Biblioteca de Celso, visitar Éfeso
Asia Turquía

Legado jónico en Turquía: Éfeso, Maravilla del Mundo Antiguo

Escrito por la
el
7 marzo, 2019

La antigua Apasa, capital del reino de Arzawa, según los hititas. En las crónicas de Estrabón, la ciudad fue erigida por guerreros jonios bajo el mando de Androclo, príncipe ateniense. Aunque mi favorita es la leyenda que atribuye la fundación de Éfeso a las intrépidas amazonas, quienes conquistaron el monte Pion a orillas del Egeo y le dieron por nombre Esmirna. Sea cual sea su origen, lo cierto es que visitar Éfeso es una inmersión en la antigüedad clásica. La cultura grecorromana se palpa en cada esquina: estamos ante una de las ruinas mejores conservadas del Mare Nostrum. Su joya: la Biblioteca de Celso, construida por el cónsul Gayo Julio Aquila Polemeano.

La biblioteca de Celso, visitar Éfeso

La biblioteca de Celso, visitar Éfeso

Éfeso, una ciudad helena en Turquía. 

Corría el año 334 a. C. cuando Alejandro Magno desembarcó en el puerto de Éfeso, por entonces en manos del Imperio Persa. El rey realizó un sacrificio en honor a Artemisa, decretando el fin de la oligarquía y la vuelta a la democracia. La ciudad retornaba a los tiempos que vivió durante la liga de Delos, bajo la protección de Atenas. Pero fue en los siglos venideros, con el Imperio romano, cuando Éfeso prosperó como un importante puerto comercial y vivió su era de esplendor. Comedias y tragedias eran representadas en sus teatros. Se derrochaba el vino en las tabernas. Se alzó la Biblioteca de Celso, con doce mil volúmenes, una de las más grandes de la época. En el siglo I arribaron los primeros cristianos, siendo el último refugio de la virgen María y el apóstol Juan.

Odeón, Éfeso

Odeón, visitar Éfeso en Turquía

La decadencia de Éfeso. 

Sin embargo, pocos siglos después, la caída del Imperio y el avance de los árabes desde el sur propiciaron su decadencia. El golpe final lo dio el mar, en retroceso debido a los sedimentos del puerto y las inundaciones, cegándolo por completo. Éfeso se quedó sin barcos ni muelles donde atracar. La ciudad quedó abandonada y relegada al olvido durante mil años, hasta finales del siglo XIX. El interés de los arqueólogos por hallar el desaparecido templo de Artemisa, señalado como una de las Maravillas del Mundo Antiguo, resucitó a Éfeso del polvo de las montañas. Sus viejas piedras volvieron a brillar, hoy como Patrimonio de la Humanidad.

Diosa Victoria Nike, Éfeso

Diosa Victoria Nike, Éfeso

Visitar Éfeso y Selçuk en 3 días. 

Septiembre, 2016. Un autobús desde Pamukkale, la «montaña de algodón», me ha traído hasta Selçuk, la última parada en mi ruta de 15 días por Turquía. Ansío por conocer Éfeso, confieso que es mi principal motivación. Aunque, como descubriré más tarde, esta zona no tiene desperdicio: no sólo las ruinas clásicas, también la casa de la virgen María, la playa de Pamucak, el bonito pueblo de Sirince o la propia Selçuk poseen suficientes atractivos para pasar tres o cuatro días.

Selçuk, Turquía

Castillo de Selçuk, Turquía

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Una tarde de verano en Éfeso…

Instalada en el albergue, ropa ligera y calzado cómodo. Elijo última hora para visitar Éfeso, cuando el sol ha bajado y la mayoría de turistas han partido. Buena decisión, aunque aún hace bochorno y cantan las cigarras. Durante dos horas me siento en un escenario de esas películas míticas de la Iliada o los Argonautas en busca del vellocino de oro. La puerta de Heracles da acceso a la vía principal de la ciudad, conduciendo hasta la Biblioteca de Celso por una calzada de piedra. A los lados queda el gran teatro, con capacidad para 25.000 espectadores. Parece que aún se oyera el clamor del público entre las gradas. Pero sólo es el viento entre los pinos…

Teatro de Éfeso

Gran teatro, visitar Éfeso

La Biblioteca de Celso, el tesoro de Éfeso. 

Pasado el teatro por fin estoy ante el tesoro de Éfeso: la portada de la biblioteca. Construida por el hijo del cónsul Tiberio Julio Celso Polemeano, en honor a su padre, su exquisita arquitectura está orientada al este, para aprovechar la luz de la mañana en pro de la lectura. El sarcófago del que fuera el magistrado de Asia durante el Imperio romano se encuentra en una cámara de la biblioteca, bajo el ábside. Almacenar miles de rollos de pergamino a la vez que hacer de tumba; esa fue su función. Un honor reservado a unos pocos privilegiados: no era habitual el poder enterrarse dentro de los límites de la ciudad. La sabiduría que aquí se guardaba en forma de palabras se quemó en el incendio provocado por los godos, en la invasión del año 263.

Portada de la Biblioteca de Celso

Portada de la Biblioteca de Celso, visitar Éfeso

La Vía Arcadia. 

