Mis destinos en 2015

¡Otro año viajero que se nos va!

Digo adiós al 2015 y toca aquello que dice la canción de «hacemos el balance de lo bueno y malo…» Hora de repasar los destinos que he descubierto, lugares que he pisado. Echar la vista atrás con añoranza un instante… Y mirar hacia delante con energía, pensando con ilusión qué destinos deparará el nuevo año.

Enero en Granada.

El año empezó en mi tierra soñada y querida. El día 2 de enero es festivo, el Día de la Toma, desde que en 1492 los Reyes Católicos tomaron las llaves de la ciudad de manos del desdichado Boabdil. Este es un momento muy especial para ascender a la Alhambra, reencontrarse con el increíble legado que nos dejaron los nazaríes.

Patio de los Arrayanes

Febrero: la Segovia de Machado.

Una de las ciudades que más me inspira de España es la pequeña Segovia, culta y monumental, con su majestuoso acueducto. Rodeada de nieve, aprieta el frío pero nos calentamos a base de vino tinto y judiones de La Granja. Subiendo los empinados escalones de la Torre del Alcázar. Asomándonos a la intimidad de la Casa – Museo de Antonio Machado, un viaje a la Segovia de principios del S.XX.

Casa – Museo de Machado

Marzo: las «Cinco Tierras» de Italia.

En la incipiente primavera me recreé en uno de los lugares más encantadores del mundo: Cinque Terre. Cinco pueblos atrapados entre la montaña y el mar de Liguria: Riomaggiore, Vernazza, Corniglia, Manarola y Monterrosso di Mare. Si muero de amor que sea en Italia…

Vernazza

Abril: el gran sur de Marruecos.

Llegó Semana Santa y con ella un viaje largo tiempo esperado: la exótica Marrakech y una ruta por el desierto. Dormir en una jaima. Contemplar el sol nacer tras las dunas anaranjadas de Erg Chebbi. El palmeral infinito del valle del Draa. Las antiguas ciudades de adobe rodeadas de oasis y ríos de tierra. Disfrutar de nuevo del cous-cous, de un auténtico tajine o una harira para cenar a precio irrisorio. ¡Marruecos es un destino que me tiene muy enganchada!

Erg Chebbi

Mayo: Tenerife, la isla de la eterna primavera.

Se van templando los días y apetece una escapada de sol y playa en las islas afortunadas. Encumbrar el Teide, el techo de España, con los tajinastes en flor. Bañarme en el salvaje Atlántico en las playas de arena volcánica del norte. Comer unas deliciosas viejas acompañadas de papas con mojo verde. ¡Ya estoy deseando volver a Tenerife!

Tajinaste en el Teide

Pero esto no acaba aquí. Parece que es cierto eso de «la primavera la sangre altera»: no puedo parar quieta en casa. Además de Tenerife este mes aprovecho el puente para escaparme a mi Alpujarra. Y coinciden dos viajes a Extremadura: un fin de semana en la sierra de Gata y a Plasencia gracias a un evento, el encuentro anual de viajeros.

San Martín de Trevejo, sierra de Gata

Junio: Iseo, un poco de Alpes.

Vuelta a Italia aunque esta vez más al norte y lejos de la costa, a la región de Lombardía. Unos días para combinar los monumentos de la Ciudad Alta de Bérgamo con el relax a orillas de un lago, el Iseo. Mi mejor recuerdo: dar una vuelta en bicicleta alrededor de Isola, isla donde no existen los coches, con pueblitos de cuento. Y saborear esa increíble y deliziossa pasta italiana.

Lago Iseo

Julio: verano azul en Cabo de Gata.

Comenzó el verano con un destino recurrente, ¡no puedo fallar ningún año! Sus pueblos blancos de pescadores; calas secretas a las que sólo se puede bajar haciendo el cabra; agua azul cristalina; Cervezas y tapas de pescadito… Sin duda, Cabo de Gata es uno de los mejores rincones del Mediterráneo.

Cabo de Gata

Agosto: verde intenso en Euskadi.

Un mes que huele a vacaciones, a eclosión del verano y a destino nuevo: Donosti en plena Semana Grande. Y los preciosos pueblos de la costa del Cantábrico: Zarautz, Getaria, Zumaia. Como complemento una ruta de pintxos para alegrar los paladares, desde las tabernas del Casco Viejo hasta el restaurante de Arguiñano.

La Concha

Septiembre: un sueño viajero, el Transmongoliano.

Agosto continúa y se fusiona con septiembre con una mochila al hombro y miles de kilómetros de tren. Llegó la hora del largo viaje del año, de cumplir un gran sueño: cruzar medio mundo a bordo del legendario Transmongoliano de San Petersburgo a Pekín, pasando por Moscú, Kazán, el lago Baikal, Mongolia… ¡Una de las mejores aventuras de mi vida!

San Petersburgo

Octubre: la otra cara de Burgos.

En pleno otoño y tras volver de un viajazo la situación no puede ser otra que depresión postvacacional. Este mes Turismo de Burgos me sacó de la monotonía invitándome a un fin de semana diferente, con nuevas experiencias como hacer espeología en la cueva de Fuentemolinos, con un río subterráneo en su interior,  o un safari entre animales paleolíticos en Atapuerca. ¡Muchísimas gracias!

Caballo tarpán

Noviembre: el Pirineo Navarro.

Otro destino largamente deseado era la mágica Selva de Irati, el hayedo – abetal al norte de Navarra que en otoño se reviste de tonos ocres y dorados. No sé si fue el magnífico tiempo que lució un sol perpetuo, las flores y el río Salazar que enmarcaban el bello pueblo de Ochagavía… Pero en serio digo que me hubiera quedado a vivir en este paraje, en una casita con chimenea y un perro pastor.

Ochagavía, la puerta de la Selva de Irati

Pero antes de cerrar noviembre tuvo lugar un encuentro muy especial: el de los amigos viajeros que formamos el grupo de Tu Blog de Viajes. El lugar elegido fue Guijuelo, la cuna del ibérico, donde pasamos un fin de semana comiendo, bebiendo y disfrutando del sabor más rico de Salamanca.

Cena en el Hotel Torres de los miembros de Tu Blog de Viajes

Diciembre: mi invierno en la playa de Gran Canaria.

Para terminar el año, qué gustazo bañarse en el mar, tomarse una tropical en una terraza al sol, sentir el aire templado de los alisios… En pleno diciembre Gran Canaria siempre es un destino codiciado. Y tengo que agradecer este último viaje del año a Turismo de Gran Canaria por la magnífica invitación. Fue mi tercera vez en la isla, ¡no será la última!

Gran Canaria

¡Feliz 2016!