Río de Janeiro. Corcovado.
América Brasil

Río de Janeiro, cidade prodigiosa

Escrito por la
el
11 febrero, 2016

Apuro mi refrescante zumo de abacaxi com hortelá (piña con menta) que me sabe a mojito sin alcohol mientras paseo bordeando la Lagoa. Justo es la hora previa al crepúsculo cuando esta laguna urbana se llena de piraguas surcando sus aguas, jóvenes deportistas haciendo footing o patinando. Otros simplemente aprovechan los últimos rayos de sol y la tranquilidad para leer en un banco. Cómo me gusta Río de Janeiro…

La lagoa, Río de Janeiro

La lagoa, Río de Janeiro

La ciudad prodigiosa, tan divertida y animada, colorida y excitante. Mi primera parada en mi ruta de 20 días por el sur de Brasil por libre. Cómo no encandilarse… Gracias a sus morros de exuberante selva por los que campan simpáticos monitos sawis. Sus playas doradas, sus miradores de vértigo…

¡Río de Janeiro está de moda!

Mono sawi, Pan de Azúcar

Mono sawi, Pan de Azúcar

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Si estás pensando en visitar la sede de los Juegos Olímpicos de este 2016, aquí van mis imprescindibles: qué cosas no te puedes perder de Río de Janeiro:

1 – El Pan de Azúcar.

Un viaje volando sobre las copas de la selva en su teleférico y ya estoy en una de las cumbres de la ciudad, con todo Río de Janeiro a mis pies: la bahía de Guanabara, las playas de arena blanca y fina, el océano color turquesa que se despliega en el horizonte salpicado de islas. A mi espalda, aún más alto, el Cristo de Corcovado. El Pan de Azúcar mide 396 metros de altura y para mí, es el mejor balcón posible.

Río de Janeiro desde el Pan de Azúcar

Río de Janeiro desde el Pan de Azúcar

2 – Barrio de Lapa.

El núcleo de Río de Janeiro presume de ser la cuna de la bohemia carioca. Los callejones de curiosos comercios y casas chillonas, los graffitis y centros culturales quedan eclipsados por los dos grandes conjuntos arquitectónicos de la ciudad: los Arcos de Lapa, un acueducto portugués de la época colonial y la Escalera de Selaron, obra ecléctica y mutante acompañada de una negra leyenda, ya que en sus 215 peldaños, con más de dos mil azulejos, fue hallado muerto su artífice, Jorge Selarón.

Escalera de Selaron

Escalera de Selaron

3 – Playa de Ipanema.

La playa más famosa de río es amplia y concurrida, con un enorme paseo de esculturas de arena y carritos ambulantes de dulce tapioca y refrescante skol, la cerveza local. Los niños juegan al fútbol soñando ser el próximo Ronaldo. Los surferos aprovechan la tarde para deslizarse sobre las olas. ¿Te imaginas salir de trabajar en un día cualquiera y venir a despejarte aquí? ¡Esto es vida!

Playa de Ipanema

Playa de Ipanema

4 – Fuerte de Copacabana.

Un poco de la Historia de Brasil en el fuerte defensivo construido en 1914, hoy sede del Museo del Ejército. Lo más interesante es su búnker, con muros de doce metros de espesor, que guardan celosamente cañones krupp de largo alcance apuntado al mar, de fabricación alemana. La inscripción en latín que se puede leer en la entrada: «Si vis pacem, para bellum» (traducción: «si quieres paz prepárate para la guerra») no deja de ser un tanto inquietante…

Fuerte de Copacabana

Fuerte de Copacabana

5- Cristo Redentor de Corcovado.

El símbolo de Río de Janeiro es este eterno padre de treinta metros de piedra con los brazos abiertos, como queriendo abrazar a la humanidad, que corona el morro de Corcovado, el punto más alto de la ciudad. Un tren cremallera da acceso a una extensa terraza, a veces por encima de las nubes, desde la que observar la Lagoa, la línea de la costa y el espeso manto de selva verde que rodea a la gran ciudad prodigiosa, a vista de pájaro.

Cristo de Corcovado

Cristo de Corcovado

6 – Jardín Botánico de Río de Janeiro.

Ochenta y tres hectáreas de bosque; cuarenta mil plantas; más de seis mil especies diferentes: el Jardín Botánico de Río de Janeiro es una de las mayores exposiciones de plantas del mundo. Un lugar relajado en el que pasear un día soleado, bajo la sombra de palmeras centenarias, una mini selva de bambú, envuelta en el dulzor de las flores. Desde las ramas soy observada por ardillas, monitos y aves tropicales. Éste es un típico escenario para retratarse en los momentos especiales de la vida, como la entrada a la juventud o «puesta de largo», una boda o un estado de buena esperanza.

Jardín Botánico

Jardín Botánico, Río de Janeiro

7 – Cinelandia.

La zona «europea» de Río de Janeiro, con grandes edificios neo-clásicos que por su estilo y arquitectura bien podrían estar en cualquier ciudad del viejo continente. El Ayuntamiento de la ciudad, el Teatro Municipal, la Biblioteca Nacional o el Museo de Bellas Artes son emblemáticos edificios oficiales que dotan de elegancia a uno de los centros culturales y políticos de Brasil.

Teatro Municipal

Teatro Municipal

8 – Floresta da Tijuca.

Sendas, grutas y cascadas se esconden en la frondosidad de la floresta atlántica que conforma el Parque Nacional de Tijuca, Reserva de la Biosfera y pulmón de Río de Janeiro. Es fascinante adentrarse en la espesura y asomarse a la ciudad desde la «Vista Chinesa», un mirador de fantasía, a la vez que se respira la calma y paz que transmite este silencioso y solitario bosque.

Floresta de Tijuca

Floresta de Tijuca

9 – Gastronomía de Brasil.

Saborear Río a través de un bobó de camarao (arroz con gambas) servido en una calabaza hueca en el bonito barrio del Horto, de casas coloniales color pastel. Una mítica y consistente feijoada, frijoles con carne a la brasa. Un plato de lula (calamares) a la plancha. Un puré de mandioca y un strogonoff de pollo, plato de origen ruso que está delicioso. ¡Y de postre un dulce brigadeiro, sintiendo cómo se derrite en el paladar el chocolate fundido en dulce de leche!

Strogonoff con patatas paja y arroz

Strogonoff con patatas paja y arroz

10 – La vida nocturna de Río.

Ya lo dije al principio: Río es una ciudad muy divertida, ¡es obligatorio vivir su noche! Sitios típicos e inolvidables donde probar una caipinha de fresa, sandía o melón son la Garota de Ipanema, el mítico bar donde se compuso la popular canción. La Casa Rosa, para contonearse a ritmo de samba tras hartase de feijoada. Y las terrazas de música en directo del barrio de Lapa, con la abarrotada discoteca de autóctonos y turistas El Scenario.

Caipirinha de fresaCaipirinha de fresa

Caipirinha de fresa

«Mira qué cosa tan linda, más llena de gracia es esa niña que viene y que pasa, en un dulce balanceo camino del mar…»

Lee la ruta completa en: Soñar Brasil, sentir el sur.

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8 Comentarios
  1. Responder

    Marta A.

    12 febrero, 2016

    Ay Patri, me cambiaba ahora mismo!! No conozco Brasil y no me importaría nada probar esa rica gastronomía o subir al Cristo de Corcovado. Algún día… 🙂

    • Responder

      cosmopolilla

      12 febrero, 2016

      Claro que sí, algún día 🙂 besitos

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