No existe el descanso. No lo busques. La mente inquieta, soñadora, viajera, es incapaz de bajar de las nubes, de aterrizar en la Tierra y nombrar a un sitio «hogar», tejer una red, acurrucarse en la madriguera. Aunque fuera sople el viento del norte. Aunque la nieve cubra los caminos de blanco tornándolos intransitables. El viajero siempre está listo para partir. En su cabeza ya ha trazado un sendero imaginario con ese anhelo, esa ilusión, con que dibuja los destinos soñados. Esos lugares que siente que le llaman, a lo lejos. Marcharse y volver. Tachar de la lista. Escribir nombres nuevos… Un bucle infinito del que no podemos, ni queremos, salir.
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Queridos Reyes Magos: destinos para viajar en 2018.
Hoy quiero revivir la infancia. Recuperar esa magia de creer que todo es posible si tenemos el suficiente coraje de desearlo con fuerza. Y pedirlo. Al cielo, al universo o a unos señores enfundados en capas de terciopelo. Qué más da… Voy a escribir mi carta particular a los Reyes sin usar el tópico de que he sido buena y lo merezco. Una lista de deseos viajeros recurrentes, y algunos inesperados. Porque eso es lo maravilloso (o lo perverso) de viajar. Que nunca es bastante. Que siempre se prenden nuevas chispas en el momento más insospechado.
1. Ciudad de México el día de los Muertos.
Bello Caribe, azul y transparente. Cuanto más lo visito más me atrapa. Mi quinta vez ha sido Riviera Maya, primer contacto con México lindo. Tan corto como hermoso. Pequeña inmersión en un paraíso y una cultura que me ha sabido a muy poco, me ha dejado la miel en los labios y ¡quiero más, mucho más! Caminar su capital cuya plaza es Patrimonio de la Humanidad, sus alegres ciudades coloniales, playas del Pacífico… Y vivir esa noche especial en que la línea entre la vida y la muerte se percibe más delgada.
2. Amsterdam, la «Venecia del norte».
Hace demasiados años que conocí la ciudad de los canales, Amsterdam, Nevaba. Hacía un frío que cortaba y la luz a eso de las tres se desvanecía. Después, hace relativamente poco, visité Utrecht en otoño. Disfruté de sus mercados y bicicletas. Recordé lo que me gusta Holanda. Quiero volver a perderme por las calles de su capital, tararear por el barrio Rojo Roxanne You don’t have to put on the red light… Sentir escalofríos en las alcobas vacías de la casa de Ana Frank. Pero esta vez en primavera, con miles de tulipanes coloreando parques y plazas.
3. Perú, perderme en los Andes.
El país inca es uno de mis grandes sueños viajeros de siempre. Ojalá se haga realidad, ojalá se convirtiera en uno de mis destinos para viajar en 2018. No sólo por Macchu Picchu, emblema del país. El norte con la selva de Iquitos y ese Amazonas más salvaje y desconocido. El sur con desiertos de arena y montañas pintadas con tizas de colores. La costa abrupta del Pacífico… Perú se me antoja mítico y fascinante.
4. El volcán de Stromboli.
La obsesión con forma de volcán puntiagudo humea en las islas Eolias, al norte de Sicilia. Una Ingrid Bergman en blanco y negro me situó a esta pequeña isla del mar Tirreno en el mapa. Poco después, volando a Atenas, mis ojos la divisaron en aquel cielo sin nubes de finales de septiembre. Stromboli es real. El año pasado, volviendo de otra isla mucho más grande y tropical, Mauricio, surgió nueve mil pies abajo. Creo que el dios de fuego que vive en su interior me está llamando…
5. El tesoro de Petra.
Asia me fascina ¿y a qué viajero no? Dos lugares tengo en mente. Uno soñado de antaño: Petra, la ciudad escondida tras el desfiladero del Siq en Jordania. Y, desde hace bien poquito me ha comenzado a picar el gusanillo de India. Reconozco que éste último es un destino que me da respeto, ¡son tantas las historias que he escuchado! Pero, tras visitar su vecino Nepal y envolverme en su cultura creo que estoy preparada para viajar a India. Pienso que el sur sería un buen lugar para comenzar…
5+1. Baleares en azul: Menorca.
España, mi país, también tiene una buena colección de destinos en la lista de deseos. Las islas Baleares eran una gran mancha en mi currículum viajero, o mejor dicho, un agujero. Confieso que, por motivos personales, he visitado mucho más las Afortunadas y queridas Canarias. En 2017 he tratado de rectificar, pasando una fantástica semana del mes de julio en Mallorca, recorriendo sus mejores rincones. Para 2018 quiero seguir descubriendo estas preciosas islas del Mediterráneo, entre el azul mar y el verde montaña.
¡Anota en comentarios tu lista de deseos viajeros para el nuevo año! Tus destinos para viajar en 2018…
Destinos maravillosos los que pides para este 2018!
Mi lista es: Budapest( que en poco más de una semana estaré paseando por sus calles!!) me encantaría poder ir a Islandia y a Costa Rica…. Me ha encantado tu lista, espero que vayas a todos los lugares y disfrutes mucho!
Oh! Perú! Nosotros estuvimos hace un par de meses y la verdad es que es una pasada!! Aunque si cruzas el charco para ir tan lejos, baja a Bolivia que a nosotros nos tiene enamorados!!
No sabes las ganas que tengo de ir a ambos países, a ver si caen prontito 🙂