Estudiar inglés en Los Ángeles
América EEUU

Estudiar inglés en Los Ángeles con Sprachcaffe, mi experiencia

Escrito por la
el
30 mayo, 2019

Un atardecer dorado bajo un skyline de siluetas de palmeras, altísimas, rasgando el cielo. Al fondo gira a punto de prenderse la noria de Santa Mónica, icónica imagen de series y películas estadounidenses que han retratado en un sin fin de ocasiones el final de la legendaria Ruta 66. De frente, las inmensas olas del Pacífico. Suerte que están los vigilantes de la playa para socorrer a bañistas y surferos. ¡Mi vida en California es tal como la imaginé! Por las mañanas, clases en la escuela de Sprachcaffe. Por las tardes, voleibol, paseos, risas, cervezas… ¿Qué hay mejor que combinar viajar con formación? Esta es mi experiencia en una aventura llamada estudiar inglés en Los Ángeles. Dos semanas saboreando aquello del American Way Of Life. ¿Probarías?

Redondo Beach, estudiar inglés en Los Ángeles

Redondo Beach, estudiar inglés en Los Ángeles

Estudiar inglés en Los Ángeles con Sprachcaffe. 

Esta no ha sido mi primera inmersión lingüística. Tampoco mi primera vez con la escuela. El año pasado, mayo de 2018, viajé hasta el campus de Malta para hacer un curso de inglés intensivo durante 15 días. La experiencia fue tan enriquecedora y positiva que decidí repetir pero dando un paso más. Atreviéndome a dar el salto: cruzar el océano hasta la Costa Oeste. Si bien la escuela de Sprachcaffe ofrece cursos de idiomas en lugares como Brighton, Canadá, Italia, Alemania o Marruecos… Las luces de Hollywood y las playas de California, eran una oferta demasiado tentadora para mí: alguien que aún tenía pendiente visitar Estados Unidos. ¡Rumbo a Los Ángeles! 

Muelle de Santa Mónica en Los Ángeles

Muelle de Santa Mónica en Los Ángeles

¿Cómo llegar a California? 

¿Lo mejor? En vuelo directo desde Madrid con destino Los Ángeles, con la compañía Norwegian Airlines, reservado con varios meses de antelación. Cómodo, fácil, sin pesadas escalas, a bordo de un avión nuevecito con pantallas de entretenimiento a bordo. Lo que no es tan cómodo es la llegada: imprescindible haber tramitado la ESTA previamente y esperar pacientemente el control de pasaportes. La seguridad en USA a veces puede resultar tediosa. Algo muy importante antes de partir: contratar un buen seguro para viajar a EEUU, no sólo por retrasos, cancelaciones u otros imprevistos: el coste de la asistencia sanitaria es astronómico.

Avión de Norwegian en el aeropuerto de Los Ángeles

Avión de Norwegian en el aeropuerto de Los Ángeles

Mi alojamiento en Los Ángeles: una casa familiar en Torrance. 

Ya he pasado la «frontera» y puedo dedicarme a disfrutar de L.A. Lo primero, instalarme en mi casa durante los próximos quince días. Si bien en Malta me alojé dentro del campus, en Los Ángeles mi opción es hospedarse en una casa familiar en el mismo barrio que la escuela, Torrance. No pudo resultar mejor elección: una mansión de película, con piscina, porche, habitación y baño para mí… Adele y Joseph dos anfitriones cariñosos y estupendos, con una simpática gata para no tener que echar de menos a la mía. ¡Todo perfecto!

Porche, casa de Torrance en Los Ángeles

Porche, casa de Torrance en Los Ángeles

Mi habitación en Los Angeles

Mi habitación en Los Angeles

La estancia se puede resumir en cómo sentirse en una de esas series tipo «Salvados por la campana», la vida que todo adolescente soñó tener alguna vez. ¡Cómo echo ahora de menos los sanos y deliciosos desayunos de Adele! Por no hablar de las cenas, agradables y distendidas, charlando sobre viajes o temas de actualidad en EEUU y Europa como el Brexit.

Piscina, casa de mi familia en Torrance

Piscina, casa de mi familia en Torrance

¿Cómo son los cursos de inglés en Sprachcaffe? 

Al igual que cuando realicé el curso en Malta, la semana antes del viaje me enviaron por email una prueba de nivel para ubicarme con el grupo correcto. El primer día de clase, tras la bienvenida, me asignaron profesor. Aunque, desde el comienzo, siempre avisan que si no te sientes cómodo con el nivel asignado puedes tanto bajar como subir. Libros en mano, con mi profesor Steven y mis nuevas compañeras de clase: Miyu, japonesa y Astrid, holandesa, no nos queda otra que, para entendernos, comunicarnos en inglés. Primera hora y media gramática; pequeño descanso; segunda hora práctica.

