La estatua de San Miguel Arcángel vestida de oro vigila desde las alturas el vaivén de las mareas. Cuando ésta sube -hasta 15 km- rodea totalmente este islote rocoso coronado por una abadía medieval. Fortaleza inexpugnable durante siglos en el estuario del río Couesnon, sin duda este es el lugar más famoso de Normandía y de los más turísticos de toda Francia. Si quieres saber cómo visitar el Mont Saint-Michel ¡sigue leyendo! Te cuento todo lo que necesitas saber.
Todo viajero que se pregunte qué ver en Normandía tiene al Mont Saint-Michel en la cabeza. Esta villa de piedra cuya imagen es conocida en el mundo entero está declarada -junto a su bahía- Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Recibe más de 3 millones de visitantes cada año ¡la mitad que la Torre Eiffel de París! Así que para vivir una linda experiencia y no sufrir con la masificación turística -el único aspecto negativo de visitar el Mont Saint-Michel– no te pierdas mis consejos.
El Mont Saint-Michel desde la bahía
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Historia del Mont Saint-Michel.
Cuenta una leyenda que en los tiempos de los galos -esas tribus celtas del noroeste de Francia que no se dejaron conquistar por los romanos- existía un santuario dedicado a Belenus, el dios Sol, en lo más alto del monte. Éste se alzaba sobre un frondoso bosque, el de Scissy, sagrado para los druidas. Las crecidas de los ríos y las subidas de las grandes mareas se tragaron el bosque y el monte quedó aislado en el mar, siendo accesible a pie sólo en bajamar. En ella se instaló un grupo de monjes ermitaños en la Alta Edad Media. Fue San Aubert, obispo de Avranches, quien mandó construir una abadía en el 706 a petición del Arcángel San Miguel, quien se le había aparecido en sueños. 250 años después, el duque de Normandía, señor de estas tierras, se nombró protector de la comunidad de monjes benedictinos del monasterio.
Atacado e incendiado en varias ocasiones por guerreros enemigos, el Mont Saint-Michel quedó en ruinas y fue abandonado tras la Revolución Francesa, aunque se usó como prisión durante la era de Napoleón. Fuente de peregrinación e inspiración romántica, en el siglo XX se restauró y comenzó a llegar el turismo. Un reducido número de monjes habita de nuevo las estancias de la abadía, principal atracción que visitar en el Mont Saint-Michel, en lo más alto de esta icónica montaña rocosa.
Visitar el Mont Saint-Michel, abadía benedictina
Cómo llegar al Mont Saint-Michel: aeropuerto de Nantes, mejor opción.
¿Dónde se encuentra el Mont Saint-Michel y cómo llegar hasta él? Este mítico enclave se localiza en la Baja Normandía, a 357 km de París (unas 4 horas de coche dependiendo del tráfico). El aeropuerto más cercano es el de Rennes, la capital de la Bretaña, a sólo 74km (1 hora en coche). Este aeropuerto es pequeñito y no tiene muchos vuelos internacionales, así que el más recomendado es el aeropuerto de Nantes – Atlantique, a 2 horas en coche, con varias conexiones directas con España (Barcelona, Madrid, Palma, Málaga y Tenerife). Una vez en el aeropuerto, la forma más rápida de llegar al Mont Saint-Michel es alquilar un coche. ¡Así lo hice yo! Te recomiendo que eches un vistazo a los vehículos y precios disponibles en la web de Rentalcars.
Si no quieres conducir, se puede llegar también en transporte público: tendrás que tomar el tren de Nantes a Caen y desde esta ciudad un bus al Mont Saint-Michel (unas 7 horas). Otra opción para visitar el Mont Saint-Michel es contratando una excursión desde París de un día.
Aparcar en el Mont Saint-Michel: parking y bus lanzadera.
Hay que tener en cuenta que el acceso a la isla sólo se puede hacer a pie, a través del puente que salva el río Couesnon. Hay que estacionar el coche en uno de los parkings del Mont Saint-Michel. Y desde allí, caminar los 2,7 kilómetros desde el Centro de Recepción de visitantes hasta la muralla. El camino está muy bien señalizado junto a la carretera (unos 45 minutos, depende de las fotos que hagas). También hay un autobús lanzadera (gratuito) operativo desde las 9 de la mañana hasta las 12 de la noche. Incluso si te alojas dentro de la isla, tendrás que dejar el coche en el parking y tomar el autobús; no se puede llegar en coche al interior del Mont Saint-Michel. El parking es de pago (3 horas 11€) y hay que abonarlo a la salida.
Bus lanzadera al Mont Saint-Michel
¿Cuándo visitar el Mont Saint-Michel?
Para evitar aglomeraciones y disfrutar de la experiencia, mi recomendación es no ir en pleno verano o temporada de vacaciones. Dicen que visitar el Mont Saint-Michel en agosto es insufrible y creo que para verlo así, honestamente, no merece la pena. Como consejo: lo mejor es escoger un día entre semana, fuera de temporada alta. Por la tarde, cuando se han marchado los tours y el grueso de turistas ¡está casi vacío! Una gozada.
