Qué ver en El Castell de Guadalest, pueblos más bonitos de Alicante
Comunidad Valenciana España

El Castell de Guadalest, un nido de águilas en la Marina Baja

Escrito por la
el
27 agosto, 2020

¿Sabías que existe una organización a nivel nacional que engloba a “Los pueblos más bonitos de España”? ¿Y aún más, por encima, una Federación de “Los pueblos más bonitos del mundo”? El Castell de Guadalest en la comarca de la Marina Baja en Alicante, puede presumir de pertenecer a ambas. Y es que este municipio declarado Conjunto Histórico – Artístico en los años 70 posee un encanto genuino que conquista al visitante desde el minuto uno, tras pasar bajo el arco excavado en la roca y penetrar a la villa medieval encaramada en la montaña, bajo la protección del castillo de San José. Varios museos curiosos, tiendas de artesanía y, sobre todo, unas vistas a ojo de águila son algunos de los atractivos principales que ver en El Castell de Guadalest. ¿Damos un paseo?

Qué ver en El Castell de Guadalest, La Marina Baja

Qué ver en El Castell de Guadalest, La Marina Baja

Ubicado a 75 kilómetros de la capital (una hora en coche), El Castell de Guadalest es uno de esos pueblos con encanto que visitar en Alicante en una ruta de varios días explorando la Costa Blanca. Itinerario que puede y debe incluir Altea, Jávea con su pintoresco casco histórico de casonas y macetas, o el Cabo de la Nao. La “nariz” de la Comunidad Valenciana es un parque natural con calas escondidas en un paisaje agreste de montaña y bosque mediterráneo. ¿No suena a planazo?

Alojamiento en El Castell de Guadalest.

Para quien busque hotel en Guadalest, a 5 minutos en coche, entre Guadalest y Benimantell, se ubica un pequeño completo que resulta todo un capricho para regalarse una escapada romántica: alojarse en el Vivood Hotel Paisaje, es sentir el puro relax de la naturaleza al disfrutar del jardín y su piscina infinita con vistas a la geografía serrana.

Hotel Vivox en Guadalest

Hotel Vivox en Guadalest

Lugares que ver en El Castell de Guadalest.

Primer consejo: portar calzado cómodo. Lo primero que hay que hacer para visitar El Castell de Guadalest es estacionar el vehículo en el parking principal de Guadalest ya que la villa es básicamente peatonal.  El empedrado conduce desde los lavaderos a la escalinata principal por donde se sube a la parte conocida como El Castell, entre pequeños comercios locales y tiendas de artesanía.

El Castell de Guadalest, Alicante

El Castell de Guadalest, Alicante

El castillo de San José.

Un Arco tallado en la roca hace de puerta natural y marco incomparable para las fotos -de ahí que a veces se formen pequeños “atascos”- para acceder al recinto amurallado. Una fortaleza inexpugnable gracias a su elevación natural y las paredes de piedra, que en el siglo XI se intensificó al edificarse el castillo de San José coronando el peñasco. Eran los tiempos de los musulmanes en el sur y el este de la península. Guadalest se convirtió en un enclave estratégico para controlar todo el valle. Desde las almenas, los guardias podían contemplar la sierra de Aitana al sur, la Serrella al oeste y la Xortá al norte, en cuyas faldas hoy se distribuyen fincas de olivos, naranjos, olivos y almendros gracias al benigno clima mediterráneo.

Arco de entrada al Castell de Guadalest

Arco de entrada al Castell de Guadalest

Con la conquista cristiana El Castell de Guadalest se convirtió en marquesado, pasando de mano en mano entre nobles de alta alcurnia. Entre ellos, perteneció a María de Colón y Toledo, nieta del famoso Almirante. Hoy, de estos edificios defensivos tras sufrir varios terremotos acaecidos justo después de la expulsión de los moriscos -quién sabe si como venganza por una extraña maldición- quedan sólo los vestigios. El castillo de San José y el de la Alcozaiba, del que sólo permanece una torre que sobresale de una peña rocosa. Aunque la destrucción más grave del baluarte de San José ocurrió durante la Guerra de la Sucesión, debido a una voladura en 1748. ¿Más monumentos que ver en El Castell de Guadalest? Presta atención a los bajos del Ayuntamiento: alberga una edificación del siglo XII, antigua cárcel.

