Rotemburgo, un pueblo de cuento en Alemania
Alemania Europa

Rotemburgo, vivir un cuento de los hermanos Grimm

Escrito por la
el
11 abril, 2016

«Espejito, espejito, ¿quién es el pueblo más bello del país?»… «Rotemburgo sobre el Tabuer, mi señora» respondió con voz atronadora desde el otro lado del cristal… 

Acceso a Rotemburgo, Alemania

Acceso a Rotemburgo, Alemania

Rotemburgo sobre el río Tauber, escenario de cuento de hadas.

Es bien sabido que el espejo mágico nunca se equivoca. Así que no me queda otro remedio que subirme a mi escoba voladora y plantarme ante las puertas de Rotemburgo, a la espera de que alguien me abra a la voz de «ha del castillo». Cruzar el puente y atravesar la muralla de este pueblo medieval encantado.

Murallas de Rotemburgo

Murallas de Rotemburgo

Llovizna y está cayendo la tarde, así que espero encontrar pronto una posada que me de cobijo. Tengo suerte y en la Gasthof Greifen cuelga el cartel de «Zimmer Frei».

Casa de huéspedes El Grifo

Casa de huéspedes El Grifo

Es la hora de la merienda y la posadera me ofrece una ·»bola de nieve», un dulce típico hecho con masa de galleta y chocolate. Recupero fuerzas para seguir explorando Rotemburgo antes de que la noche se apodere de él.

Bolas de nieve, Rotemburgo de cuento

Bolas de nieve, Rotemburgo de cuento

Asciendo las escaleras que dan acceso a la muralla circular que lo rodea, cubierta de vigas de madera y transitable. De piedra recia y fría, defiende Rotemburgo y a sus habitantes desde nada menos que cuarenta y dos torres. Sobre la Puerta del Patíbulo se alza esbelta una de las más altas. En su base me parece que oigo a la vieja bruja gritar a la niña de largas trenzas de oro, para que se asome al ventanuco.

«Rapunzel, Rapunzel, deja tu pelo caer, así puedo trepar la escalera dorada».
Torre de la muralla de Rotemburgo

Torre de la muralla de Rotemburgo

Recorro el suelo del pasadizo interno de la muralla, escudriñando las partes traseras de las casas, con jardines de maleza descuidada y montones de leña apilados. De muchas chimeneas se eleva una fina columna de humo.

Muralla cubierta de Rotemburgo

Muralla cubierta de Rotemburgo

Pobre Cenicienta, pienso, ya le va a tocar limpiar el polvo y las cenizas mientras sus pérfidas hermanastras se ríen de ella…

Rotemburgo desde la muralla

Rotemburgo desde la muralla

Mis pasos me conducen hasta los confines del pueblo, a una arista de la muralla. ¿No es esta la almena donde la Bella Durmiente se ha pinchado con el huso, sucumbiendo a un sueño de cien años?

Torre de la muralla de Rotemburgo, Baviera

Torre de la muralla de Rotemburgo, Baviera

Un nuevo día soleado me invita a pasear de nuevo por el pueblo de cuento de Rotemburgo. Los sábados hay mercado en la plaza del Ayuntamiento, y los comerciantes ya están montando sus puestos de flores y macetas, salchichas frescas, incluso una taberna itinerante, donde prensan zumo de manzana al instante.

Plaza del Mercado, Rotemburgo

Plaza del Mercado, Rotemburgo

¡Espero que no sea una trampa de la malvada reina de Blancanieves!
Manzanas, mercado de Rotemburgo

Manzanas, mercado de Rotemburgo

Por la fachada renacentista del Ayuntamiento accedo a su Torre, de sesenta metros de altura. Junto a la campana de hierro tengo Rotemburgo a mis pies, como una postal de casitas de chocolate de tejados magenta.

Rothenburg desde la Torre del Ayuntamiento

Rothenburg desde la Torre del Ayuntamiento

Un poco más adelante la villa se acaba y da paso al bosque, espeso y sombrío. Suerte que Hansel y Gretel ya encontraron el camino de vuelta a casa…

Rotemburgo desde la Torre

Rotemburgo desde la Torre

De vuelta a nivel del suelo a la plaza siguen acudiendo los lugareños. Me inquieta el demonio de piedra que me mira desde la fuente de San Jorge, la mayor de la ciudad.

