Lugares que ver en Nerja, el pueblo de «Verano Azul»

Quién no recuerda con alegría y un pellizco de nostalgia aquellos interminables veranos de la infancia. Esos días pintados de sol intenso, con gusto a sal y mar, con las mejillas bronceadas y el pelo alborotado. Quién no se ha dado un paseo en bici saboreando la libertad, silbando esa cancioncilla de aquella serie mítica, «Verano azul». Porque todos hemos sido Bea o Desi, Pancho o Javi. Todos lloramos cuando murió Chanquete e hicimos nuestro ese himno del «No nos moverán». Así que volver a Nerja después de muchos años es un reencuentro con la niñez y a la vez un querer mirar con otros ojos. Recrearme con lo mucho que hay que disfrutar y que ver en Nerja. El pueblo donde el verano, gracias a su benigno clima y luz, puede ser eterno. Por algo estamos en la Costa del Sol.

Protagonistas de «Verano azul» en el museo de Nerja

Lugares que ver en Nerja: el pueblo de «Verano Azul» en Málaga

Oriente malagueño. A pie del Mediterráneo, Nerja es uno de los pueblos imprescindibles que visitar en una ruta por la Axarquía malagueña. Comarca de paisaje rural y montañosos en la raya con Granada. ¡Cuántas veces he ido en mi infancia! Con el colegio, con mis padres… A visitar las míticas cuevas, a dar un paseo por el centro histórico y asomarme al mar desde su impresionante Balcón de Europa. Nerja es uno de esos pueblos a los que se le coge cariño. Aunque en invierno siempre me gustó más que en verano, apacible, alejado del bullicio. Pero con sus aguas cristalinas, bungavillas y callejuelas encantadoras como siempre.

Consejo: si es la primera vez que visitas este encantador pueblo malagueño, te recomiendo hacer un free tour por Nerja.

Mi alojamiento recomendado en Nerja.

Durante mi escapada de fin de semana en Nerja me alojé en el Apartahotel Toboso, en pleno casco histórico y a unos pasos del mar y del Balcón de Europa. ¡Más céntrico imposible!

El balcón de Europa.

Y es que cualquier época del año es buena para venir a Nerja. Inicio mi recorrido por este lindo pueblo blanco aquí. Porque todos los caminos llevan hasta el balcón de Europa. Así como todas las calles de Nerja van a caer al mar. Al menos esa ha sido mi sensación siempre que he venido: la de que mis pies cobran vida propia y, sin pretenderlo, acabo en esta animada explanada de antiguos cañones, apuntado al Mediterráneo.

El balcón de Europa, qué ver en Nerja, Málaga

Aquí posa un Alfonso XII risueño, culpable de haber bautizado así a este balcón al mar. Las vistas nunca dejan de impresionarme, con los picos de la sierra de la Almijara apuntando al cielo. Bajo mis pies las olas golpean sin piedad las rocas, alcanzando la playa de Calahonda cuyos únicos turistas hoy son las gaviotas. La mirada se me pierde en los acantilados de Maro, que se extienden verticales marcando el límite, el fin de Málaga. Sí, allí está Granada provincia, y la Costa Tropical, mi casa.

Y es que tengo tantas fotos en estos cañones de pequeña… Nerja era una escapada recurrente, por cercanía, desde Motril, mi ciudad natal.

Vistas desde el balcón de Europa, qué ver en Nerja

Las playas de Nerja.

Desde el balcón de Europa tuerzo bajo el arco, bajando hacia el bello rincón de Calahonda. El camino está dibujado con piedras blancas de motivos marineros: estrellas, círculos simulando olas o anclas de barcos. Me encanta la playa en invierno, tranquila, solitaria, con las barcas varadas sobre la arena.

Arco de bajada al rincón de Calahonda

Incrustada en la roca viva hay una casa blanca de puerta azul y alegres macetas. Siempre me he preguntado quién vivirá ahí sin dejar de sentir cierta envidia… En realidad, se trata de una casita – cueva usada para guardar aparejos de pesca, antaño usada para el verano…

Casa en la playa, Calahonda, Nerja

Quizá la playa más famosa de Nerja sea la de Burriana, por sus aguas transparentes. Pero en coche nos podemos perder hacia Maro y sus acantilados que esconden calas hermosísimas en plena naturaleza, donde las antiguas torres vigías aún permanecen en pie guardando la costa. Por ejemplo Cantarriján, aunque ya pertenece a Granada provincia. Y es que Nerja es el último municipio antes de entrar a la Costa Tropical granadina.

Calas de Maro, qué ver en Nerja, Málaga

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El centro histórico de Nerja.

Qué placer caminar, adentrarme por las callejuelas blancas con ese aire tan andaluz de pura Axarquía. En la iglesia del Salvador, decorada ya de Navidad, tocan las campanas. La calle Pintada exhibe sus tiendas de ropa, artesanía, souvenirs… Por momentos me parece que me transporto al otro lado del mar, a Tánger y su crisol de culturas por los cueros y marroquinerías. En las plazas hay mercadillo. Y en la iglesia de la Virgen de las Angustias oran los fieles a la patrona envuelta en dorado barroco. Por fin llegamos a la lonja municipal, donde hoy hay feria de quesos andaluces.

