Todos los que me me leéis ya conocéis mi afición por probar la gastronomía típica allí donde voy. La comida es parte esencial de un viaje, una de las mejores maneras de sumergirse en la cultura de una región. A través del paladar, los sabores, las texturas y los olores me acerco a lo desconocido con tanto apetito como curiosidad. Para mi siguiente gastropost le ha tocado el turno a Alemania, el país por el que de nuevo me he dejado querer, entre cerveza y cerveza. ¡Vamos a por la mejor salchicha de Alemania! ¿Has almorzado ya?
Contenido del artículo
De viaje gastronómico por Alemania.
Primero la bebida: una rica cerveza alemana.
Si estoy en Alemania lo primero que pido es una cerveza (Bier en alemán) que es la bebida nacional y ¡está riquísima! Las variedades son infinitas, y es que cada localidad tiene la suya propia e incluso es fácil encontrar cerveza artesanal en muchos sitios. Las más populares son la Pilsen, rubia y no muy fuerte; la Weizenbier, afrutada y de fermentación alta, que se suele beber más en el sur. La Dunkel es oscura pero suave, al contrario que la Schwarzbier, negra y amarga. Se suelen servir en jarras de cristal de medio litro (la pequeña) y de litro (la normal). Consejo: ¡prueba todas!
Para el frío, un Glühwein.
Pero, ¿qué pasa si en lugar de brillar el sol y estar disfrutando en los bancos comunales de las Biergartens estamos en invierno y hace un frío que pela? Entonces lo mejor es un vaso de Glühwein o vino caliente, especiado con canela, clavo y frutas, en cualquier puesto de un mercadillo navideño.
De acompañante: pan brezel.
Tanta cerveza a palo seco ya se sabe que es peligrosa, así que hay que pedir de comer. Para picar me encantan los panecillos salados llamados brezel, con forma de lazo. Su nombre significa «brazo pequeño» y también los puede haber dulces o incluso de sabores, como ajo y orégano.
Plato estrella: la salchicha de Alemania.
Por supuesto, cuando pensamos en Alemania a todos nos viene a la mente la salchicha, de todos los tamaños y colores. La primera que probé auténtica alemana fue humeante y en un pan redondo, en un mercadillo de Navidad de Berlín.
¡Salchichas hay más de mil quinientos tipos! La que yo más he comido es la Bratwurst, de cerdo y res, condimentada según la zona con pimienta o jengibre y hechas a la brasa, frita o incluso en caldo. En Baviera también es típica la Weibwurst, la salchicha blanca. La Frakfurt «de verdad» no es como en España, si no mucho más alargada y sabrosa.
¿Y cómo se sirven? En los restaurantes las suelen poner en plato y para comer con cuchillo y tenedor, acompañadas de patatas, mostaza y chucrut (col fermentada y agria). En los puestos de la calle sí se acercan más al concepto de «perrito caliente», dentro de un pan.
Segundo plato: Codillo asado.
¡Qué rico ese codillo que me comí en Munich! En alemán Haxe, en una fuente acompañado de patatas y chucrut me supo delicioso saboreando una jarra de Augustiner.
Plato importado: Schnitzel con patatas.
Aunque es el plato nacional de Austria, el país vecino, este gigante filete empanado de ternera está en casi todas las cartas alemanas. Tanto en Frankfurt como en Baviera lo he comido acompañado de patatas fritas o asadas. ¡Contundente y sabroso!
Para la cena: Flammkunchen.
Típico de Alsacia, esta quiche fina de verduras y embutido o ahumados es ligera y crujiente. ¡Mi cena en un coqueto restaurante de Rotemburgo, el pueblo de cuento!
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De postre: Apflestrudel.
¿Queda hueco para el postre? Las tartas son contundentes y deliciosas, como la de zanahoria o la de chocolate y cerezas que hacen en la Selva Negra. A mí particularmente me encanta el Apflestrudel o pastel de manzana, caliente y cremoso, se funde en la boca. ¡No puedo imaginar mejor merienda que ésta!
Guten Appetit!
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Buen recorrido por lo típico de la comida alemana 😛
Las salchichas alemanas no tienen nada que ver con las supuestas salchichas que nos venden envasadas en España en el super. Yo me quedo con la Rotewurst
Sí que es verdad que las cervezas aquí están muy buenas, pero yo les enseñaría una cosa, ¡a servirlas bien fresquitas!
Y aunque no sea típico típico alemán, el pollo asado que hacen está muy bueno. Sobre todo lo comes en las fiestas de la cerveza.
Un saludo y Prost!
Flavia
¡Muchas gracias, Flavia! Pues el pollo asado no lo he probado allí, para la próxima me lo apunto 🙂
Un abrazo
No se si será la predisposición por estar viajando pero aquí en España no pruebo las salchichas y en Alemania era un adicción , me encantan!!. Y que decir de la cerveza…, pero yo destacaría la cultura de cerveza que tienen allí, son increíbles las cervecerías bávaras, por ejemplo, de Munich. Menos mal que he comido antes de leer esta entrada 🙂 besos
ja ja ja es verdad, en España las salchichas ni las pruebo, debe ser que al pisar tierra Alemania se nos activa el chip 😉
Besazos
Ummm Patri
Después de haber leído tu crónica y visto las fotos, me has dejado con ganas de una combinación perfecta:
Salchichas alemanas + cerveza ¿Suena a plan Oktoberfest, verdad? 🙂
Salud guapa
Un abrazo
Ay, ¡me encantaría ir a la Oktoberfest! ¿Vamos? 😉