La calzada vira hacia otros edificios públicos, usados en la cotidianidad de esta ciudad romana hace quince siglos: el ágora, el odeón, la basílica romana, las termas y las letrinas públicas, el gimnasio o el templo de Adriano. Los mosaicos que decoraban los atrios de las villas de los patricios aún muestran sus formas de fantasía, reflejo opaco del esplendor que debieron poseer. ¡Quién pudiera retroceder en el tiempo sólo por un día! Contemplar Éfeso en el cenit de su gloria.

Vía principal de Éfeso

Vía de Éfeso

Basílica de Éfeso

Basílica de Éfeso

Visitar Éfeso es impresionante. Lo cierto es que excepto Pompeya y Herculano, en el sur de Nápoles, Éfeso es la ciudad clásica en mejor estado que he recorrido.

Templo de Efeso

Templo de Efeso

El templo de Artemisa en Éfeso, Maravilla del Mundo Antiguo. 

Antípatron de Sidón, poeta griego del siglo II a.C. escribió que ni los jardines colgantes de Babilonia o las pirámides egipcias podían equipararse a la belleza de la casa de Artemisa «encaramada en las nubes». Pero el templo sucumbió al fuego el día que la reina macedonia Olimpia dio a luz a un príncipe: Alejandro Magno. El mismo que años después desembarcó en Éfeso y ofreció su reconstrucción. Aunque el esplendor de antaño no lo recuperó nunca, y fue destruido durante la invasión de los godos. Su mármol se cubrió de hierba y también viajó a lugares como Constantinopla, para la construcción de una gran catedral: Santa Sofía. Hoy sólo es visible una columna, compuesta de varios trozos, a las afueras de Selçuk.

Santa Sofía, Estambul

Santa Sofía, Estambul

Selçuk y los alrededores de Éfeso. 

Cae la tarde y toca regresar a Selçuk. La visita a Éfeso no sería completa sin recorrer su Museo Arqueológico, donde se ubican las piezas halladas en las excavaciones. Entre ellas la estatua de la diosa Artemisa, a la que veneraban en el principal templo de Éfeso antes de su destrucción. La pequeña ciudad de Selçuk también posee restos arqueológicos interesantes como el castillo otomano de Selçuk, cuyos muros abrazan la basílica de San Juan.

Castillo de Selçuk

Castillo de Selçuk

La casa de la Virgen María.

Cuenta la tradición que San Juan y la virgen huyeron de Jerusalén tras la crucifixión de Cristo, refugiándose en Éfeso. A las afueras, en una montaña rodeada de naturaleza, pasó los últimos días de su vida. Actualmente, este paraje lo ocupa una iglesia bizantina del siglo XII, declarado lugar oficial de peregrinación. Sea o no la vivienda pretérita de la madre de Jesús, el sitio sobrecoge. Estas piedras son visitadas cada año por miles de católicos que oran y escriben sus deseos en cintas blancas depositándolos en la pared. Todo ello en el contexto de un país declarado laico pero de mayoría musulmana, donde cada mañana despierta el almuédano con la llamada a la oración.

Casa de la Virgen María

Casa de la Virgen María en Éfeso

Papeles con deseos en la casa de la Virgen María

Papeles con peticiones en la casa de la Virgen María

Sirince, un pueblo entre viñedos.

La sorpresa inesperada de los alrededores de Éfeso y Selçuk tiene por nombre Sirince. Un pequeño pueblo de 600 habitantes a 8 kilómetros de Selçuk, rodeado de olivares y viñedos. Un cuadro mediterráneo de casitas blancas de puertas azules, patios de parras, casas de vinos y un interesante patrimonio: la iglesia de San Juan Bautista, en restauración. ¿Estamos en Turquía o en las islas griegas? ¿O tal vez de vuelta a Andalucía?

Calles de Sirince

Calles de Sirince, Tuquía

Iglesia de San Juan

Iglesia de San Juan

¿Terminamos el día con un refrescante baño? Muy cerca de Éfeso se ubica la dorada playa de Pamucak. Aunque, si se quiere algo más tranquilo, en los alrededores de Kusadasi encontramos el parque natural Milli Park. Aguas cristalinas, calitas de piedra con vistas a las vecina Samos, isla griega.

Milli Park

Milli Park, costa Egea de Tuquía

Consejos para visitar Éfeso. 

El clima de la costa Egea de Turquía es mediterráneo, seco y caluroso durante los veranos. Mi recomendación es, aprovechando las horas de luz del verano, ir por la tarde para evitar la masa de turistas y el sol de media mañana. Si se visita en invierno, lo mejor es madrugar.

Cómo llegar a Éfeso desde Selçuk.

Éfeso se localiza a 3 kilómetros de Selçuk. Se puede llegar al acceso de los restos arqueológicos tanto en transporte público (autobús) como en coche. Desde Estambul, lo más rápido es coger un vuelo doméstico a Izmir, y desde esta ciudad un tren a Selçuk.

Alojamiento en Selçuk.

 Tuncay Pension. En esta ocasión busqué una opción barata y mochilera en pleno centro de Selçuk, muy cerca del castillo.

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