Pasar una frontera a pie siempre es un momento de tensión. De contener la respiración. Aunque obviamente lleves todo en regla -pasaporte, visado si se necesita, papeles del vehículo…- Esos minutos en que el policía revisa, inspecciona y pregunta las cuestiones de rigor, no puedo evitar imaginar qué pasaría si algo no cuadra: un sello de un país no grato, alguna persona sospechosa que se llame como yo… No me dejen entrar y acabe en tierra de nadie. Temores absurdos pero que surgen fugazmente y se dispisan al recibir el sello de bienvenida a un nuevo país. Cruzar de Georgia a Armenia es una frontera amable, con poco tránsito, sin burocracia ni pago de visas, al menos para gente con pasaporte UE. Además, el punto fronterizo de Sadakhlo está a menos de dos horas en coche de la capital georgiana. Razón por la que nos planteamos este breve viaje a Armenia desde Tiflis. Al sur del Cáucaso Menor esperan monasterios medievales, un paisaje montañoso alucinante y un museo nóstalgico de la era soviética a lo Good Bye Lenin. Motivos suficientes.
Avión MiG 21, viaje a Armenia desde Tiflis
Contenido del artículo
Cruzando la frontera Georgia – Armenia.
Si las montañas del Gran Cáucaso son lo más impresionante que ver en Georgia en una ruta de una semana o 10 días, al hablar de Armenia nos tenemos que ubicar en el Cáucaso Menor. Puede que no alcancen los 5.000 metros de altura como el monte Kazbek en la frontera rusa. Pero el límite entre Georgia y Armenia también está marcado por esta cordillera de picos cubiertos de nieve, ríos caudalosos, barrancos abruptos, llanuras esteparias y valles color verde intenso. El paisaje es diferente, con un punto de belleza más exótica o esteparia. Geográficamente, al cruzar la frontera entre Georgia y Armenia hemos entrado en Asia, pero lo cierto es que en estos dos países a caballo entre dos continentes los límites son difusos. Además, culturalmente en Armenia son cristianos ortodoxos, a diferencia de sus vecinos Turquía y Azerbaiyán.
Paisajes del Cáucaso Menor, Armenia
En cuanto al cruce fronterizo en sí, no tiene mucha dificultad. Primero hay que salir de Georgia, sin pagar ninguna tasa ni rellenar ningún formulario: sólo pasar por el control de pasaportes. Para pasar a Armenia, ídem. Ciudadanos de la Unión Europea no tienen que pagar ninguna tasa ni papel de inmigración. El único requisito para entrar a Armenia es un pasaporte en vigor.
Cruce de frontera Georgia – Armenia en coche.
Si se lleva coche, como nuestro caso, ya que alquilamos un vehículo a la llegada al aeropuerto de Kutaisi, sí que hay que pasar por una cola diferente a la de los peatones. Piden una serie de documentos:
- Un papel de permiso para circular por Armenia facilitado por la oficina de alquiler de coches -nos lo hicieron en la oficina Tbilisi-.
- La tarjeta de circulación del vehículo.
- Pasaporte y el carnet de conducir español (no nos pidieron el internacional, aunque lo llevamos por si acaso).
- Nada más pasar la frontera es obligatorio contratar un seguro para el coche durante la estancia en Armenia. Hay varias casetas y en la misma en la que nos vendieron la SIM para el móvil compramos el seguro para el coche, unos 9€ por 10 días (sólo íbamos a estar dos, pero es el mínimo).
Nota: te puede interesar: si no has alquilado coche ni quieres conducir por las carreteras georgianas y armenias, puedes reservar esta excursión de un día desde Tbilisi al norte de Armenia.
Monasterio de Ajtala en Armenia
Un día en el norte de Armenia: lugares que visitar.
Monasterio de Ajtala.
Nuestra primera parada en este breve viaje a Armenia se ubica a tan sólo media hora de la frontera: el monasterio ortodoxo de Ajtala. De hecho, este antiguo centro monástico comparte historia con la iglesia georgiana y no la armenia. El conjunto monástico se ubica en la parte más alta de un monte rocoso, sobre una pequeña meseta en un prado verde con vistas a profundos cañones. Cerro habitado desde la prehistoria, el de Ajtala es de los monasterios mejor conservados del país armenio y los frescos que cubren el interior de la iglesia, pintados en oro y azul, una maravilla. Con escenas del Antiguo y Nuevo Testamento, los Apóstoles y San Gregorio; una interpretación del Reino de los Cielos en la pared oeste… En la cúpula destaca la imagen de la Virgen María sosteniendo al niño Jesús. Los murales de Ajtala están considerados una de las más excepcionales muestras de arte bizantino fuera de Bizancio.
