Entre naranjos y el mar: qué ver en Jávea

A la sombra del macizo del Montgó duerme Jávea -Xàbia en valenciano-. Una histórica ciudad ubicada en la Marina Alta, norte de la provincia de Alicante. Antigua villa pesquera a orillas del Mediterráneo, en los últimos años la eclosión del turismo y de la población venida del norte de Europa en busca del sol y el calor ha cambiado su fisonomía tradicional, haciéndola más grande y cosmopolita. Sin embargo, el centro conserva el encanto de antaño: callejuelas de macetas, placitas en torno a una iglesia gótica. Trazado medieval por el que es un placer pasear. ¿Te vienes a descubrir qué ver en Jávea?

Centro histórico de Jávea

Conocí esta agraciada urbe en una ruta de pueblos bonitos por Alicante hace un par de veranos. Jávea me sorprendió por su pintoresco casco antiguo, con casonas con arcos y ventanas de forja, edificadas con la singular “piedra tosca” de la zona. También tuve la suerte de conocer el abrupto paraje del cabo San Antonio, el emblemático cabo de la Nao, la “nariz” de la Comunidad Valenciana y la popular cala de la Granadella, elegida hace unos años como “la mejor playa de España”.

Casas típicas del centro de Jávea, Alicante

Alojamiento en Jávea.

Mi recomendación: en la misma bahía de Jávea, playa del Arenal, se ubica el Parador de Jávea, con piscina y jardines. Para presupuestos más ajustados, siempre hay hostales de precio asequible en el centro de Jávea, a unos 10 ó 15 minutos caminando hasta el mar.

20 lugares que ver en Jávea y alrededores:

1. Iglesia de San Bartolomé.
2. Museo Arqueológico y Etnográfico de Jávea.
3. Parque Montaner.
4. Capilla de Santa Anna.
5. Duanes de la mar.
6. Punta de l´Arenal.
7. Séquia de la Nòria.
8. Creu del Portitxol.
9. La Falzia.
10. El mirador de Ambolo.
11. Molinos de la Plana.
12. Santuario de Nuestra Señora de los Ángeles.
13. Cabo de San Antonio.
14. El cabo de la Nao.
15. playa del Arenal.
16. Cova Tallada.
17. Cala Blanca.
18. La Grava.
19. El Portitxol.
20. Cala de la Granadella.

Fuente: Google maps.

Un paseo por Jávea, una bonita villa en la Marina Alta. 

Trazos de las antiguas murallas medievales son aún visibles en la avenida Príncipe de Asturias, cuando la villa era asediada por los temibles piratas. Esto hizo que se alejara del mar dos kilómetros tierra adentro, fortificándose para contener los ataques y proteger a la población. Su centro histórico resulta un laberinto de callecitas estrechas con casas encaladas. La arquitectura típica de Jávea se refleja en los enrejados de hierro en las fachadas y los dinteles labrados en “tosca”, porosa piedra típica de estos lares. Lo encantador de perderse por estas travesías entre flores y macetas bajo el sol mediterráneo resulta embriagador.

Calles con macetas en el centro de Jávea

La iglesia de San Bartolomé.

En el corazón de la villa se ubica el templo religioso más importante que ver en Jávea: la iglesia de San Bartolomé. Edificada a partir del siglo XIV como iglesia – fortaleza fue dotada de unos muros recios con torre vigía, almenas y saeteras. Prevalece el estilo gótico valenciano, en el que también fue usada la piedra tosca con su característico color magenta, tornándose rosada con la luz del atardecer. El interior resulta sencillo, destacando la bóveda de crucería con estrellas y la capilla del Santísimo. Junto al templo se ubican el mercado de abastos de Jávea y el Ayuntamiento, del siglo XVIII.

La iglesia gótica de San Bartolomé en el centro de Jávea

El museo Arqueológico y Etnográfico.

Una visita que no perderse en el centro de Jávea es este museo ubicado en un antiguo palacio que perteneció a Antoni Banyuls, mayordomo del rey Felipe III. Hoy alberga varias salas con exposiciones, entre ellas una pinacoteca con las obras del artista local J.B. Segarra Llamas. Pero la gran sorpresa aguarda en la planta superior, dedicada a la arqueología submarina. En ella se exhiben piezas halladas en las costas de Xàbia a partir del siglo VII. Puedes consultar los horarios en la web del museo Arqueológico y Etnográfico de Jávea.

La capilla de San Anna.