Fuente de San Jorge

Fuente de San Jorge

Bajo el Ayuntamiento descubro un mercadillo de cachivaches tradicionales, instalado en uno de los pasajes cubierto por bóvedas históricas. Aquí se accede al Museo de Rotemburgo dedicado a la Guerra de los Treinta Años, con objetos bélicos de la época como armas y uniformes. También es posible asomarse a las antiguas mazmorras, donde murió en 1.408 el famoso alcalde Heinrich Toppler.

Bóvedas históricas, Rotemburgo

Bóvedas históricas, Rotemburgo

Y, como en todo cuento, también hay una parte tenebrosa: ese momento en el que quieres cerrar los ojos y que pase rápido, como una cinta de vídeo de las antiguas. El Museo del Crimen recopila un sin fin de instrumentos de tortura medievales y penas vejatorias, para castigar a malhechores y herejes: máscaras infamantes, la silla del martirio o la siniestra Doncella de hierro.

La Doncella de hierro, su interior está repleto de pinchos dirigidos a puntos estratégicos: hígado, los ojos o el corazón.

La Doncella de hierro, su interior está repleto de pinchos dirigidos a puntos estratégicos: hígado, los ojos o el corazón.

Máscara de la vergüenza

Máscara de la vergüenza

¿Será ésta la jaula en la que la bruja encerró a Hansel? 

Museo del Crimen

Museo del Crimen

Ya es hora de despedirme de Rotemburgo. La escoba la aparqué a las afueras, junto al cementerio al que va a llorar la desdichada Cenicienta en el sepulcro de su madre…

Cementerio de Rothenburg

Cementerio de Rothenburg

La verdad, prefiero ir tras Juan Sin Miedo. Cuentan que un día hizo su hatillo y dejó atrás esta muralla, marchándose a recorrer el mundo en busca de aventura.

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31 Comentarios
  1. Responder

    Victor de Mochileros 2.0

    11 abril, 2016

    Es un pueblo encantador, de los más bonitos que hemos visto en Alemania, quizás el más bonito. Tuvimos la suerte de visitarlo en verano y en la plaza del Ayuntamiento estaban celebrando un concierto al aire libre, fue un momento inolvidable, las «peques» se lo pasaron bomba.

    Salu2

    • Responder

      cosmopolilla

      11 abril, 2016

      Pues sí, en verano tiene que ser también encantador, yo también creo que de los más bonitos que he visto en Alemania, y mira que con Füssen, Lindau, Meersburg y los de la Selva Negra como Triberg tenía el listón muy alto.
      Saludos

  2. Responder

    David

    11 abril, 2016

    Que pintaza tiene !! Es un pueblo de cuento, por su belleza y porque es el pueblo de Pinocho creo 🙂 En nuestra próxima visita a Alemanía caerá. Un beso Patri

    • Responder

      cosmopolilla

      11 abril, 2016

      Sí, es el pueblo de Pinocho pero como no es de los hermanos Grimm dije… ¡Fuera! Ja ja ja la verdad es que es una preciosidad, yo quiero volver con nieve y el mercadillo navideño, por cierto que tiene 500 años y es uno de los más antiguos de Alemania. ¿Vamos en el puente de diciembre, a comer salchichas y beber vino caliente? 🙂
      Un besazo

    • Responder

      JAVIER

      13 septiembre, 2016

      Hola David; no se si habrás ido ya….., pero no te lo pierdas por nada del mundo.
      Allí es Navidad todo el año, no dejes de visitar la tienda navideña, es un sueño, un museo……
      sobre todo si tienes niños. Yo he estado a primeros de agosto, nublado 20ºC, ideal.

      Ya puestos, aprovecha y baja a Garmich Partenkirchen, de ensueño.

  3. Responder

    José Carlos DS

    11 abril, 2016

    Para los jugones de Monkey Island siempre hemos soñado alguna vez ir a este bello pueblo. La verdad que se ve encantador y desde luego que merece mucho la pena visitarlo 😀

    Un saludote.

    • Responder

      cosmopolilla

      11 abril, 2016

      Je je yo que no soy nada de videojuegos me he quedado loca, ya veo dónde se inspiran, y yo pensando en cuentos de la infancia y de papel, qué antigua ja ja ja un saludo y ¡muchas gracias!

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Patricia Rojas
Barcelona

¡Hola! Soy Patri, periodista y apasionada de los viajes. Andaluza de Motril (Granada) desde 2013 escribo en lacosmopolilla.com relatos de lugares y gentes del mundo. En mi web encontrarás completas guías de países y ciudades, consejos para ahorrar viajando, rutas en coche o artículos sobre gastronomía local. ¿Viajamos juntas?

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