Un paisaje rural de molinos de viento con las aspas partidas. Acantilados agujereados por la erosión del mar y el salitre. Un agua de color turquesa imposible. La República de Malta es un país insular en medio del Mediterráneo, compuesto por un archipiélago de varias islas estando sólo habitadas Malta, Gozo y Comino. Cada día parten los barcos bordeando esta costa irregular de cavidades y torres vigías al acecho de piratas desde la principal rumbo a las islas menores. La vida apacible espera en Gozo; la Blue Lagoon de ese azul soñado en Comino. Sin duda dos islas imprescindibles que ver en un viaje a Malta. ¿Nos subimos a bordo?
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Islas de Gozo y Comino.
Gozo se parece a su hermana mayor, Malta, en el paisaje árido de tierra color miel, acantilados, rocas y salinas. También en los campos de cereales del interior. Y en ese azul del mar que la rodea y que se contempla desde cada vértice de la isla. Incluso en sus templos milenarios y en su arquitectura de piedra con balcones pintados en rojo, verde o amarillo. Sin embargo, Gozo es paz. Ha escapado a la masificación urbanística que la mala planificación y el hacer las cosas rápido se adueñó de algunas zonas de la isla de Malta. Por lo que una visita a Gozo se puede decir que es un viaje a esa Malta más auténtica y tradicional.
La isla de Comino, situada entre Gozo y Malta, es mucho más pequeña. Escarpada y rocosa, pegada a su costa sólo viven cuatro personas. Un cura y un policía se turnan y trasladan desde la vecina Gozo para prestar servicio a esta pequeña comunidad, además de a los turistas estivales que invaden Comino en las excursiones de sólo una jornada, en los barcos que atracan principalmente en la Blue Lagoon.
Excursión a Gozo y Comino desde Malta.
¿Cómo llegar a Gozo y Comino?
Llegar a Gozo desde la isla de Malta es sencillo. Yo lo hice adquiriendo una excursión esa misma mañana en el muelle de Sliema, frente a La Valetta. Varias compañías de barcos turísticos operan vendiendo paquetes en los puestos que se instalan con vendedores ambulantes desde primera hora de la mañana junto al muelle. En mi caso lo compré con Malta Sightseeing, la compañía de autobuses verdes turísticos. Por 30 euros me ofrecían barco de ida y vuelta a Gozo desde Sliema y una plaza en el autobús turístico que rodea la isla. El trayecto en barco se demora casi dos horas, ya que tiene que rodear las costas de Malta y las de Comino. Aunque por las vistas es un paisaje que se disfruta. Otra forma más rápida es en el ferry público desde Cirkewwa, en la parte más al norte de la isla. Cuesta 3,50€ y apenas tarda 40 minutos.
También puedes reservar con antelación, especialmente si viajas a Malta en temporada alta, una excursión a Gozo y Comino desde Sliema.
Para ir a Comino las mismas compañías desde Sliema ofrecen tours con diferentes prestaciones. En este caso me decidí por el de Capitán Morgan. Un velero con música, barra libre y almuerzo incluido para pasar un agradable domingo navegando hasta la Laguna Azul. Precio de la excursión a Comino: 50€.
Qué ver en Gozo. Recorrido por la isla.
Me apeo del barco en Mgarr, un pequeño puerto coronado por una basílica. El autobús turístico ya está esperando. Subo a la parte de arriba con la pulsera que me permite bajar y subir en las diferentes paradas establecidas a lo largo de Gozo. Me han dado un mapa con los horarios. Para una excursión de un día y sin disponer de mi propio vehículo, el bus turístico sin duda es lo más cómodo.
Primera parada: Victoria, capital de Gozo.
El viento me despeina mientras recorro los caminos de Gozo admirando sus paisajes. Victoria, en el corazón de la isla, es su pequeña capital de apenas seis mil habitantes. Su nombre alude a la época colonial británica, rebautizada así por un gobernador que quería homenajear a su reina. Sin embargo, aún muchos de sus habitantes se refieren a ella por su antiguo nombre de Rabat. Risueña y apacible, es un placer perderse por sus callejuelas de pequeños comercios e iglesias, hasta la Ciudadela fortificada y la catedral de Gozo, con frescos de gran belleza decorando su bóveda.
