Ruta por el Ferrol de la Ilustración

Año 1726. Soplan vientos de renovación en el Atlántico. Felipe V, primer rey de la Casa de Borbón, manda instalar los grandes Astilleros del Norte en España en la desembocadura del río Jubia: la ría de Ferrol. Poco después es su hijo, Fernando VI, quien dispone que sea Ferrol la capital del Departamento Marítimo. La elección del enclave no es fruto de la casualidad: ya en el S.XVI Juan de Molina había descrito en sus crónicas que «el puerto de Ferrol se tiene por uno de los más seguros del mundo», señalando su singular idoneidad para el atraque de barcos. Situación que le hace convertirse en un importante puerto comercial con el norte de Europa. Hoy voy tras los vestigios de aquella época que transformó para siempre la pequeña villa marinera y portuaria, en una ruta histórica por el Ferrol de la Ilustración.

Ría de Ferrol

Nota: el S.XVIII es conocido como el Siglo de las Luces o la época de la Ilustración, en la que se asienta la fe en el progreso y nace el pensamiento ilustrado, con el afán de que el conocimiento humano combata la tiranía, la ignorancia y la superstición.

Marqués de la Ensenada, político ilustrado español, Ferrol

Descubriendo el Ferrol de la Ilustración. 

Aterrizo en el aeropuerto de A Coruña bajo un sol primaveral que pinta de azul intenso el mar y de verde brillante el monte. Me encanta Galicia y esta vez viajo a una ciudad nueva que despierta en mí curiosidad por su compleja idiosincrasia. Ferrol, militar y obrera. Donde comienza el Camino Inglés de peregrinaje a Santiago de Compostela. Ferrol que arrastra la coletilla «del Caudillo», aunque fuera eliminada tras el fin del Régimen… Pero muchos ignoran que también es Ferrol la cuna de Pablo Iglesias Posse, fundador del PSOE a finales del XIX. Y de Concepción Arenal, gran precursora del feminismo en España.

Fragata militar

Ferrol es uno de esas visitas imprescindibles en una ruta por Galicia en coche de Santiago de Compostela a la playa de las Catedrales.

El ilustre barrio de la Madalena.

Mi recorrido comienza por el corazón de Ferrol, bajo el reloj del Concello. Declarado Conjunto Histórico – Artístico en 1984, el centro de la ciudad es una cuadratura perfecta de calles peatonales con comercios tradicionales y elegantes cafés. Un barrio para las clases pudientes, cuyo plano fue aprobado por el mismo Carlos III. Plazas y alegres paseos a los que los indianos añadirían palmeras allende los mares. Fuentes y estanques, un invernadero de cristal…  Su trazado podría dibujarse como una tableta de chocolate por sus rectas perpendiculares y paralelas. Un nuevo distrito destinado a la burguesía floreciente, gracias al desarrollo de esa industria naval norteña.

Alameda de Suances, Ferrol

Fuente de la Alameda, Ferrol

En un recorrido por sus arterias principales vislumbro lo que debió ser aquella época de esplendor en las bellas fachadas de edificios modernistas, diseñados por el Gaudí de Galicia: el arquitecto Rodolfo Ucha. La Casa Pereira, el hotel Suizo, la Casa Rodríguez Trigo, el teatro Jofre… Simétricas líneas de galerías acristaladas para aprovechar al máximo la luz natural, con el sol celta impreso en las rejas de ventanas y balcones.

Casa Anton, Ferrol

Casa Pereira 2, Ferrol

Edificios modernistas de Ferrol

Hotel Suizo, Ferrol

En este paseo por el barrio de la Madalena observo otros edificios emblemáticos, como el tradicional mercado de Abastos o la concatedral de San Julián, proyectada por el ingeniero de marina Julián Sánchez Bort, de sobria portada tal y como marcaba el estilo de la época.

Concatedral de Ferrol

Mercado de Abastos de Ferrol

Museo de la Construcción Naval: ¿qué es un barco? 

