Qué ver en Medinaceli, uno de los pueblos más bonitos de Soria

Dominando el valle del Jalón, en lo alto de una colina a 1200 metros sobre el mar, los celtas se instalaron fundando la antigua Okelis. En la romanización de Hispania este enclave estratégico en las alturas, cruce de Caminos, no pasó desapercibido al Imperio. La primitiva Occilis se convirtió en villa salinera: aún se conservan vestigios como la Fuente de la Canal y el Arco Romano, único de España con tres arcos. Medina-Oceli en tiempos musulmanes, hoy es una apacible villa que exhibe orgullosa las huellas de su pasado. Pequeña en cuanto a tamaño pero rica en Historia y patrimonio, son muchos los monumentos que ver en Medinaceli. Yo disfruté de una escapada de fin de semana y me gustó mucho.

El Arco Romano de Medinaceli, Soria

Además del mítico Arco Romano de triple arcada, mirando al horizonte, solitario, pasear por las estrechas callejuelas que configuran la villa medieval en silencio es como un viaje al pasado. Algunas resultan tan estrechas que apenas si cabe una persona adulta. Si te gustan los pueblos con alma, apunta este itinerario a pie por Medinaceli, uno de los pueblos más bonitos que ver en Castilla y León ¡y en España!

Pasadizos en el centro de Medinaceli

Lugares que ver en Medinaceli, una villa con historia.

Dejamos en la parte baja el barrio nuevo, por donde pasa la autopista Barcelona – Madrid y se ubica la estación de tren. Nos interesa la urbe vieja, esa que reluce en el altozano, donde tarda más en irse el sol. Una villa declarada Conjunto Histórico Artístico. Además, ha resultado ganadora del Premio Municipio Turístico de la provincia de Soria en dos ocasiones y pertenece a la red de pueblos más bonitos de España. ¡Casi nada! Con todo este preludio… ¿Aún necesitas más razones para visitar Medinaceli?

Una escapada perfecta, que se puede combinar perfectamente con visitar Soria en un día. ¡La ciudad del Monte de las Ánimas!

La Puerta Árabe, qué ver en Medinaceli, Soria

¿Dónde alojarse en Medinaceli?

Toma nota de mi alojamiento recomendado: excepcional para una escapada romántica, La Casa Palaciega El Cuartel.

Casa El Cuartel, alojamiento en Medinaceli

El Arco Romano de Medinaceli.

Las salinas de origen romano -se estuvieron explotando hasta los años 90- el cerro de la Villa Vieja así como la confluencia del valle del Arbuxuelo y el valle del Jalón. Todo un basto horizonte abarca la vista desde el Arco Romano de Medinaceli. Una panorámica excepcional y a la vez estratégica: no es de extrañar que esta plaza fuera protegida y codiciada por todos los pueblos que han pasado por la península. El arco en sí tiene un valor extraordinario: el único en España con triple arcada fue construido entre los siglos I y III. De esta época son también las murallas romanas: con 2.400 metros abrazaban la pequeña ciudad, sólidas e inquebrantables. Vestigios que aún son visibles en el paseo de Ronda.

Arco Romano, qué ver en Medinaceli, Soria

La Alcazaba árabe.

Cuenta una leyenda que Almanzor vino a morir entre los muros de la alcazaba de Medinaceli, tras retirarse de la batalla de Catalañazor. También se dice que fue enterrado con parte del tesoro que había conseguido tras saquear San Millán de la Cogolla. Pero nunca se encontró. Corría el año 1002 y aún faltaba algo más de un siglo para que Alfonso I de Aragón -llamado el rey Batallador- conquistara el alto Jalón, incorporándolo a su reino. Aunque no tardaría mucho en formar parte del reino de Castilla. El viejo castillo de Medinaceli, hoy usado como cementerio, tras pasar a manos castellanas fue residencia por los condes de Medinaceli hasta que se construyeron el Palacio Ducal en la plaza Mayor de la villa.

