Nómadas del siglo XXI
«De nuestros miedos nacen nuestros corajes
y en nuestras dudas viven nuestras certezas.
Los sueños anuncian otra realidad posible
y los delirios otra razón.
En los extravíos nos esperan hallazgos,
porque es preciso perderse
para volver a encontrarse».
Eduardo Galeano («El libro de los abrazos»)
Turquía
Nómada: que se desplaza de un sitio a otro, sin residencia permanente. Sinónimos: errante, vagamundo.
«Los lunes no existen».
La luz artificial parpadea sobre el cubículo que tengo asignado. Dos metros por dos metros. En mi mesa una taza de café y kilos de papel amontonados. Son las 09.09 y tengo sueño. ¿Qué día es hoy? Mejor no pensarlo. Sobre el cristal que me separa de mi compañero me llama una postal: «Los lunes no existen». Pero vaya si existen, maldita sea. Hoy es un lunes gris aquí, en la oficina. Como el de hace siete días y el de hace otros siete. Otros siete no, porque estaba de viaje. Pero entonces ni me acordé de que era lunes… Curioso, ¿no?
Las «Tontunas Viajeras» de Algo que recordar
Perder la noción del tiempo. Volver a sentirte dueña de él. De que eres tú quien marca el camino. Quien decide el rumbo y el sentido de las horas. Libertad. Es eso lo que siento cuando viajo… Pero, sin embargo, también siento que es un préstamo. Una «libertad» condicional. Ahora, en ése momento, SOY LIBRE. ¿Por cuánto tiempo? ¿Una, dos semanas? ¿Un mes? Según el convenio laboral de la Comunidad de Madrid veintidós días al año. Y, sinceramente, se me antoja poco, muy poco. Un caramelito. Un premio de consolación por haberte sacrificado durante once largos meses. Meses en los que cada día se parece al anterior. En los que la sensación dominante es la de hastío: la vida pasa allí fuera. Y me la estoy perdiendo entre estos muros y kilos de papeles.
Londres, Portobello Road
Hace días en una entrevista me preguntaron qué era para mí «el éxito». Después de pensarlo un momento, respondí: «el éxito está en alcanzar tus sueños, en ser feliz«. Hay gente que sueña con ser directivo o jefe en una gran multinacional. Otros, con tener una buena casa, un cochazo. Fundar una familia. En fin, las cosas típicas, lo que dicta la sociedad en la que vivimos. Y me parece estupendo: que cada cual luche por hacer realidad lo que desea.
Pero yo no sueño con ser una directiva. Ni con regar las plantas de mi chalet.
Yo quiero atesorar momentos únicos. Coleccionar atardeceres. Sueño con cruzar el Círculo Polar Ártico hasta al Cabo Norte, allí donde terminan todos los caminos. Contemplar el sol de medianoche y la aurora boreal. Caminar por el Kilimanjaro y ver leones en libertad en el Serengueti. Dormir en el campo base del Everest. Adivinar el amarillo de los ojos de los cocodrilos del Amazonas. Hacer el camino inca. Pisar la Patagonia. Vivir en una casa-hobbit en Nueva Zelanda. Hacerme amiga de todos los gatos de «la isla de los gatos» de Japón.
Aoshima. Fuente: www.schnauzi.com
(Nota: no me cogieron en la entrevista. Supongo que la respuesta correcta era «el éxito es convertirme en directora de proyectos»…)
Y en todo esto pienso un lunes cualquiera de oficina. Con esa extraña sensación de que tu vida es como un rompecabezas donde las piezas no terminan de encajar del todo…
En un lunes como hoy lo que más deseo es coger la mochila y embarcarme en un viaje sin billete de vuelta. Qué locura, ¿no? Eso me dirían mis padres, la mayoría de mis amigos. Yo misma hace un par de años. Porque hasta hace poco creía que eso era una utopía. Algo imposible, a no ser que me tocara la lotería, claro está…
Hasta que los conocí a ellos…
Cinco viajeros que me inspiran. Cinco viajeros que un día decidieron salir de su zona de confort en un viaje sin fecha de retorno. Convertirse en auténticos nómadas del siglo XXI. Y desde entonces anhelo seguir su senda…
Contenido del artículo
Nómadas del siglo XXI.
Sólo ida:
«La locura con la que siempre has soñado»
Mi primera inspiración se llama Claudia, también andaluza y viajera incansable. Hace año y medio despidió su trabajo y se compró un billete de «sólo ida», con el objetivo de dejar que la brisa la guiase. Sí, ella tomó esa decisión tan difícil como valiente y se lanzó a explorar el mundo ella solita, como explica muy bien en su emotivo «Hi world«. Gracias a sus fotos y publicaciones el sudeste asiático está un poquito más cerca…
Nómadas del siglo XXI. Fuente: soloida.com
Algo que recordar:
«Dejarlo todo atrás para tenerlo todo por delante».
Conocí a Lucy y a Rubén en un evento cervecero: el Birratour. Llevaba tiempo siguiendo sus pasos gracias al cortometraje «El síndrome del eterno viajero«, viral en las redes. Por fin pude poner nombre a mi patología: estaba infectada con el «virus viajero». Ya van por su segunda vuelta al mundo, contándonos historias humanas difíciles de olvidar a través de palabras, imágenes, sonidos o vídeos.
Nómadas del siglo XXI. Fuente: algoquerecordar.com/
Oveja negra viajera:
«Para conseguir un sueño hay que salirse a veces del camino».
