Navaluenga, Capital de Turismo Rural

Puente medieval de Navaluenga

Érase una vez Navaluenga. Cuenta una leyenda que en este pequeño pueblo del valle del Alberche, rodeado de montañas, el cielo es más azul, el aire más puro, el agua más clara y la sonrisa de sus gentes, más ancha y sincera. Pero hoy no sólo he venido a disfrutar de un sorbito de paz y empaparme de la buena energía que desprende la sierra de Gredos. Tengo una misión: convencer de que este municipio al sur de Ávila merece ser la próxima Capital de Turismo Rural. A continuación, un buen puñado de razones para apostar por Navaluenga.

Vistas de Navaluenga
Vistas de Navaluenga

En plena sierra de Gredos, Navaluenga es una excursión ideal para hacer desde la ciudad de Ávila, ya que sólo se encuentra a 38 kilómetros -unos 40 minutos de trayecto en coche-.

Por qué Navaluenga merece ser la Capital de Turismo Rural. 

Por su entorno de pura naturaleza.

De Madrid al paraíso en tan sólo una hora y media. A 116 km de la ciudad con más habitantes de España es posible evadirse del caos, el ruido y la contaminación a los pies de Gredos. El paisaje se afila por la carretera nacional discurriendo entre pinos y el azul del embalse del Burguillo. Nada más apearme, un olor: a chimenea. Ese aroma que a mí me recuerda a pueblo, sierra, infancia. Esencia que se desprende de casas de puertas antiguas y fachadas de piedra repartidas por callejuelas irregulares y silenciosas. Navaluenga está rodeada de bosque, huertos de frutales, fincas de vacas, caballos y ovejas donde no se oye otro sonido al amanecer que el canto del gallo, siempre madrugador.

Ovejas en Navaluenga, Ávila
Ovejas en Navaluenga, Ávila

Por la calidad de alojamientos rurales.

Cruzo el puente Románico, del siglo XVI, sobre el río Alberche. La artería que divide Navaluenga en dos es culpable de aglutinar a cientos de turistas en época estival, en busca del frescor de sus piscinas naturales y el verdor de la sierra. Mi alojamiento, la Casa Rural de Cucú, se encuentra a dos pasos. Pequeña, acogedora, con jardín y jacuzzi e ideal para dos en una escapada romántica de otoño o primavera. Pero hay muchos más alojamientos rurales en Navaluenga: más de 50. Para familias, grupos de amigos, con piscina y chimenea, incluso prado para jugar al fútbol… La oferta es variada y de calidad.

Casa Cucu en Navaluenga
Casa Cucu en Navaluenga

Actividades para conectar con la naturaleza, como…

Y qué mejor forma de disfrutar del entorno privilegiado de Navaluenga que a través de actividades de turismo activo,: bici de montaña, o deslizarse río abajo en una canoa. A pesar de que este año hemos sufrido un invierno seco en toda la península -de ahí lo bajo del cauce- no deja de ser una divertida experiencia con inmejorables vistas.

Canoas por el río
Canoas por el río

Para amantes del golf, su campo de 9 hoyos está totalmente integrado en la naturaleza, cuya agua de los estanques se recicla, habiendo sido reconocido con el premio Madera Verde. Una opción alternativa a los saturados campos de golf que rodean Madrid.

Campo de golf de Navaluenga
Campo de golf de Navaluenga

Senderismo a las Chorreras de Muñogrande. 

¿Sabías que Navaluenga está abrazada por el mayor bosque de abedules de Castilla y León? Si hay algo que a mí me carga las pilas es una buena ruta de senderismo. A las afueras del pueblo parten varios senderos señalizados que recorren algunos de los parajes más bonitos -y desconocidos- de Gredos: cascadas, cornisas de piedra con extrañas formas. Antiguas sendas trashumantes por las que caminar junto a alcornoques, enebros y encinas, hasta alcanzar las Chorreras de Muñogrande. El avistamiento de aves también es otro fuerte de la zona, siendo el valle del Alberche hogar de rapaces míticas como el águila imperial ibérica, el buitre negro o el curioso pájaro de cola azul, el rabilargo ibérico.

Chorreras de Muñogrande
Chorreras de Muñogrande

Por su deliciosa gastronomía.

