“Suelta las cuerdas de tus velas. Navega lejos del puerto seguro. Atrapa vientos favorables en tu ruta. Explora. Sueña. Descubre”. Contagiaba así su pasión por viajar el cronista estadounidense Mark Twain, gran fuente de inspiración para almas con ansias de nuevos horizontes. Pero algo le sucedió cuando el barco del destino surcó las aguas del río Neckar hasta Heidelberg, a finales del siglo XIX. Un flechazo. Tal vez un encuentro con las musas del Romanticismo, allí donde el movimiento alcanzó su cénit. Soltó anclas quedándose tres meses. No era el primero en sucumbir a los encantos de esta ciudad germana en Baden-Württemberg. También en ella Goethe, padre del romanticismo alemán, dio vida a “Fausto”, su mejor obra dramática y un clásico de la Literatura universal. Este espíritu de filósofos y poetas aún impregna su viejo castillo -las ruinas más famosas de Alemania- las pintorescas callejuelas del casco histórico: ¡son tantos los atractivos que ver en Heidelberg! Con riesgo severo de querer permanecer, varada, más de lo previsto.
El Puente Viejo, qué ver en Heidelberg
Creo que no corro el riesgo de equivocarme si aseguro que Heidelberg es de las ciudades alemanas más bonitas. ¿Apuestas?
Contenido del artículo
El inspirador valle del Neckar…
Además de estar ubicada en un precioso entorno: un valle de hayas y abetos por donde fluye manso el Neckar; de haber sido el corazón del movimiento Romántico en Alemania, Heidelberg presume de tener la universidad más antigua del país. El ambiente intelectual y estudiantil que se respira durante el curso académico por sus calles le otorga un aire joven y risueño. Con festivales de música rock en primavera y jazz en otoño, mercados medievales y artesanía al aire libre -gracias a su clima templado-, la vida cultural de Heidelberg es intensa. Espíritu que sólo se transforma en diciembre gracias a las luces de los mercadillos y el olor a vino caliente especiado: pasar en Heidelberg la Navidad es delicioso. Casi tanto como asistir al singular “Ball der Vampire” (el Baile de los Vampiros) en febrero. Sin duda, una urbe para vivirla y disfrutarla durante todo el año.
Heidelberg ciudad universitaria
Pero si tu idea no es mudarte a Heidelberg o estudiar un erasmus -aunque ganas no falten- si no sólo conocer sus encantos… Ya sea por incluirla en un recorrido por el occidente de Alemania, bien por la Ruta Romántica o la Selva Negra, te cuento a continuación qué ver en Heidelberg en un día. Aparte de algunos consejos prácticos sobre el alojamiento o cómo moverte, para ayudarte en tu visita.
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Cómo llegar a Heidelberg.
Por cercanía, lo más habitual es llegar a Heidelberg desde Frankfurt. La capital financiera de Europa tiene muy buenas conexiones aéreas con ciudades como Madrid o Barcelona. Una vez en Frankfurt, lo ideal es reservar un coche de alquiler para moverse por libre. Se dice de las carreteras alemanas que son de las mejores y más seguras del continente, por lo que por rapidez y comodidad resulta la mejor opción. Te recomiendo echar un vistazo a los precios y vehículos diponibles en la web de Rentalcars.
Heidelberg se ubica a tan 88 km al sur de Frankfurt (una hora en coche por la A-5). También es posible llegar a Heidelberg desde Frankfurt en tren: desde la estación central hay varias frecuencias diarias, haciendo trasbordo en la ciudad de Mannheim.
Roadtrip por Alemania
Otra opción es reservar una excursión desde Frankfurt a Heidelberg de un día, visitando sus principales lugares de interés como el castillo, la iglesia del Espíritu Santo o el casco antiguo.
Dónde aparcar en Heidelberg.
Si elegimos la opción coche, para aparcar en Heidelberg lo mejor es hacerlo a las afueras y caminar diez minutos al centro histórico, ya que éste es en gran parte peatonal sin sitio para estacionar el vehículo, a no ser un parking de pago (hay varios en pleno centro, como el parking de la Karlsplatz). Nosotros aparcamos al final de Heidelberg, en la misma carretera 37 antes de llegar al Puente Viejo. ¿El motivo? En lugar de Frankfurt veníamos desde Rotemburgo ob der Tauber. Antes paramos a hacer el checking y dejar las maletas en el alojamiento, una gästehaus familiar en el pequeño pueblo de Peterstal.