¿Qué se siente al ser distinta al resto del rebaño? Conocí a Patri, mi tocaya, una fría mañana de enero en la que habíamos quedado para ir juntas a Fitur. Además del nombre me di cuenta de que compartíamos las ansias de conocer el mundo. Esta palentina regresaba de un voluntariado por Centroamérica y me aseguró que, en cuanto ahorrase un poco, se marcharía otra vez. Dicho y hecho: hace dos meses hizo la mochila para emprender un viaje sin fecha de retorno por Sudamérica: «Me voy de nuevo«.
Oveja negra viajera en Argentina, nómadas del siglo XXI
El Mundo Viajero:
«Hay demasiado que ver en el mundo como para perdérselo».
Manu es otro «fichaje» de Fitur. Después de días de cañas y risas por Madrid, fantaseando medio broma medio en serio con esa ilusión de dejarlo todo en pos de la aventura, nos sorprendió al grupo de amigos: «ya tengo el billete». En pleno verano aterrizó en Vietnam, con la convicción de que otra forma de vivir es posible. Si las pistas no me fallan, creo que ahora anda por Filipinas…
Nómadas del siglo XXI: elmundoviajero.com
Un viaje creativo
Un sano ejercicio mental: «Instrucciones para no perderse la vida«.
Dani «desconectó de Matrix» a principios de septiembre. Montó en un avión rumbo a Nueva Delhi dispuesto a descubrir Asia a su ritmo, haciendo un viaje diferente: retos, historias, cuentos, vídeos, sorpresas… Todo cabe en la creativa mochila de este madrileño. Para mí supuso otro adiós más. Otro amigo que se despide… Parece que las piezas del rompecabezas comienzan a encajarse.
Nómadas del siglo XXI http://unviajecreativo.com/
Allí donde estéis, ¡un abrazo gigante!
Y tú, ¿serías capaz de salir de la rueda y decir «hola mundo»?
«Soy, las ganas de vivir,
Las ganas de cruzar,
Las ganas de conocer
Lo que hay después del mar…
Dame la mano
Y vamos a darle la vuelta al mundo
Darle la vuelta al mundo…»
(Calle 13)
estelamgm@gmail - Viajes e ideas
Un post muy inspirador! Yo hace poco decidí decirle adiós a la rutina, así que en enero agarro la mochila y pongo dirección Sudamérica! Uruguay, Argentina, Chile, Perú y lo que me dé tiempo a ver en los 6 meses que tengo planeados estar fuera :).
A soñar, a viajar, a vivir! Si no es ahora que somos jóvenes, entonces cuándo?
Un saludo! 🙂
cosmopolilla
¡Qué bueno! Enhorabuena por tu viaje y por tu decisión, Estela. Claro que sí, si no lo hacemos ahora ¿cuándo? El tiempo pasa y se nos va la vida sin cumplir nuestros sueños. Te seguiré en tu viaje, pues. Me has alegrado un poquito este lunes gris, saber que cada vez más gente piensa como yo y decide salir de la rueda. ¡Un abrazo!
Coleccionando Imanes
Hola!
Hace un par de años (bueno, más bien 5) no se me pasaba por la cabeza que fuera a viajar a tantos sitios. Ni que me fuera a enganchar tanto.
Hace unos años el video del síndrome del eterno viajero me habría parecido una locura.
Pero aquí me encuentro. Pensando en viajes el 80% de mi tiempo libre.
Para mí el éxito también es ser feliz. Sin más. Y respeto los sueños y metas de cada persona… aunque no comprenda muy bien por qué (por ejemplo) tener un cochazo te pueda hacer feliz. Pero bueno.
A mi, entre otras cosas, me hace feliz viajar. Más que viajar, podría decir que lo que me hace feliz es ponerme a prueba, y el desconectar.
Hace tiempo escuché en una serie la siguiente frase:
Happiness is not a destination. It is a mood, it is not permanent. It comes and goes and if people thought that way then maybe people would find happiness more often.
Y estoy totalmente de acuerdo. Hay que buscar la felicidad cada día, en cada cosa que hagamos. Bien sea encerrada entre cuatro paredes en una oficina o viajando por ahí.
En fin, que me lio. Buen post, y ánimo con el lunes 🙂
cosmopolilla
¡Muchas gracias! ¿No entiendes cómo a alguien le puede hacer feliz tener un cochazo? Yo creo que es «lo normal»; puesto que constantemente nos bombardean con publicidad masiva sobre el modelo de éxito de la clase media: eres más feliz cuantas más cosas tienes, y si son caras y exclusivas mejor. El modelo capitalista tan extendido, el consumismo que nos consume (valga la redundancia) a la sociedad en la que vivimos… Sin embargo veo que la gente empieza a «despertar» (yo misma), a entender que la felicidad te la dan las experiencias y no los bienes materiales, o eso quiero pensar.
Por otro lado, me ha gustado la reflexión que has hecho de buscar la belleza y las cosas buenas en cualquier circunstancia. Quizás debería hacer eso aquí, en la oficina. Creo que eso es positivo para no amargarse. Me lo digo a mí misma muchas veces: confórmate con lo que tienes que es muy bueno, estás mucho mejor que la media. Sin embargo hay una vocecita dentro que me dice que eso sería conformarse… Y a esa vocecita la escucho cada vez más (antes solía silenciarla…) En fin, que yo también me lío je je ¡un abrazo, viajera! Nos vemos en el camino 😉
Laura
Te ha faltado Aniko Villalba de «Viajando por ahí», no sé si la conoces. Es un referente en el mundo de los viajes, ya que vive viajando y escribiendo.
cosmopolilla
Hola Laura. Sí que sigo a Aniko a través de las redes. Como tú dices, es un referente. Éste es un post muy personal por lo que quería mencionar a viajeros que he conocido personalmente y que me inspiran en «primera persona».