Otro sitio histórico que ver en Jávea es la pequeña capilla medieval gótica, ubicada en el antiguo Fossar d´Avall (Cementerio de Abajo), parte del hospital mandado a construir por Diego de Sandoval -señor feudal de Xàbia- para asistir a los enfermos hacia el 1502.

Capilla de Santa Anna, qué ver en Jávea, Alicante

Parque Montaner y Riurau dels Català d´Arnauda.

¿Qué es un riurau? Una típica construcción rural de la Marina Alta con muros de mampostería y piedra tosca además de techo de cañizo. Su función principal era la de secado y almacén de la uva pasa. El comercio de este dulce tesoro tuvo una gran importancia en la ciudad, existiendo riuraus por toda la comarca. Uno de los más grandes es el conocido como Riurau de los Català d´Arnauda, trasladado al parque Montaner desde su situación original.

Duanes de la mar.

El barrio marinero de Jávea nace pegado al puerto a partir del siglo XVI vinculado a la pesca y, más tarde, al floreciente comercio de la pasa. Pintoresco y colorido, con tradicionales casitas de pescadores de planta baja, la tradición se mezcla con la modernidad en las líneas vanguardistas de la moderna iglesia dedicada a la virgen del Loreto, en cemento, hormigón y hierro. En el puerto también se ubica la Casa del Cable, de mediados del XIX.

Los miradores de Jávea.

Nos alejamos del centro de la ciudad para adentrarnos por los senderos de la naturaleza, entre pinares y matorrales con aroma a Mediterráneo -tomillo, romero, lavanda-. La escarpada costa de acantilados verticales, islotes rocosos, calitas escondidas… Dibujan una red de miradores por todo el litoral, donde antaño se situaban las torres vigías para avisar, encendiendo hogueras, de los ataques piratas. Algunos de los más bonitos, con vistas 360 al azul:

• El Molins.
• Punta de l´Arenal.
• Séquia de la Nòria.
• Creu del Portitxol.
• La Falzia.
• El mirador de Ambolo.

Vistas desde el cabo de San Antonio, la bahía de Jávea

Cabo de San Antonio.

De camino a este paraje natural se encuentra el monasterio de la virgen de los Ángeles y los molinos de la Plana (siglo XIV), en un curioso entorno rural y pedregoso. Con impresionantes acantilados que se elevan 150 metros en verticales paredes desde el mar, está declarado como reserva marina, por la riqueza y biodiversidad de estas aguas. La parte superior está coronada por un faro de mediados del XIX, punto panorámico donde se contempla la bahía de Jávea y la parte norte de la ciudad de Denia, al otro lado del cabo.

Faro del Cabo San Antonio

El cabo de la Nao.

Otro expresivo paisaje es donde se sitúa el punto más oriental de la provincia de Alicante. Desde el cabo de la Nao se puede divisar a simple vista, los días despejados sin bruma, la silueta de la isla de Ibiza, justo enfrente. En un promontorio, a 122 metros de altura sobre el mar, se alza el faro blanco del cabo de la Nao, alumbrando la costa con su potente luz desde el año 1928. Todo un emblema de la costa de la comunidad valenciana.

Cabo de la Nao, qué ver en Jávea y alrededores

Las playas de Jávea

Destino eminentemente veraniego, aunque presume de tener buen clima todo el año -de ahí que miles de jubilados ingleses se hayan instalado en Jávea, son muchas las playas y calas que se pueden descubrir en este municipio alicantino. Desde la popular playa del Arenal -la única de arena- cala Blanca, la Grava, el Benisero a la cova Tallá, junto al cabo de San Antonio. Las más famosas son el Portitxol, enmarcada en un paraje natural con casitas de pescadores de fotogénicas puertas azules.

El Portitxol, playas de Jávea

Por cierto, en la playa del Arenal se localiza uno de los mejores restaurantes donde comer en Jávea: la arrocería ubicada a pie de mar la Perla de Jávea. Aún recuerdo ese riquísimo arroz a banda.

Chopitos en la Perla de Jávea

La Granadella: la mejor playa de España (en 2012).

Si hay una playa en Jávea que se lleve la palma esa es la Granadella, gran cala de aguas color turquesa y piedras medianas. Enmarcada en un bosque de pino mediterráneo, a mí me recordó a esas calas cristalinas que conocí en mi ruta por Mallorca en coche, hace unos años. Lo malo de la Granadella es su fama excesiva: en pleno verano no cabe una toalla. En cambio, junio o septiembre pueden ser dos meses perfectos para gozar del sol y zambullirse en sus aguas, mucho más tranquilas.

Cala de la Granadella, Jávea

Más información sobre el destino en la web oficial de Turismo de Jávea.

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