Vamos de viaje Viajar y comer

VizEat, ¿quién cena aquí?

Escrito por la
el
15 julio, 2015

El «Social Eating» ya ha llegado. Primero fue el BlaBlaCar: viajar en coche con desconocidos compartiendo gastos. Después,  el Couchsurfing: alojarse en casa de un lugareño porque sí, en nombre de la solidaridad de todos los viajeros del mundo. Ahora le ha tocado el turno a lo gastronómico: las «cenas colaborativas». Una nueva moda que recorre Europa y acaba de aterrizar en España dispuesta a revolucionar el ocio culinario (si no me crees, prueba a poner en Instagram el hashtag #VizEat). 

Fuente: VizEat

Fuente: VizEat

¿Y en qué consiste esto del VizEat? Pues básicamente en compartir mesa y mantel con caras nuevas, en casa de alguien al que acabas de ver por primera vez hace diez minutos. Sí, justo cuando pulsaste el timbre y te abrió la puerta. Porque de eso se trata, de abrirla a que anónimos internautas curioseen por ella. Y darles de cenar, claro. El menú y el precio lo pones en tú, en caso de que seas el anfitrión. La idea, para el invitado, tener una experiencia gastronómica en viviendas particulares de cualquier parte del mundo. La autenticidad de la comida local en casa de un local. 

¿A que suena, cuanto menos, novedoso? Pongamos que ésta es una noche cualquiera en Madrid. Siguiendo las indicaciones del mapa de mi móvil, me desplazo hasta el elegante barrio de Pío XII, de chalets con piscina y jardín. Qué tranquilidad. Parece mentira que esté tan próximo del centro. Me recibe Pilar, la anfitriona, ataviada de delantal y sonrisa. Ya estoy dentro; un extenso patio arbolado. Observo con curiosidad al resto de comensales, unas catorce personas variopintas, de todas las edades. Lo primero, una copa de sangría que mitigue el calor y la timidez.

Patio de la anfitriona

Patio de la anfitriona

Los entremeses están servidos, repartidos por varios sitios estratégicos. Hoy la cena consiste en un menú ligero, ideal para combatir el calor del verano madrileño: gazpacho bien frío y vichyssoise. Nada de elegir, aquí puedes servirte lo que quieras e incluso repetir. Se va oscureciendo el cielo y las velas que decoran el amplio jardín lo envuelven de una luz tibia y sugerente El hielo de mi copa se derrite a la par que los reparos. Intercambio impresiones con David, me cuenta que con su blog gastronómico se pone de «morro fino» y califica los sabores más en boga de Madrid. Anécdotas viajeras con las jóvenes promesas de «My little Madrid».

Entremeses

Entremeses

Otra sangría. Conversaciones que fluctúan, vienen y van. Y el segundo está listo: una deliciosa fideuá, la especialidad de la anfitriona. Pero lo mejor, sin duda, el postre: un exquisito sorbete de mango, fresco y cremoso. Y así, sin darme cuenta, son casi las once de la noche. Me despido de mis anfitriones, que con tanto cariño me acogieron. Vuelvo a casa con el estómago repleto y pensando en que, como dice mi madre, «a la cama no te irás sin saber una cosa más». Ya he tenido mi primera experiencia VizEat.

Fideguá

Fideguá


¿Te apetece unirte a la moda? Apunta, y recuerda que en la web tienes todos los detalles:

  • Cómo hacerte anfitrión, en caso de que seas un cocinillas y quieras ganarte un dinerito extra llenando tu casa de extraños y glotones.
  • O bien si eres, como yo, de las que no tiene ni tiempo ni espacio, pero te gusta comer, cotillear casas ajenas y, sobre todo, conocer a gente nueva, puedes acudir de invitado. La propia plataforma permite chatear con el anfitrión y que resuelva tus dudas.
  • Importante sabed que, como ocurre en los coches compartidos, el que recibe se reserva el derecho de admisión, lógicamente.
¿Te atreves? Porque admítelo, a quién no le gusta comer rico, socializar y, cómo no, probar nuevas experiencias. 
Experiencia VizEat

Experiencia VizEat

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16 Comentarios
  1. Responder

    Jordi (milviatges)

    15 julio, 2015

    La verdad es que toda la economía colaborativa está muy de moda ahora mismo. Tendré que probar el VizEat, pùede ser interesante también.

    • Responder

      @lacosmopolilla

      16 julio, 2015

      Sí que se está poniendo de moda y creo que puede ser interesante, otra manera de acercarse a la gastronomía local. A mí me gusta para cuando salga de viaje. Por ejemplo a Francia que suelo ir de vez en cuando y los restaurantes son caros, y además allí está súper extendido esto del VizEat, puede ser una opción genial y además así conoces gente 🙂 un abrazote y ¡gracias por leer y comentar!

  2. Responder

    Alba Luna

    16 julio, 2015

    «El hielo de mi copa se derrite a la par que los reparos… mientras que los gatos me rodean y yo, tan feliz.» jajaja ¡Muy buen relato y experiencia, gracias por invitarme! ¡Uyyyy ese sorbete de mango qué rico estaba! =)

    • Responder

      @lacosmopolilla

      16 julio, 2015

      Ja ja ja ¡a ti! Me faltó poner lo de los gatos, estuve a punto de subir una fotito ya que era taaan lindos, pero supongo que no venía al hilo del relato 😉 y sí, lo mejor, el sorbete de mango ¿repetimos experiencia?

  3. Responder

    ipaelo

    16 julio, 2015

    Como siempre un encanto de entrada. Ahora eso de ir a casa de la gente que no conozco a comer…. Como que no. No se, es un concepto que no me interesa.

    Conozco gente que sería feliz haciendo e anfitrión e invitado a diario pero para gustos colores. No es lo mio.

    Saludos viajeros

    • Responder

      @lacosmopolilla

      17 julio, 2015

      Muchas gracias 🙂
      Bueno, está claro que no todo es para todo el mundo. Como ya dije si compartimos coche, hacemos couchsurfing… ¿Por qué no comer/cenar en casa de un local?
      Un saludo

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