Una pregunta aparentemente sencilla a la que no sé responder. Mi aproximación al mundo naval del Ferrol de la Ilustración la inicio con una visita a Exponav. Un museo de la Construcción Naval ubicado en una herrería del S.XVIII. En él se recrea la antigua fragua en la que trabajan a diario los obreros. Y, lo más interesante, una didáctica ruta por la historia de los procesos de construcción de un barco: los astilleros, el armamento de los buques, los materiales, los gálibos, el sistema de propulsión o el proceso maestro de trazado. En el museo además de exposiciones temporales de temática naviera o una sala dedicada al Astillero Astano, el «Milagro en la Ría», se recrea cómo era la vida a bordo de una fragata en el S.XVIII, penetrando a sus entrañas.

Museo Naval de Ferrol

Museo de la Construcción Naval de Ferrol

Cómo se construye un barco

Museo Naval de Ferrol.

Sigo la senda de las anclas expuestas en el muro. Contiguo a Exponav se ubica el Museo Naval, en una antigua cárcel. Se trata de un edificio neoclásico con ventanas de hierro buscando así escapar de la madera y los incendios que tantos estragos causaban en la época. En la entrada, una exposición de mascarones de barcos. Seres tallados por marineros supersticiosos que temían la furia del mar y se encomendaban a una deidad: Poseidón, la ninfa Galatea, o el león encaramado que portaban las fragatas de la marina de Aragón… Pero llegó el acero, y con ello la pérdida de las creencias en lo sobrenatural y la magia.

Anclas a la entrada del Museo Naval de Ferrol

Mascarones, Museo Naval

El Atlas de Tofiño, cartografía y reproducciones de famosas fragatas que fueron botadas en Ferrol, como la María Magdalena, cuyos 34 cañones acabaron en el fondo de la ría de Viveiro en un terrible naufragio que se cobró la vida de 500 hombres a finales del S.XVIII. Como pieza curiosa, alberga una Cruz del Hierro alemana, condecoración asignada por el propio Hitler a un militar que participó en el rescate de un barco nazi hundido por la flota aliada frente a las costas gallegas durante la Segunda Guerra Mundial.

Fragata, Museo Naval

Traje de buzo

Cruz de Hierro, Museo Naval

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El Ferrol de la Ilustración: Palacio de Capitanía Marítima.

En mi recorrido por el Ferrol de la Ilustración es de parada obligatoria el Palacio de los Capitanes. De austera fachada, dentro alberga una auténtica mansión digna de reyes. De hecho hizo de residencia real acogiendo a Isabel II y Alfonso XII. Desde que las obras de este palacio fueron finalizadas en 1761, 104 capitanes generales han pasado por él. Su ubicación, como señaló el vicealmirante Manuel Garat, se encuentra «dentro de las murallas de la ciudad, pero con la vista puesta en el Arsenal», justo debajo.

Escalera de caoba, Palacio de Capitanía Ferrol

Una escalera imperial de caoba del S.XVIII, tapizada en alfombra granate, conduce a las estancias superiores. Suelo de madera original, lámpara isabelinas, salones en rojo terciopelo… Hasta cuadros que en su día estuvieron expuestos en el museo del Prado. Me asomo al despacho del Almirante, lugar de trabajo de los capitanes generales, donde marca las horas un reloj de Losada. Exiliado español por tramas políticas, hizo fortuna en Londres y terminó convirtiéndose en ilustre relojero al que se le encargó el de la madrileña Puerta de Sol. Oculta tras un corredor, una pequeña alcoba guarda las «camitas de plata», donde dormía el rey Alfonso XII.

Salón de reuniones, Palacio de Capitanía

Salón del Trono, Palacio de Capitanía de Ferrol

Camitas de plata, Palacio de Capitanía

Visita al Arsenal Militar de Ferrol.

Una hilera de cien cañones apuntan a la desembocadura del río prestos a defenderse del ataque enemigo. Presumía el marqués de la Ensenada, consejero de Estado, de haber construido el arsenal militar más moderno de España a orillas de la ría ferrolana. Aún lo observa con orgullo, su estatua en los jardines de Herrera. Me sorprende que este arsenal aún sigue en uso, como residencia militar y para la construcción y reparación de navíos. Cada año recibe turistas nostálgicos, ya jubilados, que vienen a rememorar los años de juventud en los que prestaron servicio militar en la escuela.