Interior de la iglesia de la Virgen en el monasterio de Ajtala, viaje a Armenia
Protegen el monasterio los muros de una fortaleza medieval, erigida en el siglo X por el rey Ashot III, en los remotos tiempos en que este territorio era conocido como el reino de Lori. Los monjes llegaron poco después, levantando una iglesia dedicada a la Virgen. Aunque historiadores armenios han datados los murales de la iglesia a comienzos del siglo XIII, se ha encontrado un grabado en una piedra conmemorativa del recinto, realizada en 1188. En ella la princesa Mariam, hija de Gurgen II de Lorri, se atribuye el haber construido esta iglesia para hacer llegar a la madre de Dios sus plegarias.
Monasterio de Ajtala, viaje a Armenia desde Georgia
El resto de edificios del complejo monástico hoy están en ruinas: otra pequeña iglesia, las casas de los guardias, almacén de comidas o bodegas de vino… Quedando sólo piedras diseminadas por el prado. Vestigios del gran centro religioso que llegó a ser hace casi un milenio.
Ruinas del Monasterio de Ajtala, viaje a Armenia desde Georgia
El monasterio de Haghpat.
La segunda parada nos lleva hasta otro complejo monástico de la Armenia medieval, con vistas impresionantes a las montañas nevadas del Cáucaso Menor rozando los 2500 metros de altura. Inscrito en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO junto con el de Sanahin, el monasterio de Haghpat fue un gran centro cultural durante la Edad Media y hoy, junto con el de Sanahin, están considerados por los expertos de los mejores ejemplos de arquitectura religiosa armenia.
Vistas desde el monasterio de Haghpat
Hablar de la historia de Haghpat es hacer mención a otra reina: Khosrovanush, esposa de Ashot III de Armenia, quien mandó edificar este monasterio en el siglo X. El enclave, estratégico: en un promontorio al abrigo de la montaña -y no en la parte más alta- pero con visión panorámicas sobre el valle del río Debed.
El edificio más antiguo que se conserva en el monasterio de Haghpat es la iglesia de la Santa Cruz. Un impresionante y robusto templo que sigue en pie tras ver pasar mil años entre sus muros. Del medievo ha llegado hasta nuestros días el fresco de un Cristo Pantocrátor y las esculturas que representan a los reyes Sembat II y Gagik I, hermano del anterior y con quien la Armenia bagrátida conoció un periodo de paz y prosperidad durante el siglo XI.
Interior de la iglesia de la Virgen, monasterio de Haghpat
Otros edificios que podemos ver en el complejo de Haghpat son la iglesia de San Gregorio, consagrada en el 1005. El campanario exento de 3 pisos se construyó en el siglo XIII, época en la que el monasterio vivió un gran esplendor: de entonces es la capilla de la Madre de Dios, el Scriptorium y el Refectorio, donde almorzaban los monjes, del siglo XIII. No hay que perderse las jachkares o cruces de piedra conmemorativas. Exclusivas del arte armenio, las hay por muchos de los lugares religiosos -monasterios, iglesias, cementerios…- de este país.
Monasterio de Haghpat, norte de Armenia
Monasterio de Sanahin.
El trío de monasterios más importantes del norte de Armenia se completa con este impresionante recinto en lo alto de la villa del mismo nombre: mi favorito de los tres. Y es que en este corto pero intenso viaje a Armenia, en su cara norte, vamos de menos a más. Además, cuando lo visité estaban en medio de una liturgia, de la que pude ser parte desde la última fila de la iglesia, en un discreto plano.
Monasterio de Sanahin, Armenia
«Este es más viejo que ese» significa en armenio, literalmente, Sanahin. Como queriendo decir que es más antiguo, aún, que su vecino Haghpat, rival en el medievo. De hecho, en sus paredes hay inscripciones en armenio antiguo que muchos historiadores cuesta descifrar. Fundado en el siglo X sobre los restos de un primitivo templo cristiano, durante la Edad Media también fue un relevante centro espiritual y de conocimiento: en él se impartían clases de humanidades y medicina. Enseñanzas durante siglos: los hermanos Mikoyan, cuyo museo visitaremos a continuación, aprendieron a leer y escribir a comienzos del siglo XX en este monasterio.
Edificios de Sanahin.
En Sanahin impresiona el suelo original, totalmente cubierto de lápidas medievales en piedra. De nuevo la reina Khosrovanush fue quien ordenó levantar la iglesia de San Salvador, la más importante del monasterio. Los hijos de los monarcas aparecen esculpidos en la pared: Sembat y Gurgen, futuros reyes de Armenia. Junto a esta hay otra iglesia un poco más antigua, la de la Madre de Dios, anterior a la fundación del monasterio.