La Grande Rue, Mont Saint-Michel
Visitar el Mont Saint-Michel con marea alta.
Las subidas y bajadas de las mareas han condicionado el acceso a la isla durante siglos, hasta que en los tiempos contemporáneos se construyó una carretera que une el Mont Saint-Michel con tierra firme de forma permanente. Excepto cuando hay una gran marea -ocurre varias veces al año- que incluso la carretera queda bajo las aguas y sólo se puede ir a la isla en barca. Si quieres ver y fotografiar el Mont Saint-Michel rodeado de agua, comprueba antes los horarios de las mareas.
Alojamiento en Mont Saint-Michel ¿fuera o dentro de la isla?
Depende de gustos ¡y el presupuesto para tu viaje al Mont Saint-Michel! Sí, se puede dormir en el interior del Mont-Saint-Michel, en la misma isla. Pero barato no es. Yo reservé una casa rural en Pontorson, el pueblo más cercano, a sólo 3 kilómetros del parking donde hay que estacionar el coche: L´etable La Villa St Martin. El sitio es precioso, con muy buena relación calidad – precio, y nos gustó mucho así que lo recomiendo.
Casa rural en Pontorson
Qué ver en el Mont Saint-Michel y alrededores.
Ya nos hemos apeado del bus y ¡vamos a visitar el Mont Saint-Michel! La Porte et logis du Roi da acceso al recinto amurallado y a la Grande Rue, la calle principal que recorre el interior del Mont Saint-Michel entre tiendas de souvenirs, restaurantes y hoteles. Atención a los laterales: hay varias escaleras de piedra que ascienden hasta la Torre de la Libertad, mirador a la bahía del Mont Saint-Michel. Desde aquí se puede recorrer un tramo de la muralla, pasando junto a los tejados de la villa.
Las murallas del Mont Saint-Michel
Iglesia de Saint – Pierre.
Una escultura de Juana de Arco, la doncella de Orleans condenada a morir en la hoguera en la ciudad de Rouen, da la bienvenida a un templo a esta pequeña iglesia al pie del monte. Esta fue la principal parroquia de los habitantes del Mont Saint-Michel desde su construcción en el siglo XI. Su interior conserva una pila bautismal del siglo XIII y el retablo es de 1660. La parte trasera de la parroquia la ocupa el cementerio local.
Iglesia de Sant Pierre, Mont Saint-Michel
Cementerio del Mont Saint-Michel, Normandía
Museo histórico.
Un poco más arriba, se ubica el Museo histórico del Mont Saint-Michel, ofreciendo al visitante un paseo por los siglos de vida de este bastión normando a través de objetos, ilustraciones y fotografías de época.
La abadía del Mont Saint-Michel.
Los Jardins de la Croix de Jérusalem son el último punto de acceso libre antes de encarar la escalinata de piedra que da acceso a la abadía. El lugar más popular que visitar en el Mont Saint-Michel ocupa la parte más alta de la isla, con la figura del Arcángel derrotando al dragón en la punta. Te recomiendo reservar la entrada a la abadía del Mont Saint-Michel con antelación: abre de 9.30 a 17 horas y cuesta 13€ por persona.
Interior de la abadía del Mont Saint-Michel
Su espléndida arquitectura mezcla de estilo carolingio, románico y gótico se descubre en las diferentes estancias del conjunto. Notre – Dame Sous – Terre, la iglesia abacial es un maravilloso templo prerrománico con una de las vírgenes más antiguas de Francia. La «Marvelle» es la zona aún habitada por los monjes, donde se puede pasear por el claustro con impresionantes vistas al mar, el refectorio, el jardín botánico con hierbas aromáticas y plantas medicionales -esenciales para los monjes en el medievo- o la sala de trabajo. ¡Merece mucho la pena!
Claustro, abadía del Mont Saint-Michel
Bahía y meandros del Mont Saint-Michel.
Desde la bahía que rodea al Mont Saint-Michel se obtienen las mejores fotografías de este bastión encaramado a una roca. Eso sí, hay que tener mucho cuidado y no alejarse del camino principal: es peligroso. La marea sube muy rápido y hay fango con arenas movedizas. Uno de los puntos más fotogénicos son los meandros, tapizados de verde donde pastan las ovejas.
Gaviota y sombra del Mont Saint-Michel en la arena
El viejo molino de Moidrey.
Dentro del conjunto declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco se encuentran el Mont Saint-Michel, su bahía y el molino de Moidrey. Situado al borde de una carretera secundaria, a 5 km del monte, este molino de viento se construyó en 1886 para triturar grano (trigo y centeno), estando en funcionamiento en la actualidad. El molinero permite las visitas (4€) a quien interese esta tradicional producción, vendida a negocios locales de Pontorson. ¡Muy curioso!
Molino de Moidrey
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