Castillo de Medinaceli, qué ver en Medinaceli

La villa de Medinaceli se ubica dentro de la Ruta Cidiana: según el Cantar de Mío Cid en ella pernoctó en su Camino del Destierro el héroe castellano, antes de seguir hacia Molina. Por aquel entonces eran tierras fronterizas, bajo dominación musulmana.

Ruinas del castillo medieval, qué ver en Medinaceli, Soria

El centro histórico de Medinaceli.

La Puerta Árabe -también llamada puerta de la Villa- da acceso al casco viejo de esta urbe medieval, única de las cuatro que aún se mantiene. Un laberinto de travesías conduce hasta la plaza Mayor, donde en tiempos del Imperio estaba el foro romano -en excavaciones arqueológicas se han descubierto mosaicos dedicados a la diosa Ceres-.

Calles del centro de Medinaceli

Impresiona lo extensa: cinco mil metros cuadrados de una gran plaza castellana porticada con forma pentagonal. En sus bordes, dos de los edificios más relevantes que ver en Medinaceli: el Palacio Ducal, en el lado oriental de la plaza y la Casa del Concejo – Alhóndiga, del siglo XVI. Con arcos de medio punto, la alhóndiga se usó como almacenaje de grano y centro de operaciones mercantiles de la villa. Incluso cárcel llegó a ser en tiempos más convulsos.

Plaza Mayor de Medinaceli

El Palacio Ducal de Medinaceli es un exquisito ejemplo de palacio renacentista, de sobria y armoniosa fachada, construido como residencia principal de la noble Casa de Medinaceli en el siglo XVI. Así lo fue hasta el XIX, cuando fue abandonado quedándose en ruinas. Restaurado en la actualidad, es un espacio cultural municipal: un museo que alberga exposiciones y muestras itinerantes, bajo el proyecto Fundación de Arte de Medinaceli.

Escudo de armas, Medinaceli

La Casa de Medinaceli es una de las más nobles y antiguas de España. Su origen proviene del condado de Medinaceli, título otorgado por el rey Enrique II de Castilla a Bernardo de Foix en 1368, noble bastardo casado con Isabel de la Cerda, tataranieta de Alfonso X el Sabio. Un premio por los servicios prestados en la guerra contra los sarracenos. La reina Isabel la Católica ascendió el condado a ducado de Medinaceli. Más tarde, Grandes de España por Carlos V.

La Colegiata de Nuestra Señora de Asunción.

Templo religioso por excelencia de la villa. Construida sobre la iglesia románica de Santa María la Mayor -que a su vez se alzó en la antigua mezquita- destacan elementos de un gótico tardío gracias a una decoración con bolas, rosas o acantos. Su interior ofrece más de lo que a simple vista parece: se conserva una imagen del venerado Cristo de Medinaceli, talla del siglo XVI, además del sepulcro de los duques de 1619.

Colegiata de Medinaceli

¿Más patrimonio religioso de Medinaceli? Junto a la iglesia románica de San Martín se alza el Convento de Santa Isabel, del siglo XVI, habitado hasta el día de hoy por una comunidad de monjas clarisas. El único que se mantiene activo de los cuatro que llegó a albergar la villa.

Convento de Santa Isabel

Otro edificio curioso que ver en Medinaceli son los restos del desaparecido Beaterio de San Román. Usado como iglesia para custodiar los restos de los patronos de Medinaceli, mártires en África, se piensa que había sido sinagoga hasta la expulsión de los judíos. En el siglo XVI se instalaron mujeres devotas y nobles para vivir en comunidad, pero sin seguir las reglas estrictas que atañen a un convento. El Beaterio fue abandonado en 1939 tras finalizar la Guerra Civil.

Beaterio de San Román

Junto a San Román, no hay que perderse el curioso Nevero Medieval: su función era almacenar y conservar la nieve del invierno bajo la bóveda para guardar alimentos durante un largo tiempo, pudiendo consumirlos durante el verano. Donde no existía la tecnología se hacía uso de la imaginación y el ingenio.

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