Hoy mi alma se ha levantado vestida de blanco y verde. Mis ojos miran hacia el sur, con nostalgia de sol y de mar. De brisa que trae cantos de abubillas y golondrinas en primavera y olor a azahar. Con amor y cariño, he seleccionado ocho rincones de Andalucía. Ocho lugares especiales para esta granaína exiliada en Madrid. ¡Espero que os gusten!

1 – Laguna de la Caldera, Sierra Nevada (Granada).

Cumbres de La Alpujarra granadina. El aire puro y frío que azota las cumbres a más de tres mil metros sobre el nivel del mar contrasta con el brillo del sol en un cielo azul espléndido. Una pequeña cabra montés se asoma tímidamente entre las lajas; aquí no hay lugar ya para la vegetación. Las aguas cristalinas de la laguna glaciar de la Caldera reflejan las nieves perpetuas de agosto. A su borde mi ser encuentra la paz, el sosiego… Que pierdo tantas veces en la ciudad. Cuentan los pastores que esta laguna está embrujada, y en realidad es un Ojo de Mar por donde sube una sirena las noches de luna llena.

Laguna de la Caldera, rincones de Andalucía

2. Duna fosilizada de Los Escullos, Cabo de Gata (Almería). 

Junto a la batería de San Felipe, una fortaleza que se levantó en tiempos de Carlos III para proteger las costas de los piratas, se extiende un paisaje lunar de cavidades irregulares y caprichosas: la duna fósil de Los Escullos. Bajo esta esta extraña catedral de piedra se esconden calitas de arena a las que sólo se llega si conoces el caminito secreto, para pasar unos de esos días de verano de «vuelta y vuelta» al sol y cerveza.

Los Escullos, Cabo de Gata

3 – Río Borosa, sierra de Cazorla (Jaén).

Las primeras vacaciones que recuerdo de mi vida fueron en un camping en la sierra de Cazorla. Las chicharras canturreaban al sol ocultas en los troncos del bosque de pino mediterráneo.  Me visualizo en traje de baño buscando fósiles junto al pantano del Tranco. Los ciervos y las cabras montesas pastan a sus anchas por las cornisas. Las águilas vigilan desde el aire. Lo más bello, remontar el sendero por el río Borosa hasta unas cascadas que parecen de otro mundo y no del sur de España.

Río Borosa, sierra de Cazorla

4 – Rincones de Andalucía: Sedella, La Axarquía (Málaga)

Reciente descubrimiento para mí el de esta comarca en el este malagueño, entre las sierras de la Tejera y la Almijara y el Mediterráneo. Dejo atrás la popular Frigiliana y Cómpeta, que suelen llevarse todos los halagos, muy merecidos por cierto. A mí me cautivó Sedella, solitaria en lo alto. Dicen que desde la cumbre de la Maroma, a dos mil metros de altura, se divisan las costas africanas los días despejados.

Sedella, la Axarquía

5 – La Calleja de las Flores (Córdoba)

Qué difícil escoger un rincón de la hermosa Córdoba, pues toda ella me apasiona: la luz tenue que envuelve el Cristo de los Faroles en la cuesta de San Basilio. Los patios repletos de fuentes y macetas que abren sus puertas en el mes de mayo. Comer un trozo de la tortilla del Santos sentada junto a la Mezquita… El internarse por la estrecha Calleja de las Flores hasta su plaza es uno de mis rituales preferidos, que siempre tengo que cumplir al visitar Córdoba.

Calleja de las Flores, rincones de Andalucía

6. Vejer de la Frontera, Cádiz. 

Claro que en todas las provincias andaluzas tienen pueblitos blancos y encantadores por los que perderse, digamos que ése es su ADN, su seña de identidad. Pero Vejer, no me preguntéis por qué, tiene ese qué que lo hace especial. No sé si serán sus cuestas imposibles, los callejones de macetas  o las huellas musulmanas que se adivinan en su muralla y puertas arcadas. ¡Y para comer, pescaíto de la costa gaditana!

Vejer de la Frontera

7. Rincones de Andalucía, barrio de Santa Cruz (Sevilla). 

«Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla«, escribía Machado. Es verdad que no he ido muchas veces a la capital hispalense, de hecho uno de mis propósitos viajeros de este año es conocer bien Sevilla, su alcázar, Triana… La última vez que estuve, más allá de la preciosa Plaza de España o la mítica Giralda atestadas de turistas, deambulé sin rumbo por detrás de la Iglesia del Salvador y el Palacio de Lebrija. Descubrí callejuelas de bicicletas y edificios antiguos y señoriales, con patios en los que sentarse a leer con la canción del agua de fondo.

Patio de Sevilla

8. Playa de Isla Cristina (Huelva). 

De camino al Algarve portugués una parada rápida en Huelva, la puerta del Atlántico para descubrir Isla Cristina y dejarme atrapar por su belleza sutil, apacible, con esas playas inmensas que se abren al grandioso Atlántico, ya sin retorno.

Isla Cristina

«La bandera blanca y verde vuelve, tras siglos de guerra, a sembrar paz y esperanza, bajo el sol de nuestra tierra.

¡Andaluces, levantaos! ¡Pedid tierra y libertad! ¡Sea por Andalucía libre, España y la Humanidad!»

Himno de Andalucía, Blas Infante. 

Publicado por cosmopolilla

La vida es el arte de lo imposible. Licenciada en Comunicación Audiovisual, mi pasión es viajar. Desde 2013 lo cuento en mi blog.

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17 comentarios

  1. Por cercanía nos quedamos con la playa de Isla Cristina, ¡somos onubenses lógicamente! Pero, ¿hay algo mas bonito y hermoso que estos rincones? Andalucía no puede ser más bonita. ¡Os damos las gracias por difundir esta tierra hermosa!

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