Centro histórico de Marbella
Andalucía España

La otra Marbella

Escrito por la
el
10 noviembre, 2016

¿En qué piensas si te digo que me voy a pasar el fin de semana a Marbella? Seguro que en turismo masivo, en corrupción y escándalos, en explosión urbanística, en lujo y elitismo… Seguro que ni imaginas su otra cara, la más secreta, la que solo muestra a aquellos que se internan por el entramado de callecitas y rincones del centro histórico de Marbella, que aún conserva ese sabor a pueblo andaluz que me hace sentir en casa , en mi tierra.

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Geranios, Marbella

De paseo por el centro histórico de Marbella.

El grueso de veraneantes se ha marchado pero aún hace un tiempo espléndido en esta ciudad abrazada por el Mediterráneo y protegida por la sierra de las Nieves. El punto de partida es ante la fuente del parque de la Alameda, lugar de recreo para mayores y niños, que esperan de la mano su turno para cabalgar los corceles del tiovivo.

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Tiovivo, la Alameda

Desde aquí se accede al casco viejo, uno de los mejores conservados de la Costa del Sol. Nos olvidamos de vehículos a motor y de su infernal ruido. En la plaza de la Victoria solo se arrullan las palomas bajo las conversaciones del relax de una tarde de viernes en una terraza, cerveza en mano. El centro histórico de Marbella es grande, laberíntico, mucho más que la típica calle de las tiendas que desemboca en la plaza de los Naranjos, su siempre concurrido corazón.

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Plaza de la Victoria

El suelo empedrado dibuja el camino a seguir por las callejuelas típicas de una medina árabe, que antaño tuvo muralla para protegerse de los ataques corsarios y el empuje de las tropas cristianas que acabaron ganando la guerra. Las huellas de esta conquista se celebran en cada esquina con altares y hornacinas incrustadas en las fachadas de las casas, decoradas con velas, flores y esmero.

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Calles, centro histórico de Marbella

Hornacina del S.XVII

Hornacina del S.XVII

También en pequeñas capillas renacentistas consagradas a vírgenes y santos patrones, algunas de ellas mandadas a construir por el propio rey Fernando el Católico. Custodiadas hoy por las cofradías de Semana Santa, es curioso que permanezcan abiertas y a ellas se pueda acceder durante todo el año. Igualmente fueron los Reyes Católicos los que fundaron el Real Hospital de la Misericordia, que estuvo en funcionamiento durante más de 500 años y hoy es un centro cultural, sede de la UNED.

Imagen del Domingo de Ramos

Imagen del Domingo de Ramos

Recuerdo cuando con doce años visité Puerto Banús. Cómo los ojos se me salían de las órbitas ante las boutiques más exclusivas con trajes a precio de oro. En cambio en mi recorrido por el centro histórico de Marbella me dejo sorprender por coquetas tiendas mucho más asequibles, de diversos artículos: ropa tejida a mano, artesanías, decoración, un comercio de aceite de oliva con más de cien tipologías de este oro líquido… Conviviendo con pequeños ultramarinos de toda la vida, que lo mismo venden fruta que un peine para el cabello.

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Tienda especializada en aceite de oliva

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Bicicleta, centro histórico de Marbella

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Ultramarinos, centro histórico de Marbella

Las fachadas de las casas que pertenecieron a la burguesía acaudalada de principios del S.XX se adivinan por la riqueza de sus rejas y balcones, que alegran la vista con macetas de flores y el morado de las bungavillas. Tabernas con patios andaluces y jardines secretos, terracitas con claveles y velas en las que te gustaría sentarte con tu pareja a hacer manitas mientras hablas de nada.

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Patio de una Taberna

Sillas en una calle, centro histórico de Marbella

Sillas en una calle, centro histórico de Marbella

Aquí ya me empiezo a perder y me gana con sus detalles más íntimos y divertidos, esos que pasan desapercibidos a los turistas que van con prisas pensando en la pachanga: la calle Viento por donde solo oigo gaviotas protestando antes de irse a dormir; la calle Pelleja con sus galería de arte al aire libre irreverente.

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Calle Pelleja

Calle Viento

Calle Viento

Casas de pescadores, un tablao flamenco en una placita, fuentes y más fuentes… Hasta aterrizar en la plaza de los Naranjos, donde discurre la vida. Ahí sí hay turistas disfrutando de la tranquilidad y el buen clima de un otoño en Marbella.

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Casa del centro histórico de Marbella

Dónde comer en el centro histórico de Marbella.

Como cae la noche y hemos andado bastante toca reponer fuerzas. En la otra Marbella se puede degustar la más variada gastronomía para todos los bolsillos. Cenar de tapas andaluzas saboreando el Mediterráneo por precio muy asequible en la Taberna Casa Blanca, junto a la Alameda: pinchos, boquerones fritos, pulpo, atún.. Para paladares más cosmopolitas los platos italianos del Café Flore son una delicia. El bocado más gourmet lo encontré en el precioso patio del restaurante belga Casanis Bristot, con unas croquetas de marisco y unos mejillones de roca que me supieron mejor que los que tomé en la Grand Place de Bruselas una primavera años atrás.

Cena en Casanis, centro histórico de Marbella

Cena en Casanis, centro histórico de Marbella

Y así es la otra Marbella, esa que no te esperas, esa que te sorprende por su encanto… Esa Marbella que es puro amor al caminar junto al mar.
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Paseo marítimo 

La «otra» cara de la ciudad de Marbella fue una sorpresa. Descubre en esta Guía más lugares que ver en Andalucía en una completa ruta por el sur de España.

Muchas gracias a Patricia García de marbellista.com y a Marbella Turismo por organizar entre encuentro en la ciudad de Andalucía Travel Bloggers

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10 Comentarios
  1. Responder

    Cristina

    11 noviembre, 2016

    Si nos enseñas estas fotos y nos dices «adivina adivinanza» desde ya te digo que pocos adivinarían el lugar al que nos llevas. Un abrazo.

    • Responder

      cosmopolilla

      14 noviembre, 2016

      Je je si te digo la verdad si yo no hubiera ido tampoco 😉 besotes

  2. Responder

    Bo Saldaña

    18 noviembre, 2016

    Hola Patri,

    Me ha gustado conocerte justo en la otra Marbella.

    Cómo un viaje, así sea cerca de casa, como es el caso, te puede cambiar las cosas que sabías de un lugar.

    Un abrazote viajera.

    Bo

    • Responder

      cosmopolilla

      23 noviembre, 2016

      Gracias, Bo. Nos vemos prontito 🙂

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