El río Neckar a su paso por Heidelberg
Alojamiento en Heidelberg.
Lo malo de viajar a la cuna del romanticismo alemán, sobre todo en temporada alta, es que el alojamiento puede resultar prohibitivo. Estuve buscando diferentes opciones en el centro de la ciudad y, además de lo escaso, los precios estaban por las nubes. Así que reservé una casa de huéspedes (gästehaus en alemán) en Peterstal, a 10 kilómetros de Heidelberg: Zum Waldhorn.
Gastehaus en Heidelberg
Resultó ser un acierto: una aldea en pleno bosque y un desayuno delicioso y casero a manos de una agradable anfitriona. Lo cierto es que en mis viajes en formato roadtrip por Alemania, siempre me ha gustado más alojarme en pequeñas gastehaus que en grandes hoteles no sólo por lo económico, sino por el trato cercano y la experiencia, mucho más local.
Lugares que ver en Heidelberg en un día.
Ahora sí, coche estacionado y vamos a explorar la ciudad de Heidelberg, elegante y señorial. El Puente Antiguo sobre el río Neckar se llama en realidad el Carl-Theodor-Brücke en honor al príncipe que mandó construir en 1786, conduce al centro histórico, con encantadoras plazas y templos barrocos.
Consejo: si es tu primera vez en la ciudad, te recomiendo hacer un free tour por Heidelberg, para conocer su Historia y lugares más importantes de la mano de un local.
Vistas de Heidelberg desde los jardines del castillo, qué ver en Heidelberg Alemania
Un paseo por el casco histórico de Heidelberg.
La Ciudad Vieja rebosa vida en cualquier época del año. Si vistamos Heidelberg en Navidad veremos como todo el casco histórico lo ocupan los puestos de del gran mercado navideño, cuyo regalo estrella es un chocolate típico de la ciudad, conocido como “el Beso del estudiante”: Heidelberger Studentenkuß. Si es víspera de Pascua, el relevo lo toman los simpáticos conejos de chocolate en todos los tamaños y con brillantes colores. Ya presenté a Heidelberg como una urbe alegre y risueña.
Casco antiguo, qué ver en Heidelberg en Alemania
El corazón de Heidelberg es la amplia Marktplatz, la plaza del Mercado. Ágora central de la que parten la calle prinpical, Hauptstrasse, repleta de bares y comercios. Otras dos plazas esenciales que ver en Heidelberg son la Karlsplatz o plaza de Carlos y la Kornmarkt, la coqueta plaza del Grano. Paseo para ir descubriendo su arquitectura barroca y genuina, la de una ciudad que destila arte y cultura. Si da tiempo, otra visita interesante es la Universidad de Heidelberg y la antigua cárcel de Estudiantes, repleta de arte urbano.
Centro histórico, qué ver en Heidelberg Alemania
Aunque la más antigua de la ciudad es la iglesia de San Pedro -se calcula que casi 1000 años- la Heiliggeistkirche o iglesia del Espíritu Santo es la más popular de todos los templos que visitar en Heidelberg. ¿El motivo? Albergar en el pasado la valiosa biblioteca Palatina con manuscritos originales pertenecientes al emperador del Sacro Imperio Germano Maximiliano I. Sin embargo, fue saqueada durante la Guerra de los Treinta Años y la colección acabó en manos del Papa y el Vaticano. Aún así vale la pena visitar la iglesia y, si hace buen tiempo, subir a la torre para disfrutar de Heidelberg a vista de pájaro.
Plazas del centro histórico, lugares que ver en Heidelberg
El Castillo de Heidelberg en Alemania
El Castillo de Heidelberg.
La silueta de piedra rosada del palacio de Heidelberg domina la ciudad, vista desde abajo. El paseo hasta sus muros desde el centro histórico es corto, ofreciendo maravillosas vistas hacia el río y los tejados. Sobre visitar el Castillo de Heidelberg opiniones hay para todos los gustos. Se dice de este palacio que es “la ruina más famosa de Alemania”. De origen medieval, fue reconstruido durante el Renacimiento, época de su esplendor palaciego. Residencia de los príncipes del Palatinado de la dinastía Wittelsbach durante cuatro siglos, recibió en sus estancias a la realeza de toda Europa además de a otros visitantes ilustres como Martín Lutero, quién llegó a Heidelberg para defender sus tesis con las que darían comienzo la Reforma Protestante.