Compis de clase

Compis de clase en Sprachcaffe Los Ángeles

Las clases son dinámicas y entretenidas; no hay tiempo de aburrirse y el reloj vuela. Deberes. Los viernes examen de los conocimientos adquiridos. Pronto una se acostumbra a los tés en la cocina, los cafés de los jueves en la sala común, a almorzar a las 12.30 con el resto de compis que, la mayoría, provienen del lejano Japón. Un poco tímidos al principio, se descubren sociales y divertidos a los pocos días: les encanta que les cuente que he visitado su país.

Clase de inglés

Clase de inglés en Sprachcaffe Los Ángeles

Al salir de clase: explorando L.A.

Estudiar y turistear. Da tiempo para todo. El aprendizaje y la práctica del inglés continua tras las aulas en esa prueba de fuego que es desenvolverse en una ciudad tan enorme como Los Ángeles por una misma. Hay estudiantes que alquilan un coche. También la escuela ofrece excursiones algunas tardes a la semana a bonitas zonas como el observatorio Griffith o, durante todo el fin de semana -eso ya son palabras mayores- a San Francisco, Las Vegas, San Diego o Yosemite. Ideal para quien venga un mes o más a California o tenga ansias de ver mucho. Mi decisión: explorar bien todo lo que ver en Los Ángeles, con calma, recrearme en la cosmopolita ciudad, patearla por cada esquina subiendo al metro, a los autobuses públicos -toda una aventura- perdiéndome y volviendo a encontrarme.

Observatorio Griffith

Observatorio Griffith, Los Ángeles

Cartel de Hollywood, Los Ángeles

Cartel de Hollywood, Los Ángeles

Así, he disfrutado de tardes en Hollywood a la búsqueda de la estrella de mi querido Orson Welles y otros genios del cine en el Paseo de la Fama. La misión «imposible» de llegar hasta el cartel. El ambiente genuino de Venice, con sus casas de colores, tiendas y canales. El glamour de Melrose y Beverly Hills. No siempre sola; también con mis nuevos amigos: una tarde explorando el Downtown de Los Ángeles, bajo los rojos faroles de Chinatown. Otra día, jugando al voleibol en Manhattan beach y, como colofón, atardecer y cena en Long Island. Sí, la vida después de clase es apasionante y divertida. Una experiencia única de la que sólo siento que pasara tan rápido y fuera tan breve. A la próxima, ¡me voy un mes!

Vistas desde el Ayuntamiento de Los Ángeles

Vistas desde el Ayuntamiento de Los Ángeles

Chinatown, Los Ángeles

Chinatown, Los Ángeles

Nota: con la tarjeta de estudiante que te dan en la escuela, tienes el 50% de descuento en el transporte público de Los Ángeles. 

Reservar un curso para estudiar inglés en Los Ángeles. 

Entonces, ¿merece la pena hacer un curso de inglés en el extranjero? Yo digo sí. Con quince días no es que pueda asegurar que mi nivel de inglés se haya incrementando notablemente. Pero sí que me he notado una mejoría palpable, más suelta y fluida. El último día, me otorgaron un certificado de asistencia en el nivel de Low Advance.

Con mi certificado Low Advance, estudiar inglés en Los Ángeles

Con mi certificado Low Advance, estudiar inglés en Los Ángeles

Si te animas a seguir mis pasos y estudiar inglés en Los Ángeles en Sprachcaffe, puedes reservar en este enlace y obtener un descuento de 25 euros por semana al contratar curso más alojamiento (con un tope de 400 euros/16 semanas máximo; cualquier destino Sprachcaffe excepto Boston y Dublín).

Atardecer en Long Island

Atardecer en Long Island

Aquí puedes ver mi experiencia en formato audiovisual, ¡pulsa PLAY!

Agradecimientos: ¡muchas gracias a la escuela Sprachcaffe por esta genial experiencia de estudiar inglés en Los Ángeles! 

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6 Comentarios
  1. Responder

    año escolar en estados unidos

    4 julio, 2022

    Que experiencia más bonita e increíble. Muchos son los que aprovechan este tipo de cursos para conocer nuevas ciudades y mejorar e idioma para el mercado laboral. Tu vivencia es de envidiar. Muchas gracias por compartir.

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