Monasterio de Sanahin, viajar a Armenia desde Georgia
No hay que perderse la escuela teológica, entre las dos iglesias. Si bien no llegó a tener el estatus de universidad, en ella dieron clase importantes filósofos y eruditos armenios, como el príncipe Gregorio Magistros, descendiente de San Gregorio I el Iluminador, fundador y patrón de la Iglesia de Armenia en el siglo III. Al santo patrón armenio está dedicada la pequeña capilla de planta circular en un lateral del conjunto. Se cuenta que la mandó construir la reina Hranuc, al igual que la biblioteca del monasterio -originalmente como capilla de las reliquias-.
Otros edificios del conjunto monástico es el mausoleo de la dinastía de los Zakarian, cuyos restos reposan en la cripta, y la iglesia de la Resurección, construida ya en el siglo XIII. Son tantos los detalles de Sanahin que podríamos pasar horas leyendo la historia viva de sus piedras centenarias. Como curiosidad, detrás se ubica el cementerio local. Llama la atención y también da un poco de cosica la costumbre -también en Georgia- de grabar en las lápidas un retrato del fallecido.
Cementerio de Sanahin
Museo de los Hermanos Mikoyan.
No nos podemos ir de Sanahin sin visitar este pequeño museo local dedicado a los vecinos más ilustres del pueblo: Anastás y Artiom Mikoyán. El primero destacado bolchevique del partido comunista; su hermano Artiom es el diseñador de aviones soviético que creó el MiG. De hecho, en la entrada del museo, recibe a los escasos visitantes (nosotros estuvimos solos) un avión original MiG 21.
Avión MiG 21, museo de los hermanos Mikoyan en Armenia
Visita entrañable -nos abrió y enseñó el museo una familiar de los hermanos- el espacio habla de aquella época en que Armenia formaba parte de la URSS. Anastás Mikoyán, de origen tan humilde como su hermano, en esta pequeña aldea del norte armenio, llegó a primer vicepresidente del Consejo de Ministros de la Unión Soviética, estando por debajo del mismo Stalin. El dictador más sangriento de la URSS tampoco era ruso: nació en la ciudad de Gori, al otro lado del Cáucaso Menor, ya en territorio georgiano.
Salas del museo de los hermanos Mikoyan en Sanahin, Armenia
Alojamiento en Alaverdi.
Para nuestra pequeña excursión a Armenia desde Georgia, reservamos una noche en Alaverdi, el pueblo al lado de Sanahin. Disfrutamos de la hospitalidad armenia tanto en la villa de los hermanos Mikoyan como en Alaverdi: una buena elección reservar el ApartHotel in Alaverdi. Con cocina y parking privado.
Café y dulces armenios
Vuelta a Georgia por BCP Ninotsminda.
Nuestro día de viaje a Armenia no podía haber dado más de sí. Pero a la hora de volver a Georgia, tuvimos un pequeño problema: el GPS nos metió en un buen lío cuando nos mandó por la ruta más corta. Una carretera que al llegar a la montaña se convirtió en pista sin asfaltar, directa hacia la nieve. Para más inri comenzó a nevar y no veíamos nada, cada vez estaba más blanco el camino. Tuvimos que dar la vuelta y retomar la vía principal dando un rodeo de más de 2 horas. Un aprendizaje tras pasar 10 días conduciendo por Armenia y Georgia: ir siempre por carreteras amarillas. Las blancas no son una buena idea; la mayoría son, como dirían en Guatemala, «pura terracería».
Carreteras en el norte de Armenia
El cruce de frontera de Armenia a Georgia por el paso de Ninotsminda puede ser la frontera más rándom que haya visto en mi vida. En medio de la nieve, a menos 1 grado, con un viento terrible, volando copos en un horizonte envuelto en nubes. Qué lugar más inhóspito. Pero continuamos avanzando en la carretera, llena de agujeros para variar, hasta empezar a ver un poco de población y vida humana. Nuestro siguiente destino: Vardzia, la ciudad excavada en la roca más alucinante de Georgia. ¡Nos encantó! Eso sí, con ganas de ver muchos más lugares en Armenia… País de paisajes impresionantes y gente cálidad y acogedora.
¡Nunca viajes sin seguro médico!
Las prestaciónes de la Seguridad Social no cubren fuera de España. Ni Georgia ni Armenia pertenecen a la Unión Europea, por lo que si necesitamos atención médica, ¡tendremos que pagar por adelantado! Por lo que pueda pasar, en caso de accidente, hospitalización etc… Yo recomiendo MONDO. ¡La compañía con la que siempre voy asegurada! Nada más adquirirlo, te recomiendo descargar la app móvil: ahí tendrás el teléfono directo donde llamar en caso de urgencia y un chat médico disponible las 24 horas para cualquier consulta en español. Si lo compras a través de mi web tienes un 5% de descuento. Lo puedes conseguir pinchado aquí:
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