Qué lejos queda hoy San Petersburgo, la ciudad de los zares. El comienzo del Transmongoliano. Espléndida en los reflejos de sus palacios en los canales y el río Neva.

La segunda parada fue Moscú, la magnífica capital de Rusia, de rojo corazón y cúpulas bulbosas. Ay, si Lenin levantara la cabeza…

De ahí partió el tren a Kazán, a orillas del Volga. Atravesamos los Urales y entramos en Asia, rumbo al lago Baikal, el Ojo Azul de Siberia. El lago más profundo y grande de la Tierra.

El Transmongoliano continúa rumbo al sur y toca cruzar la frontera. La estatua ecuestre de Gengis Kan vigila las estepas de Mongolia. Pero el camino sigue y sigue… Hasta llegar a nuestro último destino: Pekín, con sus templos y palacios, su Gran Muralla de piedra.

Éste es el resumen audiovisual de un gran viaje: el Transmongoliano. Ocho minutos de San Petersburgo a Beijing.

Aquí os dejo el vídeo del Transmongoliano. ¡Viajeros al tren!

Publicado por cosmopolilla

La vida es el arte de lo imposible. Licenciada en Comunicación Audiovisual, mi pasión es viajar. Desde 2013 lo cuento en mi blog.

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