Tiendas de Nerja

Capilla de la Virgen de las Angustias. Qué ver en Nerja, Málaga

Virando de nuevo en dirección al mar, casi llegando ya al río Chíllar -una de las rutas de senderismo más increíbles que hacer en Nerja municipio- buscamos el mítico barco de Chanquete, la Dorada. No somos los únicos turistas que se quieren inmortalizar frente a su madera gastada y sentirse por un ratito parte de aquella serie de la pequeña pantalla. En el parque de «Verano azul» una placa recuerda a sus entrañables protagonistas. Aquella serie que cambió el tranquilo pueblo para siempre.

El barco de Chanquete, qué ver en Nerja, Málaga

Nota: te puede interesar este tour de senderismo acuático por el río Chíllar. Un precioso cañón con pozas de aguas cristalinas y saltos de agua en las proximidades de Nerja.

La Cueva de Nerja.

Sin duda es el plato fuerte de los lugares que visitar en Nerja. Mítica e inolvidable. La emoción embarga a Rubén cuando nos habla de su padre, José Luis Barbero, uno de los descubridores de la Cueva de Nerja en 1959. Esa historia de unos adolescentes, inocentes, buscando murciélagos y el descubrimiento accidental de un auténtico palacio subterráneo. Para llegar hasta aquí, hemos subido al cueva-tren en la plaza de España dirección Maro, disfrutando de unas preciosas vistas al mar, al acueducto y a las casitas blancas de la pedanía donde destaca la casona de la marquesa de Larios. Y sí, como los niños que fuimos, no pudimos evitar tatarear la tonadilla de «Verano azul».

Rubén junto a la foto de los descubridores de la Cueva de Nerja

La historia siempre recordará a estos cinco jóvenes audaces que dieron por casualidad con la maravillosa Cueva de Nerja. Maravilla natural que esculpió el agua con magistral arte hace miles de años, hogar de nuestros antepasados. Huesos, pinturas rupestres del hombre del Paleolítico hacen de la Cueva de Nerja un tesoro incalculable de nuestro patrimonio, en la que asomarse a aquella época oscura, desconocida y que en muchos aspectos continúa siendo un misterio.

Pintura rupestre de la Cueva de Nerja. Fuente: cuevadenerja.es

De pequeña la visité con el colegio. Algún domingo con mis padres también. Pero igual me quedo con la boca abierta al penetrar a las profundidades de la Cueva de Nerja. Es sobrecogedor, impresionante: la Sala de los Fantasmas, donde aquellos muchachos encontraron los huesos, la Sala del Cataclismo… Las estalagmitas y estalactitas son las columnas de un auténtico palacio de piedra digno del dios Hades.

Interior de la Cueva. Lugares que ver en Nerja, Málaga

La sala del cataclismo, Cueva de Nerja

El museo de Nerja.

Seguir investigando sobre la cueva y sus hallazgos nos lleva de vuelta al centro, al museo de Nerja. Allí se exponen una interesante exposición que nos hace viajar en el tiempo a través de los antiguos pobladores de estas orillas del Mediterráneo: vasijas de romanos, restos medievales durante la dominación musulmana… Aunque la protagonista indiscutible es Pepita, la joven de 20 años hallada en muy buen estado de conservación en el interior de la cueva. Uno de los pocos recuerdos nítidos de aquella visita en la infancia, ya que me daba miedo.

Pepita, museo de Nerja

Dónde comer en Nerja.

Me voy de ruta por los bares por Nerja y siento que estoy en Granada más que en la costa malagueña. Y es que la cercanía hace que todo lo bueno se pegue: hablo de la bendita costumbre de poner tapas con la bebida. Parada obligada en el centro es el Pulguilla con tapas de pescado a elección.

Tapa de almejas en el Pulguilla, Nerja

Otra ración de buenas tapas, con bocados ricos y sabrosos la encontré en la taberna Volapié y, justo al lado, en la Rienda: ¿qué tal una cañita acompañada de carne con tomate? ¿O refrescante ensalada de aguacate de la tierra con atún?

Lágrimas de pollo, Taberna Volapié, Nerja

Para un menú más consistente, restaurantes con vistas panorámicas el de la Cueva de Nerja, donde probamos exquisiteces como un caldito de bogavante o deliciosos buñuelos de bacalao. ¡Ideal para reponer fuerzas tras recorrer las profundidades!

Vistas de Maro, qué ver en Nerja

¿Ganas de mar? Una paella en el chiringuito Torrecilla, mirando al horizonte. Su ambiente chill out en los sillones me trasladan al verano, deseando que brille valiente el sol, para disfrutar de una cerveza. Pero como es invierno la mejor merienda es tomar un té acompañado de un crêpe en la tetería Zaydín, sin olvidar el legado árabe de esta tierra andaluza.

Iglesia del Salvador, de fondo Apartahotel Toboso

Pasear, comer, embriagarse de mar y de tranquilidad… ¡Así es un invierno azul en Nerja!

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• Qué ver en Frigiliana, la perla de la Axarquía. Este precioso pueblo, uno de los más bonitos de España con trazado bereber, está muy cerquita de Nerja. Se puede aprovechar perfectamente para ver los dos en el mismo día o en la misma escapada, además de la maravillosa Cueva de Nerja.

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