«El arte no es para que te guste, es para reflexionar y pensar» (Os Gémeos, grafiteros de Sao Paulo)
Sao Paulo, la gigantesca metrópoli de más de 21 millones de habitantes, viene a ser la mayor ciudad de América y una de las más pobladas del mundo. Es el principal centro financiero de Brasil y, para los brasileños, «la ciudad que no puede parar». Una progresión de edificios y asfalto que la primera vez que se sobrevuela puede resultar ciertamente turbadora: parece que no tiene fin, extendiéndose los rascacielos y fundiéndose con la línea del horizonte allá hasta donde la vista alcanza. Esta fue mi primera impresión, la de una ciudad gris.
Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Con los pies en la tierra, paseando entre sus europeas avenidas, sus paredes cobran vida gracias al dinamismo y el derroche de colores del grafiti, el arte urbano por excelencia. Y es que Sao Paulo es una de las mecas del este arte contemporáneo, cuya calidad de sus pinturas callejeras son reconocidas a nivel mundial. Lienzos a la intemperie que en total cubren más de 1.500 km cuadrados de muros y paredes por toda la ciudad.
Sao Paulo es un «museo» al aire libre que derrocha talento en una explosión de verdes, violetas o amarillos, con personajes de fantasía, que se exhiben y sonríen al espectador desde mundos imaginarios. Frases cotidianas siempre con mensaje, algunas irreverentes. Poetas anónimos. En barrios como Vila Madalena se puede encontrar una galería de mosaicos fascinantes y llamativos, estampados en sus calles, casas o tiendas. Incluso en las tapias que bordean el cementerio local.
Artistas paulistas como Pato, Dask2, Ninguém Dorme, Profeta y Vado do Cachimbo, o los populares Os Gémes (los Gemelos), reconocidos a nivel internacional, han plasmado figuras únicas, no siempre con el beneplácito del ayuntamiento, que en ocasiones ha declarado «la guerra» a este tipo de manifestación artística y ha procedido a borrarlos, sin lograr con ello disuadirlos.
Un arte democrático, ecléctico y mudable. Un arte efímero, que viene y va, cambia y se transforma como lo hace esta metrópoli: Sao Paulo, capital del mundo, viva, ciudad global.
Guía de los grafitis de Sao Paulo: Cidadedesaopaulo. Lee la ruta completa en: "Soñar Brasil, sentir el sur".
Me han encantado los grafitis. Yo he estado en Sao Paulo solo 10 horas en una escala, que para escala es muy larga, pero para ver la ciudad no te da tiempo a casi, nosotros visitamos un rodizio, jejeje
Gracias, Vero. Pues ya sabes, tienes que volver a contemplar los grafitis, que seguro que ya no queda ninguno de los que fotografié en su día y en su lugar hay otros… Creo que eso le da cierto encanto je je un abrazo
Un graffiti bien dibujado es una auténtica obra de arte y como artistas deberían ser considerados los verdaderos graffiteros. A los que encerraba entre rejas es a los que sólo se dedican a pintarrajaear garabatos que ensucian las paredes.
¡Un saludo! 🙂
Je je je tanto como entre rejas… Yo soy más de trabajos sociales (ni siquiera multa) 😉
Saludos
En mi caso no suelo hacer mucho caso al arte urbano cuando estoy de viaje, pero me ha gustado mucho tu forma de describirlo y el contraste con tus primeras impresiones de Río… Tengo que reconocer que el único lugar en el que me fijé en graffitis y murales fue en Derry, en Irlanda del Norte, y me maravillaron. Quizá debería estar más atento a partir de ahora. 🙂
¡Saludos!
Gracias, Joaquín. Supongo que todo depende de los lugares en los que te encuentres, en el caso de Sao Paulo es algo que hay que ver sí o sí porque forma parte de la ciudad 🙂 ¡un saludo viajero!