Mirador Penya del Cullerot.

No se demora mucho el recorrer el casco antiguo del pequeño Guadalest. La iglesia parroquial marca las horas que pasan más despacio disfrutando del panorama. Porque sobre todo eso, vistas impresionantes es lo que tiene El Castell del Guadalest, repartidas entre varios miradores: el Mirador del Embalse, el Mirador de la plaza de San Gregorio y el Mirador Penya del Cullerot, ya al final del pueblo. Cuando la batería de la cámara se agote tras tomar fotos, se impone sentarse a disfrutar en una terraza de la tranquilidad de un espacio sin coches, mientras se saborea una cerveza o una refrescante horchata, tan típica en estas tierras del Levante.

Miradores, El Castell de Guadalest

Miradores, El Castell de Guadalest

Los Museos de Guadalest.

Nada menos que ocho museos – y algunos de ellos muy curiosos- posee El Castell de Guadalest en su término municipal. Y eso que la población local apenas alcanza los 200 habitantes. Sin embargo, su cercanía con Benidorm, ciudad turística por excelencia, hace de este pueblo una visita recurrente, por lo que la venta de artesanía y las exhibiciones son el principal foco de actividad económica.

Museos de Guadalest

Museos de Guadalest

La Casa Orduña.

El museo municipal más importante que ver en El Castell de Guadalest es la Casa Orduña. Una mansión nobiliaria del siglo XVII donde vivieron durante casi tres siglos la familia más poderosa del valle de Guadalest, alcaides perpetuos desde 1669. Construida tras el terrible terremoto que asoló la Marina Baja, los Orduña -procedentes del país vasco- se instalaron al abrigo del castillo y gobernaron el marquesado en nombre de Los Cardona. Aunque la mansión sufrió de incendios y saqueos durante la guerra, sus salas actuales muestran el prestigio del que gozaron en su era de esplendor en la segunda mitad del siglo XIX.

Su interior dibuja un recorrido por las salas nobles y alcobas, con fotografías y muebles de época isabelina. El comedor con una valiosa colección de cerámica. Incluso se conserva la cocina y despensa con objetos originales. Aunque la estancia más valiosa, con más de mil volúmenes, es la Biblioteca. Por toda la mansión se pueden ver grabados, óleos y lienzos de temática religiosa además de una talla yacente de Nuestra Señora de la Asunción, propiedad de la familia y prestada al pueblo para procesionar durante las fiestas patronales en agosto.

El museo de Belenes y Casas de Muñecas.

Existe también un museo Etnográfico, donde aprender sobre los usos y tradiciones de la vida rural en la Marina Baja antes de la explosión del turismo. Aunque si tuviera que elegir sólo uno, el más curioso de los museos que ver en El Castell de Guadalest es el museo de Belenes y Casas de Muñecas. Tomar fotos en su interior está prohibido y es una pena, porque me gustaría mostrar en este artículo la cantidad de detalles, figuras y mimo que se exhiben en sus salas. Sin duda actividad top que hacer en Guadalest en Navidad. Aunque sea la época que sea, se trata de una visita sorprendente.

El museo del Belén

El museo del Belén, una buena opción para visitar en Gualadest en Navidad

También en el pueblo hay un museo histórico con Instrumentos de Tortura, un museo de Microminiaturas así como un museo de Miniaturas y esculturas gigantes. Una exposición de vehículos históricos y, el más singular se ve nada más llegar, ya que se encuentra a la entrada de Guadalest, junto al parking: el único museo de Salenteros y Pimenteros de Europa con más de 20.000 muestras procedentes de todo el mundo. Fruto del capricho de una coleccionista particular que terminó convirtiendo su afición en patrimonio local de Guadalest.