Templos megalíticos de Ġgantija.
Pero mucho antes que los ingleses, aragoneses, árabes o romanos el archipiélago de Malta estuvo habitado durante el Neolítico. Al este de Victoria se localizan los templos de Ġgantija. Un círculo de piedra de carácter ritual, que con 6.000 años de antigüedad se consideran probablemente las estructuras megalíticas más antiguas del mundo. Por ello están declarados Patrimonio de la Humanidad. Próxima se ubican los acantilados de Ir-Ramla y la Calypso Cave, lugar mitológico cuya leyenda conecta con Ulises y la Odisea. A su interior no pude acceder, dado que la entrada estaba temporalmente cortada por un derrumbe.
Relax en la playa en Marsalforn.
Mi parada para almorzar la hago en Marsalforn. Ubicada al norte de Gozo, es una pequeña localidad turística con playa y restaurantes en la que relajarse un ratito antes de seguir la ruta entre viñedos y chumberas. De camino al oeste de Gozo, me llama la atención el bello santuario de la Virgen de Ta Pinu, un templo color piedra sobre una atalaya protegida por palmeras.
Rota Azur Window.
Al oeste de la isla de Gozo la parada más popular son los acantilados de Dwejra. Un paraje esculpido por las olas creando oquedades, columnas, y hasta un pequeño mar interior que se comunica con el Mediterráneo a través de una gruta. Los turistas caminan a través de un sendero de roca y sal para asomarse a lo que fue la Azur Window, escenario de Juego de Tronos y destruida por un temporal.
Sur de Gozo.
El sur de Gozo lo componen varios pueblos de pescadores, mínimamente turísticos como Xlendi o Munxar, por los que paso rápido a bordo del autobús. Tengo que estar de vuelta para tomar el último ferry a la isla de Malta. Se me hace corta mi estancia; me hubiera gustado pasar una noche en Gozo para poder explorarla con más tranquilidad.
Qué hacer en Comino: la Blue Lagoon.
Desértica y azotada por el viento, Comino es esa pequeña isla de color tostado y sin apenas vegetación, que sin embargo por el color cristalino de sus aguas en nada tiene que envidiar al Caribe. En Comino no hay carreteras ni coches. La mejor manera de explorarla es en barco o caminando. Sin duda lo más visitado es la Laguna Azul, llegando a estar bastante saturada en la temporada veraniega. Entonces es cuando funciona el camping y el único hotel de la isla, el Comino Hotel.
Alojarse en Comino es una opción genial, aguardando a que se marchen los tours de un día tras el almuerzo y tener la isla sólo para nosotras: la Crystal Lagoon, la playa de Santa María y los senderos que ascienden a la ermita de Nuestra Señora, las cuevas de Santa María o St. Mary´s Tower. Enfrente, sólo el atardecer y la silueta difusa de Malta, hermana mayor de estos pequeños paraísos mediterráneos llamados Gozo y Comino.
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Malta es un destino que siempre tenemos en el punto de mira. Y es que, por muchos turistas que haya, la Blue Lagoon nos tiene completamente hechizados con sus aguas de color turquesa…
Pues tenéis vuelos directos desde Málaga con Air Malta ¡a qué esperáis!
Me he quedado loco con estas fotografías ¡y estoy ya mirando vuelos a Malta! Gozo y Comino parecen la escapada perfecta. ¡Qué turquesa! También me han llamado mucho la atención los monumentos megalíticos de Ggantija (¿no sé si lo he escrito bien?) Malta tiene una historia que viene de largo. Genial post Patri!
Muchas gracias, Dani, la verdad que sí por eso de encontrarse en medio del Mediterráneo es lugar de paso de civilizaciones y de ahí su riqueza ¡un abrazo!
Cuando vivíamos en Malta nos acostumbramos a ese color del agua… Pero es cierto que cuando vas a Comino te maravilla aún más… Y si estás en Malta con mucho turismo y te vas a Gozo desconectas de una manera brutal… ¡Nos has dado mucha nostalgia! (Pero en plan bonita) 😉
Je je qué bien me alegro, la verdad es que Gozo me sorprendió y a la vez me gustó mucho, ese encanto rural nada masificado ¡muy recomendable! Un besazo