La princesa cuentista Sherezade, la bella durmiente en su palacio maldito, el apuesto Sigfrido de «El lago de los cisnes»… ¿Quién no ha querido alguna vez convertirse en un príncipe heroico o una valerosa princesa? Te propongo un recorrido a través de una decena de residencias reales: diez palacios de cuento, para sentirse como un auténtico príncipe o princesa.

Palacio de Belvedere

«Te contaré una historia. Sólo para ti… Hubo una vez un rey que dio una fiesta. Las más hermosas princesas asistieron. Un soldado de la guardia real vio pasar a la hija de rey. Era la más adorable, e inmediatamente el soldado se enamoró…»

1 – Palacio de Neuschwanstein, Alemania.

Entre la niebla se perfila el sueño de un Rey Loco, Luis II de Baviera. El paisaje abrupto de los Alpes, de bosques encantados, lagos y cascadas, enmarcan este palacio de fantasía. Con sus torreones y cámaras que recrean escenarios de óperas de Wagner y leyendas medievales como Tristán e Isolda o el Santo Grial, inspiró a Walt Disney para esbozar el castillo de «La bella durmiente». Sin embargo, el que hoy es el edificio más fotografiado de Alemania apenas pudo ser disfrutado por el monarca, ya que murió en extrañas circunstancias poco antes de finalizar su construcción. Creo que este es el más famoso de los palacios de cuento que hay en el mundo.

Neuschwanstein
Ruta completa por el sur de Alemania, Baviera y la Selva Negra.

2 – El Hermitage, San Petersburgo.

El Palacio de Invierno de los zares, en la orilla del río Neva, hoy es uno de los mayores museos y pinacotecas del mundo, con obras de Rubens, Rembrandt, Tiziano o Leonardo da Vinci. Por sus lujosos salones tapizados de alfombras, ninfas de mármol y vasijas griegas, titilan los reflejos de cientos de cristales de lámparas de araña. Sobre el suelo de madera que recubre el salón de danza aún parece escucharse el eco de los pasos de baile de Catalina «la Grande».

El Hermitage
Crónica de viaje a San Petersburgo, la ciudad de los zares.

3 – El Castillo de Buda, Budapest. 

Viajemos ahora a la bella Budapest. El palacio de los reyes húngaros se alza sobre una colina mirando al gran Danubio azul. El castillo medieval fue remodelado por Segismundo de Luxemburgo en el S.XIV con ricos materiales procedentes de Austria y Bohemia. En el Renacimiento con el rey Matías alcanzó su esplendor, atrayendo a la corte a pintores y astrónomos, músicos y escritores, como enclave privilegiado entre Europa Central y Oriental.

Castillo de Buda

4 – Palazzo Vecchio, Florencia. 

El corazón de la ciudad del Arte tiene forma de «L»: la Piazza della Signoria. En ella marca las horas el reloj de la torre del Palacio Ducal, vigilado por los pétreos rostros de Hércules, el David o Perseo. Sus muros guardan las alcobas y salones en los que residió Cosme I, el Gran Duque de la Toscana, quien restauró la dinastía Médici enfrentándose al mismo emperador Carlos V, hasta que le brindó su ayuda contra los franceses. Casado con Leonor Álvarez de Toledo, se trasladaron al Palacio Pitti, al otro lado del Ponte Vecchio, por lo éste que pasó a llamarse «el Palacio Viejo».

Palacios de cuento: Palazzo Vecchio
Más sobre Florencia en: Torres medievales en la Toscana.

 

5 – Palacio Belvedere, Viena.

Viena es sin duda la ciudad de los palacios: desde el Palacio de Invierno donde se acicalaba la joven Sissi al opulento Schönbrunn, «el Versalles» austriaco. El Belvedere es un palacio neoclásico bordeado de holgados estanques y jardines. Su cometido inicial era la de un espacio para celebrar fiestas en honor al príncipe Eugenio de Saboya. A su muerte, fue adquirido por la emperatriz María Teresa. Hoy sus galerías recogen una gran muestra de arte austriaco, deslumbrando a los turistas con «El beso» de Klimt.

«El beso», Klimt
Ruta por Austria y Hungría en: Siguiendo al Danubio azul.

 

6- Palacios de cuento: Topkapi en Estambul.

Sus paredes de azulejos dorados y azules serían un perfecto escenario para los cuentos de «Las mil y una noches». En la espléndida Istanbul, entre el Cuerno de Oro y el Mar de Mármara, el sultán Mehmed II ordenó construir un palacio en 1459. En total 700.000 metros cuadrados de jardines, patios, pabellones, armerías, colecciones de joyas, relojes, reliquias, orfebrería… Protegidos por una muralla bizantina. Hoy es una de las visitas obligadas de la ciudad turca.

Palacio Topkapi, Estambul
Turquía, un puente entre Europa y Asia.

7- Palacio de Verano, Pekín.

El emperador Qianlong proyectó en 1750 un palacio a las afueras de la ajetreada Beijing, donde retirarse durante los calurosos días del estío. Amplió el lago Kunming hasta obtener la silueta de un melocotón, que simboliza la longevidad en la cultura China. Desaparecida la dinastía Qing, hoy pequineses y turistas son los que gozan de las vistas al lago desde la Pagoda del Buda Fragante o surcan sus aguas en una barcaza.

Palacios de cuento: palacio de Verano de Pekín
Crónica del Palacio de Verano de Pekín.

8 – La Torre de Londres. 

Cuenta la leyenda que el día que los cuervos abandonen la Torre Blanca será el fin de Inglaterra. Palacio Real y Fortaleza de su Majestad, prisión, armería, casa de fieras, custodia del tesoro de las joyas de la reina… la Torre de Londres permanece en pie desde el año 1100, acogiendo a personajes tan emblemáticos como Ricardo Corazón de León o la desdichada Ana Bolena, donde fue decapitada. ¿Palacio de cuento o de pesadilla?

La Torre de Londres
Qué ver en la capital británica: Londres esencial.

 

9 – Palacio del sultán de Java. 

En un entorno de arrozales, templos budistas y volcanes activos que humean y hacen temblar la tierra de tanto en tanto, se localiza Yogyakarta,  la única provincia en Indonesia cuyo gobierno es un sultanato de la época precolonial. El centro de la ciudad lo domina el Kraton, el palacio del sultán, donde hoy habita Hamengkubuwono X. A excepción de sus dependencias privadas se puede acceder a su interior, con el antiguo Castillo del Agua y un museo con una exhibición de mobiliario, vestidos y objetos cotidianos de la cultura tradicional de esta isla del sudeste asiático.

El Kraton
Itinerario recorriendo Indonesia: Java, Bali y Lombok.

 

10 – Palacios de cuento: la Alhambra de Granada.

Finalizamos el recorrido en el Palacio Nazarí de Granada, el paraíso en la tierra que perdió Boabdil. Hoy las primorosas inscripciones de la Sala de las Dos Hermanas, el estanque del Partal o la Fuente de los Leones susurran historias que hablan de amores prohibidos y princesas cautivas: Zaida, Zoraida y Zorahaida, que inspiraron a Irving a escribir «Cuentos de la Alhambra».

Patio de los leones

	

Publicado por cosmopolilla

La vida es el arte de lo imposible. Licenciada en Comunicación Audiovisual, mi pasión es viajar. Desde 2013 lo cuento en mi blog.

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