Museo de Saleros y pimenteros, qué ver en El Castell de Guadalest

Museo de Saleros y pimenteros, qué ver en El Castell de Guadalest

Nota: más información sobre horarios y visitas en la web de Museos de Guadalest.

De compras en Guadalest.

A quien le guste la artesanía está de suerte: es el producto estrella que comprar en Guadalest. En el Kiosko El Riu se ofrecen productos típicos de la Marina Baja: miel y sus derivados (jalea real, polen, cremas y jabontes), los populares vinos dulces de Alicante, además de embutidos y quesos de la comarca. Pero lo realmente interesante son las cerámicas: botijos y cántaros de cerámica blanca de Agost. En otros pequeños establecimientos de la calle principal se venden mermeladas, licores, productos del níspero, cestas de mimbre o salazones… Además, en Guadalest hay varias galerías de arte como D´Art Tossa, con gran selección de objetos de decoración realizados a mano como alfombras, cuadros y esculturas. Una oportunidad dorada para adquirir productos exclusivos y, de paso, apoyar al comercio local.

Comercios locales en El Castell de Guadalest

Comercios locales en El Castell de Guadalest

Descubriendo la Marina Baja: qué ver en los alrededores de El Castell de Guadalest.

En explorar la villa se puede emplear, perfectamente, media jornada. El resto del día una excelente idea es conocer el entorno de Guadalest. Varias sugerencias:

El embalse del Guadalest.

Visible desde los miradores de la villa, el tono turquesa intenso del embalse de Guadalest es un imán para las retinas. Sus aguas riegan todo el fértil valle de cultivos mediterráneos en un paisaje de serranía mediterránea, con bosques de pinos y olor a romero. Al pantano se accede desde el pueblo a través de la carretera CV-755.

Embalse de Guadalest

Embalse de Guadalest

Las Fuentes del Algar.

Un paraje natural con preciosas pozas y saltos de agua se ubican a tan sólo 15 kilómetros de Guadalest, ideal para darse un chapuzón en verano. Desde Guadalest hay que ir en coche (unos  20 minutos). Otra opción: en la ciudad de Alicante es posible reservar un tour por el valle de Guadalest y las Fuentes del Algar.

Las Fuentes del Algar en Alicante

Las Fuentes del Algar en Alicante, fuente: Shutterstock

Polop de la Marina.

Próximo a Guadalest, este pueblo conserva la apariencia tranquila de villa serrana y poco turística, con cuestas empinadas y calles decoradas con flores y macetas. Quizá lo más famoso son las Fuentes de Polop, en el corazón de la villa, con 221 caños. El escudo de cada uno de los municipios de Alicante se muestran impresos en azulejos típicos de la comarca. Vale la pena ascender hasta el Santuario de la Divina Aurora y disfrutar de las vistas sobre la iglesia de San Pedro y los tejados color crema enmarcados en el verde de la sierra.

Vistas de Polop de la Marina

Vistas de Polop de la Marina

Altea y “la Cúpula del Mediterráneo”.

La villa de Altea seguramente sea de las visitas más recurrentes en la provincia de Alicante. La fama es justificada: es una ciudad preciosa. Blanca, al borde del Mediterráneo, con su gran cúpula azul y sus callejones de fuentes moriscas y buganvillas. ¿Un rincón secreto? Aléjate del centro y camina hasta el barrio de Bellaguarda, tan bonito como apacible. Si no quedas prendada de Altea, podrás seguir la ruta hacia el norte, en dirección a Jávea y el Cabo de la Nao. ¡No será por rincones deliciosos que descubrir en Alicante provincia!

Barrio de Bellaguarda en Altea

Barrio de Bellaguarda en Altea

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Patricia Rojas
Barcelona

¡Hola! Soy Patri, periodista y apasionada de los viajes. Andaluza de Motril (Granada) desde 2013 escribo en lacosmopolilla.com relatos de lugares y gentes del mundo. En mi web encontrarás completas guías de países y ciudades, consejos para ahorrar viajando, rutas en coche o artículos sobre gastronomía local. ¿Viajamos juntas?

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