Departamento de Morbihan, la Bretaña. El río Aff traza un pintoresco valle de colinas cubiertas de bosque atlántico y pueblecitos de piedra, encantadores. Uno de ellos es La Gacilly. Un bucólico rincón con poco más de 2000 habitantes, donde nació el gran industrial de la cosmética Yves Rocher, en 1930. Su casa natal permanece intacta, en la esquina de la rue Saint – Vicent con Gén de Gaulle. El legado del empresario -quien también fue alcalde en los últimos años de su vida- se descubre en un exhuberante Jardín Botánico y la casa de la marca. También son mecenas del Festival de Fotografía de La Gacilly, un evento que atrae a miles de personas cada año hasta la villa. ¡Motivos sobran para dedicarle una visita!
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Lugares que ver en La Gacilly
Dólmenes y menhires, naturaleza, un bello casco histórico de calles empedradas… Si buscas pueblos bonitos que ver en la Bretaña francesa, La Gacilly no decepciona. Pequeña ciudad que en el medievo formó parte del Ducado de Bretaña, durante el siglo XIX vivió una era de esplendor gracias a estar en la ruta comercial entre Rennes, la capital bretona y el puerto de Vannes. Después, con la Revolución Industrial y el éxodo del campo a las grandes ciudades, llegó la decadencia. En las últimas décadas se ha convertido en un importante destino turístico de la región, gracias al Festival de Fotografía y sus atractivos naturales y botánicos.
Alojamiento en La Gacilly: el eco-spa de Yves Rocher.
¿Dónde alojarse en La Gacilly? Hay diferentes opciones para todos los bolsillos. Pero si te puedes dar el capricho, también la familia Yves Rocher tiene su hotel de filosofía ecológica, rodeado de naturaleza. Un maravilloso remanso de paz con jardín y zona spa, además de restaurante gourmet orgánico y vegano, cuya cocina está basada en los productos locales y de su propio huerto: Eco – Hotel Spa la Grée des Landes. ¿A quién no le gustaría dormir aquí?
Un paseo por el casco histórico.
Para comenzar a explorar La Gacilly, lo mejor es dejar el coche a las afueras del centro histórico: por ejemplo, en el parking de la Maison Yves Rocher. Cruzando el puente sobre el Aff, al otro lado del río, se ubica la Oficina de Turismo de la Gacilly, donde poder obtener información sobre los mejores lugares que visitar en esta zona de la Bretaña. La rue La Fayette conduce al corazón de la villa: la plaza Yves Rocher, a unos pasos de La Mairie.
Merece la pena «perderse» por su entramado de callejuelas, con talleres y tiendas de artesanos, pequeñas galerías de arte. Las callejuelas del centro están empedradas y la hierba fresca crece entre adoquín y adoquín, mimetizándose con las fachadas de ventanas azules. Sin llegar a ser tan «cuqui» como su vecino Rochefort-en-Terre, este es un típico pueblo bretón atrapado en el tiempo. Al pasear por él te traslada cien años atrás…
Jardín Botánico de Yves Rocher.
La historia de Yves Rocher es la típica del hombre hecho a sí mismo. Siendo muy joven perdió a su padre, con 14 años, por lo que comenzó a ayudar a su madre en el negocio familiar, un pequeño comercio de textil. Su vida cambió cuando una curandera le confió un remedio casero para detener las hemorragias, un bálsamo a base de una planta silvestre llamada celidonia. Decide fabricar esta pomada de manera artesanal en el granero de su casa y venderla en los anuncios por palabras del diario Ici Paris. Así comenzó una impresionante carrera de venta de remedios naturales por correspondencia, que culminaría con la fundación de una empresa de cosmética, en 1959, con su nombre.
Yves Rocher llegó a ser una personalidad muy relevante; también estuvo involucrado en la política: fue consejero regional de Bretaña en los años 90 y alcalde de su pueblo, La Gacilly, durante 46 años. Durante esos años organizó diferentes eventos culturales, atrayendo a artistas y artesanos, y creó el Jardín Botánico.
Abierto en 1977, el Jardín Botánico de Yves Rocher es un maravilloso vergel de 2 hectáreas con más de 1500 especies distintas de plantas, incluyendo plantas exóticas y en peligro de extinción. Un espacio de belleza abierto al público y también de laboratorio, donde el equipo de investigadores estudian y experimentan para seguir avanzando en la cosmética vegetal. Pero este es sólo una pequeña parte del imperio familiar -que hoy continúa su nieto- ya que en los alrededores de La Gacilly poseen casi 60 hectáreas de campos de flores, cultivadas para elaborar sus productos estrellas que comercializan en tiendas de medio mundo.
Maison Yves Rocher.
Si te interesa más conocer sobre este personaje -emblema del pueblo- y la empresa, puedes visitar la Maison Yves Rocher, en la orilla del río. Inaugurada en el año 2017, se trata de un museo sobre la historia de la marca: una experiencia inmersiva de 45 minutos.
Dólmenes y menhires.
La Bretaña, tierra de Astérix y Obélix, está plagada de monumentos megalíticos. Los Alineamientos de Carnac son los más famosos de toda la región, ¡pero hay miles! En los alrededores de La Gacilly podemos ver el Menhir de la Roche Piquee, cerca del parque de bomberos, con 5 metros de altura. De menor tamaño es el Menhir des Taillis, en mitad de un prado. El Dolmen Tablette de Cournon se ubica a unos 15 minutos caminando desde el centro de La Gacilly _pertenece ya a Cournon-, en un claro del bosque. Datado en el 3000 a.C., este monumento funerario ha tenido que ser intervenido para evitar su derrumbe.
Festival de Fotografía de La Gacilly.
¿Te gusta la fotografía? Entonces tienes una cita en esta villa. El Festival de Fotografía de La Gacilly es el evento cultural más relevante de la región. Su primera edición se celebró en 2004 y desde entonces no deja de sumar adeptos, atrayendo a miles de visitantes cada año. Las fachadas de las casas y edificios se convierten en un gran lienzo para albergar una gran exposición fotográfica al aire libre, con obras de artistas internacionales ¡de las mayores de Europa!
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