Quien diga que fue a Navaluenga y pasó hambre, miente. La gastronomía abulense es rica, sobre todo en proteínas y platos contundentes. Para abrir boca, un aperitivo de queso de oveja y jamón ibérico en el restaurante Avenida. No hay quien se resista a unas patatas revolconas, o con manteca, a una cazuela de fréjoles con morcillón capaces de quitar el frío y hasta resucitar a un muerto, en el Pit Lane. ¡Y eso es sólo el primero! Después viene el cochinillo, cabrito o un típico chuletón de Ávila. Tampoco faltó un solomillo en el Avenida. De postre, un flan tamaño industrial, aunque de elaboración casera, en el restaurante Gema, donde dicen que se deja caer de tanto en tanto Íker Casillas. Después de tal banquete, no es de extrañar que acabara desayunando fruta y zumo natural en el Hotelito, al día siguiente.

Jamón y queso en restaurante La Galería
Jamón y queso en restaurante La Galería
Patatas revolconas en el Pit Lane
Patatas revolconas en el Pit Lane
Flan en restaurante Gema
Flan en restaurante Gema

Melocotón, divino tesoro. 

Sin embargo, el producto estrella de Navaluenga es el melocotón. No hay más que darse una vuelta por los alrededores para enamorarse de la visión de flores rosadas de las que, en verano, madurarán para dar dulces frutas, de la que se elaborarán confituras, tartas y conservas. La feria del melocotón en Navaluenga es todo un acontecimiento, que se celebra todos los años a finales de agosto o principios de septiembre.

Melocotoneros en flor
Melocotoneros en flor

Bares de tapas de Navaluenga: por su ambiente.

Además de tener excelentes restaurantes donde comer cual marquesa, es ritual en Navaluenga el irse de tapas: gratis con la bebida, las hay tradicionales y modernas, para elegir. El caso es hacer la ruta por la «Cava baja» -versión mini de La Latina- de bar en bar hasta probarlas todas. Su ambiente en fin de semana, cuando llegan los de la ciudad, es un festival de cañas y alegría entre el chin-chin.

Tapas en Navaluenga
Tapas en Navaluenga

Por su vino denominación de origen.

¿Tomamos un vino de Ávila? ¡La respuesta es sí! A las afueras de Navaluenga se ubica la Bodega Garnacha Alto Alberche, donde se elabora un vino de altura -ya que los viñedos se encuentran a 800 metros sobre el nivel del mar-. De sabor potente, con la frescura que le aporta el suelo de granito y una acidez equilibrada, esta pequeña producción recuperada hace unos años cobra fama y recibe visitas de países tan lejanos como Uruguay o Brasil. Una copa de tinto es ideal para calentarse al anochecer, cuando la temperatura desciende en picado, y para acompañar a uno de los contundentes platos que se estilan en estos lares.

Vino de Navaluenga
Vino de Navaluenga

Las estrellas de Gredos: por su cielo. 

Navaluenga guarda un secreto. Y es que, al caer la oscuridad, en su cielo se prenden un millar de estrellas. El valle del Alberche es de los denominados destinos starlight -todo Gredos en realidad- con la salvedad que este pueblo, al encontrarse en la cara sur de la sierra, su cielo se mantiene no sólo libre de contaminación lumínica; también de nubes. Una ventana al universo se ubica en el Mirador de estrellas, a las afueras, en el antiguo vertedero municipal. En él hay paneles y leyendas sobre las principales constelaciones que se pueden observar.

¡Por su gente!

Lo mejor, para el final. La calidez, amabilidad y afabilidad de la gente de Navaluenga se palpa en cada bar, cada esquina, cada prado… Como pude comprobar de primera mano siendo invitada a ser partícipe de esta vida rural que ahora me es tan ajena. Mostrándome cómo se ordeñan las ovejas, cuya raza es autóctona de Castilla y León (ovejas churras) o el interesante proceso de hacer queso. Ya sabían nuestros mayores que la sabiduría reside en el campo. Aprendizajes de vida que me dio Navaluenga.

Taller de queso en Navaluenga
Taller de queso en Navaluenga

¡Se lo merecen! Vota por Navaluenga en la web de Escapada Rural: Capital de Turismo Rural 2019. ¡Podrás ganar un fin de semana para dos personas! 

Ayuntamiento de Navaluenga
Ayuntamiento de Navaluenga

Agradecimientos: muchas gracias a Ayuntamiento de Navaluenga y a Escapada Rural por la invitación a hacer de Embajadora de Navaluenga como Capital del Turismo Rural 2019.