Cañón apuntando a la ría de Ferrol

Cañones, Ferrol

Arsenal Militar de Ferrol

En sus tranquilas aguas reposan dos fragatas militares en reparación o mantenimiento. Pero sin duda, lo que más llama la atención de la visita al Arsenal es el Dique de la Campana. Inaugurado en 1879 como el más grande del mundo, fue la más destacada obra hidráulica de las que se había realizado hasta el S.XIX en España. Aún se usa para construir fragatas. Aunque ya han sido superados en tamaño por los astilleros Navantia, cuyas grúas se divisan al fondo. Especializados en grandes barcos de guerra y la reparación de buques de gas, ferris o petroleros, recorro sus instalaciones a continuación, sin que se permitan las fotografías.

Dique de la Campana, Arsenal Militar de Ferrol

Grúa del dique

El Arsenal Militar y sus astilleros, fundados por Felipe V, representan uno de los conjuntos más emblemáticos del Ferrol de la Ilustración, percibiéndose en su construcción ese afán ilustrado por el orden racionalista, fundamentado en utilidad y ciencia.

Galería del Arsenal Militar

Defendiendo la ría, el castillo de San Felipe.

Dejo atrás Ferrol en dirección al mar. Me recibe uno de esos soldados bravos que repelió el ataque de los ingleses mandados por el almirante Warren en 1800. Me invita a cruzar el foso.  En la boca de la desembocadura se alza esta fortaleza militar que guardaba la entrada de la ría de las incursiones de piratas y británicos. Sus cimientos datan de la época de Felipe II, pero fue fortalecida en el S.XVIII bajo el reinado de los borbones.

Visita teatralizada, castillo de San Felipe en Ferrol

Castillo de San Felipe en Ferrol

Desde el castillo de San Felipe una gruesa cadena cruzaba el mar hasta la fortaleza de enfrente, el castillo de La Palma, para impedir la entrada de los navíos al rico puerto de Ferrol. La Palma posteriormente serviría de cárcel a un famoso preso: el golpista Antonio Tejero.

Fortaleza y cárcel de La Palma desde el castillo de San Felipe

Almacén de provisiones y munición, casamatas, letrinas… Los muros cubiertos de hiedra y humedad del castillo de San Felipe recuerdan la dura vida del soldado destinado a defender su patria. Aunque también acogieron a franceses invasores durante un mes, fue cárcel de soldados y la tumba de los detenidos tras el Golpe de Estado del 36, fusilados en su foso. Una historia convulsa que contrasta con lo mansas de las aguas transparentes que la rodean.

Almacén, castillo de San Felipe

Patio, castillo de San Felipe

Del Ferrol de la Ilustración al del S.XXI.

Tras un completo fin de semana me despido del Ferrol de la Ilustración, con este gran legado histórico que por inesperado, me sorprende. De una Ferrol que no renuncia a su pasado mirando al futuro. Que contempla su ría en un paisaje de extraña belleza industrial entre astilleros, grúas y naves. De una Ferrol del siglo XX a la que le cantaban Los Limones en plena decadencia. De una Ferrol que renace cubriendo sus paredes de arte urbano invitando al mismo Banksy a ser partícipe, entre las meninas del S.XXI que saben que Ferrol de nuevo despierta.

Meninas de Canido, Ferrol

Ferrol de la Ilustración. Datos prácticos:

• La visita guiada al Palacio de Capitanía de Ferrol se hace cada primer sábado de mes a las 12.00. Más información sobre visitas guiadas al Arsenal Militar o a los astilleros de Navantia en ferrol.es
• Dónde dormir en Ferrol: yo me hospedé en el Gran Hotel de Ferrol.
• Lugares recomendados para comer: durante mi ruta por el Ferrol de la Ilustración disfruté de la mejor cocina gallega en la Bodega de Estrella; el Parador de Ferrol, con espectaculares vistas al Arsenal militar y a la ría; en el restaurante del hotel Carris Almirante y en la estilosa Bla Bla Café, en la Rúa Real.

Selección de deliciosos postres en el Parador de Ferrol

Sigue viajando por Galicia en el blog:

• Ourense, la Galicia sin playa que deberías conocer.

Agradecimientos: muchas gracias a Turismo de Ferrol por la invitación al blogtrip Ferrol da Ilustración.