Suenan las campanas de Santa Eufemia mientras atardece en el mar Adriático. El campanile de 60 metros de altura se alza sobre los tejados de la pequeña ciudad, con su estilo esbelto y veneciano: este puerto pesquero de la península de Istria perteneció a la República Veneciana durante 500 años. Una influencia italiana que aún pervive en la arquitectura, el idioma y la cocina. Terminaba así, con estas vistas de ensueño la primera jornada en mi ruta de 15 días por Croacia. Esta pequeña ciudad acaba de conquistarme. Si estás pensando en meter a Istria en tu hoja de ruta no dudes en incluir uno o dos días, al menos, para explorar que ver en Rovinj. Repleta de rincones pintorescos y encantadores, más que lugar de vacaciones se me antoja sitio perfecto para descansar una temporada.
Atardecer en Rovinj
Y es que sus cuestas sin coches, estrechos callejones de ropa tendida, gatos y bicicletas, plazas con arcos y macetas, escaleras que mueren súbitamente en el mar… Dibujan un trazado por el que perderse con gusto, despacio, cámara en mano haciendo mil instantáneas. Aunque siempre hay que dejar un rato para un refrescante baño al caer el sol, al borde del acantilado.
Rincones del centro de Rovinj
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Cómo llegar a Rovinj:
Rovinj se encuentra en Istria, península al norte de Croacia, en la frontera con Eslovenia. A tan sólo 2 horas de Trieste (Italia) y 3 horas de la ciudad de Venecia, la compañía de Flixbus ofrece conexiones diarias desde ambas ciudades por unos 20-25€ el billete. En temporada alta (verano) también hay ferris que conectan las principales ciudades de Istria con Venecia por mar. Valoramos alquilar un coche para movernos por Croacia, pero debido a que el viaje surgió de manera improvisada salía mucho más caro, por lo que decidimos movernos con autobús local. También con bus nos movimos de Rovinj a la cercana Pula, la pequeña Roma de Istria, a tan sólo una hora. ¡Sólo por su Arena merece ya la pena!
Aparcar en Rovinj.
En caso de que te desplaces con vehículo particular, ten en cuenta que no se puede aparcar en el centro de Rovinj: todo su casco histórico es de calles laberínticas y estrechas. Junto al puerto se encuentra el parking (de pago) más cerca del centro de la ciudad, donde se paga por horas ya que es zona azul. Para aparcar de forma gratuita en Rovinj hay que irse al extrarradio, dependiendo de un autobús local.
Alojamiento en Rovinj:
Reservamos tres días -me hubiera quedado una semana o más- en un alojamiento con encanto en pleno centro histórico de Rovinj: los Apartments Milkana. Un estudio con salón – cocina para poder preparar comidas, lo que supone bastante ahorro dado los precios de los restaurantes, a lo “Cuéntame” croata.
Apartamento en Rovinj, Croacia
Lugares que visitar en Rovinj, una joya veneciana en Istria.
Montes de pinares y un mar azul intenso salpicado de islotes rocosos. Ese es el cuadro idílico donde se ubica Rovinj, pequeña ciudad abrazada a una colina que se adentra en el Adriático. Puerto natural, de aguas tranquilas, durante siglos fue colonia veneciana, codiciada por piratas y los imperios vecinos. Hoy es una urbe tranquila, con 18.000 habitantes censados, de calles adoquinadas con más aire italiano que Croacia, aunque en algunos rincones se sienta la nostalgia de la antigua Yugoslavia. Una mezcla encantadora.
Calles del centro histórico, qué ver en Rovinj, Istria
Desde la estación de autobuses, en una esquina del casco histórico, la calle Carera ul. Conduce hasta la Piazza al Ponte, gran arteria central repleta de vida con heladerías, bares y comercios sin faltar las típicas tiendas de souvenirs. El Arco Balbi da la bienvenida al centro de Rovinj. Fachadas de casas de colores pasteles con postigos verdes y azules en calles empedradas son la seña de identidad de este pintoresco enclave, animado y turístico especialmente en época veraniega.
Rovinj, plaza central
La Marina de Rovinj.
