgos

Minas de Puras de Villafranca, Burgos

La primera mina se empezó a explotar en 1799 y sobre ella aún puede observarse el castillete de elevación, que bajaba hasta los 64 metros. Una vez se extraía el manganeso, de color gris plomizo y negro, era necesario lavarlo para quitarles la arcilla. Pero de este trabajo se encargaban mujeres y niños. Niños que, si eran varones, a partir de los 11 años dejarían los lavaderos para ocupar su lugar en la mina. En el museo minero aún se conservan los trajes y cascos, gastados por el uso.

Museo de la minería

Museo de la minería, la vida minera sin sol

Continuamos andado hacia otra de las minas. Una galería de extracción a cuya entrada nos recibe una vagoneta, inclinada hacia arriba para que bajara bien cargada. Nos internamos por el túnel, un pasadizo de 150 metros que finaliza bajo la chimenea de ventilación sobre nuestras cabezas, de nada menos que 140 metros de altura, lo que equivaldría a un bloque de cincuenta pisos.

Minas de Puras de Villafranca

Minas de Puras de Villafranca, la vida minera

¿Qué sucedería si nos quedamos en este momento sin luz? Da pavor tan sólo imaginarlo. El guía entonces nos explica una regla no escrita: si esto ocurría había que hacer ruido para que los demás acudieran en su ayuda. Se apagan las luces y permanecemos en silencio en este agujero, sintiendo en nuestra piel lo que era el día a día de los mineros doscientos años atrás. Una vida sin sol entre humo y polvo. A oscuras, pisando barro, mojados y con frío. Respirando mal… La mayoría morían de silicosis antes de los cuarenta años. Y todo por unas pesetas al mes que les permitiera dar de comer a los suyos.

Interior de la mina

Interior de la mina

Las minas de Puras de Villafranca se cerraron en los años 60, cuando dejaron de ser rentables. La hendidura primigenia, convertida en vertedero. Y el pueblo, despoblado hacia zonas más prósperas en busca de trabajo y una vida mejor.

Puras de Villafranca

Puras de Villafranca, la vida minera

Visita a las minas de Olmos de Atapuerca.

Cerca de donde se paseaba el hombre del paleolítico, localizamos las minas de Olmos de Atapuerca, que también estuvieron activas hasta mediados del S.XX. Minas de hierro cuyo destino eran los altos hornos del País Vasco, en ellas aún se conservan los raíles, vagones y barrenas originales. De nuevo candil en mano y toca descender a las profundidades, perderse por los estrechos túneles.

Mina de Olmos de Atapuerca

Mina de Olmos de Atapuerca

En la parte más baja el goteo del agua se hace incesante: bajo ellas corre un río subterráneo, lo que hacía que en época de lluvia las galerías inferiores se inundaran, con lo que los mineros se veían obligados a dejar su tarea habitual por otra aún menos grata como era la de achicar agua.

Interior de la galería

Interior de la galería, la dura vida minera

Tras el paso de estas horas sin luz a mis pupilas les duele volver a sentir la claridad y el aire frío de los campos de Castilla. No así a mi ánimo, que agradece de sobremanera el regreso a la superficie después de asomarme a la vida sin sol de los mineros burgaleses.

Parque Geominero de Mina Esperanza

Parque Geominero de Mina Esperanza

«Yo no maldigo mi suerte
porque minero nací
aunque me ronde la muerte
no tengo miedo a morir… 

Soy minero
y temple mi corazón
con pico y barrena
Soy minero
y con caña vino y ron
me quito las penas…» 
Antonio Molina

La visita al Complejo Minero de Puras de Villafranca cuesta 5 euros por persona. 

Minas de Olmos de Atapuerca: más información en el Parque Geominero de Mina Esperanza.

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10 Comentarios
  1. Responder

    Diabarama

    8 febrero, 2016

    En la planta 14 del pozo minero
    de la tarde amarilla tres hombres no volvieron.
    Hay sirenas, lamentoEn la planta catorce del pozo minero
    de la tarde amarilla tres hombres no volvieron
    hay sirenas, lamentos, acopasados «ayes»
    a la boca del pozo.
    Dos mujeres de luto anhelando dos cuerpos
    y una madre que rumia su agonía en silencio
    es el tercero…
    Víctor Manuel también recuerda las tragedias de la Cuenca asturiana. Ahora la tragedia es el cierre de todas las minas y el paro que deja tras él. En fin.

    vendrán gobernadores, alcaldes e ingenieros

    • Responder

      cosmopolilla

      8 febrero, 2016

      Esa canción no la conocía. Me gustó la visita por acercarme un poquito a esta vida tan dura… Mi abuelo trabajó en una mina de Francia (que una noche se derrumbó y mató a varios compañeros) y de mayor tuvo silicosis. Un trabajo que pagas con la vida.

  2. Responder

    Irene

    8 febrero, 2016

    Patri! Ains no me cansaré de decir lo bien que escribes, me he quedado patidifusa cuando he leído que a partir de los 11 años pasaban a trabajar dentro de las minas.
    He tenido en el hospital muchos pacientes ingresados con silicosis, y gracias a tu post he podido imaginarme aun más como es estar ahí a bajo, que duro trabajo y como tu dices para unas pocas pesetas…
    Felicidades, tienes un blog muy completo, tan pronto estas hablando de una ruta de tapas 😉 , de lugares de España, de lugares internacionales, de naturaleza, como de cosas tan interesantes que forman parte de nuestra historia, y de nuestros antepasados no tan lejanos que se dejaron la piel trabajando en estos lugares. Un besazo, sigue así 😉

    • Responder

      cosmopolilla

      8 febrero, 2016

      Gracias, Irene, tú que me lees con buenos ojos je je je
      Sí que era una vida dura y bastante mala, en la que se dejaban la vida y la salud, la verdad que da penita y cuando estás un rato ahí abajo dices ¿cómo podían pasarse los días aquí? ¡Un besazo enorme!

  3. Responder

    Veronica

    8 febrero, 2016

    Un post interesante sobre un tema desconocido, al menos para mi a la par que emotivo. Un titulo muy acertado y durante la lectura has hecho que sintiera un poquito como era «la vida sin sol» de los mineros.

    • Responder

      cosmopolilla

      8 febrero, 2016

      Muchas gracias, Verónica, siempre es una visita interesante ¡y en España tenemos un montón de minas! Un saludo

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