“La fraga es un tapiz de vida apretado contra las arrugas de la tierra (…) Donde fijáis vuestra mirada divisáis ramas estremecidas, troncos recios, verdor (…) La fraga es un ser hecho de muchos seres. Esa vaga emoción, ese afán de volver la cabeza, esa tentación de detenernos a escuchar no sabemos qué, cuando cruzamos entre su luz verdosa, nace de que el alma de la fraga nos ha envuelto y roza nuestra alma tan suave, tan levemente como el humo puede rozar el aire al subir.” Wenceslao Fernández Flórez (El bosque animado).
Soto de Merilán, Ribeira Sacra, Ourense
Palabras de un gran clásico describen a la perfección esa turbación del ánimo, mezcla de paz, regocijo, inquietud, agitación, que experimentan los sentidos al penetrar por los senderos de cualquier bosque de Galicia. Hay algo atávico, el hechizo de una naturaleza que en estas tierras resulta más indómita e impenetrable. Una conexión del humano con lo primigenio a cada paso, a cada crujir de las hojas de los árboles centenarios entre el rumor del agua y el canto de aves silvestres. Así me sentí dando un paseo por el soto de Merilán junto al arroyo de O Regueiral, por el camino sinuoso que conduce al monasterio de Santa Cristina en Parada del Sil. En mis retinas pude capturar imágenes de esta Ribeira Sacra escondida, antes de subir a los famosos miradores al cañón del Sil. Uno de los lugares más bellos que ver en Ourense provincia, la Galicia interior desconocida aún para muchos turistas.
Iglesia del Monasterio de Santa Cristina en la Ribeira Sacra
Contenido del artículo
Destino: Ribas del Sil, la Ribeira Sacra en Galicia.
Castro es una pequeña aldea gallega abrazada por un bosque de robles y castaños. De esas donde sus pocos parroquianos pueden pasar una semana sin cruzarse con nadie. En este viaje al medievo en la Ribeira Sacra para encontrar el monasterio de Santa Cristina, conjunto benedictino del siglo X, hay que dejar las casas de Castro atrás y continuar hasta el final del camino, bajando hacia el Sil. Aunque este profundo río no se ve, oculto tras la espesura, se intuye. El de Santa Cristina no es tan popular como otros conjuntos monásticos de la comarca; siendo mucho más conocido el monasterio de Santo Estevo, reconvertido hoy en un precioso parador de Turismo, uno de los alojamientos con más encanto de la Ribeira Sacra. Sin embargo, Santa Cristina posee un gran interés histórico y artístico, reflejo del esplendor que vivió durante el pasado medieval.
Historia de un monasterio.
Si hoy los bosques de Galicia aún resultan en muchos confines densos y huraños, no puedo imaginar cómo sería este paraje montañoso sobre el cañón del río Sil en la Alta Edad Media. Un escarpado e inaccesible lugar donde los ermitaños encontraron refugio y aislamiento para estar más cerca de Dios en sus plegarias. Se instalaron en estas lindes fundado una humilde comunidad monástica. La primera noticia de un primitivo monasterio se documenta en el siglo IX. Tres siglos después, la comunidad se había ampliado considerablemente, convirtiéndose en monasterio benedictino. Santa Cristina fue ganando poder en toda la comarca, dedicado a la vid y la castaña. En el siglo XVI pasó a depender del cenobio de Santo Estevo de Ribas de Sil, hasta el XIX. El fin del monasterio de Santa Cristina sucedió tras la Desamortización de Mendizábal, cuando los monjes se vieron obligados a marchar, convirtiéndose en una granja de explotación privada.
Inscripción en la piedra, Monasterio de Santa Cristina en la Ribeira Sacra
Aunque hoy de las dependencias donde habitaban los monjes se conserva poco, se puede acceder a lo que queda de claustro -dos alas- y a la iglesia románica. De finales del siglo XII – principios del XIII, mantiene su torre-campanario almenada en el muro norte, sirviendo de mirador y defensa en aquellos años turbulentos.
Antiguo claustro, Monasterio de Santa Cristina Ribeira Sacra
La iglesia románica.
De sobrio exterior, en su interior la planta de cruz latina se ilumina con los rayos de sol que penetran desde el rosetón calado, esculpido en la fachada. La de Santa Cristina es una iglesia sencilla, propia de su tiempo edificada en sillería de granito. Pero, si se presta atención, exquisitos detalles hablan de cinceles que dieron vida a los capiteles, dotándolos de vegetación, personajes anónimos y seres mitológicos. El altar románico se conserva en una de las capillas laterales.
Iglesia, Monasterio de Santa Cristina
Aún se aprecian las hermosas pinturas murales, posteriores, de un incipiente renacimiento que también llegó a la Ribeira Sacra y a los muros del monasterio. En Santa Cristina un artista anónimo retrató a la virgen acompañada de varios santos como San Juan, San Antonio, Santa Lucía o Santa Bárbara.
Frescos de la iglesia, Monasterio de Santa Cristina
El claustro y las dependencias monacales.
Saliendo de la iglesia, a la derecha, se pasa bajo una portada románica: los cuatro evangelistas y dos profetas dan la bienvenida al recinto sagrado del monasterio de Santa Cristina. Trazos que, por su finura y simbología, algunos expertos han visto relación con el taller del maestro Mateo. La parte que se conserva del claustro pertenece a una reforma realizada en el siglo XVI. No obstante, mantiene la estética románica, sin desentonar con el conjunto. Arpías y otros animales fantásticos se pueden observar en algunos capiteles de las columnas.
Claustro, Monasterio de Santa Cristina Ribeira Sacra, Ourense
Desde los arcos se aprecia el entorno selvático de una manera casi pictórica. Parece que el bosque se quisiera integrar en el monasterio, formando parte de él. Sobre la grava, antiguas laudas que fueron sepulcro de los abades medievales, recogen las aguas de lluvia. Lo que antaño fue un rico centro monástico, hoy es reino del silencio.
Visitar el monasterio de Santa Cristina. Datos prácticos:
Si duda la Ribeira Sacra es de mis 10 sitios top que ver en Galicia. Para visitar este monasterio, desde el verano de 2020 es necesario reservar en la web de ribeirasacra.org con antelación para visitar este monasterio en Parada del Sil.
Más información en la web oficial de Parada de Sil.
Castaño centenario, Soto de Merilán, Ourense
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Nómadas Ocasionales
Son muchas las ganas que tenemos de visitar este lugar desde que leímos a Dolores Redondo y su novela «Todo esto te daré». Esperamos poder hacerlo pronto, eso significaría que todo salió bien. Un saludo. Irene y Edu.
cosmopolilla
Yo también me leí ese libro y me gustó mucho 🙂 muy fan de Dolores Redondo ¡un abrazo!