Las ruinas románticas del castillo de Heidelberg, Alemania
Del interior se conserva bien poco: además de las inclemencias del Tiempo, fue alcanzado por un rayo, sufrió incendios y el lastre de las guerras. Hoy se puede visitar el Patio Principal, la Torre gruesa, los jardines románticos -con una maravillosa panorámica-, un barril de tamaño gigante y el Museo Alemán de Farmacia.
Museo Alemán de la Farmacia, castillo de Heidelberg
¿Más alicientes para visitar este palacio de leyenda? Dentro del Palacio de Heidelberg se celebran durante el año festivales de música y teatro, además del curioso “Baile de los vampiros”, que en nada tiene que ver con el clásico filme de los 60 dirigido por Roman Polanski.
El castillo de Heidelberg, qué ver en Heidelberg Alemania
El paseo de los filósofos.
Como núcleo de la era Romántica en Alemania, en Heidelberg se asentó un círculo de conocidos poetas como Joseph von Eichendorff, Ludwig Achim von Arnim o Clemens Bretano, siempre a la sombra de Goethe, padre del movimiento y quien había vivido en la ciudad. De aquella época se conserva el Paseo de los Filósofos, sendero situado al otro lado del río donde recrearse e inspirarse con las deliciosas vistas a Heidelberg. Comenzando en el puente de Theodor Heuss -también es accesible desde el Puente Antiguo por una pequeña senda- culmina en el Jardín de los Filósofos, explanada natural regado de hierbas aromáticas y plantas mediterráneas, donde se dice que estos intelectuales “iban a pensar”.
Senderos de Heidelberg
La Silla del Rey.
Otra actividad que hacer en Heidelberg: subir en un funicular histórico -es de los más antiguos de Alemania- hasta la cima del monte Königstuhl, conocida como “la Silla del Rey”. Quién sabe cuántos monarcas de dinastías ya extinguidas se sentarían en este enclave a contemplar sus dominios: la belleza del valle del Neckar perdiéndose hasta la llanura del Rin.
Qué ver cerca de Heidelberg.
Palacio de Schwetzingen.
Sin salir de la temática románica, el palacio de Schwetzingen es una fantasía con extensos jardines franceses, templos de dioses grecorromanos, fuentes, grutas, estanques e incluso una mezquita en la que nunca se recitó el Corán, siendo puramente decorativa. El palacio de recreo de los príncipes Carlos Teodoro y Carlos Felipe es en la actualidad Patrimonio de la Humanidad y se localiza a tan sólo 10 kilómetros de Heidelberg (15 minutos en coche).
Palacio de Schwetzingen, Ruta Romántica en Alemania
Rothenburg ob der Tauber, un pueblo de cuento.
Hay quien dice de Rothenburg ob der Tauber que es el pueblo más bonito de Alemania. Algo más alejada de Heidelberg se ubica esta villa amurallada medieval, escenario de cuento con torreones y casas de piedra con entramado de madera en sus fachadas. Si nuestra visita a esta parte de Alemania coincide en época navideña, un aliciente para incluir Rotemburgo en el itinerario es que en su plaza Mayor se instala uno de los mercadillos navideños más antiguos de toda Alemania, con más de 500 años. Así, también se ha ganado el sobrenombre de “ciudad de la Navidad”. Lo cierto es que en cualquier época del año resulta una visita encantadora.
Rotemburgo, qué ver cerca de Heidelberg en Alemania
Mapa turístico de Heidelberg.
- Puente de Karl Theodor.
- Marktplatz, la plaza del Mercado.
- La iglesia del Espíritu Santo.
- Hauptstrasse, la calle principal.
- Kornmarkt, la plaza del grano.
- Karlsplatz, la plaza de Carlos.
- La cárcel de estudiantes.
- Castillo de Heidelberg.
- El paseo de los filósofos.
- La Silla del Rey (monte Königstuhl).
Fuente: Google maps.
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