Dalkey no es un nombre de un postre o un dulce, aunque lo pudiera parecer -a mí me sonó a copa de chocolate la primera vez que lo oí.- Dalkey es un pueblo, y bien bonito, situado al sur de DublínDeilginis en galélico, cuyo significado es «Isla Espinosa», fue un primitivo asentamiento vikingo que se convirtió en importante puerto durante la Edad Media trayendo riquezas y también un terrible brote de peste. De esa época es su imponente castillo, principal reclamo turístico para una villa costera que conserva su encanto, presumiendo de ser refugio para artistas irlandeses como Joyce o Bono. Cuentan los locales que es habitual cruzarse con este último en un pub al calor de una pinta. Me temo que yo no tuve esa suerte. ¿Tal vez porque elegí uno de los días más gélidos del año?

La bahía de Dalkey, Irlanda

Un paseo por Dalkey bajo la nieve. 

Tejados blancos. Copos que se funden al tocar el pavimento. Nieva en Dublín, en una insólita estampa que, según me dicen los locales, no es tan habitual aún en invierno. A pesar del frío, me enamora esta imagen que otorga a la ciudad una textura lechosa y blanda, sobre un suelo resbaladizo. Qué bonito. No puedo evitar que mis ojos brillen en un ataque de ilusión infantil. Estoy de visita rápida a Dublín en 2 días. Ha empezado a nevar pero no importa: me voy de excursión a Dalkey, a tan sólo 40 minutos en tren desde la estación de Connolly.

Cómo ir de Dublín a Dalkey: en tren

El castillo de Dalkey. 

Continua nevando suavemente cuando me apeo en la estación de Dalkey. Camino despacio por la calle principal de un pueblo silencioso hasta su castillo. Goat Castle es uno de los mejores ejemplos que existen en Irlanda de una casa de pueblo fortificada. Edificado en 1390, época en que se usaba la bahía de Dalkey para descargar mercancías de grandes barcos con destino a Dublín, se cree que su función primigenia fue la de almacén. Su nombre lo tomaría  prestado posteriormente de sus propietarios en 1600: la familia Cheevers, cuyo escudo de armas poseía una «chevre», cabra en francés. El castillo fue usado también como lugar de reunión para los comisionados y a finales del XIX se convirtió en el Ayuntamiento de la ciudad.

Castillo de Dalkey

Una visita a su interior permite observar no sólo las estancias nobles, también las características defensivas del castillo: la llamada «machicolación», una abertura construida sobre la puerta principal para permitir al defensor arrojar piedras a los atacantes. Las escaleras de caracol, que ascienden en sentido de las agujas del reloj para dar ventaja a los espadachines diestros. O el «agujero de asesinato», para arrojar leña encendida o agua hirviendo sobre las cabezas de los atacantes en caso de que lograran pasar por la puerta principal. Las almenas del techo para proteger a los arqueros o el paseo de los guardianes, las ventanas estrechas y dos torres desde donde se vigilaba por turnos, todo el día y toda la noche.

Salón del castillo de Dalkey

Iglesia de St-Begnet´s. 

Pero a mí lo que más me gusta es andar entre las lápidas de la vieja iglesia y cementerio de St. Begnet´s, anexa al castillo de Dalkey, hoy coloreada de nieve. Su armazón en ruinas del siglo X, entre árboles desnudos por donde pululan algunos cuervos quejumbrosos, me recuerda a las bellas abadías abandonadas del sur de Escocia.

Iglesia y cementerio de St-Begnet´s

Otros lugares que ver en Dalkey. 

El paseo continúa por la calle principal entre tiendas con alegres fachadas pintadas de colores. Hay varias rutas que hacer en Dalkey. Por ejemplo, subir a la Terraza de Sorrento, con vistas panorámicas al mar y la bahía de Killiney. Recorrer la Colimore Road, paralela al mar, hasta Colimure Harbor, un puerto construido en 1868 y que sigue en uso para los pescadores locales. En dirección opuesta, la Harbour Road finaliza en un pequeño estuario protegido por el castillo de Bulloch y otro puerto donde aún se pueden observar las capturas de langostas y cangrejos. Para amantes de la literatura, es posible realizar un tour a pie por el centro histórico que rinde homenaje a los escritores irlandeses, incluyendo a la famosa Maeve Binchy, quien nació y vivió en Dalkey.

Calle principal de Dalkey

A pesar del tiempo borrascoso, camino la Colimore Road para contemplar la furia del mar azotando la Maiden Rock. Un espectáculo de espuma y belleza que podría servir de inspiración a un cuadro de Turner.

Coliemore Road

Almuerzo en un típico pub en Dalkey. 

Para combatir el frío en los huesos, nada mejor que un whisky irlandés con limón, caliente. Mi cara de «qué asco» se transforma tras el primer sorbo en un «qué rico». Además de calentar la garganta y el ánimo, resulta suave y dulce al paladar. Mi excursión de un día en Dalkey finaliza en Finnegans, un pub típico y céntrico en el que me dispongo a comer el pastel de pescado más delicioso que he probado nunca. Retorno a Dublín con la promesa de volver en verano buscando un Dalkey más azul y apacible, cuando dicen que los delfines se acercan a jugar con las olas en la bahía.

Pastel de pescado, plato típico irlandés

Dalkey. Datos prácticos.

Alojamiento en Dublín.

Me desplacé a Dalkey en una excursión de un día, ida y vuelta desde la capital irlandesa. Esta, mi segunda vez en Dublín, me alojé en el Mespil Hotel, un cuatro estrellas con todas las comodidades a unos 15 minutos andando del centro. La vez anterior, cuando viajé a Irlanda para hacer la ruta de Juego de Tronos reservé en un hostel junto al río, el Abbey Court Hostel, una opción más económica sobre todo si se viaja sola y con ambiente juvenil.

Centro de Dublín

Sigue viajando por Irlanda en el blog:

Código ético: este es un post patrocinado y contiene enlaces de afiliados. Esto significa que si reservas o compras a través de estos enlaces recibo una pequeña comisión sin que por ello se incremente el precio final. Gracias a este sistema, puedo seguir adelante con el blog. Todo lo que he escrito sobre qué ver en Dalkey está basada en mi propia experiencia. 

Publicado por cosmopolilla

La vida es el arte de lo imposible. Licenciada en Comunicación Audiovisual, mi pasión es viajar. Desde 2013 lo cuento en mi blog.

Únete a la conversación

4 comentarios

  1. He ido a visitar los puntos que he leído en tu artículo, nos ha encantado.

    Hemos probado la recomendación del wiskhy con limón caliente y el pastel del pescado en el pub finnegars y puedo decir que toda mi enhorabuena por sacarnos del paladar de fritos y hamburguesas, soy muy buena puntuación. Nos ha tocado un día súper bueno también que nos ha acompañado a estar en la terracita con el sol.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Salir de la versión móvil