Hoy viajo a un lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero olvidarme: la Sierra de Alcaraz en Albacete. Como dice la canción «sorpresas te da la vida…» Y es que nunca he estado en esta provincia. Las extensas llanuras manchegas siempre han sido tierra de paso cuando voy camino del sur, de regreso a mi Granada. Esta es la crónica de un fin de semana en el que me he dejado querer por sus pueblos y monumentos, su deliciosa gastronomía, su naturaleza y paisajes… Mucho más verdes de lo que esperaba. Alcaraz, Riópar y Salobre, ¿te vienes a descubrirlos?

Panorámica de la Sierra de Alcaraz, Albacete

Un fin de semana en la sierra de Alcaraz, Albacete.

Nos situamos: la Sierra de Alcaraz se encuentra al sureste de la península ibérica. Pertenece a las cordilleras Béticas siendo su cumbre el Pico Almenara, con 1.796 metros de altura. En este privilegiado entorno, se encuentran algunos de los pueblos más bonitos de Albacete.

Sierra de Alcaraz, fuente: Google Maps.

Alcaraz, un pequeño Renacimiento.

La primera sorpresa del viaje a Albacete es esta población de montaña, rozando los mil metros de altitud. De raíces íberas, visigodas y romanas, su legado más famoso es árabe: las auténticas alfombras de Alcaraz que se tejían a mano para la realeza desde la Edad Media. Las más antiguas decoran las paredes de museos de todo el mundo, desde Berlín aFiladelfia. Sin embargo, hoy solo queda una tejedora: Trini, quien con sus hábiles manos de 73 años mantiene esta tradición realizando encargos privados.

Alfombras de Alcaraz

Fuera de su taller, es difícil no sucumbir a la monumental plaza Mayor de Alcaraz, donde se palpan impresas las huellas de Andrés de Vandelvira, el arquitecto del renacimiento del sur nacido en Alcaraz en 1505. Obras de su juventud son la puerta de la oficina de turismo; de madurez algunas de las capillas de la iglesia de la Trinidad del S.XV y la Torre del Reloj, con su original forma de prisma.

Plaza Mayor de Alcaraz

La lonja rectangular de doce arcos de medio punto con los sellos de Felipe II y Carlos V da una idea de la importancia de Alcaraz en aquella época, cuando se le condeció el título de Ciudad. Mis pies me llevan a pasar bajo el Arco de la Zapatería directa al castillo árabe, demolido en la época de los Reyes Católicos. Hoy son solo unas piedras derruidas, pero desde ellas se obtiene un bello cuadro del entorno, enmarcado en la sierra de Alcaraz.

Arco de la Zapatería, Alcaraz
Alcaraz desde el castillo

Sierra de Alcaraz. Riópar, el nacimiento del río Mundo.

La mañana del sábado es para adentrarme por los senderos del Parque Natural de los Calares del río Mundo y la Sima, uno de los parajes naturales más bellos de Castilla-La Mancha. Un bosque de tejos, arces castaños y fresnos rodean la pared vertical con una hendidura en forma de cueva, donde se acumula todo el agua del deshielo en un lago subterráneo. Con la eclosión de la primavera «revienta» y se precipita en forma de cascada.

Nacimiento del río Mundo

Con los pulmones saciados de aire puro, la tarde tiene un toque de misterio al asomarme a las calles fantasmas de Riópar Viejo. Asentado sobre una colina y protegido por un antiguo castillo musulmán que se reutilizó como cementerio, Riópar Viejo fue condenado al olvido cuando se creó Riópar Nuevo en 1772, en la parte baja del valle. La causa: la apertura de las Reales Fábricas de Alcaraz, junto al río, cuyas instalaciones se pueden visitar como museo.

Riópar Viejo

Melancólico lugar Riópar Viejo… Sus casas de piedra parecen dormir bajo el abrazo de las hiedras. En la plaza de la iglesia el olmo centenario me susurra su historia: fue plantado por una joven en recuerdo de su novio, quien fue a buscarle un ramo de azahar para la boda a las costas levantinas. Nunca regresó del viaje, pereciendo en el camino.

Riópar Viejo y la leyenda del olmo

Así, andar por Riópar Viejo es viajar 200 años atrás en el tiempo. Hoy se restaura como destino de turismo rural, remedio para los saturados por el mundanal ruido.

Iglesia de Riópar Viejo, Sierra de Alcaraz
Riópar Viejo desde su castillo – cementerio

Salobre, piedra y agua.

Siguiente parada en nuestra ruta por la sierra de Alcaraz es Salobre. Un domingo soleado de otoño es un día espléndido para conocerlo. Otra población que me sorprende por lo cuidada, por la cantidad de agua que se vive paseando junto al río bajo sus puentes, entre plantas aromáticas y sauces que filtran los rayos de sol.

Salobre, Sierra de Alcaraz

En un entorno envidiable rodeado de naturaleza, alquilamos una bicicleta con Salobre Bici Aventura para pedalear hasta la Microreserva Estrecho del Hocino. Se trata de un paisaje rocoso esculpido por el río, donde abundan las aves rapaces y las piedras se escurren entre salto y salto de cabras montesas. ¡Un ejercicio excelente para abrir el apetito y disfrutar de las delicias gastronómicas de la zona!

En bici por el Estrecho de Hocino, Salobre

Dónde comer en la Sierra de Alcaraz, Albacete.

La gastronomía manchega es rica y variada. Durante el fin de semana tuvimos ocasión de degustar muchas de sus delicias como el pisto manchego, las migas de pastor, el queso manchego frito, o un buen lomo de orza.

  • Alcaraz: Asador Alfonso VIII, en una esquina de la misma plaza Mayor.
  • Riópar Nuevo: restaurante la Cuesta, con un buen surtido de cocina tradicional Manchega. Para cenar, la Puerta del Arco, con unas propuestas culinarias deliciosas y diferentes que sorprendieron nuestro paladar.
Pisto manchego

Dónde alojarse en la Sierra de Alcaraz, Albacete.

  • Me alojé en un edificio histórico, antiguo convento: el Hotel Mirador Sierra de Alcaraz. Un lugar con solera y encanto, tan silencioso como si aún estuviera habitado por monjes.
Hotel Mirador Sierra de Alcaraz

Finalizo un fin de semana completo en la Sierra de Alcaraz de Albacete, con naturaleza, monumentos, y gastronomía, que me deja con ganas de seguir explorando sus pueblos y rincones. De sorprenderme por la belleza de una de las provincias más desconocidas de España.

Calles de Alcaraz

«El que lee mucho y anda mucho, amigo Sancho, ve mucho y sabe mucho también». Don Quijote de La Mancha

Publicado por cosmopolilla

La vida es el arte de lo imposible. Licenciada en Comunicación Audiovisual, mi pasión es viajar. Desde 2013 lo cuento en mi blog.

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