A la izquierda de la plaza se ubica la Marina de Rovinj, pequeña bahía natural en cuyo centro destaca el verdor de la isla Sveta Katarina. Restaurantes de pescado y marisco con terrazas a un paso del mar ofrecen productos frescos y deliciosos típicos de la cocina mediterránea: calamares, pulpo, parrillada de mariscos… Acompañados del vino local que se produce en Istria. Por lo turístico no resulta económico, aunque por el lugar y las vistas la Marina sin duda es de los mejores lugares donde comer en Rovinj para quien quiera darse un capricho. Desde el espigón exterior de la Marina de Rovinj se vive un fantástico atardecer, siendo el sol devorado por el Adriático con las casas y la torre de Santa Eufemia de fondo.
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Plaza Balota.
Siguiendo la marea de turistas que camina por Rovinj entre terrazas de cojines y velitas, galerías de arte y tiendas de artesanías, la plaza Balota es otro de los mejores sitios que ver en Rovinj. Las rocas sobre las que se asienta la ciudad se convierten en playa urbana con escaleras metálicas directas al agua. Uno de los baños más deliciosos en mi viaje por Croacia me lo di aquí, al atardecer, cuando los turistas no dudan en traerse una copa de vino o cerveza para disfrutar del espectáculo. No hay playas en Rovinj; el centro de la ciudad es todo piedra y mar. Al sur de la Marina se puede encontrar la pequeña Mulini beach.
La «playa» de Rovinj
Un poco más arriba, siguiendo la senda hacia la basílica de Santa Eufemia, al coger altura se aprecian las vistas desde un Mirador al Adriático, intenso y azul. Restos de un antiguo búnker de la guerra aún es visible. Dicen que en los días claros se puede distinguir la silueta de las costas italianas, justo enfrente.
Qué ver en Rovinj, un mirador al mar Adriático
Basílica de Santa Eufemia.
El templo más emblemático que ver en Rovinj es la basílica de Santa Eufemia, edificio barroco construido en el siglo XVIII sobre otras iglesias católicas anteriores, custodiando las reliquias de santa Eufemia, mártir cristiana del año 303. Ubicada en lo más alto de la colina, su apariencia veneciana se debe al arquitecto de dicha ciudad elegido para ejecutar la obra: Giovanni Dozza. La torre del campanario, con 62 metros de altura, es la más alta de las iglesias de Istria. En lo más alto, reluce en dorado la estatua de cobre de santa Eufemia, patrona de Rovinj. No hay que perder la oportunidad de asomarse a su rico interior, con estatuas de mármol de Carrara o el sarcófago de las reliquias de la santa, traído desde Constantinopla en el siglo IX.
Basílica de Santa Eufemia, Rovinj
Puerto de Rovinj.
Tras la basílica, las callejuelas cuesta abajo conducen de nuevo al mar esta vez por la cara izquierda, hasta el puerto de Rovinj desde donde zarpan los barcos a otras ciudades de Croacia como Pula o Zadar. Las vistas por este lado a la ciudad son fabulosas, especialmente al anochecer cuando los reflejos de las casas sobre el mar destellan en el mansa agua.
La noche luce así de bonita en Rovinj
En esta explanada lugareños y turistas se dan cita en Gradska Tržnica, el mercado de la ciudad, donde se venden productos locales como el rico aceite de oliva de Istria, con toques de trufa, quesos, mermeladas y otras delicias caseras para saborear Croacia con reminiscencias italianas, en una fusión de culturas sabrosa y especial.
Mercado de Rovinj
Dónde comer en Rovinj.
Como ya he indicado comer en Rovinj -y en Croacia en general- no es barato. Para comer a precio asequible delicias locales como el pescado o la pasta con trufa lo mejor es alejarse de las terrazas bien decoradas de la costa y callejear por el centro buscando esos lugares más “escondidos” de la ciudad. Algunos restaurantes recomendados, con buena relación calidad – precio: para pescado y mariscos la Taverna De Amicis, muy cerca de la Piazza al Ponte y la acogedora Pizzería Da Sergio.
Calamares, restaurante en Rovinj
Mapa de lugares que ver en Rovinj:
- Estación de autobuses.
- Arco Balbi.
- La Marina de Rovinj.
- Bunker.
- Mirador al Adriático.
- Plaza Balota.
- Basílica de Santa Eufemia.
- Puerto de Rovinj.
- Gradska Tržnica (el mercado de la ciudad).
- Playa de Mulini.
Fuente: Google maps.
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